EL KIBALIÓ.
Atribuit a Hermes Trimegist
(Traducció de Leandre Colomer)
Els llavis de la saviesa estan tancats, excepte per les oïdes de l’enteniment.
Els principis de la veritat són set; aquell que els coneix i els compren posseeix la clau amb el toc de la qual s’obren de cop totes les portes del Temple.
El Tot és ment; l’univers és mental i se sosté en la ment del Tot.
Tal com és a dalt, és a baix; tal com és a baix, és a dalt.
Res no reposa, tot es mou, tot vibra.
Tot es dual; tot té dos pols; tot té el seu parell oposat; semblant i dissemblant són el mateix; els oposats són idèntics en naturalesa però diferents en grau; els extrems és troben; totes les veritats no són més que mitges veritats; totes les paradoxes poden ser reconciliades.
Tot flueix, per dins i per fora; tot té les seves marees, totes les coses pugen i baixen; l’oscil·lació del pèndul és manifesta en tot; la mesura de l’oscil·lació cap a la dreta, és la mesura de l’oscil·lació cap a l’esquerra; el ritme compensa.
Tota causa té el seu efecte; tot efecte la seva causa; tot succeeix d’acord amb la Llei; “casualitat” no és més que un nom per a la Llei no reconeguda; hi ha molts plans de causalitat, però res no escapa a la Llei.
El gènere és en tot; tot té els seus principis masculí i femení; el gènere és manifesta en tots els plans.
A sota i a darrera de l’univers del temps, de l’espai i del canvi, ha de trobar-se sempre la realitat substancial, la veritat fonamental.
Així com tot està en el Tot, igualment el Tot està per tot.
A aquell que entengui de debò aquesta veritat li ha vingut un gran coneixement.
EL TRATADO DE LA UNIDAD.
Ibn Arabí
Aquellos que esteis interesados en la obra de éste extraordinário pensador andalusí, podéis ver además:
http://terraxaman.blogspot.com/2008/12/dos-poetas-andalusis.html
i sobre el significado de Islam:
http://terradesomnis.blogspot.com/2009/01/per-comprendre-l-islam.html
I-SOLO EXISTE LA UNIDAD.
¡Glória a Dios, ante cuya Unicidad no hay nada anterior, sino El que es el Primero!.¡Glória a Dios, después de cuya singularidad no hay un después, sino El, que es el Siguiente!.
Con relación a El no hay antes, ni después; ni alto, no bajo; ni cerca, ni lejos, ni como, ni que, ni donde, ni estado, ni sucesión de instantes, ni tiempo, ni espacio, ni ser. El es tal como es. El es el Unico sin necesidad de la Singularidad.
El no está compuesto de nombre, ni de denominado. No hay nombre salvo El. No hay denominado salvo El.
El es el Primero sin anterioridad. El es el Ultimo sin posterioridad. El es Evidente sin exterioridad. El es Oculto sin interioridad. Porque no hay anterior, ni posterior, no hay exterior, ni interior, sino El.
El no está en ninguna cosa, y ninguna cosa está en El.
Es preciso conocerle pero no por la ciencia, la inteligencia, la imaginación, los sentidos, la visión exterior, la compresión o el razonamiento.
Nadie, salvo El mismo, puede verle.
Nadie, salvo El mismo, puede asirle.
Nadie, salvo El mismo, puede conocerle.
Nadie distinto de El, puede ocultarle.
El se vé y se conoce a sí mismo.
Su velo impenetrable es su propia Unicidad.
El mismo es su propio velo.
Su velo es su propia existencia.
Su Unicidad le vela de forma inexplicable.
Nadie le ha visto, le vé o podrá verlo jamás.
Ningún Profeta, enviado, ni ningún santo perfecto o ángel se le aproxima. Su Profeta es El. Su Mensajero es El. Su Mensaje es El. El ha mandado a Su sí mismo, con El mismo y hacia El mismo. Ninguna diferencia de tiempo, espacio o naturaleza hay entre El que envía el Mensaje, el Mensaje en sí y el destinatario del Mensaje.
Su existencia está sólo en los textos de la profecía.Sin embargo, sólo El existe y no puede dejar de existir puesto que jamás vino a la existencia. Por eso ha dicho el Profeta:
“Quien se conoce a sí mismo, conoce a Su Señor”. El Profeta de Dios ha querido hacerte comprender que tú no eres tú, sino El: El y no tú, que El no cabe en tí y tú no cabes en El; que El no sale de tí y tú no sales de El. Lo que quiero decir es que tú no eres, o posees tal o cual cualidad, que no existes y que no existirás jamás, ni por tí mismo, ni por El, en El o con El. Tú no puedes cesar de ser, porque no eres. Tú eres El y El es tú, sin ninguna dependencia o casualidad. Si alcanzas a reconocer en tú existencia esta cualidad de la nada, entonces conoces a Dios, en otro caso no.
Imposibilidad de la extinción de la existencia.
La mayor parte de los iniciados dicen que la Gnosis - o conocimiento de Dios- viene después de la extinción -fana- de la existencia y de la extinción de ésta extinción. Pero esta opinión es falsa, pues parte de un error manifiesto. La Gnosis no exige la extinción de la existencia, sencillamente por que las cosas no tienen ninguna existencia y lo que no existe no puede dejar de existir. Decir que una cosa ha dejado de existir, que no existe ya, equivale a afirmar que ha existido. Pero si conoces al sí mismo, es decir si puedes concebir que no existes y que por tanto no puedes extinguirte jamás, entonces conoces a Dios. En otro caso no.
Atribuir la Gnosis a la extinción es un credo idólatra. Si atribuyes la Gnosis a fana, pretendes que algo dsitinto de Dios pueda gozar de existéncia. Entonces eres culpable de negarle y de idolatría.
Tu existencia es nada y nada no es añadido alguno a una cosa, temporal o no. El Profeta Mahoma ha dicho: “Tú no existes ahora y tampoco existías antes de la creación del mundo”. La palabra ahora significa, como presente absoluto, la eternidad sin comienzo y la eternidad sin fin, tanto de como de la pre-existéncia. Estos tres aspectos de la eternidad son El. Dios es la existéncia de estos tres aspectos de la eternidad, sin que El deje, por eso de ser absoluto.
Si El no fuera así, Su Soledad no existiría. El no carecería de compañero. Pero es de necesidad racional, dogmática y teológica que El no tenga pareja posible. Su pareja sería aquel que existiera por sí mismo y no por la existéncia de Dios y sería, por consiguiente, un segundo Señor Dios, lo que no es posible. Dios no tiene pareja, ni en semejanza, ni en equivalencia.
Aquel que vé una cosa con Dios, de Dios o en Dios, haciéndola independiente de Dios, convierte a esa otra cosa en pareja de Dios. Aquel que pretende que una cosa pueda existir con Dios -poco importa que esta cosa exista por ella misma, o por El-, un hombre tal, está lejos de tener la menor percepción de conocimiento de sí mismo. Porque aquel que pretende que algo distinto de El pueda existir, entra en un círculo vicioso. Todo esto es idolatría y nada tiene que ver con la Gnosis. Tal hombre es un idólatra y no conoce nada de Dios, ni de sí mismo.
¡Glória a Dios, ante cuya Unicidad no hay nada anterior, sino El que es el Primero!.¡Glória a Dios, después de cuya singularidad no hay un después, sino El, que es el Siguiente!.
Con relación a El no hay antes, ni después; ni alto, no bajo; ni cerca, ni lejos, ni como, ni que, ni donde, ni estado, ni sucesión de instantes, ni tiempo, ni espacio, ni ser. El es tal como es. El es el Unico sin necesidad de la Singularidad.
El no está compuesto de nombre, ni de denominado. No hay nombre salvo El. No hay denominado salvo El.
El es el Primero sin anterioridad. El es el Ultimo sin posterioridad. El es Evidente sin exterioridad. El es Oculto sin interioridad. Porque no hay anterior, ni posterior, no hay exterior, ni interior, sino El.
El no está en ninguna cosa, y ninguna cosa está en El.
Es preciso conocerle pero no por la ciencia, la inteligencia, la imaginación, los sentidos, la visión exterior, la compresión o el razonamiento.
Nadie, salvo El mismo, puede verle.
Nadie, salvo El mismo, puede asirle.
Nadie, salvo El mismo, puede conocerle.
Nadie distinto de El, puede ocultarle.
El se vé y se conoce a sí mismo.
Su velo impenetrable es su propia Unicidad.
El mismo es su propio velo.
Su velo es su propia existencia.
Su Unicidad le vela de forma inexplicable.
Nadie le ha visto, le vé o podrá verlo jamás.
Ningún Profeta, enviado, ni ningún santo perfecto o ángel se le aproxima. Su Profeta es El. Su Mensajero es El. Su Mensaje es El. El ha mandado a Su sí mismo, con El mismo y hacia El mismo. Ninguna diferencia de tiempo, espacio o naturaleza hay entre El que envía el Mensaje, el Mensaje en sí y el destinatario del Mensaje.
Su existencia está sólo en los textos de la profecía.Sin embargo, sólo El existe y no puede dejar de existir puesto que jamás vino a la existencia. Por eso ha dicho el Profeta:
“Quien se conoce a sí mismo, conoce a Su Señor”. El Profeta de Dios ha querido hacerte comprender que tú no eres tú, sino El: El y no tú, que El no cabe en tí y tú no cabes en El; que El no sale de tí y tú no sales de El. Lo que quiero decir es que tú no eres, o posees tal o cual cualidad, que no existes y que no existirás jamás, ni por tí mismo, ni por El, en El o con El. Tú no puedes cesar de ser, porque no eres. Tú eres El y El es tú, sin ninguna dependencia o casualidad. Si alcanzas a reconocer en tú existencia esta cualidad de la nada, entonces conoces a Dios, en otro caso no.
Imposibilidad de la extinción de la existencia.
La mayor parte de los iniciados dicen que la Gnosis - o conocimiento de Dios- viene después de la extinción -fana- de la existencia y de la extinción de ésta extinción. Pero esta opinión es falsa, pues parte de un error manifiesto. La Gnosis no exige la extinción de la existencia, sencillamente por que las cosas no tienen ninguna existencia y lo que no existe no puede dejar de existir. Decir que una cosa ha dejado de existir, que no existe ya, equivale a afirmar que ha existido. Pero si conoces al sí mismo, es decir si puedes concebir que no existes y que por tanto no puedes extinguirte jamás, entonces conoces a Dios. En otro caso no.
Atribuir la Gnosis a la extinción es un credo idólatra. Si atribuyes la Gnosis a fana, pretendes que algo dsitinto de Dios pueda gozar de existéncia. Entonces eres culpable de negarle y de idolatría.
Tu existencia es nada y nada no es añadido alguno a una cosa, temporal o no. El Profeta Mahoma ha dicho: “Tú no existes ahora y tampoco existías antes de la creación del mundo”. La palabra ahora significa, como presente absoluto, la eternidad sin comienzo y la eternidad sin fin, tanto de como de la pre-existéncia. Estos tres aspectos de la eternidad son El. Dios es la existéncia de estos tres aspectos de la eternidad, sin que El deje, por eso de ser absoluto.
Si El no fuera así, Su Soledad no existiría. El no carecería de compañero. Pero es de necesidad racional, dogmática y teológica que El no tenga pareja posible. Su pareja sería aquel que existiera por sí mismo y no por la existéncia de Dios y sería, por consiguiente, un segundo Señor Dios, lo que no es posible. Dios no tiene pareja, ni en semejanza, ni en equivalencia.
Aquel que vé una cosa con Dios, de Dios o en Dios, haciéndola independiente de Dios, convierte a esa otra cosa en pareja de Dios. Aquel que pretende que una cosa pueda existir con Dios -poco importa que esta cosa exista por ella misma, o por El-, un hombre tal, está lejos de tener la menor percepción de conocimiento de sí mismo. Porque aquel que pretende que algo distinto de El pueda existir, entra en un círculo vicioso. Todo esto es idolatría y nada tiene que ver con la Gnosis. Tal hombre es un idólatra y no conoce nada de Dios, ni de sí mismo.
Nada distinto de El tiene existencia.
Si se pregunta porque medio se llega a conocer al sí mismo, propium o alma y a conocer a Dios, la respuesta es que la Vía hacia estos dos conocimientos está indicada con estas palabras: “Dios es y la nada con El” y “El es ahora tal como era”. Con esto el Profeta ha querido decir: “Hazme conocer lo que no eres Tú, a fín de que sepa, de que conozca, la verdad sobre las cosas. Si ellas son Tú, o distintas de Tí. Si carecen de comienzo y de fin, o si han sido creadas y han de desaparecer.” Entonces Dios, le permitió ver todo lo que no es El, incluyendo el sí mismo del hombre, que no tiene ninguna existencia. Y vió las cosas como son, es decir en esencia, desnudas de existéncia, carentes de tiempo, de espacio y de atributos.
El término las cosas puede aplicarse tambien al alma, o no importa a que otra cosa. La existencia del alma y de las cosas se identifican. Aquello que tú crees ser distinto de Dios, no es sino Dios, pero tú no lo sabes. Tú Le ves y no sabes que Le ves. Desde el momento en que éste misterio te haya sido revelado ante tus ojos -que no eres en realidad distinto de Dios-, sabrás cual es el fín de tí mismo, que no tienes necesidad de anonadarte, que jamás has dejado de ser y que no dejarás jamás de existir, como ya hemos explicado. Todos los atributos de Dios son tus atributos. Verás que tú exterior, interior, comienzo y fín, son los Suyos. Verás que tus cualidades son las Suyas y que tú naturaleza íntima es la Suya. Y eso sin que te conviertas en El, o que El se convierta en tí, sin transformación, sin disminución o aumento alguno.
No existe nada distinto de El, algo distinto de El no tiene existencia. Por eso lo que parece distinto de El será necesariamente perdido, pues lo único que permanece es Su Faz. Dicho de otra manera:”Nada hay permanente salvo Su Faz.”
El es su nombre y lo que es nombrado.
Si se pregunta porque medio se llega a conocer al sí mismo, propium o alma y a conocer a Dios, la respuesta es que la Vía hacia estos dos conocimientos está indicada con estas palabras: “Dios es y la nada con El” y “El es ahora tal como era”. Con esto el Profeta ha querido decir: “Hazme conocer lo que no eres Tú, a fín de que sepa, de que conozca, la verdad sobre las cosas. Si ellas son Tú, o distintas de Tí. Si carecen de comienzo y de fin, o si han sido creadas y han de desaparecer.” Entonces Dios, le permitió ver todo lo que no es El, incluyendo el sí mismo del hombre, que no tiene ninguna existencia. Y vió las cosas como son, es decir en esencia, desnudas de existéncia, carentes de tiempo, de espacio y de atributos.
El término las cosas puede aplicarse tambien al alma, o no importa a que otra cosa. La existencia del alma y de las cosas se identifican. Aquello que tú crees ser distinto de Dios, no es sino Dios, pero tú no lo sabes. Tú Le ves y no sabes que Le ves. Desde el momento en que éste misterio te haya sido revelado ante tus ojos -que no eres en realidad distinto de Dios-, sabrás cual es el fín de tí mismo, que no tienes necesidad de anonadarte, que jamás has dejado de ser y que no dejarás jamás de existir, como ya hemos explicado. Todos los atributos de Dios son tus atributos. Verás que tú exterior, interior, comienzo y fín, son los Suyos. Verás que tus cualidades son las Suyas y que tú naturaleza íntima es la Suya. Y eso sin que te conviertas en El, o que El se convierta en tí, sin transformación, sin disminución o aumento alguno.
No existe nada distinto de El, algo distinto de El no tiene existencia. Por eso lo que parece distinto de El será necesariamente perdido, pues lo único que permanece es Su Faz. Dicho de otra manera:”Nada hay permanente salvo Su Faz.”
El es su nombre y lo que es nombrado.
No pienses por tanto que es necesario acabar con tu existencia, porque entonces te envuelves en tú propia extinción y te conviertes, por decirlo así, en el velo de Dios. Como el velo es distinto de Dios, esta opinión constituye una grave mentida y un grave error.
La Unicidad y la Singularidad son los únicos velos de Dios. Por eso está permitido al Waçil -aquel que ha alcanzado la Realidad- ver que no se apaga en Dios, que no persiste con Dios, que su alma, su propium, no existe, pues no hay otra existencia salvo la Suya.
Según la Tradición el Profeta dijo: “Dios dice: Servidor mío, he estado enfermo y no me has visitado. He tenido hambre y no me has dado de comer. Te he pedido limosna y me la has negado”. Con esto ha querido decir que El era el enfermo y el mendicante, y si ellos pueden ser El, tambien tú y todas las cosas de la Creación accidentales o substanciales, pueden ser El. Cuando se descubre el misterio de un sólo átomo, se puede ver el misterio de toda la Creación, tanto interior, como exterior.
Verás que no es que Dios haya creado todas las cosas, aino que tanto en el mundo visible como en el invisible no hay más que El. Verás que El no es solamente Su nombre, sino que El es el nombre y lo que se nombra, así como la existencia de ambos. Verás que no es que El haya creado todas las cosas de una sola vez, sino que El es el hacedor sublime y de todos los dias, por la expansión y ocultación de Su existencia y de Sus atributos, más allá de toda condición inteligible.
La Unicidad y la Singularidad son los únicos velos de Dios. Por eso está permitido al Waçil -aquel que ha alcanzado la Realidad- ver que no se apaga en Dios, que no persiste con Dios, que su alma, su propium, no existe, pues no hay otra existencia salvo la Suya.
Según la Tradición el Profeta dijo: “Dios dice: Servidor mío, he estado enfermo y no me has visitado. He tenido hambre y no me has dado de comer. Te he pedido limosna y me la has negado”. Con esto ha querido decir que El era el enfermo y el mendicante, y si ellos pueden ser El, tambien tú y todas las cosas de la Creación accidentales o substanciales, pueden ser El. Cuando se descubre el misterio de un sólo átomo, se puede ver el misterio de toda la Creación, tanto interior, como exterior.
Verás que no es que Dios haya creado todas las cosas, aino que tanto en el mundo visible como en el invisible no hay más que El. Verás que El no es solamente Su nombre, sino que El es el nombre y lo que se nombra, así como la existencia de ambos. Verás que no es que El haya creado todas las cosas de una sola vez, sino que El es el hacedor sublime y de todos los dias, por la expansión y ocultación de Su existencia y de Sus atributos, más allá de toda condición inteligible.
Porque El es el Primero y el Ultimo.
El exterior y Lo interior.
El aparece en su Unidad
y se esconde en su Singularidad.
El es el Primero por sí mismo,
El es el último por Su eterna permanencia,
El es la existencia de lo Primero y de lo Ultimo,
de lo Exterior y de lo Interior,
El es su nombre y lo que es nombrado.
No hay nada distinto de El, porque El está excento de tener distintos. Aquello que parece distinto es tambien El, sin ninguna diferencia interior o exterior. Lo que es de este modo, posee atributos sin fín.
Morid antes de morir.
El Profeta ha dicho: “Morid antes de morir”, es decir conoceos a vosotros mismos antes de morir. Hay aquí una patética invitación a vivir muriendo, sólo trás esta muerte puede hallarse la vida. Se trata de los atributos de los cuales es necesario desprenderse. Pero sólo existen dos maneras para ésto: la muerte real y la muerte figurada. De ésta última, la única totalmente voluntaria debemos ocuparnos. Cada atributo descubierto es un atributo que muere y, en consecuencia, una parte de nosotros se muere en sentido figurado. Cuando el atributo llega a ser conocido como atributo, y la naturaleza íntima como naturaleza íntima, puede decirse que todo está en su lugar, pues se ha alcanzado la muerte antes de morir.
Tambien ha dicho el Profeta: “Dios dice: Mi adorador no cesa de acercarse a Mí por sus obras abundantes hasta que Yo le amo, Soy su oído, Su vista, Su lengua y Su mano”. El Profeta quiere decir: el que aniquila su alma, es decir, el que se conoce, ve que toda existencia es Su existencia, ha comprendido que su propia naturaleza íntima no es el sí mismo y que hasta entonces había ignorado su propium, es decir, lo que es verdaderamente, en lo más profundo. Cuando hayas conocido lo que es verdaderamente tu propium, te habrás desembarazado de tu dualismo y sabrás que no eres distinto de Dios. Mientras tengas una existencia independiente, no conseguirás apagar, esto es, conocer tu propium.
El es ahora tal como era.
El interés del conocimiento del propium, consiste en que obtienes la certidumbre absoluta de que tu existencia, no es ni una realidad, ni una nanidad, sino que tú no eres, no has sido y no serás jamás. Comprenderás claramente el sentido de la fórmula: “NO HAY MÁS DIOS QUE DIOS, NO HAY MÁS REALIDAD QUE LA REALIDAD”, es decir, no hay existencia distinta de El.
El es ahora tal como era. Sus títulos de Creador o de Señor Magnificente, no están condicionados por la existencia de una cosa creada. Antes de la Creación de todas las cosas creadas, El poseía todos sus atributos.No hay ninguna diferencia, en su Unidad, entre la creación y la pre-existencia. Su título del Exterior implica la creación de las cosas, y su título de Oculto o Interior, implica la pre-existencia. Su interior y Su exterior, son como Su exterior y Su interior. Su primero y Su último, son como Su último y Su primero. EL TODO ES UNICO Y LO UNICO ES TODO.
En realidad, lo distinto de El no existe. Tal como era es eternamente, todos los dias, en el estado de Creador Sublime.No hay ninguna cosa con El, y ningún día de creación. Como no hay en la pre-existencia ninguna cosa, ni ningún día, porque la existencia de las cosas o Su nada, es todo Uno. Si no fuera así, El habría necesitado de alguna cosa nueva que no estuviera comprendida en su Unicidad.
El exterior y Lo interior.
El aparece en su Unidad
y se esconde en su Singularidad.
El es el Primero por sí mismo,
El es el último por Su eterna permanencia,
El es la existencia de lo Primero y de lo Ultimo,
de lo Exterior y de lo Interior,
El es su nombre y lo que es nombrado.
No hay nada distinto de El, porque El está excento de tener distintos. Aquello que parece distinto es tambien El, sin ninguna diferencia interior o exterior. Lo que es de este modo, posee atributos sin fín.
Morid antes de morir.
El Profeta ha dicho: “Morid antes de morir”, es decir conoceos a vosotros mismos antes de morir. Hay aquí una patética invitación a vivir muriendo, sólo trás esta muerte puede hallarse la vida. Se trata de los atributos de los cuales es necesario desprenderse. Pero sólo existen dos maneras para ésto: la muerte real y la muerte figurada. De ésta última, la única totalmente voluntaria debemos ocuparnos. Cada atributo descubierto es un atributo que muere y, en consecuencia, una parte de nosotros se muere en sentido figurado. Cuando el atributo llega a ser conocido como atributo, y la naturaleza íntima como naturaleza íntima, puede decirse que todo está en su lugar, pues se ha alcanzado la muerte antes de morir.
Tambien ha dicho el Profeta: “Dios dice: Mi adorador no cesa de acercarse a Mí por sus obras abundantes hasta que Yo le amo, Soy su oído, Su vista, Su lengua y Su mano”. El Profeta quiere decir: el que aniquila su alma, es decir, el que se conoce, ve que toda existencia es Su existencia, ha comprendido que su propia naturaleza íntima no es el sí mismo y que hasta entonces había ignorado su propium, es decir, lo que es verdaderamente, en lo más profundo. Cuando hayas conocido lo que es verdaderamente tu propium, te habrás desembarazado de tu dualismo y sabrás que no eres distinto de Dios. Mientras tengas una existencia independiente, no conseguirás apagar, esto es, conocer tu propium.
El es ahora tal como era.
El interés del conocimiento del propium, consiste en que obtienes la certidumbre absoluta de que tu existencia, no es ni una realidad, ni una nanidad, sino que tú no eres, no has sido y no serás jamás. Comprenderás claramente el sentido de la fórmula: “NO HAY MÁS DIOS QUE DIOS, NO HAY MÁS REALIDAD QUE LA REALIDAD”, es decir, no hay existencia distinta de El.
El es ahora tal como era. Sus títulos de Creador o de Señor Magnificente, no están condicionados por la existencia de una cosa creada. Antes de la Creación de todas las cosas creadas, El poseía todos sus atributos.No hay ninguna diferencia, en su Unidad, entre la creación y la pre-existencia. Su título del Exterior implica la creación de las cosas, y su título de Oculto o Interior, implica la pre-existencia. Su interior y Su exterior, son como Su exterior y Su interior. Su primero y Su último, son como Su último y Su primero. EL TODO ES UNICO Y LO UNICO ES TODO.
En realidad, lo distinto de El no existe. Tal como era es eternamente, todos los dias, en el estado de Creador Sublime.No hay ninguna cosa con El, y ningún día de creación. Como no hay en la pre-existencia ninguna cosa, ni ningún día, porque la existencia de las cosas o Su nada, es todo Uno. Si no fuera así, El habría necesitado de alguna cosa nueva que no estuviera comprendida en su Unicidad.
El conocimiento de Sí mismo.
Cuando puedes ver tu propium sin combinar la Existencia Suprema con su adversario, compañero, equivalente o asociado cualquiera, entonces lo conoces tal como es, es decir, lo conoces realmente. El conocimiento del Sí mismo es la Gnosis, es decir el conocimiento de Dios. Has de saber lo que es tu existencia: has de saber que en el fondo TU NO ERES TU, per tú aún no lo sabes.
Has de saber que lo que tu llamas tu existencia, no es en realidad ni tu existencia, ni tu no existencia. Has de saber que tu no eres existente, ni eres la nada, que no eres distinto de ser existente ni de la nada. Tu existencia y tu nadidad constituyen Su existencia absoluta.
La sustancia de tu ser, o tu nada es Su existencia.
Cuando se conoce el Sí mismo de esta manera, allí está la Gnosis, el conocimiento de Dios, más allá de todo error, duda o combinación de algo temporal con la eternidad, sin ver en la eternidad otra cosa que la eternidad.
II- EL CAMINO HACIA LA UNIDAD
Imposibilidad de unir lo que es único.
Si alguno pregunta ¿cómo se opera la Unión puesto que afirmas que sólo El es?. La respuesta es que en realidad no hay unión ni separación, como no hay alejamioento ni aproximación. Lo que se llama ordinariamente unión, proximidad o alejamiento, no son tales cosas en el sentido propio de la palabra. Hay unión sin unificación, aproximación sin proximidad y alejamiento, sin idea alguna de distancia. Dios esta excento de toda semejanza, así como de todo rival, contraste u oposición.
Si alguno pregunta ¿qué es la fusión si fusión, la proximidad sin proximidad, el alejamiento sin alejamiento?, has de decir que el estado al que llamas proximidad no es distinto de El. TU NO ERES DISTINTO DE EL, pero no conoces tu propium; no sabes que ERES EL Y NO TU. Cuando el conocimiento te hayallegado, sabrás que has conocido a Dios, por Dios y no por tí mismo.
Conocedor y conocido son una misma cosa.
El que conoce y lo que es conocido, el que llega y aquel al cual se llega, el que vé y lo que es visto, son idénticos. Porqué la cualidad y el que la posee son idénticos. Quien capta los sentidos de esta similitud comprende que no hay unión, fusión, llegada, ni separación. Nadie distinto de El puede juntarse con El, o llegar a El. Nadie distinto de El puede separarse de El. El que pueda comprender esto total y plenamente está libre de la más grande de las idolatrías.
Tu piensas que eres,
más no eres y jamás has existido.
Si fueras, serías el Señor,
el segundo entre dos.
Abandona tal idea,
porqué en nada diferís vosotros dos,
en cuanto a la existencia.
El no difiere de tí,
y tú no difieres de El;
si por ignorancia piensas
que eres distinto de El,
quiere decir que tu mente,
aún no está educada.
Cuando tu ignorancia cesa,
alcanzas la paz,
porqué tu unión es tu separación,
y tu separación es tu unión,
tu alejamiento una aproximación
y tu aproximación una partida
Siendo así que te vuelves mejor,
cesa de razonar, y comprende,
por la Luz de la intuición,
sin la cual te olvidas de Sus rayos.
Guárdate de dar un compañero a Dios
porque en tal caso te envileces,
con el oprobio de los idólatras.
Ver la existencia propia tal como es.
Si alguno dice: “Pretendes que el conocimiento de tu propium es la Gnosis, es decir el conocimiento de Dios, que el hombre es distinto de Dios puesto que debe conocer su propium”. Pero, lo que es distinto de Dios ¿cómo puede conocerlo?. La existencia de tal hombre no es la suya, ni la de otro, sino la de Dios, pero este hombre no vé su existencia tal como es.
Nada llega a ser que no haya existido antes y nada deja de existir por destrucción o extinción. Pretender que una cosa existe por si misma, equivale a creer que esta cosa su ha creado a sí misma, que no debe su existencia al poder de Dios, lo que es absurdo a los ojos y oídos de todos.
Debes observar que el conocimiento que posee el que conoce su propium, es el conocimiento que Dios posee de Su propium, de Sí mismo, porque su propium no es distinto de El. Cualquiera que llegue a ese estado de alma, en su exterior y en su interior, no es distinto de la existencia de Dios y su propósito de conocer su propium, es el propósito de la Gnosis, es decir del conocimiento de Dios.
Tú abrigas ese propósito, ves Sus actos y tu mirada busca un hombre distinto en Dios, puesto que te ves a tí mismo distinto de Dios. Pero eso se debe a que no posees el conocimientode tu propium. Pero si un hombre que ha realizado la Gnosis dice :”YO SOY DIOS “, escúchale con atención porque no es él sino Dios mismo quien por su boca pronuncia éstas palabras. Es evidente que no has alcanzado el mismo grado de desarrollo mental que él. De otro modo comprenderías sus palabras, dirías lo que él y verías lo que él vé.
Tu piensas que eres,
más no eres y jamás has existido.
Si fueras, serías el Señor,
el segundo entre dos.
Abandona tal idea,
porqué en nada diferís vosotros dos,
en cuanto a la existencia.
El no difiere de tí,
y tú no difieres de El;
si por ignorancia piensas
que eres distinto de El,
quiere decir que tu mente,
aún no está educada.
Cuando tu ignorancia cesa,
alcanzas la paz,
porqué tu unión es tu separación,
y tu separación es tu unión,
tu alejamiento una aproximación
y tu aproximación una partida
Siendo así que te vuelves mejor,
cesa de razonar, y comprende,
por la Luz de la intuición,
sin la cual te olvidas de Sus rayos.
Guárdate de dar un compañero a Dios
porque en tal caso te envileces,
con el oprobio de los idólatras.
Ver la existencia propia tal como es.
Si alguno dice: “Pretendes que el conocimiento de tu propium es la Gnosis, es decir el conocimiento de Dios, que el hombre es distinto de Dios puesto que debe conocer su propium”. Pero, lo que es distinto de Dios ¿cómo puede conocerlo?. La existencia de tal hombre no es la suya, ni la de otro, sino la de Dios, pero este hombre no vé su existencia tal como es.
Nada llega a ser que no haya existido antes y nada deja de existir por destrucción o extinción. Pretender que una cosa existe por si misma, equivale a creer que esta cosa su ha creado a sí misma, que no debe su existencia al poder de Dios, lo que es absurdo a los ojos y oídos de todos.
Debes observar que el conocimiento que posee el que conoce su propium, es el conocimiento que Dios posee de Su propium, de Sí mismo, porque su propium no es distinto de El. Cualquiera que llegue a ese estado de alma, en su exterior y en su interior, no es distinto de la existencia de Dios y su propósito de conocer su propium, es el propósito de la Gnosis, es decir del conocimiento de Dios.
Tú abrigas ese propósito, ves Sus actos y tu mirada busca un hombre distinto en Dios, puesto que te ves a tí mismo distinto de Dios. Pero eso se debe a que no posees el conocimientode tu propium. Pero si un hombre que ha realizado la Gnosis dice :”YO SOY DIOS “, escúchale con atención porque no es él sino Dios mismo quien por su boca pronuncia éstas palabras. Es evidente que no has alcanzado el mismo grado de desarrollo mental que él. De otro modo comprenderías sus palabras, dirías lo que él y verías lo que él vé.
III-RESUMEN.
Resumamos: La existencia de las cosas es Su existencia sin que las cosas sean. Cierto iniciado ha dicho: El Sufí es eterno”, más aquel ha hablado así despues de que todos los misterios le fueran revelados y todas las dudas o supersticciones dispersadas. En cuanto aquel cuya alma aún no ha alcanzado tal grandeza, éste pensamiento no le es adecuado; porque en verdad, éste pensamiento es más grande que el mundo sensible y el hipersensible, tomados los dos conjuntamente. En fín, sabe que:
El que vé y el que es visto,
el que dá la existencia y el que existe,
el que conoce y el conocido;
el que crea y el que es creado;
el que comprende y el que es comprendido,
son todos lo mismo.
El vé Su existencia por Su existencia, la conoce por ella misma y la obtiene por ella misma. Como Su existencia está incondicionada, su visión de Sí mismo, Su inteligencia de Sí mismo y Su ciencia de Sí mismo, están igualmente incondicionados.
El que no se conoce es como un ciego de nacimiento y hasta que no acabe su ceguera, natural o adquirida, no puede comprender lo que queremos decir. Nuestra conversación es con Dios, sólo con Dios y no con los ciegos de nacimiento. El que ha llegado al grado de desarrollo espiritual necesario para comprender, sabe muy bien que nada existe fuera de Dios. Nuestra conversación es con el que busca con firme intención y perfecta sinceridad obtener el conocimiento de su propium, el conocimiento de Dios, y que en su corazón guarda en toda su frescura la forma que lo mueve a preguntar y desear llegar a Dios.
Todo lo que hemos dicho está conforme a la palabra divina, pero recuerda que las palabras no pueden alcanzarle. Si dices que hay en lo que existe algo distinto de El, debes convenir que ese alguien distinto de El puede alcanzarle. Pero en sus palabras árabes: “Las miradas no pueden alcanzarle”, advierte Dios al creyente que no hay nada distinto de El. Quiero decir que alguien distinto de El no puede alcanzarle, porque quien le alcanza es Dios mismo, El y ningún otro. Sólo El alcanza y comprende Su verdad, esa naturaleza última, no otro.
No hay nada, absolutamente nada, ni miradas, ni ninguna otra cosa, que exista fuera de El, sino que El comprende Su propia existencia sin que ésta comprensión exista de ninguna manera.
He conocido a mi Señor, por mi Señor,
sin confusión alguna ni duda.
Mi naturaleza íntima es la Suya,
realmente sin falta ni defecto.
Entre nosotros dos no hay tiempo
y en mi alma el mundo oculto se manifiesta.
Despues de haber conocido mi alma
sin mezcla ni desorden,
he llegado a la unión
con el objeto de miamor,
sin largas ni cortas
distancias de separación.
He recibido las gracias,
sin que nadie a mi descienda,
sin reproches ni motivos.
No he destruído mi alma por Su causa,
ni tengo duración temporal que pueda destruirme.
Estos discursos se dirigen a los que no ven nada además de Dios. En cuanto a los que ven cosas fuera de Dios, no tenemos nada con ellos, ni pregunta ni respuesta, porque la verdad es que, aunque crean otra cosa, no ven más que a Dios en todo cuanto ven.
El que no conoce su propium no vé a Dios porque no todo recipiente deja filtrar su contenido. El que puede ver, vé, comprende y alcanza la verdad; para el que ha llegado, pero aún no lo sabe, es suficiente una ligera indicación para que a su Luz pueda encontrar el sendero verdadero, caminar por él con toda energía y llegar al fín de su camino, con la Gracia de Dios.
Tumba de Ibn Arabí.
LA JOYA SUPREMA DEL CONOCIMIENTO.
Sankara.
Aquello que está más allá de las castas, los credos, la familia y el linaje; que no tiene forma ni nombre, ni mérito ni demérito, que transciende el espacio, el tiempo y los objetos de los sentidos; ese Brahman eres tú.
Haz que tu mente medite en ello.
Ese Supremo Brahman está más allá del alcanze de las palabras, pero es accesible al ojo dotado de iluminación pura. Lo puro, la morada de todo Conocimiento, la entidad sin principio: ese Brahman eres tú.
Haz que tu mente medite sobre El.
Eso que es el substrato del universo con su variada diversidad, que son las creaciones de todas las formas de la ilusión; aquello que no es mantenido por nada y que es distinto de lo grosero y de lo sutil; lo que no tiene partes y que no puede ser descrito mediante ningún ejemplo: ese Brahman eres tú.
Haz que tu mente medite en ello.
Aquello que está libre de nacimiento, crecimiento, desarrollo, decrepitud, enfermedad y muerte; aquello que es indestructible, que es la causa de la creación, mantenimiento y destrucción del universo entero: ese Brahman eres tú.
Haz que tu mente medite en ello.
Esa realidad, que a pesar de ser Una, parece múltiple y diversa, debido al efecto de la ilusión al tomar diferentes nombres, formas, atributos y cambios, en sí misma permanece siempre inmutable: ese Brahman eres tú.
Haz que tu mente medite en ello.
Aquello más allá de lo cual no hay nada, que brilla incluso por encima de la Maya -la ilusión- y que es superior a su efecto -el universo-; el ser más íntimo de todo lo que existe, que no puede ser distinguido ni diferenciado; el SER REAL -la Conciencia, Verdad y Dicha Suprema-lo infinito e inmutable: ese Brahman eres tú.
Haz que tu mente medite en ello.
Medita sobre la Verdad que te he revelado, usa el discernimiento valiéndote del razonamiento recomendado. A través del discernimiento y la meditación uno puede realizar la Verdad sin ninguna duda. Aparecerá ante tí tan clara y limpia como el agua en la palma de la mano.
Todos, absolutamente todos los seres vivientes, anhelan ser felices, es decir, sin rastro de dolor; y aunque en ocasiones al ver sus actos nos cuesta creerlo, todos tienen el máximo amor hacia sí mismos, a pesar de que contínuamente justifiquen su existéncia en cosas como la família, la patria, los negocios, e incluso en el mismísimo Dios, en realidad se trata de mí família, de mí patria, de mis negocios, o de mí particular manera de concebir a Dios.
Aunque nadie sabe muy bien lo que quiere decir la felicidad, lo que si parece fácil de distinguir e identificar, es aquello que nos produce dolor, aquello que no es bajo ningún concepto la felicidad, y ésto se debe al hecho de que la felicidad constituye la naturaleza real de todos los seres.
A fín de concretar esa felicidad inherente y sin mancha, que en verdad los hombres experimentan cuandola mente está sometida, como por ejemplo durante el sueño profundo, es decir sin pensamientos, ni sueños- es esencial que se conozca a sí mismo.
Todas las civilizaciones, pueblos y culturas, a lo largo de todo tiempo y lugar, han intentado aportar un método o camino para conseguir ese conocimiento que permite al hombre someter a la mente, y por lo tanto alcanzar la felicidad. De todos ellos, el método más seguro es el de la autoindagación, es decir, preguntarse ¿QUIEN SOY YO? con la intención de encontrar el auténtico “yo”.
Si uno se pregunta durante el tiempo y con la atención necesarios, más o menos pronto descubrirá de que su repuesta es siempre “yo”; a menudo acompañará esa palabra con un gesto de su mano autoseñalándose con la mano, o el dedo, en un punto del pecho situado a la altura del corazón aproximadamente.
Pero, veamos, ¿quien es ese “yo”?.Para la mayoría de los seres humanos “yo” quiere decir en primera y casi única instáncia el cuerpo. Pero, ¿sómos el cuerpo? No, “yo” no soy este cuerpo físico, ni los cinco órganos de percepción sensoria -ojo, oído,nariz, lengua, piel, con sus respectivas funciones; ¿dejaría de ser si perdiese una parte de mi cuerpo, o una de las funciones?.
Tampoco soy los órganos de actividad, la boca, las manos o los pies, ni el ano, o los órganos genitales que procuran placer; ni las fuerzas vitales que controlan la respiración, digestión y asimilación, circulación sanguínea o limfática, transpiración o excreción.
Ni siquiera soy la mente pensante. Ni ese estado de la inconsciencia, mientras estoy libre de la actividad funcional de los órganos sensorios y de la mente -cuando se pierde el conocimiento-.
Pues si no soy esto, ni aquello, ni lo otro, lo que queda separado y sólo de por sí, ESA PURA CONSCIENCIA ES LO QUE SOY.
Si la mente, que es el instrumento del conocimiento y la base de toda actividad, mengua en su constante parloteo hasta callar, cesará tambien la percepción del mundo como realidad objetiva. De ahí que, hasta que no se logre acabar con la ilusoria percepción del mundo y de las cosas como realidad objetiva, no se consiga la visión de la verdadera naturaleza del Yo tal cual es.
Al estudiar lo que queda despues de todos los pensamientos, se descubrirá que no existe nada a lo que podamos llamar mente, el margen de los pensamientos, porque los pensamientos mismos constituyen la mente.
Tampoco existe una cosa tal como el mundo físico a parte del pensamiento e independientemente de éste. En el sueño profundo no hay pensamientos, tampoco existe el mundo. En la vigília y el sueño estan presentes los pensamientos, tambien existe el mundo. Así como la araña extiende el hilo de la tela desde sí y lo recoge nuevamente dentro de sí, de la misma manera la mente proyecta el mundo de sí y lo reabsorve dentro de sí.
El mundo es percibido como realidad objetiva aparente, sólo cuando la mente se exterioriza, cuando abandona su identidad con la fuente con el Yo, quedando aprehendida en las cosas del mundo, olvidando la verdadera naturaleza del Yo; en forma inversa, cuando se realiza el Yo, el mundo, las cosas, dejan de aparecer como realidad objetiva.
Mediante una investigación firme y contínua dentro de la verdadera naturaleza de la mente, ésta se transforma en un indescriptible ESO al que se remite el Yo, y ESO es el Yo.
Lo que surge en el cuerpo físico como “yo” es sólo la mente.
Si uno se pregunta de donde surge por primera vez el pensamiento del “yo”, descubrirá que del corazón, ése es el origen y el apoyo de la mente.
El primero y principal de todos los pensamientos que se producen ante la mente es el pensamiento “yo”, sólo despues de éste surgen otros innumerables pensamientos. Puesto que todos los otros pensamientos sólo pueden producirse despues del surgimiento del pensamiento del “yo”, y puesto que la mente no es sino los pensamientos, es por lo que sólo a través de la indagación de ¿Quien soy? que la mente mengua.
El que uno se repita continuamente para sí “yo-yo-yo”, con toda la mente fija en ello, conducirá directamente a uno mismo al origen. Es más, el pensamiento contínuo del “yo” que destruye a los otros pensamientos, finalmente se destruye o consume, como la vara empleada para atizar la pira funeraria. Aunque durante tal indagación broten extraños pensamientos, no debe completarse el pensamiento que surge, sino preguntarse interiormente y con hondura: ¿A quien se le ocurre éste pensamiento?, verá como descubrirá, de forma natural, que es a mí. Si entonces se pregunta ¿Quien soy?, la mente se interioriza de nuevo y tambien mengua el pensamiento que ha surgido. De ésta manera, a medida que se persevera cada vez más en la práctica de la autoindagación - VICHARA-, la mente adquiere fuerza para poder permanecer en su fuente. Cuando la mente mora en el corazón, las cosas, los sentimientos, el mundo retroceden hasta desaparecer.
Si de ésta manera la mente se absorve en el Corazón, el “ego”o “yo”, que como hemos dicho es el inicio de la multitud de pensamientos, finalmente se desvanece y sólo queda resplandeciente la Conciencia Pura o YO puro, que subsiste imperturbable durante todos los estados de la mente, ya que es el verdadero ser de uno mismo.
Este estado de mera inherencia en el SER puro, se reconoce como la VISION DE LA SABIDURIA.
Tal inherencia significa e implica la entera mengua de la mente en el Yo. Nada más que esto puede ser la sabiduría.
El Yo puro en sí mismo, es el mundo, el “yo” y Dios.
Todo cuanto existe no es sino la manifestación del Supremo.
Aunque nadie sabe muy bien lo que quiere decir la felicidad, lo que si parece fácil de distinguir e identificar, es aquello que nos produce dolor, aquello que no es bajo ningún concepto la felicidad, y ésto se debe al hecho de que la felicidad constituye la naturaleza real de todos los seres.
A fín de concretar esa felicidad inherente y sin mancha, que en verdad los hombres experimentan cuandola mente está sometida, como por ejemplo durante el sueño profundo, es decir sin pensamientos, ni sueños- es esencial que se conozca a sí mismo.
Todas las civilizaciones, pueblos y culturas, a lo largo de todo tiempo y lugar, han intentado aportar un método o camino para conseguir ese conocimiento que permite al hombre someter a la mente, y por lo tanto alcanzar la felicidad. De todos ellos, el método más seguro es el de la autoindagación, es decir, preguntarse ¿QUIEN SOY YO? con la intención de encontrar el auténtico “yo”.
Si uno se pregunta durante el tiempo y con la atención necesarios, más o menos pronto descubrirá de que su repuesta es siempre “yo”; a menudo acompañará esa palabra con un gesto de su mano autoseñalándose con la mano, o el dedo, en un punto del pecho situado a la altura del corazón aproximadamente.
Pero, veamos, ¿quien es ese “yo”?.Para la mayoría de los seres humanos “yo” quiere decir en primera y casi única instáncia el cuerpo. Pero, ¿sómos el cuerpo? No, “yo” no soy este cuerpo físico, ni los cinco órganos de percepción sensoria -ojo, oído,nariz, lengua, piel, con sus respectivas funciones; ¿dejaría de ser si perdiese una parte de mi cuerpo, o una de las funciones?.
Tampoco soy los órganos de actividad, la boca, las manos o los pies, ni el ano, o los órganos genitales que procuran placer; ni las fuerzas vitales que controlan la respiración, digestión y asimilación, circulación sanguínea o limfática, transpiración o excreción.
Ni siquiera soy la mente pensante. Ni ese estado de la inconsciencia, mientras estoy libre de la actividad funcional de los órganos sensorios y de la mente -cuando se pierde el conocimiento-.
Pues si no soy esto, ni aquello, ni lo otro, lo que queda separado y sólo de por sí, ESA PURA CONSCIENCIA ES LO QUE SOY.
Si la mente, que es el instrumento del conocimiento y la base de toda actividad, mengua en su constante parloteo hasta callar, cesará tambien la percepción del mundo como realidad objetiva. De ahí que, hasta que no se logre acabar con la ilusoria percepción del mundo y de las cosas como realidad objetiva, no se consiga la visión de la verdadera naturaleza del Yo tal cual es.
Al estudiar lo que queda despues de todos los pensamientos, se descubrirá que no existe nada a lo que podamos llamar mente, el margen de los pensamientos, porque los pensamientos mismos constituyen la mente.
Tampoco existe una cosa tal como el mundo físico a parte del pensamiento e independientemente de éste. En el sueño profundo no hay pensamientos, tampoco existe el mundo. En la vigília y el sueño estan presentes los pensamientos, tambien existe el mundo. Así como la araña extiende el hilo de la tela desde sí y lo recoge nuevamente dentro de sí, de la misma manera la mente proyecta el mundo de sí y lo reabsorve dentro de sí.
El mundo es percibido como realidad objetiva aparente, sólo cuando la mente se exterioriza, cuando abandona su identidad con la fuente con el Yo, quedando aprehendida en las cosas del mundo, olvidando la verdadera naturaleza del Yo; en forma inversa, cuando se realiza el Yo, el mundo, las cosas, dejan de aparecer como realidad objetiva.
Mediante una investigación firme y contínua dentro de la verdadera naturaleza de la mente, ésta se transforma en un indescriptible ESO al que se remite el Yo, y ESO es el Yo.
Lo que surge en el cuerpo físico como “yo” es sólo la mente.
Si uno se pregunta de donde surge por primera vez el pensamiento del “yo”, descubrirá que del corazón, ése es el origen y el apoyo de la mente.
El primero y principal de todos los pensamientos que se producen ante la mente es el pensamiento “yo”, sólo despues de éste surgen otros innumerables pensamientos. Puesto que todos los otros pensamientos sólo pueden producirse despues del surgimiento del pensamiento del “yo”, y puesto que la mente no es sino los pensamientos, es por lo que sólo a través de la indagación de ¿Quien soy? que la mente mengua.
El que uno se repita continuamente para sí “yo-yo-yo”, con toda la mente fija en ello, conducirá directamente a uno mismo al origen. Es más, el pensamiento contínuo del “yo” que destruye a los otros pensamientos, finalmente se destruye o consume, como la vara empleada para atizar la pira funeraria. Aunque durante tal indagación broten extraños pensamientos, no debe completarse el pensamiento que surge, sino preguntarse interiormente y con hondura: ¿A quien se le ocurre éste pensamiento?, verá como descubrirá, de forma natural, que es a mí. Si entonces se pregunta ¿Quien soy?, la mente se interioriza de nuevo y tambien mengua el pensamiento que ha surgido. De ésta manera, a medida que se persevera cada vez más en la práctica de la autoindagación - VICHARA-, la mente adquiere fuerza para poder permanecer en su fuente. Cuando la mente mora en el corazón, las cosas, los sentimientos, el mundo retroceden hasta desaparecer.
Si de ésta manera la mente se absorve en el Corazón, el “ego”o “yo”, que como hemos dicho es el inicio de la multitud de pensamientos, finalmente se desvanece y sólo queda resplandeciente la Conciencia Pura o YO puro, que subsiste imperturbable durante todos los estados de la mente, ya que es el verdadero ser de uno mismo.
Este estado de mera inherencia en el SER puro, se reconoce como la VISION DE LA SABIDURIA.
Tal inherencia significa e implica la entera mengua de la mente en el Yo. Nada más que esto puede ser la sabiduría.
El Yo puro en sí mismo, es el mundo, el “yo” y Dios.
Todo cuanto existe no es sino la manifestación del Supremo.
Para la mengua de la mente no hay otro medio más efectivo y adecuado que la autoindagación; aunque la mente puede menguar tambien por otros medios, ésa mengua és sólo aparente y surgirá de nuevo.
Así, el control de la respiración, la meditación sobre cualquier forma o concepto, las invocaciones o mantras y la regulación de las dietas, sólo pueden ser consideradas como ayudas para el control de la mente. Con la práctica de éstas técnicas, la mente se torna unidireccional, y al adquirir de ese modo fuerza, alcanza con facilidad la perfección en el camino de la autoindagación, que es aquel que le permitirá el verdadero encuentro del YO.
Agitan constantemente a nuestra mente incontables deseos en relación a objetos de satisfacción sensual, que llegan uno trás otro en rápida sucesión, como las olas del océano. No obstante, éstos pensamientos menguarán con toda certeza con la práctica de la auitoindagación, o meditación sobre el Yo puro, libre de toda conceptualización o sentimiento.
Por más pecadora que sea una persona, si deja de gemir incosolablemente, con expresiones del tipo: “ ¡Ay de mí! ¿si soy un pecador como voy a poder alcanzar la liberación?” y descarta incluso el pensamiento de que es un pecador, prosiguiendo con celo la práctica de la meditación en el Yo, seguramente se reformará. Si quien busca fervorosamente la verdad, sólo cultivara el recuerdo constante y profundamente contemplativo de la verdadera naturaleza del Yo hasta realizarlo, éso sólo bastaría para alcanzarla. Los pensamientos que distraen se parecen a un enemigo en el interior de una fortaleza; mientras sean dueños de ésta, con seguridad que saldrán. Pero si se les acosa pronto salen, de ésta manera, la fortaleza pronto será capturada.
La firme y disciplinada inherencia, sin prestar la más mínima perspectiva al surgimiento de pensamiento alguno, que no sea la profunda contemplación sobre el Yo, constituye la autosumisión al Señor Supremo. Cualquiera que sea el peso de la carga que se coloque sobre El, la soportará toda. Ese es, de hecho, el poder indefinible del Señor que ordena, sostiene y controla todo lo que sucede. ¿Porqué hemos de preocuparnos entonces, atormentándonos con enojosos pensamientos diciendo, actuaré de este modo, o de ese otro, en vez de someternos mansa y felizmente a ese poder?. Sabiendo que el tren transporta toda la carga, porqué los viajeros hemos de cargar con las maletas encima de nuestros regazos.
En ninguno de los incontables objetos del mundo existe algo que pueda llamarse felicidad, es sólo a causa de la pura ignoráncia y carencia de sabiduría que imaginamos que la felicidad se obtiene por medio de aquellos objetos. Por el contrario cuando la mente se exterioriza, sufre dolor y angustia, y luego cada vez que satisfacen nuestros deseos, o en el sueño profundo, o cuando perdemos el sentido, o cuando el mal pasa a ser un objeto insoportable, la mente se vuelve hacia el interior y disfruta de la Bienaventuranza del Yo, la felicidad. Tal es la mente del ignorante.
Todas las escrituras, sin excepción alguna, proclaman que la mente ha de ser sometida para alcanzar la Salvación, y una vez que se sabe que el control de la mente perimitirá encontrar al Señor Supremo, es futil efectuar un estudio interminable de ellas.
Preguntar “¿Quien es el yo que está en esclavitud?” y conocer la propia naturaleza real es la única liberación. En verdad alguna vez habrá que olvidarse de todo lo aprendido.
No hay dos mentes, una buena y la otra mala, sólo las tendencias de la mente son de dos clases, buenas y favorables, malas y desfavorables. Por más maligna que parezca la mentalidad de los demás, no corresponde odiarlos o despreciarlos. Han de evitarse por igual, gustos y disgustos, amor y odio. Tampoco conviene dejar amenudo que la mente repose en objetos o asuntos de la vida mundana. En la medida de lo posible no hay que interferir en la vida de los demás. Todo lo ofrecido a los demás, es en realidad una autoofrenda; si se comprendiese esta verdad, ¿quien dejaría de hacer algo por los demás?.
Si el ego surge, surgirá tambien todo lo demás, si el ego mengua, tambien menguará todo lo demás. Cuando más profunda sea la humildad con la que nos conduzcamos, mejor para nosotros.
Si sólo hay que controlar la mente, ¿qué interesa dónde pueda tocarle a uno existir, o en las condiciones en que nos toque vivir?.
Así, el control de la respiración, la meditación sobre cualquier forma o concepto, las invocaciones o mantras y la regulación de las dietas, sólo pueden ser consideradas como ayudas para el control de la mente. Con la práctica de éstas técnicas, la mente se torna unidireccional, y al adquirir de ese modo fuerza, alcanza con facilidad la perfección en el camino de la autoindagación, que es aquel que le permitirá el verdadero encuentro del YO.
Agitan constantemente a nuestra mente incontables deseos en relación a objetos de satisfacción sensual, que llegan uno trás otro en rápida sucesión, como las olas del océano. No obstante, éstos pensamientos menguarán con toda certeza con la práctica de la auitoindagación, o meditación sobre el Yo puro, libre de toda conceptualización o sentimiento.
Por más pecadora que sea una persona, si deja de gemir incosolablemente, con expresiones del tipo: “ ¡Ay de mí! ¿si soy un pecador como voy a poder alcanzar la liberación?” y descarta incluso el pensamiento de que es un pecador, prosiguiendo con celo la práctica de la meditación en el Yo, seguramente se reformará. Si quien busca fervorosamente la verdad, sólo cultivara el recuerdo constante y profundamente contemplativo de la verdadera naturaleza del Yo hasta realizarlo, éso sólo bastaría para alcanzarla. Los pensamientos que distraen se parecen a un enemigo en el interior de una fortaleza; mientras sean dueños de ésta, con seguridad que saldrán. Pero si se les acosa pronto salen, de ésta manera, la fortaleza pronto será capturada.
La firme y disciplinada inherencia, sin prestar la más mínima perspectiva al surgimiento de pensamiento alguno, que no sea la profunda contemplación sobre el Yo, constituye la autosumisión al Señor Supremo. Cualquiera que sea el peso de la carga que se coloque sobre El, la soportará toda. Ese es, de hecho, el poder indefinible del Señor que ordena, sostiene y controla todo lo que sucede. ¿Porqué hemos de preocuparnos entonces, atormentándonos con enojosos pensamientos diciendo, actuaré de este modo, o de ese otro, en vez de someternos mansa y felizmente a ese poder?. Sabiendo que el tren transporta toda la carga, porqué los viajeros hemos de cargar con las maletas encima de nuestros regazos.
En ninguno de los incontables objetos del mundo existe algo que pueda llamarse felicidad, es sólo a causa de la pura ignoráncia y carencia de sabiduría que imaginamos que la felicidad se obtiene por medio de aquellos objetos. Por el contrario cuando la mente se exterioriza, sufre dolor y angustia, y luego cada vez que satisfacen nuestros deseos, o en el sueño profundo, o cuando perdemos el sentido, o cuando el mal pasa a ser un objeto insoportable, la mente se vuelve hacia el interior y disfruta de la Bienaventuranza del Yo, la felicidad. Tal es la mente del ignorante.
Todas las escrituras, sin excepción alguna, proclaman que la mente ha de ser sometida para alcanzar la Salvación, y una vez que se sabe que el control de la mente perimitirá encontrar al Señor Supremo, es futil efectuar un estudio interminable de ellas.
Preguntar “¿Quien es el yo que está en esclavitud?” y conocer la propia naturaleza real es la única liberación. En verdad alguna vez habrá que olvidarse de todo lo aprendido.
No hay dos mentes, una buena y la otra mala, sólo las tendencias de la mente son de dos clases, buenas y favorables, malas y desfavorables. Por más maligna que parezca la mentalidad de los demás, no corresponde odiarlos o despreciarlos. Han de evitarse por igual, gustos y disgustos, amor y odio. Tampoco conviene dejar amenudo que la mente repose en objetos o asuntos de la vida mundana. En la medida de lo posible no hay que interferir en la vida de los demás. Todo lo ofrecido a los demás, es en realidad una autoofrenda; si se comprendiese esta verdad, ¿quien dejaría de hacer algo por los demás?.
Si el ego surge, surgirá tambien todo lo demás, si el ego mengua, tambien menguará todo lo demás. Cuando más profunda sea la humildad con la que nos conduzcamos, mejor para nosotros.
Si sólo hay que controlar la mente, ¿qué interesa dónde pueda tocarle a uno existir, o en las condiciones en que nos toque vivir?.
LA VISIO DELS BRUIXOTS.
Inspirat en Carlos Castañeda i Victor Sánchez.El que anem a exposar a continuació constitueix una aproximació al que podríem qualificar com “la visió de la realitat” en que es basa el complex sistema de coneixement i d’acció dels bruixots, les seves bases teòriques diríem, encara que per als qui veuen i viuen el món d'aquesta manera no té, en absolut, gens de teòric.
Utilitzem deliberadament la paraula bruixot, malgrat que a la nostre àrea cultural, les paraules bruixa/bruixot o bruixeria, tenen unes connotacions malèfiques i demoníaques que d’alguna manera distorsionen el sentit que li volem donar, doncs ha estat aquesta la que finalment, s’ha imposat per diverses raons en el nostre àmbit cultural i no ens al aclarir que des de la nostre perspectiva, aquest terme no té cap connotació negativa.
Xamán, sacerdot, guaridor, home de coneixement, druida, bruixot, són algunes de les paraules que comparteixen els mateix significat. La imatge resultant d’aquestes coincidències i d’altres que s’hi podrien afegir ens permetrà identificar més adequadament el sentit que donem a la paraula de bruixot en aquest text.
La pràctica dels exercicis i tècniques que aquí anem a desenvolupar, constitueixen segons ens dicta l'experiència, una porta d'entrada a la vivència directa d’allò sobrenatural, és a dir, d'una realitat diferent a l'ordinària, una realitat a part, i és només mitjançant aquesta experiència que poden cobrar tot el seu sentit aquelles explicacions.
Sabem que exactament això es allò que s’espera que digui un xarraire, però la veritat o validesa d’aquesta visió de la realitat, només pot ésser jutjada des de dins d’ella mateixa i pels seus resultats, dit d’una altre manera, només l’eficàcia transformadora i operativa d’aquesta manera de veure el món i de les pràctiques que comporta, podrà demostrar-nos la seva correcció, validesa o veritat.
A més, sempre hi cap la possibilitat de que a una persona li funcioni i a una altre no, dons tots som únics i irrepetibles, a més d’imprescindibles i no hi ha camins universalment vàlids per a tothom.
La descripció teòrica del món segons la tradició dels bruixots, té la funció de proporcionar un suport operatiu per a comprendre i interactuar funcionalment amb la realitat que està més enllà de la percepció ordinària. Per a poder adaptar-nos en aquesta nova realitat, en aquest nou món, cal tenir una visió de la realitat distinta de l'ordinària i congruent amb les noves possibilitats vivencials.
La visió del món dels bruixots, enfonsa les seves arrels en el misteri, encara que és evident que té un substrat multiètnic, podríem rastrejar el seu origen fins molt abans de les primeres grans civilitzacions, fins i tot ens atreviríem a afirmar que existeixen indicis més que probables (El Bruixot de Lascaux aprox. 30.000 abans de la nostra era) de que se celebraven rituals que es podrien denominar bruixerils, potser ja en temps de l'Home de Neanderthal.
Per als bruixots, el món no està compost pels objectes tal com es presenten davant la nostra percepció, a través dels sentits i el pensament, sinó que està compost per camps d'energia als quals anomenen “les emanacions del Gran Esperit” o de “l’Àliga” que conformen de fet l'única realitat, la veritablement transcendental. Aquestes emanacions, estan agrupades en grans penjolls o bandes que constitueixen de per si mateixes, altres tants móns, independents entre si. Els grans bruixots, ens parlen de fins 48 d'aquestes bandes, encara que no pot descartar-se l'existència d'altres moltes.
La concepció d'una realitat constituïda per camps d'energia que no són en absolut tal i com ordinàriament els percebem a través dels diversos sentits, ha estat una intuïció constant de la humanitat i la trobem tant en la visió religiosa i filosòfica de la pràctica totalitat dels pobles antics, com en les més modernes teories científiques. Curiosament Rupert Sheldrake i d’altres científics contemporanis, ens diuen que el món que ens envolta està format per una infinitud de camps de ressonància mòrfica, des d’una persona, fins una espècie animal o vegetal, un planeta, o l’Univers sencer poden explicar-se des d’aquests camps de ressonància mòrfica, tot i que no són observables des de la percepció ordinària.
Des de la percepció ordinària, els éssers humans tenim accés tan sols a dos. Una és la banda on es troba agrupada la vida orgànica i l'altra és una banda que conté estructures presumiblement sense consciència, com els minerals, els gasos i els líquids. Dintre de la banda d'emanacions dels éssers orgànics, existeix una franja en particular que es refereix a la banda de l'ésser humà i que determina els estrets límits de la percepció del conegut. Les emanacions normalment alineades es coneixen com “consciència normal” i els bruixots solen anomenar-les el costat dret o tonal.
Dintre de la banda dels éssers humans s’hi troben encara un gran nombre d'emanacions accessibles, però que per raons socials, culturals o d’altres són rebutjades, que romanen com a possibilitats latents que normalment són ignorades durant tota la vida. Són aquelles intuïcions que associem a conceptes com màgia, sobrenatural, espiritual i que hem après a arraconar en algun indret perdut de la ment.
Les emanacions que hi ha més enllà de la banda dels éssers humans, constitueixen pròpiament allò “desconegut”, i gairebé mai són alineades en el context de la gent comuna. Precisament per això, una part molt important del treball d'aprenentatge dels bruixots, consisteix a desenvolupar les capacitats i entrenar-se per a percebre aquestes emanacions.
Allò que determina quines emanacions seran seleccionades o alineades en un moment específic de percepció es denomina “el punt d’encaix” i es podria definir com la propietat de la consciència que selecciona les emanacions adequades per a produir la percepció simultània de tots els elements que constitueixen el món que està sent percebut. Per a les persones normals, ordinàries, comuns, la posició del seu “punt d’encaix” produeix un alineament singular, que denominem “el món ordinari”, el de tots els dies. Un petit moviment en la posició d'aquest punt d’encaix, produirà un nou alineament que pot incloure emanacions que fins aquell moment havien estat rebutjades. Un gran canvi en la seva posició, provocarà l'alineació d'altres bandes d'emanacions que fins aquell moment podien estar molt allunyades de la consciència ordinària.
El requisit inicial de tot aprenent, consisteix a adquirir l'habilitat d'aconseguir deliberadament el moviment del punt d’encaix, per a lliurar-se dels estrets límits de la seva percepció ordinària. Encara que aquest aprenentatge no resulta fàcil, n’hi ha prou amb un petit moviment per a produir canvis enormes en la vida de qualsevol persona, tant en la seva forma d'ésser, com de comportar-se i de percebre el món que l’envolta.
Tot el sistema d'aprenentatge dels bruixots, té aquest objectiu i per això es divideix en dues àrees: els ensenyaments del costat dret; i els ensenyaments per al costat esquerre; i no són sinó formes de “no-fer” per a moure el punt d’encaix i les seves expressions més representatives són: l'aguait i el somni.
Des de l'inici de la vida, els éssers humans es veuen empesos a desenvolupar la capacitat de seleccionar només una part de la totalitat de les emanacions accessibles i a ordenar-les d'acord a la percepció, de manera que resultin funcionals per a l'individu; de no fer-ho així, les emanacions serien percebudes com un incommensurable caos.
A la facultat que agrupa les emanacions apropiades per a infondre ordre i sentit a la percepció de cada objecte en particular, se la coneix com atenció, i no és un fenomen fortuït sinó que respon a un entrenament específic que realitzem al llarg de tota la nostra vida i els trets fonamentals de la qual queden delineats en els primers anys d'aquella.
Per als bruixots existeixen tres nivells diferents d'atenció: la primera atenció, és l'ordenament de percepció en el món del conegut; la segona atenció, opera i posa ordre en l'esfera del desconegut; i l'atenció tercera, integra a les dos primeres, permetent entrar en el que no es pot conèixer. Per a la gent comuna i per a l'aprenent de bruixot, la primera atenció és la més important, perquè és el camp de l'operació, en el que la seva vida té lloc. De fet, el maneig especialitzat i estratègic de les seves accions en la primera atenció, és el que li permetrà eventualment, l'accés a la segona.
L'àmbit del que l'home sí pot conèixer, està constituït per set grans bandes d'emanacions, i es divideixen entre el conegut i el desconegut.
L'àmbit del conegut, és en realitat una part minúscula del total d'emanacions accessibles a l'home, no obstant és la porció en la qual romandrà al llarg de tota la seva vida i conté tots els elements del que percep com a realitat, el món de tots els dies, tot el que cada persona és i fa al llarg de tota la seva vida.
El desconegut és una porció pràcticament infinita que comunament queda sense utilitzar-se, encara que els éssers humans tinguin la possibilitat de percebre-la. En el moment del seu naixement, un nen no percep el món de la mateixa manera que els adults, això es deu al fet que la seva atenció no està operant encara com primera atenció, per tant no comparteix el món perceptual dels qui l’envolten. Encara que es troba envoltat per les mateixes emanacions que els altres, no ha après a seleccionar-les com els adults. Això ho haurà d'aconseguir a poc a poc, a mesura que vagi creixent i assimilant la descripció del món que li proporcionen els seus majors. De manera natural, cadascuna de les persones que entren en contacte amb un bebè, especialment els adults, es constitueix en un mestre que li descriu incessantment el món i encara que inicialment el nen no comprèn la descripció, ja que no percep el món en aquests termes, però a poc a poc l'anirà assimilant, aprenent finalment a percebre la realitat d'acord amb els termes de la descripció.
De fet, serà la descripció adquirida la que determinarà la forma precisa en que la seva pròpia percepció seleccioni i organitzi els camps d'energia que l’envolten. Per tant, allò que percebem quotidianament, és la descripció mateixa que flueix constantment de nosaltres cap a l'exterior, construint el nostre món individual. El fluir de la descripció es manté ininterrompudament, sostenint d'aquesta manera la percepció del món que ens és familiar, moment a moment, dia a dia., any rera any.
Si aquest fluir - per la raó que sigui - es suspèn, la realitat que està generant també es desploma, experiència que els bruixots anomenen – aturar el món -. “Veure” de debò, és la capacitat de percebre el món tal com es revela una vegada que el fluir de la descripció s'ha detingut.
El diàleg intern, és la conversa mental que sostenim contínuament amb nosaltres mateixos i és l'expressió més immediata de la descripció assimilada per cadascun. És una espècie de guardià, la tasca fonamental del qual és protegir aquesta descripció, alimentant-la amb el seu propi contingut – els pensaments – i generant quefers que la reforcen. És a causa de les coses que ens diem a nosaltres mateixos que percebem el món i ens comportem de la manera com ho fem.
Comunament solem substituir la realitat entorn nostre pels nostres propis pensaments. Mirem el món, les coses, persones o a nosaltres mateixos, al mateix temps que pensem coses sobre el que veiem i acabem prenent els nostres pensaments com si fossin la cosa real. Ens diem que el món és d’aquesta o d’aquella manera i acabem convençuts que el món és així, en si mateix. Naturalment, tot allò que succeeix com a conseqüència del diàleg intern, s’atura quan aconseguim cessar aquest diàleg, és per això que els bruixots consideren aturar el diàleg intern com la clau que obre la porta entre els móns, o entre les diverses bandes.
La capacitat de seleccionar entre les diferents bandes d'emanacions d'acord als termes d'una descripció que és compartida pels altres humans es denomina “primer anell de poder”, amb ell, enganxem els elements del món i els projectem en la descripció. AL mateix temps, els anells de poder de tota la gent, estan constantment enganxats entre si, pel que la construcció de la realitat, en termes de la descripció és en certa manera, una tasca col·lectiva, en la qual participen tots aquells que estan involucrats en cada situació específica, el que possibilita la percepció de cada objecte en particular de manera molt semblant per a tots els participants.
Per a percebre el món en termes diversos a la descripció ordinària del món, els bruixots utilitzen “un segon anell de poder” que els permet construir altres móns. Encara que tots els éssers humans disposem d'aquest segon anell, només es pot utilitzar quan es bloqueja el primer, el que rares vegades succeeix en la vida de la gent comuna. Una característica del funcionament del primer anell és que pot ser bloquejat per l’efecte de realitzar accions no funcionals alienes a la descripció, conegudes com no fer.
Qualsevol tipus d'acció que no sigui congruent amb la descripció ordinària del món o del si mateix, constitueix un no fer que interromp el fluix de la descripció i aquesta interrupció al seu torn, suspèn el fer, el món conegut, de manera que el no fer, constitueix el camí d'accés al costat desconegut de la realitat, el nagual, la realitat a part, la consciència d'un altre jo.
Com el no fer, es practica des del costat dret de la consciència, però té la facultat de dur-nos a facetes del costat esquerre, la seva pràctica sistemàtica crea punts de contacte entre ambdós costats que a poc a poc, apropen a la integració d'ambdós costats, resultat que es coneix com totalitat d'un mateix.
Tot allò al que ens referim quan diem “jo” – l'ego -, és també un element de la descripció que hem assimilat. Aquesta part, ens manté encadenats a una determinada forma de ser i de comportar-nos que encara que sembla absoluta i definitiva, però que com ja hem vist, pot ser interrompuda o suspesa del tot, el que obre possibilitats il·limitades quant al que puguem ser o fer. En aquest sentit, el no fer que suspèn el fluir de la descripció és una porta oberta a la llibertat i al canvi. En interrompre el fluir de la descripció, ens alliberem de l'encís de el “ego” que consisteix en fer-nos creure que ell mateix constitueix la nostra única realitat, podent reconèixer aleshores, la nostra veritable naturalesa de camps d'energia, lliures i fluids. A partir d'aquest moment, podem donar-nos a la tasca de reinventar-nos a nosaltres mateixos de manera voluntària i intencionada.
Un dels aspectes més comprensius de la visió dels bruixots, és la concepció dual de la realitat expressada en els termes de tonal i nagual. El tonal és l'espai que es mou l'home comú al llarg de tota la seva vida, inclou tot quant l'home comú és, pensa i fa; la raó, el pensament i la descripció del món, tot l'espectre del conegut. Per la seva banda, el nagual seria tot allò que queda fora del tonal, alguna cosa que el seu darrer significat no es pot pensar.
El tonal seria com una illa en la qual transcorre tota la vida, els homes no coneixen res més enllà dels estrets límits de la illa. El nagual seria tot aquest insondable oceà de misteri que s'estén entorn d'ella. El nagual no pot ser comprès o verbalitzat, no obstant, pot ser testificat, experimentat. En última instància, tot ocorre en el nagual, encara que sense la protecció del tonal que dóna ordre i sentit a les emanacions, les persones sucumbirien davant l'impacte devastador del caos aparent del nagual.
Entre els pobles mal anomenats primitius els mites i els rituals, estan íntimament units. El ritual, la cerimònia és el temps “fora del temps”, l'espai on els éssers humans seran transfigurats i hauran d'encarnar als éssers màgics dels que parlen les seves cançons i llegendes; el temps que els éssers de poder, llum, amor i coneixement vénen a la terra i s'igualen amb els homes, o dit d'altra forma, el temps que els homes es converteixen en els éssers màgics que somien ser.
De la mateixa manera, el camí del bruixot, en el qual els bruixots són éssers màgics vivint amb alegria i poder, enmig de la societat de tots els dies, és un mite del nostre temps. No perquè els bruixots o els Homes de Coneixement, no tinguin una existència concreta, que si la tenen, sinó perquè tenen la mateixa funció que els altres mites: reflectir les nostres més estimades i dignes aspiracions com a éssers mortals i convidar-nos a fer-les realitat en la nostre experiència.
Un no és mai un bruixot o un home de coneixement, encara que estiguem permanentment lluitant per arribar a ser-ho, sempre estem en el camí.
El mite del Bruixot és una meravellosa invitació a encarnar-lo i d'aquesta manera, tornar-lo real en la nostra pròpia persona. Comença pel treball de dur una mica de temps màgic a la nostra vida de tots els dies, quan en lloc de comportar-nos com màquines elegim l'acte a propòsit. Aquests són moments de llum a través dels quals dirigim les nostres vides i el que ens succeeix des de dins, són com el moment màgic d'una cerimònia, en els que la vida ens parla personalment i nosaltres l'entenem, en que la vida es fa la nostra amiga i comprenem el que signifiquen el poder i el coneixement.
El repte per al qui segueix el camí dels bruixots és treballar durament per a aconseguir que aquests moments màgics en que aconsegueix encarnar el mite, siguin cada vegada més freqüents i continus, fins que la màgia predomini sobre la submissió i l'harmonia sobre el caos. Fins que el seu somni de poder i llibertat predomini sobre la realitat caòtica de la gent de tots els dies. Fins que el somni es torni realitat.
Diuen els bruixots que una persona avança cap al saber com cap a la guerra: amb por, amb respecte, ben despert i amb absoluta confiança, per això el camí del bruixot és semblant al d'un guerrer. El bruixot, com el guerrer, sempre està en lluita. La seva lluita és contra les seves pròpies febleses i limitacions, contra les forces que s'oposen al eixamplament del seu coneixement i poder, contra les forces de la seva destinació com home corrent i comú, determinat en tot per la seva història personal i circumstàncies. L'aprenent de bruixot, vol rescatar la possibilitat d'elegir per si mateix, com ser i com viure.
És una lluita per l'harmonia i la quietud, per la llibertat sabent que aquesta comença dins d'un mateix, per a projectar-se d'allí cap a tot el que compon el món que actua. És una lluita callada, suau i alegre.
La forma de procedir dels bruixots és la de viure constantment el desafiament d'ésser, que per això no admet una definició exacta o totalitzant. Més aviat l'actitud del guerrer és una noció, una direcció, una persistència a elegir la manera forta i autèntica de cada acte.
Potser el segell més representatiu del bruixot, sigui la seva persistència a buscar la impecabilitat en cadascuna de les seves accions, fins de les més mínimes. Entén la impecabilitat com el donar el millor d'un mateix en cada cosa que fa, el que des del punt de vista de l'energia, significa el seu ús òptim. Qualsevol cosa que un estigui fent pot buscar fer-la a la manera dels bruixots, de la manera d'aquell que sempre està en lluita i mai abandona, que no admet la deixadesa ni el lliurament, convertint el més petit dels seus actes en el desafiament de poder dur-se més enllà dels límits cada vegada, de ser millor, més potent, més suau, més real…
Entre les armes fonamentals del bruixot, s'ha de destacar la voluntat, un poder que emana de si mateix per a tocar i sentir el món, per a dirigir-lo. Un poder que haurà de dur-lo a batalles més grans i intenses, que la seva raó no s'atreviria a enfrontar. I és que el bruixot, ja no és un ésser humà enfrontat a les pors i fantasies del seu pensament, sinó que atén al seu sentiment i el que ho impulsa és el seu poder personal, aquesta energia que amb tant esforç ha anat estalviant i incrementant.
Conta també com formidable escut, amb la consciència plena de la seva mort imminent i per tant fa de cada acte la seva última batalla i per tant, dóna el millor de si. Amb la mort com companya constant que infon poder a tots els seus actes, transforma en temps màgic el seu temps com ésser viu sobre la terra. Aquesta consciència de la mort imminent li dona el desenganxament necessari per a no aferrar-se a res i per a no negar-se a res.
Desenganxat de tot, conscient de la seva mort imminent i en constant lluita, el bruixot aprèn a construir la seva vida gràcies al poder de les seves decisions. Treballa per a aconseguir el control de si mateix a cada moment i al fer-ho, aconsegueix el control del seu món personal.
A pres en les seves mans el rumb de la seva vida i ho dirigeix estratègicament; cada cosa que fa és un pas endavant de la seva estratègia. De fet, control i estratègia són dos factors sempre presents en la seva manera de caminar per la vida.
Tots sabem que això no es només una teoria, o una manera més d’expressar de forma resumida i tractant de ser sistemàtica, allò que no pot ser expressat...
Aquesta és la manera en que jo tracto de viure i d’enfrontar-me al misteri...
L'ESCORPÍ DE LA MORT.
Paul Brunton.
Quan Kee-Lloo li va dir al seu mestre: “M'atreviré a preguntar sobre la mort?”, Kung-Foo-Tze va repetir: “Mentre no comprenguis la vida, com podràs comprendre la mort?” Tal és també l'actitud filosòfica cap a aquesta matèria.
Ara, ha arribat el moment apropiat per a trencar aquesta reserva; D'altra manera, per què s'interessaria ningú per les aventures de l'home en les fosques esferes més enllà de la mort, quan encara no comprèn què és el que ha succeït abans d'arribar allà?
El problema del món espiritual que els homes no coneixen, pot ser resolt satisfactòriament només després que hagin solucionat el problema del món terrenal que sí coneixen. Els qui accepten qualsevol de les diverses interpretacions existents sobre els esdeveniments en l'estadi pròxim –el més enllà- , quan encara no han comprès l'etapa actual – aquest món o realitat -, molt fàcilment s'enganyen.
No obstant això, quan sabem alguna cosa respecte a la veritable antiguitat d'aquest món, o de l’Univers, sobre la destinació final de les titil·lants estrelles i planetes, i molt especialment, quan coneixem alguna cosa referent a les característiques de l'ésser humà, sens dubte, estem millor equipats per a enfrontar aquells “problemes” amb una mica més d'intel·ligència i una mica menys de “fe cega”, de les que generalment es manifesten respecte a aquests assumptes. Doncs així com el mentalisme[1] ha ajudat a trobar una clau per a la correcta comprensió d'aquest món, així també ens pot ajudar a aconseguir una correcta i racional comprensió del món del més enllà.
Tots sabem quins efectes produeix la mort en el cos d'un home. Però quins són els seus efectes sobre la seva personalitat pensant i sensible? Es converteix en un “esperit”? La resposta és tan important per a tots els homes que exigeix i mereix un extens tractament. En primer lloc, diguem que el desagradable procés del morir i les seves immediates conseqüències són esdeveniments sobre els quals les més avançades experiències del camí del ioga poden aportar una petita llum. Una d'aquestes experiències, que succeeix en alguns casos però no en tots, és un important estat de ecstasi semblat a la mort. A través dels relats dels qui han tingut aquestes experiències, o a través de les descripcions clàssiques de la pràctica totalitat dels antics textos místics (d’occident i d’orient), i per la constatació d'haver travessat personalment algunes d'aquestes etapes, és possible obtenir unes poques fites sobre allò que ocorre durant i després d'aquesta transició momentània.
Anem a aprofitar-nos del que diu una tradició concreta sobre la mort, com ara l'ensenyament ocultista que pot explicar-se d'una manera comprensible per a la raó. El dolor que sovint s'associa amb la mort sorgeix, ja sigui de canvis físics bruscs i violents, ja sigui de canvis mentals d'igual violència i brusquedat, o de la interacció d'ambdós. Quan, com generalment ocorre, el pensament s'adhereix obstinadament al cos, i els sentiments tenaçment s’aferren als desigs; quan es produeix un exagerat rebuig a marxar-se, i un exacerbat temor respecte al que sobrevindrà, el dolor físic augmenta innecessàriament a causa de les reaccions nervioses. Però quan l’agonitzant té la suficient claredat mental com per a saber que el seu cos és la idea que ell té d'aquest, i com per a controlar els seus desigs personals, naturalment estarà preparat per a aquest gran canvi. Així com un fruit completament madur es desprèn més fàcilment de l'arbre, així també aquell home partirà més fàcilment del seu cos.
En el cas d'un iogui molt evolucionat que ha convertit la meditació en part de la seva vida, i per descomptat, en el cas d'un savi que sap que el seu veritable ésser existeix a part del seu cos, el trànsit cap a l'altra vida serà totalment serè.
El morir en si mateix —i aquí no parlem de la mort accidental o violenta— pot molt bé comparar-se amb l'esprémer un fruit saturat per a extreure-li el suc. La persona agonitzant sent una intensa pressió que comença en els peus i que lentament va envaint tot el seu cos, produint-li una gran pesadesa dels membres, una sensació de fred i dificultats per a moure’s. Això al seu torn afecta la respiració, la circulació de la sang, i els sentits de la vista i l’oïda. Quan, en la crisi final, es completa el procés de pressió, el cor no pot expandir-se adequadament.
La sensació d’estar íntimament identificat amb tot el cos desapareix aleshores, i es concentra en el cor. Si un fort pensament emocional d'alguna altra persona domina la ment en aquest instant, com sovint succeeix quan el agonitzant està lluny d'algú que estima, aquest pensament es comunicarà automàticament en forma telepàtica. La persona en la qual l’agonitzant pensa, experimentarà una sensació de gran desassossec, com un sentiment de que alguna cosa dolenta esta passant. Si té un temperament prou receptiu, comprendrà intuïtivament que l'altra persona està morint. Sí la seva imaginació és prou impressionable, podrà fins i tot “veure” clarividentment, una aparició del agonitzant enfront d'ella.
Quan això succeeix –a gairebé totes les famílies hi ha alguna història sobre aquest particular -, també qui agonitza veu al mateix temps a la persona viva. En d’altres casos, s'escoltarà la veu del que està en trànsit de morir cridant a l'altre, encara que ningú dels presents excepte la persona invocada, pugui escoltar aquesta veu. Tots aquests processos són en realitat mentals, i indiquen que l’agonitzant té la seva ment fixada en la persona viva i que la seva angoixa, amor o desig, són capaços quan tenen la suficient força de transferir-se telepàticament a una ment lligada a ell, o amb la suficient capacitat receptiva, la qual rep l'estímul i conjura en el seu interior la imatge o veu de la persona en trànsit de mort.
És la intensa concentració posant en moviment el pensament o emoció originals, qui actua en aquests casos, evocant una imatge dintre de la segona persona, és a dir, la visió o veu és en última instància el resultat de la pròpia activitat mental inconscient de la persona viva.
Un sentiment de total desemparament aclapara després l'agonitzant. Pot ser que hagi estat un dels més poderosos potentats de la Terra durant la seva vida. No obstant això, ara se sent tan desemparat com un nen nu, Sent que irresistibles forces naturals s'han apoderat d’ell i veu que l’estan arrossegant, a través d'un llarg i tenebrós túnel estret, sense que ell sàpiga on, lluny de tot el que li és familiar i estimat, per a introduir-lo en un fosc territori desconegut, o tal vegada en l'anul·lació total. Es desespera per expressar els seus sentiments als qui l’ envolten, però descobreix que ha perdut el poder de la paraula. Una terrible solitud s’apodera dolorosament d’ell. En aquest moment la mort descendeix sobtadament sobre la seva naturalesa plena de desigs, ambiciosa de possessions, com una pluja d'aigua gelada. Però l'home que ha après l'art de deixar-se anar, que comprèn el significat profund de les paraules de Jesús: “Benaurats siguin els pobres d'esperit” ... a aquest home tot li anirà bé.
En aquesta hora fatal, el deixeble d'un adepte del ioga o d'un savi, contemplarà ansiosament la forma familiar, i sentirà la consoladora presència del seu mestre, la imatge del qual sempre apareix en aquest instant, per a facilitar-li el trànsit. Els últims pensaments de l’agonitzant contribueixen al complex grup de factors que determinen quina forma adoptarà en la seva pròxima encarnació.
La desaparició de la consciència, que culmina en el paroxisme de la mort, proporciona a l'home una oportunitat - que tal vegada no ha tingut en tota la seva vida terrenal - de percebre allò que fins aquest moment no podia captar. Quan desapareixen els dolors, i especialment després de l'últim batec del cor, l'home “mort” entra en un estat de visió clarivident que pot semblar-li que dura uns quants dies, però que realment és un període molt més curt, a causa dels diferents nòduls del nostre temps terrenal. Aleshores comença per a ell el descobriment que una capa misteriosa i més profunda de la seva ment ha conservat un registre secret de tota la multiplicitat de les seves experiències des de la infància fins la vellesa. Res s'ha perdut, sinó que tot existeix encara allà, en forma de quadres, d’escenes de records en la memòria. Rebrà albiris esporàdics de la majoria dels episodis i de molts detalls, particularment els més intensos, de la seva vida passada.
Les persones que han passat per una experiència propera a la mort perquè accidentalment han caigut a terra des d'una gran altura, o han sofert les angoixes d'ofegar-se, però que han escapat a la mort, sovint conten que han vist fragments confusos d'una experiència similar, i que en general poden recordar temps després. El passat retorna completament en forma de teixit desplegat de quadres impressionantment brillants, i que se li presenten com externs a ell. No es tracta que els revisqui de la mateixa manera que els va protagonitzar quan estava encarnat. Perquè en aquell moment el temps corria cap endavant; en canvi ara corre cap a endarrere. És a dir, comença amb els últims esdeveniments anteriors a la mort i recorre cap a endarrere, pas a pas, tota la seva vida, fins arribar als primers anys. D'aquesta manera el seu passat es reverteix.
Repetim: quan estava encarnat, el temps corria segons la velocitat marcada pel gir diari de la terra d'acord amb la llum solar. Ara el temps corre amb una rapidesa fins ara desconeguda i increïble. I tot això succeeix perquè ell ha sortit del cos encara enganxat a la vida, amb el seu rostre tornat cap a l'existència terrenal, desitjant-la i encara embolicat en ella. Aquesta imaginativa tornada, aquest retorn a la vida a través d'episodis passats i antics esdeveniments, no és merament un record, sinó alguna cosa molt més vívida.
El que aleshores succeeix és que un ésser vivent, encara que l’agonitzant no ho recordi, ja ha observat impertorbablement la mort del seu ésser corporal; un ocult “jo” que sempre ha estat observant al jo superficial; es alguna cosa dintre d'ell i malgrat això, fins ara no l’havia reconegut com alguna cosa pròpia, tocarà la seva consciència. Aquesta altra cosa es el seu propi Jo Superior. A través dels seus ulls l'home que ha mort contemplarà tota la seva vida en una impressió renovada i no només detalls episòdics. A través dels ulls reveladors d'aquest ésser, l'home es convertirà en el seu propi jutge incorruptible. L'enfocament purament egoista, purament personal, l’ha abandonat sobtadament. Per primera vegada es contempla a si mateix no només com voldria veure’s o com voldria que els altres el veiessin, sinó tal com és enfront del poder impersonal del karma. Durant aquest període, s'enfrontarà cara a cara amb les conseqüències que els seus actes terrenals exerceixen sobre altres persones, conseqüències que sovint no va percebre o de les quals, egoistament, no va fer cas. En aquests moments percep que moltes de les seves pròpies desgràcies —tan vivament conjurades en aquest sorprenent panorama— van ser definitivament provocades i merescudes per la seva pròpia conducta. A causa d'aquesta consciència ampliada milers de vegades, sent que tot allò que li va succeir en vida va ser el just resultat de les seves accions, és a dir, que podien rastrejar-se en el seu propi caràcter i en les seves pròpies actituds. Se sent aleshores aclaparat per un gran remordiment. Deixa de costat la passió i contempla a aquest superficial “jo” com l'observador anteriorment ocult ho contemplava, desproveït de la pròpia fatuïtat i de la autocompasió inconscient. Veu errors, pecats i mals en alguns dels seus actes en els quals, anteriorment tot just sospitava que dits pecats existissin. També contempla als qui van tenir relació íntima amb ell, tal com realment són, i no com pretenien aparèixer davant els seus ulls, o com ell creia que eren, i d'aquesta manera descobreix com havia viscut en un món fictici creat per ell. Finalment, se sent obligat a formular-se la següent pregunta: que he fet amb aquest do de la vida?
La segona experiència no dura molt, i és continuada per una tercera, en la qual la marea descendent de la consciència transforma tota l'existència que s'ofereix als seus ulls com una oportunitat de comprendre que en realitat tot ha estat com una mena de somni. Tots aquests episodis i persones de la seva passada vida terrenal comencen a semblar-li curiosament remots i irreals. L'existència universal es converteix en alguna cosa misteriosa i fantasmal. Pot en aquest moment percebre la fonamental qualitat il·lusòria de la materialitat del món. Si pot comprendre això —i pocs ho fan perquè aquesta comprensió requereix el rebuig dels desigs personals i una forta voluntat d'assoliment— i si pot contemplar aquesta revelació fins la mateixa fi, llavors definitivament guanyarà un benefici espiritual que es posarà de manifest en l'encarnació següent. Ha d’alliberar-se de tot aquest passat.
Desgraciadament, l'home generalment passa per aquesta experiència sense un coneixement del seu enorme valor potencial, és a dir, que encara que la seva existència terrenal li sembli ara un somni, no la contempla com si sempre fos semblant a un somni.
Quan acaben aquestes revelacions, l'home se sumeix en un dormir desproveït d'imatges oníriques, en un complet descans de tot el seu ésser, dintre de la inconsciència més pura. Només ara s'ha completat realment la transició de la mort. Ha conclòs una època de la vida individual. La carn ha conclòs la seva tasca de proporcionar a través dels sentits les necessàries condicions gràcies a les quals la consciència podia contemplar i actuar en un món exterior, aconseguint així contactes amb objectes externs, situats en un tipus especial d'espai, i movent-se en un particular nivell temporal. Només d'aquesta manera podia el petit centre de la consciència finita que constitueix el “jo” apilar experiència, experiència que algun dia es transformarà en el sublim descobriment de la realitat.
Els qui de manera pessimista creuen o ensenyen que la mort és la desagradable fi de tot per a l'home, han concentrat tota la seva atenció en el cos humà, i simplement exhibeixen la seva ignorància respecte al que és la ment humana, com actua i quin curs la seva destinació evolutiva, prendrà naturalment. Sovint es compara la mort amb el canvi que suporta una màquina quan les seves rodes girants es detenen i l’encertarien, si no fos perquè a la màquina li falta la consciència unificadora que posseeix l'home. Quan una màquina deixa de moure's no podem considerar que es degui a la pèrdua de la seva consciència.
Els qui sostenen creences materialistes consideren que el cos és una forma íntima de consciència a la qual el "jo" està completament lligat, però al que mai és idèntic, no se sorprendran tant del pròxim pas d'aquest ensenyament. Ja que, coneixent la veritable relació que existeix entre la ment i el cos, no cauran en la malenconiosa acceptació de la creença materialista en la mortalitat humana. Poden comprendre a través de l'ensenyament mentalista, que la ment ha creat un cervell de la mateixa manera que ha creat els sentits, per a complir amb les seves necessitats evolutives, i que els cinc sentits es posen en activitat per requeriment de la ment, i no aquesta obligada pels sentits. Els poders sensorials són mentals com àmpliament ho demostra l'experiència onírica. El cos simplement reuneix en un grup simple els nostres cinc tipus de sensacions.
Però què són les sensacions en si mateixes? Són experiències de la ment. Per tant, la totalitat d'aquestes, que denominem el cos, és alguna cosa que essencialment pertany al contingut de la consciència. Cada cos físic deu ser una forma particular dintre de la consciència; existeix com un pensament íntimament sostingut per una ment, i així podem feliçment comprendre la següent veritat, és a dir, que la mort pot no ser altra cosa que la separació d'aquest conjunt de sensacions de la ment mateixa. La seva desaparició no implica la desaparició d'allò que va contenir el conjunt de sensacions. No és absolutament necessari que mori la ment quan un grup de les seves sensacions, un objecte de la seva consciència, com ho és el cos, deixa d'existir. Hi ha alguna cosa que els materialistes han passat per alt: on van a parar aquestes idees sobre la vida i el somni? Van a parar a la ment. On apareixen i on s'esvairan? Apareixen i s'esvaeixen en la ment. Per consegüent, deu haver alguna cosa que no pot perdre's, és a dir, la ment mateixa. És el testimoni del naixement i mort d'aquestes idees. Fins i tot si desapareix la idea de la vida, almenys ho farà dintre de la ment i estarà continguda allí. Fins i tot la idea universal desapareix en l'ésser. Per què hauríem aleshores de témer a la mort?
L'home irreflexiu pot enganyar-se quan creu que el món és exterior a la seva consciència, i que quan aquest desapareix a la seva mort, perd tota possibilitat de futura existència humana. Però el filòsof sap que el món existeix dintre de la seva consciència i en conseqüència, que no es perd a la seva mort, o sigui, que tornarà a produir-se altra nova manifestació espacial quan la consciència reprengui la seva activitat. En aquest sentit el seu coneixement triomfa sobre la mort. A més, la ment mateixa —com cosa a part del seu contingut— no està en el temps, no es limita a la successió de l’abans” i el “després”, ja que aquestes instàncies estan dintre d'ella i existeixen només gràcies a ella. Així doncs, naixement i mort, que són idees que depenen del temps, no poden adjudicar-se a la ment. En aquest sentit, aquesta no sofreix les limitacions imposades pel temps, és així, immortal. Només en les il·lusions dels materialistes pot la ment desaparèixer com una flama extingida. Advertim també que la ment va existir abans del naixement del cos, per a rebre aquelles sensacions la conversió de les quals en vista, escoltat i altres percepcions, constitueix el cos.
Cap home que hagi comprès en forma total la doctrina idealista del cos podrà tornar a subscriure's a l'errònia noció materialista que amb la mort tot acaba. Alguna cosa conclou, però deixa sense tocar la ment, la veritable essència humana. Si analitzem novament l'experiència del morir, descobrirem que quan conclou el breu període de la buidor post mortem, la consciència lentament reviu —tan lentament que el procés és comparable a la gestació en el ventre— fins que l'home torna a reprendre la seva anterior naturalesa. L'enfocament superior desapareix: només queda el punt de vista personal. Altra vegada l'home és una criatura que viu concentrada en si mateixa, envoltada per un món exterior. No obstant això, devem entendre que el que per a ell és extern, és en realitat, absolutament intern. Ja que, com ho hem demostrat succintament, el seu nou contorn sorgeix exactament de la mateixa manera com es van produir les seves anteriors imatges oníriques. L'espai que viu no és físic sinó mental.
La pregunta: on anem després de morts?, És equivocada i hauria de formular-se així: què som després de la mort? L'esperit de l'home acabat de morir no arriba a aquest altre món a través de cap sensació de viatge geogràfic o moviment espacial. Hi arriba per un canvi de consciència.
El Mentalisme i amb ell la pràctica totalitat de les tradicions que sustenten la Filosofia Perenne afirma que la vida física no és altra cosa que un estat mental especial; quan es produeix el trànsit, la ment encara roman i dóna naixement a un nou estat distint. Demostra clarament que si aquest món terrenal és una forma de consciència, allò que anomenem el món del més enllà, al que entrarem després de morir també ha de ser una forma de consciència i no un lloc. Aquesta doctrina explica que és aquesta la meravella de la ment: la de que pot crear el seu propi món gràcies als seus propis poders constructius. Si existeixen altres móns, només poden ser mentals, formes de consciència també. Aquests móns subtils del ser no són ubicacions d'altra dimensió o “espais” geogràfics, sinó només estats de l'ésser, condicions psicològiques. Això és tan cert respecte als móns del més enllà de la mort com ho és pel que fa a les “esferes” que s'experimenten místicament. Tots els diferents estats de consciència, amb els seus diversos ordres de temps i espai, constitueixen diferents universos de l'ésser per a les ments individuals, és a dir, per als “esperits” que els habiten.
L'esperit que acaba de despertar, primer pren consciència d'una successió de pensaments, per a després fer-se conscient del temps. Només més tard capta l'espai i aquelles sensacions del que pot anomenar-se el cos espiritual, i després, la consciència d'altres formes, d'altres criatures i objectes, entra en el seu camp. Però el cos espiritual no és de cap manera un cos com el imaginem habitualment. No és en realitat diferent del cos usat anteriorment en la terra durant els somnis. Es tracta d'un estat psicològic. Imaginar-lo de la manera maldestra amb que de vegades imaginem els “cossos” resulta enganyós. Devem repetir que tot això és una construcció mental. No existeix alguna cosa així com una “materialitat astral”, en ultima instància, de la mateixa manera que no hi ha una matèria terrenal, ja que ambdós són formes adoptades per la consciència.
Els qui han dominat el mentalisme comprendran per que les coses són així. Però l'esperit que penetra en el món del més enllà, tancat en la ignorància materialista, desgraciadament tan comú en la vida humana, naturalment durà amb si les seves velles creences, i imaginarà que està captant un tipus de matèria, com abans ho va fer en la terra. Comunament no és possible que l'home pugui analitzar la condició de la mort des de dintre, per així dir-lo, comprendre per la seva pròpia experiència que ha succeït i retornar a la vida. Però la Naturalesa ha fet possible que tots els homes arribin a fites suggestives sobre l’estat que anomenem mort, permetent-los passar pels dos estats del somiar i el dormir. Els tres aspectes de l'existència de l'home estan íntimament lligats entre si.
Lloem la saviesa i exactitud de Shakespeare quan va dir, respecte a la mort: “I en aquell dormir, quins somnis es tindran?” No és necessari recórrer a intermediaris per a obtenir de segona mà un albiri sobre què ens succeirà després de la mort. Ho tenim en qualsevol moment a l'abast de la mà quan somiem a la nit, com també en qualsevol moment, quan ens sumim en el més profund dormir! L'experiència psicològica que aleshores obtenim, és fins cert punt, la mateixa de la mort, però el seu tema difereix en certs aspectes. Si podem col·locar-nos en la posició extraordinària d'un home que somiés que s'apodera d'ell la mort, i que encara en la nit següent somia que encara viu, podrem comprendre la situació de l'home el cos terrenal del qual realment ha mort, però la ment del qual reviu més tard en un nou cos terrenal. La semblança entre la mort i el somiar és tan gran que així com el somiador crea inconscientment escenes, esdeveniments, persones i paisatges, així també l'esperit inconscient i involuntàriament construeix el seu propi petit món. Cada moviment del seu pensament es resol simultàniament en un moviment del seu contorn. El poder inconscient i involuntari d'atenció selectiva fa i desfà la seva nova experiència.
Encara que l'estat espiritual se sembla al del somiador, hi ha no obstant això algunes diferències importants. En primer lloc, és molt més perllongat. D'acord amb el mòdul temporal en el qual ara viu dit esperit, els anys desapareixen ràpidament. En segon lloc, l'absurd, incoherent i il·lògic desordre que caracteritza la majoria dels somnis no es repeteix aquí. Tot es presenta a l'esperit d'una manera ordenadament correcta i lògica. Mentre el somiador no pot controlar les seves fantasies, i generalment experimenta un desordenat conjunt d'episodis incoherents i figures incongruents, l'esperit, per contra, troba que la seva existència és lògica i conseqüent.
El món en el qual l'esperit descarnat es troba, encara que és imaginat, és, no obstant això, tan real i viscut, per a aquest esperit, com el món que acaba de deixar. Amb tot, el nou món en el qual ara es troba, no és un bé compartit amb tots els altres éssers humans. Per contra, és únic i reservat. Només pertany a aquest esperit. Igual que el món oníric l'espiritual és un univers privat. Totes les metes conclouen en Déu. L'esperit ha començat el seu viatge de tornada a la Solitud de Déu, i aquesta primera etapa és una espècie de precipitació en la solitud de la seva pròpia individualitat. Però estar sol no és el mateix que ser solitari. Està sol únicament en el sentit que realment ho està un somiador amb les seves pròpies fantasies plàstiques i figures humanes, somiador que les viu com absolutament veritables ja que li proporcionen hores d'experiència plena. Podem així comprendre com l'esperit ja no viu en un món públic i comú com aquell de la terra.
S'equivoquen els qui consideren al món espiritual simplement com una segona edició glorificada del món físic. Els records que sobrevenen en l'estat de vigília, la vida onírica, la fantasia artística i l'experiència espiritual, tots ells pertanyen a una mateixa i única espècie general d'existència. Aquesta vida de després de la mort és realment un tipus d'intens record, en el qual l'esperit contempla les seves pròpies visions com si li fossin externes, visions de gent i d'imatges i escenaris construïts subconscientment per les idees, sentiments, tendències i associacions de la seva vida física anterior. La mateixa experiència humana sensorial de grans multituds sobre la terra durant la vida, correspon a una similar experiència espiritual també de grans masses. No obstant això, això no significa que tots els éssers descarnats experimentin un contorn espiritual comú a tots ells, sinó que cadascun d'ells utilitza i reprodueix comuns materials, per a la construcció dels seus contorns privats.
Ara veurem que tant l'excepcional felicitat quant el sofriment excepcional només sobrevenen, en aquest món espiritual a les ànimes excepcionals. La majoria no és una excepció ni en el vici ni en la virtut. En conseqüència, podem afirmar que la seva vida espiritual no implicarà una experiència temible o, per l'altre costat, una experiència massa enlluernadora. Tot individu corrent és una tèbia barreja del bé i del mal, i per tant, no té perquè esperar cap tipus d'experiència exagerada després de la mort. Els “inferns” dels febles i els “cels” dels virtuosos són per cert molt populars. El viatger d'aquest món espiritual molt probablement se sumirà en un estat tal vegada molt distint del d'un dorment inquiet, un estat que predomina la inconsciència, però interromput per espasmòdics fragments de consciència semblant a l'onírica. Durant aquests perllongats períodes de consciència, recobra gran part dels mateixos desigs, emocions i pensaments personals que abans va posseir. No es produeix en ell cap canvi sorprenent. Retorna a ell el seu record del passat. Li resulta difícil comprendre que ha mort. Per que, així com els seus amics habituals, el seu treball i els seus plaers satisfan els seus somnis comuns durant la seva vida terrenal, també aquestes circumstàncies satisfaran aquest perllongat i extraordinari somni que és l'existència espiritual.
Però pels qui han estat especialment virtuosos o particularment depravats, hi ha sis estats totalment conscients en un dels quals l'esperit se situarà, per un procés de gravitació natural i d'afinitat mental; tres d'ells són horribles, foscs i desgraciats, i els altres tres són bons, brillants, i agradables. El setè estat intermediari es troba entre aquestes dues divisions. És aquell ja descrit i al que la majoria de la gent va quan mor. Cada estat amida una diferent intensitat del caràcter moral. Així, l'estat inferior és una esfera d'odi i debilitat, és a dir, un repulsiu infern, mentre que l'estat superior és benaurat, és a dir, un cel pietós. Les forces de l'atracció moral i de la repulsió moral determinen el caràcter de les experiències del contorn espiritual, i dels seus contactes amb altres éssers.
La quantitat de ments il·lustrades d'Orient o d'Occident que accepten literalment la creença en horribles inferns i polits paradisos, disminueix amb cada dècada. La majoria de nosaltres prefereix còmodes butaques en el nostre actual escriptori que còmodes butaques en un cel hipotètic. No obstant això, encara que no calgui prendre literalment la veritat d'aquestes històries sobre gloriosos paradisos i dolorosos inferns, no per això deuen menysprear-se. En general se’ls considera veritables de manera simbòlica, una vegada que se’ls ha depurat de les fanàtiques exageracions que expressen les masses, i de les explotacions piadoses amb les quals els ministres de l'església intenten adquirir poder sobre els ignorants. Quines veritats amaguen aquestes històries? La resposta és que en els estats inferiors els esperits es converteixen en víctimes dels seus propis egoismes extrems i vicis exagerats; estats que evoquen amb el mateix poder dramatitzador que posseeix la ment somiadora, una varietat de formes, figures i episodis continus de caràcter aterridor. Viuen envoltats per les esferes divines, a les quals poden ascendir amb un simple canvi de pensament, i no obstant això, ignorant això, aquests esperits romanen fetillats en les seves pròpies creacions vicioses. Aquestes il·lusions, que els esperits acullen quan resulten momentàniament atractives, però de les quals procuren allunyar-se atemorits quan poc després es tornen temibles, sempre comencen amb la promesa del compliment d'un desig, però després conclouen amb el turment de negar aquest compliment. La imaginació de l'esperit es desgasta amb aquestes lluites contra els seus propis fantasmes, fins que finalment percep la veritat que l'infern és només la fam de les seves pròpies passions insatisfetes, i comprenent-lo així renuncia a aquestes fantasies. Aquest acte li ensenya a contenir la seva agressivitat i l'allibera per a aconseguir un estat superior.
La primera i última lliçó és que el nou món no és un lloc geogràfic sinó una perllongada experiència mental molt viscuda. I que igual que totes les experiències mentals, conté dintre d'ella llocs geogràfics. I que com tota experiència viscuda mental, és real mentre dura. La veritat és que ni el cel ni l'infern són realment llocs, sinó tan sol estats de la ment humana; que no els pot situar en lloc algun, i que totes les existències posteriors a la mort són purament mentals en el sentit que ho són les experiències oníriques. Per exemple, la multitud de joves i convençuts nazis que van morir en la guerra —fanàticament inflamats amb les passions de crueltat, enveja i odi— van ser instruïts de la manera més eficaç. Els van sumir en un veritable malson en la qual experimenten en forma perllongada les imatges vivents de les agonies que van produir en uns altres. S'han convertit en les víctimes dels seus propis pensaments vils. Els quadres de l'infern que ho presenten com un regne sulfurós d'ombres no estaven per tant fora del seu abast per a mantenir a les multituds ignorants dintre de lligaments decents. Els viscuts detalls de tortura i turment d'aquest infern, indiquen que les ments dels clergues que els van pintar van comprendre molt bé el poder inhibitori d'aquestes suggestions presentades als ulls impressionables del poble, particularment la suggestió que tot acte dolent produeix una retribució dolorosa. Qui van denunciar la doctrina del purgatori com mera superstició només en part tenen raó, perquè han passat per alt la necessitat mental d'aquesta suggestió, però s'han equivocat des del punt de vista de qui tenen al seu càrrec la instrucció moral de la humanitat. Devem també recordar que dit purgatori, és després de tot, només una condició temporal. Si la gent que creu en la temible doctrina de la pena eterna tingués el coratge o la capacitat per a analitzar la seva creença metafísicament, deixaria de prestar-li fe. En els tres estats espirituals psicològics que tenen afinitat amb el més pur i refinat de l'home, trobarem la realitat del millor aspecte d'aquells paradisos que la religió ortodoxa promet als seus devots. Realment cap pensament vil ni cap sofriment agut poden penetrar les benaurades visions piadoses d'aquestes regions, que satisfan les aspiracions idealistes de l'home d'una manera que poques vegades va satisfer la vida terrenal.
Aquí els esperits es trobaran amb els seus éssers estimats, parents o amics. Si hi ha hagut veritablement amor els éssers tornaran a estar reunits. Això succeirà, des del punt de vista terrenal, només en el sentit que dues persones que s'estimen es reuneixen en un somni. L'un penetra en el somni espiritual de l'altre. En ambdós casos, la segona persona serà real però inconscientment reconstruïda per l'esperit per al seu goig. Això resultarà vivament agradable per a l'esperit, i el reconeixement dels dos éssers serà tan gloriosament espontani com en la vida terrenal. L'esperit en qualsevol dels set estats es reunirà amb altres persones i entrarà en relació amb elles, però aquesta gent són en realitat éssers ideals i les relacions són ordits mentals. En els tres celestials estats superiors seran molt satisfactòries sentimentalment. La fragància d'aquestes comunions afectives, d'aquests bells intercanvis de pensament i sentiment, duren molt en aquesta meravellosa regió. Ja que aquí, el temps s'allarga en períodes joiosament viscuts, compensant així d'alguna manera les misèries de les limitacions que afligeixen la vida terrenal. Tots aquells éssers personal, cultural i èticament superiors que no van arribar a veure realitzades les seves esperances, troben que en aquestes regions espirituals aquestes esperances es realitzen.
El secret d'aquesta gloriosa existència ens resulta ara conegut: és la creativitat del pensament treballant en un nivell en el qual no hi ha traves. El que li esdevé a l'esperit a través de qualsevol dels estats del més enllà està en gran mesura determinat per la tendència general o energia habitual d'allò que va pensar, va creure i va desitjar durant la seva vida terrenal. No hi ha raó perquè qualsevol pugui deixar de gaudir, si ho desitja, dels seus gloriosos picnics en el paradís. Un somiador pot arribar a conèixer aquests cels benaurats, per què no podrà aconseguir-lo l'esperit descarnat? L'estat de després de la mort permet a l'home complir, per un temps limitat, el seu desig dominant. Els seus pensaments i afectes inevitablement gravitaran sobre l'esfera mental mes d'acord amb ells. Els filòsofs asiàtics han afirmat que si les vaques posseeixen un cel, aquest serà sens dubte un prat de verda gespa, i que el cel dels gossos estarà cobert de blancs ossos. Comprenem això quan ens adonem que el món de la mort és un món subjectiu i que s'origina en la imaginació del propi individu.
Per tant el devot mahometà que espera trobar en el cel tots els plaers promesos en l’Alcora, sens dubte trobarà aquests plaers, però no per una eternitat com erròniament es creu. Però així com ha de despertar cada matí dels somnis de la nit, així arribarà fatalment l'hora que hagi de despertar dels somnis paradisíacs. Serà quan comprengui que tota aquesta experiència, per duradora que hagi estat, ha estat creada per la seva ment. Sempre hi ha un final per als somnis de la vida terrenal i de la mateixa manera en algun moment culmina l'activitat somiadora de la vida espiritual. Tot i que es trobi amb els seus éssers estimats en l'estat de després de la mort, serà per a tornar a separar-se en un segon moment. La naturalesa és inexorable. Per consegüent és prudent conquerir la comprensió que la unió duradora amb altres éssers existeix solament quan es troba a l'ésser durador.
El passatge d'aquest estat intermedi a l'estat següent, que és el del pur dormir sense somnis, està caracteritzat per un defalliment similar al que es produeix en el moment de trànsit de la vida física al món espiritual. L'esperit penetra aleshores i habita en una condició equivalent a la que va conèixer durant el sopor del dormir. Aquí troba un pietós descans del pes de la consciència personal, una completa obnubilació dels records concentrats en el jo, alegries i dolors que inevitablement l’han acompanyat fins aquell moment durant l'existència terrenal i no terrenal. La pau i alleugeriment que l'home troba intermitentment durant unes poques hores en la seva vida física en la nit, duren aquí ininterrompudament al llarg d'un extens període.
Una qüestió generalment formulada es refereix a la possibilitat de comunicar-se amb els esperits a través de sessions domèstiques d’espiritisme, o a través de mèdiums professionals. La resposta és que només sota condicions anormals pot tenir-se èxit en aquesta operació. En la majoria dels casos és molt improbable que els esperits conjurats resultin els d'aquells que s'esperen. Els mèdiums en general ignoren el funcionament de les capes més profundes de les seves pròpies ments, ignorància que sovint els fa adscriure a l'esperit paraules i visions emanades d'ells mateixos. Ja hem explicat que la Naturalesa conserva un registre perfecte de tot quant succeeix en el seu vast domini. Si el mèdium és prou sensible com per a transmetre telepàticament emanacions, en forma de pensaments o imatges, potser podrà captar fragments d'identitat personal, descripció i història del registre mental còsmic, i després transmetre'ls als seus clients amb tota sinceritat com definitiu missatge d'un esperit, quan en realitat no es tracta d'això.
Repetim que encara que s'aconsegueixi un veritable contacte amb un esperit, el missatge necessàriament serà interpretat pel mèdium en termes de les seves percepcions físiques habituals espai temporals, de manera que la seguretat respecte a que efectivament s'està produint la comunicació, és falsa. Però el més seriós inconvenient estreba en el fet que existeix una mena de terra de ningú, un cinturó psicològicament criminal que envolta a la terra i que conté les criatures més degradades, desproveïdes de consciència. Estranyes entitats perverses transiten aquestes fronteres de la mort. La Naturalesa amb molta sensatesa ha posat un vel entre nosaltres i el món del mes allà, i qui imprudentment el travessa corre enormes perills. Aquests esperits malignes realment existeixen darrere d'aquesta cortina, fet que reconeixen fins i tot els espiritistes. Qualsevol intent de mirar darrere de la cortina és una possibilitat de buscar-se dificultats. L’espiritisme del S.XIX va prestar un gran servei a la humanitat convencent a molta gent sobre la veritat de la supervivència, i consolant així als familiars afligits per la pèrdua d’algun familiar, però el gran públic estaria més fora de perill estudiant la literatura corresponent, ja que l'aspecte pràctic no és aconsellable per a tots, per ser un camp d'investigació que hauria de reservar-se a uns pocs mèdiums curosament elegits, a uns pocs investigadors prudents suficientment entrenats en els mètodes científics i en la tècnica ioga com per a treballar competentment i sense perills en aquest camp enganyador i perillós.
Per la gràcia del Jo Superior, o per la força d'un gran amor, de vegades es produeix una genuïna comunicació que provoca un enorme alleugeriment a la persona afligida. Però qui es senti tan desconsolat com per a sentir l’aclaparadora necessitat d'entrar en comunicació malgrat els advertiments que fem aquí hauria de recordar que l'únic mètode aconsellable és el de penetrar en aquest món pels propis mitjans. És a més l'únic camí veritablement satisfactori perquè implica la pròpia experiència personal, i no alguna cosa obtinguda de segona mà. I això pot aconseguir-se únicament en la quietud de la tranquil·litat mental, o en la visió d'un somni. Un amor pur o una poderosa afinitat espiritual entre una persona descarnada i una altra de viva, pot obrir-se pas a través del món espiritual o viceversa. Veritablement un profund afecte entre dues persones pot superar l'abisme que separa la vida de la mort i no només proporciona pensaments afectuosos d'aquell esperit descarnat cap a la persona viva, o la sensació de la presència personal del difunt enfront de la ment sensible, sinó que a més, també en moments de perill pot produir una reacció espontània, un gest protector que pot eficaçment salvar a la persona viva d'aquest perill. No és útil dir que l'amor conquereix totes les coses, perquè en la base mateixa de l'univers està aquest meravellós poder unificador. Però aquesta comunicació només és possible, per la naturalesa de les coses, durant un període limitat. Qualsevol intent de convertir-lo en una pràctica que duri tota la vida és demanar massa a la Naturalesa, i pot conduir a conseqüències indesitjables.
L’ esperit nou vingut veurà la seva vella casa, el seu poble i la seva família, però no sabrà que es tracta de figures i escenes creades per la seva pròpia ment. No seran les veritables figures i escenes del món físic. Perquè la comunicació amb aquest món real és per a l'esperit tan antinatural i desusat com ho era en la vida terrenal comunicar-se amb el regne de la mort. Així doncs, un canvi en el nivell espai temporal elegit, transforma tot l'univers de l'ésser. Així com els homes vius no capten normalment als morts, tampoc aquests tenen consciència de les persones vives. Però de la mateixa manera que un viu pot algunes vegades veure una autèntica aparició d'un mort, o intuir una comunicació d'aquest tipus, d'igual manera pot ocórrer el contrari.
Els sentits del temps i de l'espai estan expandint-se en l'home. Però aquesta és només la meitat de la història. Perquè aquests sentits estan a més contraient-se. L'home està explorant universos diminuts que són tan increïblement petits com increïblement vasts són els móns macrocòsmics. Ha mesurat la rapidesa del moviment de la llum i calculat la incommensurable edat de l'univers. La seva ment ha de pujar i baixar recorrent tota l'escala quan tracta de comprendre el seu contorn, fins el punt que tota la seva concepció del temps i de l'espai ha d'adquirir igual elasticitat. Podem així deduir fàcilment que existeixen innombrables estrats possibles de l'existència mental, tots els quals han de ser relativament reals per als éssers conscients que els habiten. Per consegüent si la nostra idea de l’ “aquí” i l' “ara” canvien, també ha de canviar necessàriament el món particular que depèn d'aquests conceptes. El temps i l'espai són elàstics. Difereixen per als diferents éssers en distints plànols. No existeixen espai i temps fixos. No podem tenir consciència d'ells sinó només de les nostres percepcions espacials o temporals que són variables. La teoria matemàtica de la relativitat ha demostrat que són concebibles diferents tipus d'espai.
Els diferents tipus de criatures vives tenen diferents tipus de percepcions espai temporals. Si aquestes diferències existeixen entre les criatures vives limitades al nostre món físic, com no serà la diferència entre les criatures mortes? Cada criatura només pot posseir una experiència en relació amb el seu propi nivell particular de percepció espai temporal. Afirmar que tots els milions d'habitants del món espiritual coparticipen conscientment amb nosaltres en aquest món físic, equival a afirmar el que metafísicament és impossible. Creure que milers d'ulls fantasmals estan constantment espiant la vida privada dels vius, pot ser una creença feliç per a una persona ingènua, però resulta repugnant per a un home refinat.
Totes les descripcions del món del més enllà que produeixen la impressió contrària són inexactes simplement perquè han estat fetes des de fora. L'esperit en general no comprèn que el seu món és oníric. Cada esperit tindrà el seu propi món privat com cada somiador posseeix el propi. En conseqüència, ha d'haver tants milions de móns espirituals com ànimes hi ha en l'altre món. Per tant només podem descriure amb certa exactitud la condició psicològica de l'esperit, no el seu contorn particular.
Qui hagi seguit curosament aquestes explicacions comprendrà per què és impossible fer un informe científicament autèntic de tot quant ocorre a un esperit individual. No podem fer-lo, com també ens és impossible travessar la silenciosa platja del dormir pretenent descriure després els somnis que d’altres persones tenen. Tot el que podem fer aquí és proporcionar un esquema general de la condició psicològica que es troba l'esperit, i la destinació general que enfronten tots els esperits al final d'un període determinat. La clau principal per a comprendre l'experiència psicològica del morir, consisteix a recordar sempre la seva semblança amb l'experiència onírica o amb el dormir. La ment és immortal. Roman sense tocar a pesar de la dissolució del cos físic. No tenim més raons per a témer la mort quan és destruït el cos, que les que posseïm per a témer l'extinció d'aquesta ment quan ens retirem a dormir per la nit. El dormir afecta al cos però deixa a la ment en plena activitat quan hi ha experiència onírica o en activitat potencial durant el profund dormir. La mort actua sobre l'ésser humà d'una manera semblant, i les experiències que sobrevenen a l'ànima després que la carn ha conclòs amb la seva existència vivent, no són altra cosa que perllongats somnis viscuts, o un profund dormir inconscient. Si podem tocar i veure coses i gents sense l'ajuda de la carn durant un somni certament podrem fer-lo també durant allò que anomenem mort. I si podem tenir un descans benigne, que ens allunyi de l'agitació i angoixa de l'existència personal, en una etapa posterior i més profunda del dormir, certament podrem gaudir del mateix descans en una etapa posterior i més profunda de la mort. Allò que sobreviu al somni i al dormir durant la vida terrenal, sobreviurà també en l'altre món. Però aleshores què hauríem de témer? Si, amb tot, persistim en creure que hem de morir, el que significa que insistim en identificar-nos amb el pensament del cos, aleshores hem d’acceptar el temor i els sofriments que deriven de les nostres concepcions equivocades.
La quantitat de ments il·lustrades d'Orient o d'Occident que accepten literalment la creença en horribles inferns i polits paradisos, disminueix amb cada dècada. La majoria de nosaltres prefereix còmodes butaques en el nostre actual escriptori que còmodes butaques en un cel hipotètic. No obstant això, encara que no calgui prendre literalment la veritat d'aquestes històries sobre gloriosos paradisos i dolorosos inferns, no per això deuen menysprear-se. En general se’ls considera veritables de manera simbòlica, una vegada que se’ls ha depurat de les fanàtiques exageracions que expressen les masses, i de les explotacions piadoses amb les quals els ministres de l'església intenten adquirir poder sobre els ignorants. Quines veritats amaguen aquestes històries? La resposta és que en els estats inferiors els esperits es converteixen en víctimes dels seus propis egoismes extrems i vicis exagerats; estats que evoquen amb el mateix poder dramatitzador que posseeix la ment somiadora, una varietat de formes, figures i episodis continus de caràcter aterridor. Viuen envoltats per les esferes divines, a les quals poden ascendir amb un simple canvi de pensament, i no obstant això, ignorant això, aquests esperits romanen fetillats en les seves pròpies creacions vicioses. Aquestes il·lusions, que els esperits acullen quan resulten momentàniament atractives, però de les quals procuren allunyar-se atemorits quan poc després es tornen temibles, sempre comencen amb la promesa del compliment d'un desig, però després conclouen amb el turment de negar aquest compliment. La imaginació de l'esperit es desgasta amb aquestes lluites contra els seus propis fantasmes, fins que finalment percep la veritat que l'infern és només la fam de les seves pròpies passions insatisfetes, i comprenent-lo així renuncia a aquestes fantasies. Aquest acte li ensenya a contenir la seva agressivitat i l'allibera per a aconseguir un estat superior.
La primera i última lliçó és que el nou món no és un lloc geogràfic sinó una perllongada experiència mental molt viscuda. I que igual que totes les experiències mentals, conté dintre d'ella llocs geogràfics. I que com tota experiència viscuda mental, és real mentre dura. La veritat és que ni el cel ni l'infern són realment llocs, sinó tan sol estats de la ment humana; que no els pot situar en lloc algun, i que totes les existències posteriors a la mort són purament mentals en el sentit que ho són les experiències oníriques. Per exemple, la multitud de joves i convençuts nazis que van morir en la guerra —fanàticament inflamats amb les passions de crueltat, enveja i odi— van ser instruïts de la manera més eficaç. Els van sumir en un veritable malson en la qual experimenten en forma perllongada les imatges vivents de les agonies que van produir en uns altres. S'han convertit en les víctimes dels seus propis pensaments vils. Els quadres de l'infern que ho presenten com un regne sulfurós d'ombres no estaven per tant fora del seu abast per a mantenir a les multituds ignorants dintre de lligaments decents. Els viscuts detalls de tortura i turment d'aquest infern, indiquen que les ments dels clergues que els van pintar van comprendre molt bé el poder inhibitori d'aquestes suggestions presentades als ulls impressionables del poble, particularment la suggestió que tot acte dolent produeix una retribució dolorosa. Qui van denunciar la doctrina del purgatori com mera superstició només en part tenen raó, perquè han passat per alt la necessitat mental d'aquesta suggestió, però s'han equivocat des del punt de vista de qui tenen al seu càrrec la instrucció moral de la humanitat. Devem també recordar que dit purgatori, és després de tot, només una condició temporal. Si la gent que creu en la temible doctrina de la pena eterna tingués el coratge o la capacitat per a analitzar la seva creença metafísicament, deixaria de prestar-li fe. En els tres estats espirituals psicològics que tenen afinitat amb el més pur i refinat de l'home, trobarem la realitat del millor aspecte d'aquells paradisos que la religió ortodoxa promet als seus devots. Realment cap pensament vil ni cap sofriment agut poden penetrar les benaurades visions piadoses d'aquestes regions, que satisfan les aspiracions idealistes de l'home d'una manera que poques vegades va satisfer la vida terrenal.
Aquí els esperits es trobaran amb els seus éssers estimats, parents o amics. Si hi ha hagut veritablement amor els éssers tornaran a estar reunits. Això succeirà, des del punt de vista terrenal, només en el sentit que dues persones que s'estimen es reuneixen en un somni. L'un penetra en el somni espiritual de l'altre. En ambdós casos, la segona persona serà real però inconscientment reconstruïda per l'esperit per al seu goig. Això resultarà vivament agradable per a l'esperit, i el reconeixement dels dos éssers serà tan gloriosament espontani com en la vida terrenal. L'esperit en qualsevol dels set estats es reunirà amb altres persones i entrarà en relació amb elles, però aquesta gent són en realitat éssers ideals i les relacions són ordits mentals. En els tres celestials estats superiors seran molt satisfactòries sentimentalment. La fragància d'aquestes comunions afectives, d'aquests bells intercanvis de pensament i sentiment, duren molt en aquesta meravellosa regió. Ja que aquí, el temps s'allarga en períodes joiosament viscuts, compensant així d'alguna manera les misèries de les limitacions que afligeixen la vida terrenal. Tots aquells éssers personal, cultural i èticament superiors que no van arribar a veure realitzades les seves esperances, troben que en aquestes regions espirituals aquestes esperances es realitzen.
El secret d'aquesta gloriosa existència ens resulta ara conegut: és la creativitat del pensament treballant en un nivell en el qual no hi ha traves. El que li esdevé a l'esperit a través de qualsevol dels estats del més enllà està en gran mesura determinat per la tendència general o energia habitual d'allò que va pensar, va creure i va desitjar durant la seva vida terrenal. No hi ha raó perquè qualsevol pugui deixar de gaudir, si ho desitja, dels seus gloriosos picnics en el paradís. Un somiador pot arribar a conèixer aquests cels benaurats, per què no podrà aconseguir-lo l'esperit descarnat? L'estat de després de la mort permet a l'home complir, per un temps limitat, el seu desig dominant. Els seus pensaments i afectes inevitablement gravitaran sobre l'esfera mental mes d'acord amb ells. Els filòsofs asiàtics han afirmat que si les vaques posseeixen un cel, aquest serà sens dubte un prat de verda gespa, i que el cel dels gossos estarà cobert de blancs ossos. Comprenem això quan ens adonem que el món de la mort és un món subjectiu i que s'origina en la imaginació del propi individu.
Per tant el devot mahometà que espera trobar en el cel tots els plaers promesos en l’Alcora, sens dubte trobarà aquests plaers, però no per una eternitat com erròniament es creu. Però així com ha de despertar cada matí dels somnis de la nit, així arribarà fatalment l'hora que hagi de despertar dels somnis paradisíacs. Serà quan comprengui que tota aquesta experiència, per duradora que hagi estat, ha estat creada per la seva ment. Sempre hi ha un final per als somnis de la vida terrenal i de la mateixa manera en algun moment culmina l'activitat somiadora de la vida espiritual. Tot i que es trobi amb els seus éssers estimats en l'estat de després de la mort, serà per a tornar a separar-se en un segon moment. La naturalesa és inexorable. Per consegüent és prudent conquerir la comprensió que la unió duradora amb altres éssers existeix solament quan es troba a l'ésser durador.
El passatge d'aquest estat intermedi a l'estat següent, que és el del pur dormir sense somnis, està caracteritzat per un defalliment similar al que es produeix en el moment de trànsit de la vida física al món espiritual. L'esperit penetra aleshores i habita en una condició equivalent a la que va conèixer durant el sopor del dormir. Aquí troba un pietós descans del pes de la consciència personal, una completa obnubilació dels records concentrats en el jo, alegries i dolors que inevitablement l’han acompanyat fins aquell moment durant l'existència terrenal i no terrenal. La pau i alleugeriment que l'home troba intermitentment durant unes poques hores en la seva vida física en la nit, duren aquí ininterrompudament al llarg d'un extens període.
Una qüestió generalment formulada es refereix a la possibilitat de comunicar-se amb els esperits a través de sessions domèstiques d’espiritisme, o a través de mèdiums professionals. La resposta és que només sota condicions anormals pot tenir-se èxit en aquesta operació. En la majoria dels casos és molt improbable que els esperits conjurats resultin els d'aquells que s'esperen. Els mèdiums en general ignoren el funcionament de les capes més profundes de les seves pròpies ments, ignorància que sovint els fa adscriure a l'esperit paraules i visions emanades d'ells mateixos. Ja hem explicat que la Naturalesa conserva un registre perfecte de tot quant succeeix en el seu vast domini. Si el mèdium és prou sensible com per a transmetre telepàticament emanacions, en forma de pensaments o imatges, potser podrà captar fragments d'identitat personal, descripció i història del registre mental còsmic, i després transmetre'ls als seus clients amb tota sinceritat com definitiu missatge d'un esperit, quan en realitat no es tracta d'això.
Repetim que encara que s'aconsegueixi un veritable contacte amb un esperit, el missatge necessàriament serà interpretat pel mèdium en termes de les seves percepcions físiques habituals espai temporals, de manera que la seguretat respecte a que efectivament s'està produint la comunicació, és falsa. Però el més seriós inconvenient estreba en el fet que existeix una mena de terra de ningú, un cinturó psicològicament criminal que envolta a la terra i que conté les criatures més degradades, desproveïdes de consciència. Estranyes entitats perverses transiten aquestes fronteres de la mort. La Naturalesa amb molta sensatesa ha posat un vel entre nosaltres i el món del mes allà, i qui imprudentment el travessa corre enormes perills. Aquests esperits malignes realment existeixen darrere d'aquesta cortina, fet que reconeixen fins i tot els espiritistes. Qualsevol intent de mirar darrere de la cortina és una possibilitat de buscar-se dificultats. L’espiritisme del S.XIX va prestar un gran servei a la humanitat convencent a molta gent sobre la veritat de la supervivència, i consolant així als familiars afligits per la pèrdua d’algun familiar, però el gran públic estaria més fora de perill estudiant la literatura corresponent, ja que l'aspecte pràctic no és aconsellable per a tots, per ser un camp d'investigació que hauria de reservar-se a uns pocs mèdiums curosament elegits, a uns pocs investigadors prudents suficientment entrenats en els mètodes científics i en la tècnica ioga com per a treballar competentment i sense perills en aquest camp enganyador i perillós.
Per la gràcia del Jo Superior, o per la força d'un gran amor, de vegades es produeix una genuïna comunicació que provoca un enorme alleugeriment a la persona afligida. Però qui es senti tan desconsolat com per a sentir l’aclaparadora necessitat d'entrar en comunicació malgrat els advertiments que fem aquí hauria de recordar que l'únic mètode aconsellable és el de penetrar en aquest món pels propis mitjans. És a més l'únic camí veritablement satisfactori perquè implica la pròpia experiència personal, i no alguna cosa obtinguda de segona mà. I això pot aconseguir-se únicament en la quietud de la tranquil·litat mental, o en la visió d'un somni. Un amor pur o una poderosa afinitat espiritual entre una persona descarnada i una altra de viva, pot obrir-se pas a través del món espiritual o viceversa. Veritablement un profund afecte entre dues persones pot superar l'abisme que separa la vida de la mort i no només proporciona pensaments afectuosos d'aquell esperit descarnat cap a la persona viva, o la sensació de la presència personal del difunt enfront de la ment sensible, sinó que a més, també en moments de perill pot produir una reacció espontània, un gest protector que pot eficaçment salvar a la persona viva d'aquest perill. No és útil dir que l'amor conquereix totes les coses, perquè en la base mateixa de l'univers està aquest meravellós poder unificador. Però aquesta comunicació només és possible, per la naturalesa de les coses, durant un període limitat. Qualsevol intent de convertir-lo en una pràctica que duri tota la vida és demanar massa a la Naturalesa, i pot conduir a conseqüències indesitjables.
L’ esperit nou vingut veurà la seva vella casa, el seu poble i la seva família, però no sabrà que es tracta de figures i escenes creades per la seva pròpia ment. No seran les veritables figures i escenes del món físic. Perquè la comunicació amb aquest món real és per a l'esperit tan antinatural i desusat com ho era en la vida terrenal comunicar-se amb el regne de la mort. Així doncs, un canvi en el nivell espai temporal elegit, transforma tot l'univers de l'ésser. Així com els homes vius no capten normalment als morts, tampoc aquests tenen consciència de les persones vives. Però de la mateixa manera que un viu pot algunes vegades veure una autèntica aparició d'un mort, o intuir una comunicació d'aquest tipus, d'igual manera pot ocórrer el contrari.
Els sentits del temps i de l'espai estan expandint-se en l'home. Però aquesta és només la meitat de la història. Perquè aquests sentits estan a més contraient-se. L'home està explorant universos diminuts que són tan increïblement petits com increïblement vasts són els móns macrocòsmics. Ha mesurat la rapidesa del moviment de la llum i calculat la incommensurable edat de l'univers. La seva ment ha de pujar i baixar recorrent tota l'escala quan tracta de comprendre el seu contorn, fins el punt que tota la seva concepció del temps i de l'espai ha d'adquirir igual elasticitat. Podem així deduir fàcilment que existeixen innombrables estrats possibles de l'existència mental, tots els quals han de ser relativament reals per als éssers conscients que els habiten. Per consegüent si la nostra idea de l’ “aquí” i l' “ara” canvien, també ha de canviar necessàriament el món particular que depèn d'aquests conceptes. El temps i l'espai són elàstics. Difereixen per als diferents éssers en distints plànols. No existeixen espai i temps fixos. No podem tenir consciència d'ells sinó només de les nostres percepcions espacials o temporals que són variables. La teoria matemàtica de la relativitat ha demostrat que són concebibles diferents tipus d'espai.
Els diferents tipus de criatures vives tenen diferents tipus de percepcions espai temporals. Si aquestes diferències existeixen entre les criatures vives limitades al nostre món físic, com no serà la diferència entre les criatures mortes? Cada criatura només pot posseir una experiència en relació amb el seu propi nivell particular de percepció espai temporal. Afirmar que tots els milions d'habitants del món espiritual coparticipen conscientment amb nosaltres en aquest món físic, equival a afirmar el que metafísicament és impossible. Creure que milers d'ulls fantasmals estan constantment espiant la vida privada dels vius, pot ser una creença feliç per a una persona ingènua, però resulta repugnant per a un home refinat.
Totes les descripcions del món del més enllà que produeixen la impressió contrària són inexactes simplement perquè han estat fetes des de fora. L'esperit en general no comprèn que el seu món és oníric. Cada esperit tindrà el seu propi món privat com cada somiador posseeix el propi. En conseqüència, ha d'haver tants milions de móns espirituals com ànimes hi ha en l'altre món. Per tant només podem descriure amb certa exactitud la condició psicològica de l'esperit, no el seu contorn particular.
Qui hagi seguit curosament aquestes explicacions comprendrà per què és impossible fer un informe científicament autèntic de tot quant ocorre a un esperit individual. No podem fer-lo, com també ens és impossible travessar la silenciosa platja del dormir pretenent descriure després els somnis que d’altres persones tenen. Tot el que podem fer aquí és proporcionar un esquema general de la condició psicològica que es troba l'esperit, i la destinació general que enfronten tots els esperits al final d'un període determinat. La clau principal per a comprendre l'experiència psicològica del morir, consisteix a recordar sempre la seva semblança amb l'experiència onírica o amb el dormir. La ment és immortal. Roman sense tocar a pesar de la dissolució del cos físic. No tenim més raons per a témer la mort quan és destruït el cos, que les que posseïm per a témer l'extinció d'aquesta ment quan ens retirem a dormir per la nit. El dormir afecta al cos però deixa a la ment en plena activitat quan hi ha experiència onírica o en activitat potencial durant el profund dormir. La mort actua sobre l'ésser humà d'una manera semblant, i les experiències que sobrevenen a l'ànima després que la carn ha conclòs amb la seva existència vivent, no són altra cosa que perllongats somnis viscuts, o un profund dormir inconscient. Si podem tocar i veure coses i gents sense l'ajuda de la carn durant un somni certament podrem fer-lo també durant allò que anomenem mort. I si podem tenir un descans benigne, que ens allunyi de l'agitació i angoixa de l'existència personal, en una etapa posterior i més profunda del dormir, certament podrem gaudir del mateix descans en una etapa posterior i més profunda de la mort. Allò que sobreviu al somni i al dormir durant la vida terrenal, sobreviurà també en l'altre món. Però aleshores què hauríem de témer? Si, amb tot, persistim en creure que hem de morir, el que significa que insistim en identificar-nos amb el pensament del cos, aleshores hem d’acceptar el temor i els sofriments que deriven de les nostres concepcions equivocades.
L'Espectacle del Canvi
Així és l’experiència que segueix a la mort física. Però quin és el seu significat metafísic? Sobretot, preval la circumstància que tant el diminut home com el vast univers que l’envolta, estan subjectes a constant transformació. El seu propi cos és el testimoni mut d'aquest fet irrefutable. El nen d'esquena erigida, suau pell, rosades galtes i fosc pèl, vist per algú que retornés després de dues generacions, s'haurà convertit en un ancià encorbat, de pell arrugada, i rostre lívid. La seva vida ha estat un relat d'energies, funcions i aspectes que després d'arribar al zenit dels seus encants, han decaigut fins el seu nadir desproveït de gràcia.
Quan tots els canvis físics culminen en una crisi final, sobrevé el que anomenem mort. Però quina cosa són aquells canvis anteriors sinó petites morts? Per ventura no mor l'infant per a convertir-se en nen, i amb la desaparició d'aquest no neix l'home? Per ventura no prova la fisiologia que cada set anys el cos es transforma totalment, renovant-se per un procés d'evolució cel·lular? Fins i tot mentre la ciència revela que l'alteració química del cos físic és incessant, la pròpia experiència revela a l'home que els canvis del seu pensament són paral·lels al canvi físic. Si el primer no fos cert, els teixits i els ossos no mostrarien aquest lent enduriment i imperceptible espessament que sobrevenen amb l'edat, mentre que si el segon fos fals, l'home no es preguntaria, a propòsit del seu propi ésser: “Com vaig poder arribar a ser tan diferent? Semblo un estrany!”.
Podem veure a través del microscopi com la cèl·lula sanguínia individual té una vida al voltant d'un mes, i després mor en la melosa. Així l'home viu gràcies a la mort dels seus propis glòbuls sanguinis: aquests deuen morir perquè el cos sobrevisqui. Tot fragment de teixit muscular, cada filament nerviós i tota fibra muscular estan gradualment morint diàriament, però no ens detenim a observar aquestes morts menors que afligeixen al cos; només relativament la mort final és més important que aquestes morts anteriors. Tot això constitueix una sèrie interrompuda de transformacions que són inevitables i naturals. El desgast del nostre cos es produeix per un procés ferri de la Naturalesa, contra el qual res poden el nostre desig o la nostre voluntat. La joventut desapareix, com la llum d'un cel fosc, i sobre els nostres cossos físics cau la vellesa com la neu.
La mà de la mort toca sense pietat totes les coses. Quines coses han escapat de la mort? La petita planta que esdevé un robust arbre no pot evitar el lent decaïment o la darrera destrucció. La flor mostra el seu bell rostre perfumat només per a marcir-se miserablement. Si recordem els innombrables milions d'animals i éssers humans que han viscut i mort, bé podem pensar que el nostre planeta és un gegantesc cementiri. I, no obstant això quantes persones, entre aquests milions d'éssers després d'una vida apassionada es van detenir a pensar que la mort els seguia els passos? Només l'home que dedica alguns moments de la seva vida a la reflexió, desperta enfront de la trista inestabilitat i la depriment transitorietat que penetra la substància de tota existència humana. Gairebé tots els éssers conscients estan sumits en el temible fluix del temps, que els proporciona una fictícia sensació que la mort és alguna cosa. Tan fort és la il·lusió arrelada en les seves ments, que insensatament consideren permanent el que només pot existir durant un període limitat i no canvien de punt de vista, encara que la Naturalesa està tots els dies marcint totes les coses i duent-se a les criatures, davant els seus mateixos ulls. A tot arreu ocorre el mateix.
Innombrables rius es perden tots els dies en els grans oceans i aquests al seu torn constantment moren en el vapor atmosfèric. Els cossos de plantes i animals estableixen cercles d'intercanvis de carboni i nitrogen durant el seu creixement i decadència. Totes les formes vives del planeta estan compromeses en un corrent perenne de transformació que abasta la roda giratòria de la vida i la mort. Els fòssils són les úniques formes orgàniques que duren centenars de milers d'any, però fins i tot ells deuen morir quan els arriba el seu temps. Fins les partícules de la cadira que ens asseiem, i que sembla inert, estan minut a minut transformant-se, doncs en cas contrari no podria mostrar la vellesa que l'acorrala després d'algunes centúries, com s'observa en els objectes conservats com relíquies històriques, però el procés de canvi d'aquesta cadira és tan lent que resulta imperceptible als nostres sentits. És un procés que el vel del temps oculta als nostres ulls, perquè les transformacions de les partícules de la cadira, no es manifesten immediatament als nostres ulls. Hi ha algun moment, per tant, que pugui dir-se que la matèria de la cadira és estable? Si així fos no podríem si més no determinar la seva durada, doncs el present es dilueix constantment en el passat.
Tan aviat alguna cosa és, està deixant de ser. La seva desaparició és el sorgiment d'un instant nou i igualment incalculable. El temps mateix exemplifica així, el fluir universal, el constant moviment còsmic, la caducitat omnipresent, que no són més que altres noms de la mort. La vida de tota forma sobre la terra flueix permanentment, és un fenomen passatger tan fràgil com un fi cristall, i tan efímer com la pols que aixeca el vent. El fosc segell de la mortalitat està estampat en tots els cossos, ja sigui el d'un cuc insignificant, ja sigui el d'un gran potentat. Des dels alts Himalaies fins el jaç dels oceans; des de la cèl·lula protozoaria fins l’home més vanitós, tots estan subjectes al procés interminable, ordenat per la Llei Universal, del naixement, desgast dissolució i mort. No hi ha escapatòria a aquest fluix, que és la primera i ultima característica de tota existència. Ja es tracti d'una raça humana o d'una cadena de muntanyes, tota cosa amb forma pròpia sorgeix només per a caure víctima d'aquesta fèrria llei de la seva pròpia aparença. Aquest mateix planeta que insta als seus diminuts habitants a construir els alts edificis de grans civilitzacions, deurà algun dia, com la ciència ho sospita, declinar i dissoldre's en la nebulosa còsmica.
Un grup de ruïnes tombades a pocs quilòmetres de Labore en l'Índia, i enmig d'un cúmul de vermelles pedres aixecat en un pati de marbre, hi ha un sarcòfag destruït. Ostenta una breu inscripció: Aquí jeu Jehangir, ”Conqueridor del món” on estan ara les teves conquestes, oh, Jehangir? On estàs tu mateix?. Per ventura això no exemplifica els versos del persa Omar Kayam: “Pensem en aquesta destruïda posada, les portes dels quals van ser franquejades dia i nit, que un sultà després d'un altre, amb tota la seva pompa, van habitar durant una o dues hores per a després marxar-se”.
Només la música, reina de totes les arts, pot expressar millor que les paraules, aquesta patètica concepció de la trist mutabilitat de l'exigència terrenal. Els sobrenaturals acords màgics de la Quarta i Cinquena Simfonia de Tchaikovsky expressen aquesta veritat: “El canvi és l'única cosa certa que no canvia!. Aquesta es la suprema característica de totes les formes vives, per molts que siguin els plaers que dissimulin la seva transitorietat, i per més que desapareguin les antigues doctrines d’Heràclit i de Buda. Aquest incessant moviment de l'univers bé pot fer-nos sospitar que el Canvi en si mateix sigui la suprema realitat. Quina és la llei que sustenta aquests efímers espectacles, aquests interminables canvis?
Per a trobar una resposta, preguntem quants centenars de cucs són menjats per un ocell durant la seva vida, convertint-se així en parts mateixes del propi cos de l'au? Quants centenars d'ocells morts han estat devorats al seu torn per insectes que així han assimilat aquests cossos per a integrar-los als propis? I quants cucs, ocells i insectes s'han desintegrat en la terra per a fertilitzar-la, servir d'aliment a noves plantes i grans arbres, les formes dels quals han absorbit la substància d'aquells cucs, ocells o insectes? Pensem també que el tren que confortablement ens duu d'una ciutat a una altra, consumeix carbó que és el residu d'arbres morts fa milions d'anys, els quals reviuen així en forma d'energia que posa en moviment la locomotora. Aquest incessant intercanvi de partícules, no només d'un mateix cos, sinó també entre diferents cossos significa que res pot realment reclamar com pròpia ni la més simple partícula del cos que el sustenta. Per contra, cada partícula pertany al Tot.
On està, físicament, la veritable mort, en aquest procés de constant destrucció seguida de continu renaixement? No és més aviat un incessant moviment de vida? Per ventura la mort no és, en última instància un procés de canvi crític, gràcies al qual la vida passa d'una forma a una altra? Per ventura tot cos que mor no reneix d'alguna manera en alguna part, sota una distinta forma? Així doncs, el curs de la Naturalesa gira infinitament. Si destrueix és perquè necessita crear coses noves. Això és cert respecte a qualsevol part del seu domini, ja es tracti de la vida i destinació humanes, o de les terres i aigües del globus; ja sigui dels corrents cíclics de la història humana, bé es tracti de l'alta o baixa marea de la història animal. La destrucció i la mort no són sinó elements del seu joc; en última instància són només il·lusions, si ben molt sovint, doloroses il·lusions per a qui les suporten. Sent l'univers el que és, la mort no pot separar-se de la vida, ni la destrucció de la creació. Les convulsions de la Naturalesa, que atropellen tot un continent amb marees monstruoses o l’enfonsen amb un terratrèmol, són part de l'obra de la Ment Universal com ho es el poder creador de la Naturalesa la qual fa florir milions de magnífiques flors. Així la Ment Universal crea, sustenta i destrueix l'univers, en un sentit materialista, encara que ara comprenem que aquests tres processos no són altra cosa que aparences, en un sentit mentalista. “Res en el món desapareix, i la mort no és la destrucció sinó només el canvi i transformació de les coses”, són les irrefutables paraules escrites en un antic papir egipci.
Que la mort existeix és només una veritat a mitges. Ja que adquireix sentit únicament gràcies a la presència de la vida. I també la vida manca de significat a menys que la considerem unida a la seva bessona la mort. “El rudimentari univers va esperar que aparegués la vida”, clamaven els pensadors científics del segle passat. Imaginaven un planeta girant entorn de la seva òrbita a través de l'espai buit, durant milions d'anys, fins que va aparèixer la primera entitat vivent, en forma de gelatina, nascuda en les calentes sorres de les costes oceàniques, sota núvols que perpètuament cobrien el violent cel.
“Però mai va haver un univers mort!”, afirmen molts dels científics del nostre segle, a la llum dels seus coneixements més exactes. Així ens bressola un gran misteri i som cremats en un major. Ja que les llargues i admirables explicacions de la ciència són explicacions dels processos físic-mecànics que acompanyen al naixement i culminen en la mal rebuda mort; ni tan sols toquen la vora de l'evasiu vestit de la vida mateixa: l'element únic que ha passat de cos a cos, d'ascendent a hereu, de pares a fills, com passava el foc de torxa a torxa en els antics jocs Olímpics de Grècia. L'activitat de l'univers compleix un cicle perpetu perquè tal és el fonamental significat de la manifestació. Quan trèiem el cap per l'espectacle del procés universal, de la manera com ho estem fent aquí, sorgeix amb preeminència inqüestionable el fet que es tracta d'un procés vivent. La seva realitat permanent rau, no tant en la sorprenent multitud de formes que van i vénen quant en el fet que estan vives.
La carn és sempre símbol d'alguna cosa més que la carn. Si la mort és només una transformació i no una anul·lació, si el corrent de la vida flueix sense detenir-se a través de milers de formes distintes, tot això apunta a la permanència del corrent mateix. Podran disgregar-se innombrables cossos físics i reduir-se a pols fins desaparèixer de la nostra vista, però els nous cossos que ells fertilitzen abans i després de la mort, representen un tipus de continuïtat del corrent vital. Arribem així a la concepció que la vida pròpia de tots aquests cossos ha d'ésser per força alguna cosa a part, autosuficient i a més, permanent. Podem adjudicar algun principi o fi a aquest corrent de vida universal? No podem fer-ho. Doncs encara que rastregem la més remota i primitiva forma concebible, comprenem que aquesta va haver d’heretar la seva existència d'una altra forma precedent. La qual al seu torn, va originar-se en una d’anterior. Mantenint una constant actitud crítica, sempre retrocedirem una mica més, a través de sèries de cossos interrelacionats, però sense poder arribar a un final acceptable.
L'espurna vital que crema a través de totes aquestes sèries no té començament ni fi. El principi vital és més vast que les formes que adopta. No mor amb elles, de la mateixa manera que un riu arrossega ininterrompudament moltes coses sobre la seva superfície, sense que això signifiqui una interrupció de la seva pròpia existència. És el factor comú de totes les innombrables i petites vides individuals, que compleixen amb la seva petita vida; és el principi únic i estable implícit dintre d'aquestes vides i que les sobreviu. És la seva oculta força impulsora. No obstant això, és tan absolutament evasiva, que no podem captar-la amb la nostra capacitat física o mental, perquè és tan misteriosa com una algebraica X: símbol d'una desconeguda quantitat que en realitat existeix però que encara no ha estat descoberta. L'essència de la vida ens esquiva perquè és infinita i incondicionada. Encara que està present en tots els àtoms, i en tots els individus, no és en si, atòmica o individualitzada. Està present en l'ull, per exemple, i no obstant això, cap ull finit podrà mai percebre-la.
Quan tenim en compte les innombrables èpoques que van donar naixement a éssers conscients; quan recordem les infinites sèries de diverses existències per les quals hem hagut de passar; i quan finalment considerem la inconcebible infinitud del corrent vital, ens veiem forçats a treure la conclusió que aquest corrent vital és l'única realitat, l'única eternitat veritable. Però la vida és la germana bessona de la ment; sempre trobarem un procés d'intel·ligència al costat d'ella. Vida i ment són inseparables. Així doncs, la ment és igualment real i eterna. Si tota criatura encarnada està sotmesa a la mort que eventualment segueix al naixement, i no obstant això posseeix una essència vital que no està subjecta a la limitació d'aquesta mort, aleshores es torna intel·ligible la nostra experiència d'un fluir constant de transformacions. Ja que nosaltres sabem que es tracta de canvis només a través del contrast subconscient produït per aquesta experiència de canvi conjuminada a l'existència de l'immutable observador ocult, que està sempre present.
I el que no canvia no mor. Així, la idea mateixa de la immortalitat sorgeix en nosaltres perquè veritablement existeix un principi immortal dintre nostre. Existeix algun exemple que ens ajudi a comprendre aquests punts tan difícils? Vegem una analogia molt aclaridora. La ciència afirma que res hi ha en l'univers que no estigui sotmès al moviment constant, des de l'immens sol el moviment del qual és duplicat per la Terra, fins la infinitesimal partícula de pols, que tot just pot mostrar el microscopi però els protons del qual giren a velocitats increïbles. El moviment és, doncs, l'herència de tota existència. I el moviment significa que alguna cosa passa d'un determinat punt de l'espai a altre punt, en un lapse de temps. D'aquesta manera ens veiem obligats a reconèixer amb Einstein, que Espai, Temps i Moviment, són inseparables. Per tant, tot el que es mou ho fa en un espai —ja sigui una diminuta molècula, ja sigui un vast sistema solar—. I com la seva trajectòria és finita, no pot, al final, eludir el seu punt inicial, al que ha de retornar, de manera que tot moviment és d'anada i tornada. Tota cosa en moviment vibra cap a endarrere i cap a avant, no interessa que dit balanceig duri segons o segles.
En l'activitat d'un oceà agitat pel vent trobem un exemple del que realment significa aquesta vibració. Ona després d'ona navega cap a endavant, i cadascuna d'elles sembla una massa d'aigua separada, al pujar fins una cresta per a després caure en una depressió. Però la física ens diu que els nostres ulls s'enganyen i que en tot moment és la vibració la que passa d'una ona a una altra. Cada ona individual està constantment morint i tornant a sorgir. L'única cosa que existeix en forma constant i contínua és l'oceà com a totalitat. La vida universal, vista a través de les seves innombrables formes manifestes, està constantment engendrant ones i abandonant-les, com l'aigua en les ones, però contemplada des de la seva idiosincràsia real, ella és, en si mateixa eternament constant i homogènia com l'oceà. Mor una gota de pluja quan cau a l’oceà?.
Els antics comentaristes de la doctrina ocultista, d'Àsia, Àfrica i Amèrica, van simbolitzar la fonamental veritat respecte a l'original unitat i eterna renovació de la vida per mitjà de la representació gràfica i la llegenda d'una serp enroscada. Per que quan aquesta criatura es desprèn periòdicament de la seva vella pell, recupera el seu vigor cobrint-se d'una nova. Aquest símbol tan exacte ens parla de la repetida reencarnació de totes les coses vivents individuals, així com també de la constant transformació que sofreix la mateixa Naturalesa inanimada. Quan una serp descansa en el seu cau subterrani, en general s'enrosca sobre si mateixa en forma de cercle. Ara bé: no és possible assenyalar on comença i acaba un cercle, com tampoc seria possible assenyalar quan comença l'eternitat ni on comença i s’acaba l'espai. No només la vida retorna a l'instant on va sorgir; també el moviment universal sencer és circular. La Terra gira sobre el seu eix, i quan contemplem el firmament veiem com els cossos celestes giren entorn de les seves respectives òrbites.
És per això que els antics mestres van emprar la svástica giratòria per a simbolitzar l'etern moviment vibratori del cosmos, i la serp que devora la seva pròpia cua, com suggestiu emblema de l'acte renovació del cosmos, al mateix temps van utilitzar ambdós símbols com expressió de la seva eternitat i de la seva infinitud. Si la vida és una presència universal, no podem restringir-la a les formes que apareixen davant nostre —formes que només captem a través de les nostres limitades percepcions—. Per tant, no només tenen vida aquells éssers que tenen un aspecte vital. L'univers no pot produir coses mortes, encara que un mineral o un metall semblin inerts. La divisió química de les formes en cossos estructurats i substàncies inorgàniques; la classificació biològica de la Naturalesa en matèria animada i matèria inanimada i fins i tot, com ho estem demostrant, la divisió psicològica de la ment en conscient i inconscient, només poden ser acceptades amb fins pràctiques, però no corresponen a una veritat científica. Tard o d'hora, aquestes classificacions seran considerades com totalment arbitràries, i això esdevindrà quan les més recents investigacions hagin tret totes les conclusions pertinents. L'incessant moviment interatòmic seria suficient per a demostrar que tota substància és substància viva, que no hi ha res en l'univers que estigui mort, sigui quin sigui el seu aspecte. Fins i tot les grans roques creixen o decauen amb el temps, com molt bé ho demostren els fòssils conservats en el seu si, demostrant que el món compleix un procés vital i que la Terra no és un cúmul de matèria morta. Des del punt de vista del món com a successió de potencialitats kàrmiques que sorgeixen determinant-se mútuament en interminables sèries, és fàcil entendre que aquest món és un procés continu i no alguna cosa fixa. L'univers està viu i vibra eternament. La mort només frega la seva superfície i és l'entrada a un nou naixement. El Canvi no és en si mateix, altra cosa que una manifestació de l'Immutable. Tal és el significat de la processó de constants canvis que ens envolten.
I ja que el principi de la vida és un poder que pertany al principi de la ment, l'essència de la qual és immortal, fins i tot el nostre individual desconeixement de aquesta existència no ens priva de la nostra quota d'immortalitat. Si la mort, en el seu sentit individual i immediat ens envolta per tots costats, no és exagerat afirmar que la mort, en el seu sentit últim i general, és una noció totalment aliena a l'home que tenaçment busca el sentit de l'univers, i que valentament s’enfronta els dubtes que sorgeixen en aquest camí. Tota forma existent, és a dir, que pugui percebre's a través de tres dels nostres sentits corporals, per la seva mateixa índole ha de diferenciar-se de totes les altres formes, doncs en cas contrari no té existència real. Ha d'estar separada. Ha de suportar una forma determinada. I necessàriament, posseeix llargària, amplada i profunditat, és a dir, una forma espacial.
Però en tota experiència l'espai inclou el temps i viceversa. Cada idea és part d'un tot que la inclou i que pot expressar una categoria espai-temporal. Espai i temps són inseparables. I és el procés del canvi el qual ens brinda la idea del temps. Per tant, tota forma està inclosa també en el temps. D'aquí podem arribar a la conclusió que tot allò que assumeixi una forma representable en la ment, i tot allò que existeixi en una sèrie temporal —ja sigui el nostre cos o els objectes que l’ envolten—, es converteixen, finalment, en un aspecte concret d'aquest procés d'etern canvi. La qual cosa significa que aquesta forma és per força efímera i transitòria. Aquesta és la permanent llei de la Naturalesa. La mort —com la forma de canvi més crítica— és el pesat, però imprescindible preu que tot ser encarnat ha de pagar per viure en aquest món espai-temporal. Però no és la mort la que té l'última paraula. Doncs la veritat doble de tota aquesta qüestió és que el que no té forma ni dura en el temps, el que És més aviat que el que Està Sent, també és immortal.
Qui sóc jo? és, conseqüentment, una pregunta la resposta de la qual està lligada a la fonamental distinció entre l'ésser humà tal com ho entenem habitualment i la seva última essència oculta. Hi ha certs aspectes del seu ser òbviament transitoris, els quals podem agrupar sota la denominació de persona, però allò que sorgeix d'aquests aspectes, va més enllà de la nostra comprensió comuna. Aquí trobem la major dificultat, perquè la vida ordinària i l'educació convencional no proporcionen cap base per al concepte d'una existència que transcendeixi la relativitat i la personalitat. És també a causa d’aquesta incapacitat per a ampliar l'horitzó mental que permetria captar aquest concepte, que els homes acaben generalment degradant-lo; d’aquí la seva ànsia per perpetuar la vida personal després de la mort, sense comprendre que tots els seus defectes i limitacions per força els acompanyaran també en l'altra vida.
Aquests estudis demostraran, més endavant, que la meta final de la vida és la plenitud col·lectiva i no personal. Els qui aspiren al contrari estan condemnats a la desil·lusió. Això no significa que estiguem condemnats a la misèria. Ja que l'home posseeix una forta personalitat, també en la realització del Jo Superior existeix una satisfacció elevada, si bé menys estimulant. Totes les satisfaccions personals, són, per la seva mateixa índole, transitòries, mentre que la que sorgeix d'aquest Jo Superior és, per la seva pròpia naturalesa, l'única permanent. “No alimenteu l'irracional desig que allò canviant es torni immutable”, resa el savi consell d'un text xinès.
A la pregunta: “És aquesta vida immortal, lliure del temps i de la forma, alguna cosa més que un mer concepte teòric? És per ventura una realitat?”, la Filosofia contesta amb veu ferma: “Si. Realment existeix. És la realitat. Aquest principi universal existeix en tot home, i constitueix la seva individualitat superior”. Perquè posseeix el poder de manifestar-se com alguna cosa canviant sense canviar en si mateix, hem de donar-li el nom de principi i no de persona. És per cert el principi de tota la nostra vida i de tota la nostra consciència. Enlloc del cosmos es presenten vida i consciència separades. La una no existeix sense l'altra. Tot quant viu, ja sigui una planta o un animal, té el seu propi camp de consciència. Això és així perquè no és la vida la que produeix la ment, com afirmen els materialistes, sinó la ment la que origina la vida. La ment està en la base de totes les coses. La vida no és més que el seu aspecte dinàmic i, per consegüent, la ment és indestructible.
Els metafísics d'Orient i d'Occident han perdut molt de temps, creant molts problemes ficticis i innecessaris, al diferenciar les coses de les seves propietats, al separar la substància dels seus atributs, establint així divisions que mai han existit. Això ha desembocat en l'error de creure que l'energia pot tenir algun significat fora del de ser una abstracció teòrica; l’han considerat una cosa a part de la ment, com si aquesta pogués existir separada de la seva particular idiosincràsia activa. El món no és només una idea: és també una activitat. Ho és perquè la ment posseeix la seva pròpia energia.
El mentalisme afirma que és el pensament l'origen de les coses físiques. I ja que tot pensament és un constant fluir, al ser una successió de moments conscients, totes les coses són captades com si fossin un constant fluir de vida. Quina és la primera característica de qualsevol pensament? No està per ventura sempre i sense excepció, condemnat a morir i a esvair-se tan fatalment com va sorgir? Pot viure uns pocs segons com una fantasia interna, o uns anys com objecte exterior, però sens dubte morirà. Tota cosa plasmada no escapa a aquesta relativitat perpètuament marcada sobre tota existència terrenal, i aquesta relativitat és només explicable sobre la base de la seva índole mental. Tot pensament que desapareix contradiu el seu propi primer sorgiment. A més, l'estabilitat de les coses materials és contradita pel descobriment que són construccions mentals. Ni en les coses ni en els pensaments existeix finalitat alguna. Ja que la forma de les coses desapareix, i la seva realitat interna escapa a la percepció mental.
El mentalisme ens assegura que tant els pensaments experimentats com externs, és a dir, les impressions sensorials, com els que es perceben com interns, a saber, allò que tothom està d'acord a considerar com pensaments, per tant, les imatges que es presenten a la ment com coses físiques, així com les que apareixen com a pròpies fantasies, són creacions de la nostra activitat mental. Les primeres semblen permanents i les segones, efímeres, però les diferències sorgeixen més aviat de la captació enganyosa de la consciència que de qualsevol altre factor. Ja que és una mera diferència temporal, i el temps és simplement una forma de la consciència. Les imatges exteriors i les interiors són només dos formes distintes d'una sola activitat bàsica.
Aquest misteriós principi mental que permet l'aparició d’aquestes imatges a de ser, la base permanent de les imatges. Totes les formes materials, i totes les creacions mentals, sotmeses a la mort, reben el nom de “el contradictori”, en aquesta escola de pensament, que, per contrast denomina “el no-contradictori” a la ment que és l'essència perenne de “el contradictori”. Per sota dels canvis hi ha alguna cosa que mai canvia, alguna cosa que inclou en el seu si aquests canvis. El que s'expandeix al nostre voltant en forma de món físic, i allò percebut com món intern ideal, o món del pensament, constitueixen una unitat. Aquesta posició sembla implicar una curiosa dualitat. Intel·lectualment, això és necessàriament així, però la consciència filosòfica no ho accepta de la mateixa manera. Perquè aquesta descobreix la visió ultra mística que realment unifica tota experiència.
Per a aquesta visió desapareix tota contradicció entre aparença i realitat. Per això es diu que és el gaudi del “ioga del no contradictori”, el preu immortal d'aquells mètodes del ioga que procuren penetrar la captació d'aquesta sublim unitat.
Renaixement
Però he aquí una veu de protesta: “Què signifiquen per a nosaltres totes aquestes abstraccions impersonals? Mentre la mort entoni el seu trist càntic sobre el planeta, destruint amb el seu cant milers de vides, on queda l'esperança de la humanitat? Radica aquesta en el tot universal, en el no-res personal?, És la criatura immolada per sempre en l'altar de l'espècie, de la biologia, dels gens? Hem d’acceptar les conseqüències d'aquesta esgarrifosa veritat que tant ofèn els nostres sentiments humans?” Són raonables aquests laments, però recordem que si la vida està caracteritzada per la transitoritat també ho està la mort. La una és sempre un prefaci de l'altra. Si bé tot passa i canvia, és perquè es transforma en una altra cosa. Advertim també que si la criatura és immolada en nom de l'evolució universal, l'univers mateix és immolat a favor de l'evolució de la criatura.
L'univers no és inútil. Les experiències que proporciona a l'individu fan que aquest es pregunti un dia: “Perquè sóc aquí? D'on venim? Cap a on anem?”. Quan després de molt temps la criatura troba les respostes a aquestes preguntes, es troba a si mateixa, troba al seu veritable ésser. Aquells que demanen la supervivència personal després de la mort, durant una interminable eternitat, estan demanant, imprudentment, la perenne supervivència de tots els seus vicis i defectes morals, de totes les seves incapacitats i limitacions mentals. Això al seu torn implica que estan demanant la fixació de l'error i l'estabilització de la ignorància i del mal. Per ventura no seria preferible clamar pel progressiu canvi de la personalitat, per l'evolució de pitjor a millor, encara que això signifiqui el gradual despreniment de les característiques i trets imperfectes d'una personalitat particular, i la seva gradual transformació en un ser més sublim i superior?
No cal témer aquest pas des de la nostra personalitat inferior fins una individualitat superior. No és una reculada cap a un grau inferior al que ja posseïm, és a dir, cap a l'anul·lació, sinó un avanç cap a un grau més elevat que el que actualment posseïm, o sigui, cap a la veritable autorrealització. La consciència individual no es perd. S'expandeix, s'amplia, creix. Tot aquest renovat procés, aquesta universal afirmació que la vida és un Recomençar sempre actiu obliga a la criatura a preguntar-se el següent: Existeix en alguna part una existència immutable? I si així fos, pot la humanitat abrigar l'esperança d'alliberar-se de l'esclavitud d'aquesta roda en constant moviment per a participar d'aquesta realitat immutable?
La pressió del canvi constant ens força a buscar l'Immutable. Les tristeses ocasionades per les malalties ens obliga a sospirar per allò d’Indestructible. L'agonia de la pèrdua inesperada ens fan desitjar el Pacificador. El contacte amb la gelada mort ens duu a contemplar l'Immortal. I finalment, les confusions provocades per la pròpia ignorància ens mouen a buscar la Veritat. Tots aquests camins conflueixen en un mateix final que consisteix en el descobriment conscient del principi misteriós que vibra dintre de si mateix i que és etern i universal.
La consciència alliberada només parcialment s'allibera gràcies a la crítica transició de la mort. Les múltiples impressions que s'han acumulat durant la seva encarnació han implantat profunds desigs i hàbits. Aquestes tendències s'enganxen completament a la consciència. Al no haver comprès que en el trànsit de la mort ha de buscar-se un propòsit impersonal i superior, la consciència s'interessa massa per les seves experiències terrenals. Ha format lligams apassionats respecte a les experiències agradables i rebuigs igualment forts cap a les desagradables. Així com també, en el seu contacte amb altres persones ha estimat a moltes i ha odiat a d’altres tantes.
Totes aquestes són lligams mentals, i mentre existeixen, el “jo” necessàriament persisteix en la seva necessitat del cos físic que li va permetre tenir aquelles experiències. I com el pensament és creador, es veu impulsat, per les seves pròpies forces, és a dir, pel seu propi karma, a retornar tard o d'hora a la Terra. Tots aquests lligams necessiten d'una nova reencarnació pel seu desplegament i ajustament. Cap món es torna real per a nosaltres fins que ho experimentem, és a dir, fins que pensem en ell. Per consegüent, aquest món és totalment absorbit en el nostre ésser. No es torna real fins no convertir-se en part de la nostra consciència. Així doncs, l'esperit es veu interiorment compulsat a pensar les característiques espai-temporals que faran retornar la terra a aquesta consciència. Malgrat això, abans que això succeeixi, la Naturalesa força a la matèria a travessar el període intermedi del somni en el qual les experiències terrenals recentment formades són, en primer lloc, digerides mentalment. Aquest interval és seguit d'un altre període en el que l'ésser total descansa i es recupera, en un dormir profund, preparant-se així per a la seva pròxima tornada a la terra.
El corrent mental de l'individu flueix en una contínua circulació a través de les encarnacions, cap de les quals l'esgota. Vàrem Ser i serem.
Cap vida s'acaba: ha de ser en algun lloc o en algun temps. Així doncs, el naixement de tot nen no és mai un accident biològic, sinó una necessitat psicològica. La unió sexual reuneix dues cèl·lules, que es fonen en un sol germen que creix, però que no crea nova vida. Només crea les condicions en les quals una vella vida pot expressar-se. Karma lliga un acte a les seves conseqüències, però no tant per la llei de la recompensa i el càstig, com pel fet més profund de que la ment és contínua i que totes les coses són mentals. Si actua a través d'una successió de persones aparentment diferents, es deu al fet que tots estan lligats a aquesta continuïtat. Els esdeveniments agradables i els errors amargs de la vida sorgeixen naturalment. Difereixen les mentalitats i les perspectives de vida dels homes perquè l'amplitud de les segones depèn de la qualitat de les primeres. En darrera anàlisi, mentalitat i perspectiva són resultats obtinguts en naixements previs. Cap experiència es perd. Tots els innombrables records d'innombrables vides s'han assimilat subconscientment, transmutant-se en saviesa, en consciència, en tendències i en intuïcions que sorgeixen en l'home sense que aquest pugui determinar el seu origen, però que influeixen en la seva vida i en el seu caràcter.
No obstant això, aquest procés és llarg i lent. No podem saltar les tanques que ens separen del final de la carrera. Qui sap quantes repeticions de la mateixa amarga experiència, quants retorns a la vacil·lant carn, es necessiten abans de completar aquestes metes de manera total i efectiva? La direcció essencial és la correcta. No hi ha detenció possible. Hem d’evolucionar o degenerar. No hi ha un interval fix entre dues reencarnacions. El karma individual, modificat pel karma evolutiu del planeta, decideix en cada cas la seva durada. En conseqüència un home pot renéixer després d'un any o després de milers d'anys. Però no serà possible prendre un nou cos fins que la carn de l'anterior no s'hagi convertit en pols.
La possibilitat de renaixement és curiosament demostrada pel dormir. AL dormir ens sumim en una vida onírica o en la inconsciència. El mateix succeeix al morir. Cada matí renaixem de l'aparent no res, conservant intactes el nostre caràcter i tendències particulars. La meravella del renaixement no és així diferent de la meravella del despertar cada matí amb la nostra pròpia identitat. El dogma de l'església catòlica que afirma: “Crec en la resurrecció de la carn”, resulta inexplicable a menys que es refereixi a una renovada aparició sobre la terra en el sentit que li hem donat aquí. Els qui vivim actualment en l'escenari mundial som testimonis inconscients de la derrota de la mort.
Aquells que comprenen la inevitabilitat de les repetides reencarnacions humanes sobre la terra, no necessiten témer a la mort. Aquí, poden trobar, en el renaixement, si ho desitgen, el consol de la personalitat, així com uns altres trobaran en el Jo superior l'aspiració a una individualitat més elevada. També podran trobar aquí, una vegada més, als seus éssers benvolguts. Així, doncs, en la història del cos humà hem assumit una nova vestidura carnal, no una sinó moltes vegades. La relació entre aquests diferents naixements pot entendre's millor comprenent la connexió entre els diversos aspectes d'un ésser humà a les edats de dos, vint, quaranta i setanta anys respectivament. Si bé no podem afirmar que és exactament la mateixa persona en cada edat, i si bé cal admetre que cadascun d'aquests moments és hereu dels anteriors, així també la reencarnació següent no és precisament la mateixa que l'anterior, sinó només la seva hereva. En cada reencarnació se sumen les prèvies existències, o sigui, tots els esforços anteriors de la Naturalesa, orientats en una determinada direcció. El camí que es recorre és llarg però no infinit. Amb l'última lliçó d'aquesta terra, i el primer principi de l'ésser, ben assimilats, acabarem amb l’esgotadora roda de les reencarnacions. Després, d'acord amb el temperament i les tendències ètiques desenvolupades, continuarem transitant per un dels següents tres camins:
Primer podem elegir el submergir-nos per a sempre en la ment universal, abandonant el llast del petit jo que es perdrà en el vast espai.
En segon lloc, podem deixar aquest planeta per a habitar una estrella més elevada, on les formes i graus d'existència siguin més subtils i eteris. Hi ha altres esferes celestes habitades, algunes inferiors i altres superiors a la terra, en l'escala evolutiva. Tot ser humà de gran desenvolupament espiritual, que hagi superat les possibilitats del nostre planeta, guanya el dret de reencarnar-se en un cos celeste habitat per éssers més evolucionats que els humans. Però això succeeix molt rares vegades.
En tercer lloc, ens és possible, adoptant una actitud de commovedora pietat, assumir el terrible sacrifici de rebutjar les recompenses guanyades amb tota justícia, per a reencarnar novament en la terra amb l'objecte d'ajudar als que es debaten enmig de la foscor, de la ignorància i la desesperació. En aquesta darrera instància, destinat per autodeterminació a descendir al plànol terrenal una vegada i una altra, enmig de la humanitat, aquest ser mai serà comprès i moltes vegades haurà de sofrir el desagraïment dels qui ha vingut a socórrer. Així com el desig fortament arrelat obliga a l'home comú a repetir les seves humanes existències, així també la compassió fortament sentida, sotmet al savi a la tornada al nostre planeta. De vegades succeeix que un ésser diví d'una altre planeta es reencarna deliberadament per a ajudar a la ignorant humanitat, durant o després d'un període històric crític; això succeeix, principalment, quan el caràcter humà naufraga en el profund materialisme i ha de suportar els consegüents sofriments. Aquests successos necessàriament estan coberts per un mantell de misteri. Representa un immens sacrifici, una veritable crucifixió de la consciència.
Pels mortals que en menor nombre han de tornar a reencarnar-se de grau o per força, hi ha sempre l'oportunitat de barrejar una mica d'altruisme als desigs que ens fan retornar a la carn temptadora. L'anhel de servir a la humanitat pot d’aquesta manera jugar el seu paper en la modificació del karma, i en la determinació del caràcter de la pròxima encarnació.
La jove mística del segle XVII, Santa Teresa, va expressar, mentre jeia en el llit de mort, una poderosa intuïció de l'existència d'aquest camí, interpretat en un sentit restringit i no físic. “La beatitud del cel no m'atreu”, va exclamar, “desitjo fer un cel del retorn a la terra per a ajudar als altres. La meva aspiració és tornar a treballar aquí”. A l'objecció ortodoxa de la seva germana: “Ens miraràs des del cel”?, la meravellosa i beneïda dona va contestar: “No, tornaré. Per ventura Déu em donaria aquest desig durador de fer el bé en la terra després de la meva mort, si no pensés satisfer-lo?”.
La humanitat pot arribar a la seva plenitud espiritual només en l'estat de vigília del món físic. Això és així perquè les regions que hi ha més enllà de la mort, que aquí descrivim, són els equivalents dels estats del somni i del dormir. L'esperit imperfecte necessita retornar novament a la terra, perquè només aquí pot trobar les condicions adequades per al seu progrés. Tal és la justificació final del Renaixement.
És obligació de la filosofia, no impedir la mort, ja que li és impossible contradir alguna cosa tan inherent a la naturalesa mateixa de les coses, sinó proporcionar-nos una comprensió més clara del significat de la mort, un coratge més profund per a enfrontar l'aventura final amb major calma, gràcies a la qual cosa puguem contemplar el que pocs poden deixar de fer. La filosofia ens revela que la mort no és una altra cosa que un canvi de vestit, la qual cosa hem fet moltes vegades, en circumstàncies prèvies, i és molt probable que continuem fent-lo moltes vegades més. Ens ensenya que devem abandonar l'actitud convencional, basada en la ignorància, per a comprendre que naixement i mort són parts del procés d'educació de la humanitat. Quan identifiquem el pensament de el “jo”, que sempre sorgeix primer, només amb el cos, que sempre apareix en segon terme, trastoquem l'escala dels valors limitant el factor més ampli al menor.
A través d'aquest error inicial, no només augmentem els nostres dolors i les nostres penes, sinó que a més omplim els nostres cors amb temors innecessaris. Però quan ens adonem que som conscients, i que aquesta experiència és la més directa de totes, arribem el punt clau de la comprensió que ens permet establir la diferència entre ambdós pensaments. La filosofia ens col·loca en el just camí per a aconseguir aquest miracle. No és molt millor pensar que la mort és l'amiga eterna de l'home, i no la seva pitjor enemiga? Que arriba a l'existència de l'home des d'una font benefactora i no des d'un lloc pervers? Que l’atura perquè no continuï errant per camins equivocats? No és per ventura millor pensar amb Plató que “la mera preservació i continuïtat de la vida no és la cosa més honorable que pugui succeir als homes, com ho creu el poble, sinó la continuïtat de la vida millor mentre vivim?”
La mort recorda a l'home que el benestar físic no és suficient, l'allibera quan les càrregues físiques demostren ser massa pesades. Si bé és cert que posa fi a les seves estimades esperances, també és cert que acaba amb les seves pitjors malalties i els seus dolors crònics. Quan l'esposa del místic xinès Chuang Tzu va morir, aquest va dir a un dels seus deixebles: “Si algú està cansat, no el perseguirem amb crits i xiscles. La dona que he perdut, s'ha posat a dormir per un moment. Interrompre el seu descans amb el soroll dels laments, només demostrarà que no se res sobre la divina llei de la Naturalesa”.
Després de la paraula “amor”’ la paraula “mort” és la menys compresa i més procliu als errors, de totes quantes existeixen en el llenguatge. L'home s'alarma enormement quan el cos interromp les seves activitats, però mai vessa una sola llàgrima sobre els milers d'éssers que ja estan espiritualment morts. La seva alarma és innecessària. Quan hagi descobert l'endevinalla del seu ésser vivent, haurà descobert també l'enigma del seu ésser mort. Ja que aleshores descobrirà la magna veritat que ell és infinitament superior del que sembla. Els pensaments i les coses desapareixeran, però mai s'evaporarà la seva pròpia essència. Està fet de la mateixa matèria que la realitat. Quan hagi comprès en què consisteix el seu propi estat, no tindrà por d'arribar al trist final de les coses terrenals. Podran els familiars en dol llançar el seu munt d'ossos i carn a una caixa de fusta, però no podran introduir-lo a ell dintre del taüt. No s'ha cavat tomba alguna per a l'home; la fossa només conté la seva carn deteriorada, i res més. Quan la nostra vida arriba a la seva resplendor nocturna, no podem nodrir-nos de la idea de la total anul·lació. L'instint animal i la reflexió humana ens adverteixen que el viatge del bressol al crematori, no pot culminar en el no-res.
No em de parar esment a aquest malenconiós postulat quan comprenem que el principi de la vida està present a tot arreu, i que assumeix una infinita varietat de formes espai-temporals que superen la nostra actual percepció. Només la nostra part inferior pot desaparèixer la superior sobreviu eternament. L'anul·lació no és la nostra destinació. Per tant, és millor creure que la mort és tan necessària com el seu germà bessó, el naixement, i tan pietosa com el descans del somni familiar. És més encertat creure que es tracta d'un episodi de la vida, i no d'un final d'aquesta, és a dir, un instant entre l'eternitat, enmig d'una llarga sèrie. És un perllongat somni i un dormir encara més llarg. Aquell el cos del qual és devorat pels cucs, o cremat pel foc, roman intocable i incòlume. La seva personalitat retorna tan certament com el sol de matí, mentre que la seva essència, ni ha partit ni retorna: És!
Escrivim aquestes paraules, no sobre la base d'una esperança teològica, sinó recolzats en una sòlida certesa. Sobre aquest punt, ciència, misticisme i metafísica, es combinen per a parlar amb la mateixa veu. Això no és alguna cosa veritable avui, ja que serà sempre una veritat, perquè transcendeix les condicions, històriques i geogràfiques. El temps mai pot deteriorar una veritat semblant.
En veritat, sobreviurem a l'aguda espina de l'escorpí de la mort, perquè el "jo" no li deu res al cos per a la seva pròpia existència sinó que per contra, extreu la seva vida d'aquella individualitat superior que està per sobre de la personalitat, mantenint-se indiferent i permanent, sense ser afectat pel naixement i la mort: el Jo superior.
[1] El Mentalisme es un corrent de la Filosofía Perenne de la Humanitat, àmpliament difòs al llarg dels segles i a l’ample de tots els continents. Expressat en termes del nostre àmbit cultural, deriva del seu principi fonamental que estableix que la Ment és la única realitat, la única sustància, la única existència. Les coses són les nostres idees que són sustentades per la nostre ment. Afirma que en darrera instància no hi ha res més que la Ment. Un dels exponents clàssics d’aquesta linia de pensament és remunta a l’Antic Egipte, s’anomena El Kybalió, en ocasions “La Taula de Maragda”.
Però he aquí una veu de protesta: “Què signifiquen per a nosaltres totes aquestes abstraccions impersonals? Mentre la mort entoni el seu trist càntic sobre el planeta, destruint amb el seu cant milers de vides, on queda l'esperança de la humanitat? Radica aquesta en el tot universal, en el no-res personal?, És la criatura immolada per sempre en l'altar de l'espècie, de la biologia, dels gens? Hem d’acceptar les conseqüències d'aquesta esgarrifosa veritat que tant ofèn els nostres sentiments humans?” Són raonables aquests laments, però recordem que si la vida està caracteritzada per la transitoritat també ho està la mort. La una és sempre un prefaci de l'altra. Si bé tot passa i canvia, és perquè es transforma en una altra cosa. Advertim també que si la criatura és immolada en nom de l'evolució universal, l'univers mateix és immolat a favor de l'evolució de la criatura.
L'univers no és inútil. Les experiències que proporciona a l'individu fan que aquest es pregunti un dia: “Perquè sóc aquí? D'on venim? Cap a on anem?”. Quan després de molt temps la criatura troba les respostes a aquestes preguntes, es troba a si mateixa, troba al seu veritable ésser. Aquells que demanen la supervivència personal després de la mort, durant una interminable eternitat, estan demanant, imprudentment, la perenne supervivència de tots els seus vicis i defectes morals, de totes les seves incapacitats i limitacions mentals. Això al seu torn implica que estan demanant la fixació de l'error i l'estabilització de la ignorància i del mal. Per ventura no seria preferible clamar pel progressiu canvi de la personalitat, per l'evolució de pitjor a millor, encara que això signifiqui el gradual despreniment de les característiques i trets imperfectes d'una personalitat particular, i la seva gradual transformació en un ser més sublim i superior?
No cal témer aquest pas des de la nostra personalitat inferior fins una individualitat superior. No és una reculada cap a un grau inferior al que ja posseïm, és a dir, cap a l'anul·lació, sinó un avanç cap a un grau més elevat que el que actualment posseïm, o sigui, cap a la veritable autorrealització. La consciència individual no es perd. S'expandeix, s'amplia, creix. Tot aquest renovat procés, aquesta universal afirmació que la vida és un Recomençar sempre actiu obliga a la criatura a preguntar-se el següent: Existeix en alguna part una existència immutable? I si així fos, pot la humanitat abrigar l'esperança d'alliberar-se de l'esclavitud d'aquesta roda en constant moviment per a participar d'aquesta realitat immutable?
La pressió del canvi constant ens força a buscar l'Immutable. Les tristeses ocasionades per les malalties ens obliga a sospirar per allò d’Indestructible. L'agonia de la pèrdua inesperada ens fan desitjar el Pacificador. El contacte amb la gelada mort ens duu a contemplar l'Immortal. I finalment, les confusions provocades per la pròpia ignorància ens mouen a buscar la Veritat. Tots aquests camins conflueixen en un mateix final que consisteix en el descobriment conscient del principi misteriós que vibra dintre de si mateix i que és etern i universal.
La consciència alliberada només parcialment s'allibera gràcies a la crítica transició de la mort. Les múltiples impressions que s'han acumulat durant la seva encarnació han implantat profunds desigs i hàbits. Aquestes tendències s'enganxen completament a la consciència. Al no haver comprès que en el trànsit de la mort ha de buscar-se un propòsit impersonal i superior, la consciència s'interessa massa per les seves experiències terrenals. Ha format lligams apassionats respecte a les experiències agradables i rebuigs igualment forts cap a les desagradables. Així com també, en el seu contacte amb altres persones ha estimat a moltes i ha odiat a d’altres tantes.
Totes aquestes són lligams mentals, i mentre existeixen, el “jo” necessàriament persisteix en la seva necessitat del cos físic que li va permetre tenir aquelles experiències. I com el pensament és creador, es veu impulsat, per les seves pròpies forces, és a dir, pel seu propi karma, a retornar tard o d'hora a la Terra. Tots aquests lligams necessiten d'una nova reencarnació pel seu desplegament i ajustament. Cap món es torna real per a nosaltres fins que ho experimentem, és a dir, fins que pensem en ell. Per consegüent, aquest món és totalment absorbit en el nostre ésser. No es torna real fins no convertir-se en part de la nostra consciència. Així doncs, l'esperit es veu interiorment compulsat a pensar les característiques espai-temporals que faran retornar la terra a aquesta consciència. Malgrat això, abans que això succeeixi, la Naturalesa força a la matèria a travessar el període intermedi del somni en el qual les experiències terrenals recentment formades són, en primer lloc, digerides mentalment. Aquest interval és seguit d'un altre període en el que l'ésser total descansa i es recupera, en un dormir profund, preparant-se així per a la seva pròxima tornada a la terra.
El corrent mental de l'individu flueix en una contínua circulació a través de les encarnacions, cap de les quals l'esgota. Vàrem Ser i serem.
Cap vida s'acaba: ha de ser en algun lloc o en algun temps. Així doncs, el naixement de tot nen no és mai un accident biològic, sinó una necessitat psicològica. La unió sexual reuneix dues cèl·lules, que es fonen en un sol germen que creix, però que no crea nova vida. Només crea les condicions en les quals una vella vida pot expressar-se. Karma lliga un acte a les seves conseqüències, però no tant per la llei de la recompensa i el càstig, com pel fet més profund de que la ment és contínua i que totes les coses són mentals. Si actua a través d'una successió de persones aparentment diferents, es deu al fet que tots estan lligats a aquesta continuïtat. Els esdeveniments agradables i els errors amargs de la vida sorgeixen naturalment. Difereixen les mentalitats i les perspectives de vida dels homes perquè l'amplitud de les segones depèn de la qualitat de les primeres. En darrera anàlisi, mentalitat i perspectiva són resultats obtinguts en naixements previs. Cap experiència es perd. Tots els innombrables records d'innombrables vides s'han assimilat subconscientment, transmutant-se en saviesa, en consciència, en tendències i en intuïcions que sorgeixen en l'home sense que aquest pugui determinar el seu origen, però que influeixen en la seva vida i en el seu caràcter.
No obstant això, aquest procés és llarg i lent. No podem saltar les tanques que ens separen del final de la carrera. Qui sap quantes repeticions de la mateixa amarga experiència, quants retorns a la vacil·lant carn, es necessiten abans de completar aquestes metes de manera total i efectiva? La direcció essencial és la correcta. No hi ha detenció possible. Hem d’evolucionar o degenerar. No hi ha un interval fix entre dues reencarnacions. El karma individual, modificat pel karma evolutiu del planeta, decideix en cada cas la seva durada. En conseqüència un home pot renéixer després d'un any o després de milers d'anys. Però no serà possible prendre un nou cos fins que la carn de l'anterior no s'hagi convertit en pols.
La possibilitat de renaixement és curiosament demostrada pel dormir. AL dormir ens sumim en una vida onírica o en la inconsciència. El mateix succeeix al morir. Cada matí renaixem de l'aparent no res, conservant intactes el nostre caràcter i tendències particulars. La meravella del renaixement no és així diferent de la meravella del despertar cada matí amb la nostra pròpia identitat. El dogma de l'església catòlica que afirma: “Crec en la resurrecció de la carn”, resulta inexplicable a menys que es refereixi a una renovada aparició sobre la terra en el sentit que li hem donat aquí. Els qui vivim actualment en l'escenari mundial som testimonis inconscients de la derrota de la mort.
Aquells que comprenen la inevitabilitat de les repetides reencarnacions humanes sobre la terra, no necessiten témer a la mort. Aquí, poden trobar, en el renaixement, si ho desitgen, el consol de la personalitat, així com uns altres trobaran en el Jo superior l'aspiració a una individualitat més elevada. També podran trobar aquí, una vegada més, als seus éssers benvolguts. Així, doncs, en la història del cos humà hem assumit una nova vestidura carnal, no una sinó moltes vegades. La relació entre aquests diferents naixements pot entendre's millor comprenent la connexió entre els diversos aspectes d'un ésser humà a les edats de dos, vint, quaranta i setanta anys respectivament. Si bé no podem afirmar que és exactament la mateixa persona en cada edat, i si bé cal admetre que cadascun d'aquests moments és hereu dels anteriors, així també la reencarnació següent no és precisament la mateixa que l'anterior, sinó només la seva hereva. En cada reencarnació se sumen les prèvies existències, o sigui, tots els esforços anteriors de la Naturalesa, orientats en una determinada direcció. El camí que es recorre és llarg però no infinit. Amb l'última lliçó d'aquesta terra, i el primer principi de l'ésser, ben assimilats, acabarem amb l’esgotadora roda de les reencarnacions. Després, d'acord amb el temperament i les tendències ètiques desenvolupades, continuarem transitant per un dels següents tres camins:
Primer podem elegir el submergir-nos per a sempre en la ment universal, abandonant el llast del petit jo que es perdrà en el vast espai.
En segon lloc, podem deixar aquest planeta per a habitar una estrella més elevada, on les formes i graus d'existència siguin més subtils i eteris. Hi ha altres esferes celestes habitades, algunes inferiors i altres superiors a la terra, en l'escala evolutiva. Tot ser humà de gran desenvolupament espiritual, que hagi superat les possibilitats del nostre planeta, guanya el dret de reencarnar-se en un cos celeste habitat per éssers més evolucionats que els humans. Però això succeeix molt rares vegades.
En tercer lloc, ens és possible, adoptant una actitud de commovedora pietat, assumir el terrible sacrifici de rebutjar les recompenses guanyades amb tota justícia, per a reencarnar novament en la terra amb l'objecte d'ajudar als que es debaten enmig de la foscor, de la ignorància i la desesperació. En aquesta darrera instància, destinat per autodeterminació a descendir al plànol terrenal una vegada i una altra, enmig de la humanitat, aquest ser mai serà comprès i moltes vegades haurà de sofrir el desagraïment dels qui ha vingut a socórrer. Així com el desig fortament arrelat obliga a l'home comú a repetir les seves humanes existències, així també la compassió fortament sentida, sotmet al savi a la tornada al nostre planeta. De vegades succeeix que un ésser diví d'una altre planeta es reencarna deliberadament per a ajudar a la ignorant humanitat, durant o després d'un període històric crític; això succeeix, principalment, quan el caràcter humà naufraga en el profund materialisme i ha de suportar els consegüents sofriments. Aquests successos necessàriament estan coberts per un mantell de misteri. Representa un immens sacrifici, una veritable crucifixió de la consciència.
Pels mortals que en menor nombre han de tornar a reencarnar-se de grau o per força, hi ha sempre l'oportunitat de barrejar una mica d'altruisme als desigs que ens fan retornar a la carn temptadora. L'anhel de servir a la humanitat pot d’aquesta manera jugar el seu paper en la modificació del karma, i en la determinació del caràcter de la pròxima encarnació.
La jove mística del segle XVII, Santa Teresa, va expressar, mentre jeia en el llit de mort, una poderosa intuïció de l'existència d'aquest camí, interpretat en un sentit restringit i no físic. “La beatitud del cel no m'atreu”, va exclamar, “desitjo fer un cel del retorn a la terra per a ajudar als altres. La meva aspiració és tornar a treballar aquí”. A l'objecció ortodoxa de la seva germana: “Ens miraràs des del cel”?, la meravellosa i beneïda dona va contestar: “No, tornaré. Per ventura Déu em donaria aquest desig durador de fer el bé en la terra després de la meva mort, si no pensés satisfer-lo?”.
La humanitat pot arribar a la seva plenitud espiritual només en l'estat de vigília del món físic. Això és així perquè les regions que hi ha més enllà de la mort, que aquí descrivim, són els equivalents dels estats del somni i del dormir. L'esperit imperfecte necessita retornar novament a la terra, perquè només aquí pot trobar les condicions adequades per al seu progrés. Tal és la justificació final del Renaixement.
És obligació de la filosofia, no impedir la mort, ja que li és impossible contradir alguna cosa tan inherent a la naturalesa mateixa de les coses, sinó proporcionar-nos una comprensió més clara del significat de la mort, un coratge més profund per a enfrontar l'aventura final amb major calma, gràcies a la qual cosa puguem contemplar el que pocs poden deixar de fer. La filosofia ens revela que la mort no és una altra cosa que un canvi de vestit, la qual cosa hem fet moltes vegades, en circumstàncies prèvies, i és molt probable que continuem fent-lo moltes vegades més. Ens ensenya que devem abandonar l'actitud convencional, basada en la ignorància, per a comprendre que naixement i mort són parts del procés d'educació de la humanitat. Quan identifiquem el pensament de el “jo”, que sempre sorgeix primer, només amb el cos, que sempre apareix en segon terme, trastoquem l'escala dels valors limitant el factor més ampli al menor.
A través d'aquest error inicial, no només augmentem els nostres dolors i les nostres penes, sinó que a més omplim els nostres cors amb temors innecessaris. Però quan ens adonem que som conscients, i que aquesta experiència és la més directa de totes, arribem el punt clau de la comprensió que ens permet establir la diferència entre ambdós pensaments. La filosofia ens col·loca en el just camí per a aconseguir aquest miracle. No és molt millor pensar que la mort és l'amiga eterna de l'home, i no la seva pitjor enemiga? Que arriba a l'existència de l'home des d'una font benefactora i no des d'un lloc pervers? Que l’atura perquè no continuï errant per camins equivocats? No és per ventura millor pensar amb Plató que “la mera preservació i continuïtat de la vida no és la cosa més honorable que pugui succeir als homes, com ho creu el poble, sinó la continuïtat de la vida millor mentre vivim?”
La mort recorda a l'home que el benestar físic no és suficient, l'allibera quan les càrregues físiques demostren ser massa pesades. Si bé és cert que posa fi a les seves estimades esperances, també és cert que acaba amb les seves pitjors malalties i els seus dolors crònics. Quan l'esposa del místic xinès Chuang Tzu va morir, aquest va dir a un dels seus deixebles: “Si algú està cansat, no el perseguirem amb crits i xiscles. La dona que he perdut, s'ha posat a dormir per un moment. Interrompre el seu descans amb el soroll dels laments, només demostrarà que no se res sobre la divina llei de la Naturalesa”.
Després de la paraula “amor”’ la paraula “mort” és la menys compresa i més procliu als errors, de totes quantes existeixen en el llenguatge. L'home s'alarma enormement quan el cos interromp les seves activitats, però mai vessa una sola llàgrima sobre els milers d'éssers que ja estan espiritualment morts. La seva alarma és innecessària. Quan hagi descobert l'endevinalla del seu ésser vivent, haurà descobert també l'enigma del seu ésser mort. Ja que aleshores descobrirà la magna veritat que ell és infinitament superior del que sembla. Els pensaments i les coses desapareixeran, però mai s'evaporarà la seva pròpia essència. Està fet de la mateixa matèria que la realitat. Quan hagi comprès en què consisteix el seu propi estat, no tindrà por d'arribar al trist final de les coses terrenals. Podran els familiars en dol llançar el seu munt d'ossos i carn a una caixa de fusta, però no podran introduir-lo a ell dintre del taüt. No s'ha cavat tomba alguna per a l'home; la fossa només conté la seva carn deteriorada, i res més. Quan la nostra vida arriba a la seva resplendor nocturna, no podem nodrir-nos de la idea de la total anul·lació. L'instint animal i la reflexió humana ens adverteixen que el viatge del bressol al crematori, no pot culminar en el no-res.
No em de parar esment a aquest malenconiós postulat quan comprenem que el principi de la vida està present a tot arreu, i que assumeix una infinita varietat de formes espai-temporals que superen la nostra actual percepció. Només la nostra part inferior pot desaparèixer la superior sobreviu eternament. L'anul·lació no és la nostra destinació. Per tant, és millor creure que la mort és tan necessària com el seu germà bessó, el naixement, i tan pietosa com el descans del somni familiar. És més encertat creure que es tracta d'un episodi de la vida, i no d'un final d'aquesta, és a dir, un instant entre l'eternitat, enmig d'una llarga sèrie. És un perllongat somni i un dormir encara més llarg. Aquell el cos del qual és devorat pels cucs, o cremat pel foc, roman intocable i incòlume. La seva personalitat retorna tan certament com el sol de matí, mentre que la seva essència, ni ha partit ni retorna: És!
Escrivim aquestes paraules, no sobre la base d'una esperança teològica, sinó recolzats en una sòlida certesa. Sobre aquest punt, ciència, misticisme i metafísica, es combinen per a parlar amb la mateixa veu. Això no és alguna cosa veritable avui, ja que serà sempre una veritat, perquè transcendeix les condicions, històriques i geogràfiques. El temps mai pot deteriorar una veritat semblant.
En veritat, sobreviurem a l'aguda espina de l'escorpí de la mort, perquè el "jo" no li deu res al cos per a la seva pròpia existència sinó que per contra, extreu la seva vida d'aquella individualitat superior que està per sobre de la personalitat, mantenint-se indiferent i permanent, sense ser afectat pel naixement i la mort: el Jo superior.
[1] El Mentalisme es un corrent de la Filosofía Perenne de la Humanitat, àmpliament difòs al llarg dels segles i a l’ample de tots els continents. Expressat en termes del nostre àmbit cultural, deriva del seu principi fonamental que estableix que la Ment és la única realitat, la única sustància, la única existència. Les coses són les nostres idees que són sustentades per la nostre ment. Afirma que en darrera instància no hi ha res més que la Ment. Un dels exponents clàssics d’aquesta linia de pensament és remunta a l’Antic Egipte, s’anomena El Kybalió, en ocasions “La Taula de Maragda”.
ELS 7 PRINCIPIS DE HUNA
Versió lliure.
1.El món és el que un pensa que és.
Parlem aquí de pensar en un sentit ampli, en el qual estan incloses les idees, creences, conviccions, supòsits i imatges mentals, tant en el seu aspecte conscient com inconscient. Aquest principi sosté bàsicament que els nostres pensaments contribueixen a generar la nostra experiència de la realitat. Dit principi es pot entendre en un nivell més literal i en un altre més metafísic o esotèric.
Des d'un punt de vista més literal el que assevera és que no són els fets els qui determinen la nostra experiència de la realitat, sinó les idees, judicis i interpretacions que tenim sobre ells. Per exemple, aconseguir un ascens en el treball és un fet. Aquest fet canvia la nostra realitat, però el canvi depèn no només del fet, sinó de les nostres creences (conscients i inconscients) respecte al mateix. Si pensem per exemple, que som aptes per a la nova ocupació, que aquest és merescut i favorable al nostre creixement, tindrem un tipus particular d'experiència. Si pensem en canvi, que el nou lloc implica massa responsabilitat, que no estem capacitats per a ell o que altra persona està més preparada que nosaltres per a aquesta funció, la nostra experiència serà molt diferent.
En un nivell menys evident el que afirma aquest principi és que van ser també les nostres creences i conviccions les que van contribuir a l'ascens. Diem van contribuir perquè nosaltres no controlem del tot la realitat. La realitat és el resultat de la confluència d'infinitat de variables. Les nostres creences poden afavorir o no l'ascens, però no poden determinar que succeeixi en un moment i lloc determinats.
La imatge que tenim de nosaltres mateixos, les creences respecte a com som i de quins són els nostres talents, defectes i possibilitats en la vida, obriran alguns camins i tancaran uns altres, facilitaran certs assoliments i no uns altres. En relació a l'exemple de l'ascens, podríem dir que si en línies generals creiem que podem aconseguir millors posicions laborals, és més factible que les aconseguim. No podem forçar un ascens, però si podem crear condicions per a aconseguir d'alguna manera un lloc millor en algun moment.
Des d'una perspectiva més metafísica i esotèrica, l'asseveració subjacent a aquest principi és que els pensaments són energia electromagnètica. Els pensaments són una forma molt subtil de matèria, són energia. Aquesta energia té la capacitat d'atreure circumstàncies, a la manera d'un imant, i de cristal·litzar-se en el que anomenem realitat objectiva. Què vol dir això? que l'energia dels pensaments, quan té suficient força o càrrega energètica crea formes. Crea el que som i les nostres circumstàncies. Si prenem novament l'exemple de l'ascens, podríem dir que una forta convicció respecte a que aconseguirem un millor lloc pot atreure concretament aquesta possibilitat de diferents maneres. Potser veurem casualment un avís en el diari, quan no solem llegir aquest diari, o un amic ens cridarà per a donar-nos aquesta informació, o algú de sobte ens ofereix una connexió inesperada. El pensament "estic convençut que puc trobar un treball millor" es manifesta concretament en una cadena d'esdeveniments que poden concloure en l'oferta d'un millor treball.
Una vegada més, això no vol dir que individualment podem concretar tot el que volem a cada moment. Per a generar l'energia suficient perquè alguna cosa es manifesti a la realitat objectiva, moltes vegades hem necessitat que tot un grup humà o comunitat pensi en la mateixa direcció. Per a arribar a la Lluna, per exemple, va ser necessari esperar que molta gent ho cregués possible. Molt abans que comencessin els preparatius concrets per a aquesta travessa, havia estat només una fantasia en el cap d'alguns visionaris, però va poder concretar-se quan molts la van creure possible.
Quan tenen la força necessària els nostres pensaments produeixen efectes en el nostre cos, en la nostra salut, en la nostra relació amb nosaltres mateixos, amb els altres i amb tot el que ens entorna. Poden també manifestar els nostres desigs, metes i projectes. Els pensaments operen com co-creadors de la nostra realitat. En línies generals, pensaments saludables creen condicions físiques saludables, pensaments harmoniosos generen relacions harmonioses, creences de prosperitat generen prosperitat.
2.No existeixen límits.
¿Qui no ha tingut l'experiència d'estar pensant en una persona i al cap d’una estona ens el trobem, o ens truca per telèfon, o ens arriba una carta inesperada...? o al revés, tenir l'impuls de posar-nos en contacte amb algú i ens assabentem que aquesta persona estava pensant en nosaltres en aquest mateix moment?.
Com aquests es podrien citar molts exemples per a adonar d'un dels significats d'aquest principi: que tot està connectat. En termes de l'esperit, de la informació i l'energia no existeixen separacions, no hi ha fronteres ni límits, tot es connecta i comunica entre si. La nostra ment amb el nostre cos i viceversa, les persones entre si, les persones amb el medi ambient i aquest amb les persones, etc. Rebem i emetem informació i estem connectats espiritual i energèticament amb tot el que ens envolta, encara que per distints motius no siguem totalment conscients d'això. La telepatia i la clarividència per exemple, són possibles per aquesta raó. Podem rebre i emetre informació de i a tot el que ens envolta, independentment de la distància a la qual es trobi allò amb el que establim contacte, precisament perquè no existeixen fronteres.
L'altre sentit d'aquest principi té a veure amb que tot és possible, o sigui, que no existeixen límits per a les possibilitats. En els camps de la ciència, l'educació, la tecnologia i la informàtica, existeixen molts exemples de coses que es consideraven impossibles i que ara no ho són. La ciència i la tecnologia ens han permès transcendir els límits del nostre sistema de percepció.
Com tothom sap, es van inventar instruments que poden captar i transmetre coses que els nostres sentits naturals no capten. Ara podem veure coses, a través d'aquests instruments, que fins fa un temps es consideraven impossibles de veure o que eren desconegudes per a l'home.
Fins fa relativament poc temps es pensava que els nens amb síndrome de Down tenien molt escassa possibilitat d'aprenentatge. Avui en dia amb programes i mètodes adequats s'està aconseguint que aquests nens aprenguin molt més del que solien aprendre.
La qüestió és que tot és possible si descobrim com fer-lo i si mantenim flexibles les nostres expectatives en relació als resultats i als mètodes que emprem. Aquest principi no diu que tot és possible per a un individu en particular, en determinat temps, lloc i forma. Diu que tot és possible en termes més universals.
Per a fer possibles certes qüestions es requereix del desig, la dedicació i el treball mancomunat d'un grup d'individus. Per a unes altres, és necessari que es donin primer certes circumstàncies perquè després altres coses siguin possibles. Però la qüestió aquí és que si pensem que alguna cosa és possible d'alguna manera podem contribuir a que ho sigui, mentre que si pensem que no ho és, no estem col·laborant perquè ho sigui.
En un plànol més individual i interior la gran majoria de les persones tenen idees (conscients o inconscients) respecte al que poden ser, fer o tenir en la vida que estableixen límits a les seves possibilitats. El que és important tenir present és que en general aquests límits són només suposats i no límits "veritables" respecte al que és o no possible per a nosaltres. També en un plànol individual tot és possible si descobrim com fer-lo, és a dir, com transformar la nostra auto imatge, els nostres pensaments, accions i relacions amb l’entorn i si ens mantenim a més, flexibles en relació a les nostres expectatives, processos i resultats.
3.L'energia flueix cap a on va l'atenció.
Aquest principi al·ludeix a com és el fenomen de l'energia. Ens diu que l’energia flueix naturalment allí on posem l'atenció. Si dirigim l'atenció a alguna part del cos, cap allí va l'energia automàticament. Allò que rep la nostra atenció es energia, de manera que els nostres pensaments més freqüents són els que tenen més força i poder, perquè són els que reben més atenció.
Com hem vist al referir-nos al primer principi els pensaments són energia electromagnètica. Hem dit també que quan els mateixos tenen suficient força es manifesten d'alguna manera en la realitat concreta. Aquest principi ens fa adonar precisament de com és el procés pel qual els pensaments prenen força i quin és el mecanisme pel qual li podem donar poder a alguna cosa.
Diu que tot allò en el que centrem l'atenció, tant en forma automàtica o voluntària, com en forma conscient o inconscient, adquireix força i prevalença en la nostra vida. Si posem molta atenció en uns determinats problemes: una guerra, les desigualtats, la injustícia, o en un malestar, un deute, una malaltia, una difícil situació personal, aquests s'acreixen. Si posem en canvi, l'atenció en les possibles solucions o en el benestar desitjat, això és el que facilitem.
4.Ara és el moment de poder.
Del passat extraiem experiència, cap al futur tracem una direcció i en el present és on tenim el poder. El poder per a fer alguna cosa amb tot el que hem après, amb els nostres desigs i projectes.
S'ha parlat molt ja respecte a que el present és l'única cosa real en termes existencials, ja que el passat és només record i el futur només imaginació. Però encara que en termes existencials això pugui ser mes o menys clar, en termes psicològics molta gent - la majoria – viu/vivim més en el passat o en el futur que en el present. I què succeeix aleshores? Es perd el contacte amb la font de poder.
Aquest principi ens diu en forma clara i simple com podem connectar-nos amb el nostre poder: enfocant l'atenció en el moment present. No diu que és dolent anar al passat o al futur. Moltes vegades pot ser necessari. El que diu és que si la nostra atenció es queda allí ens desconnectem del nostre poder i que per a recuperar-lo és necessari tornar al present.
Per a enfocar-se en el present només és necessari prendre la decisió de connectar-se amb l'ara i aquí en qualsevol plànol de l'existència o en tots ells simultàniament: l'àrea del cos, de la ment, de les accions o de l'esperit.
5.Estimar és estar feliç amb alguna cosa.
L'amor s'entén aquí com un tipus particular d'energia i acció i no com un sentiment. El sentir amor és alguna cosa que completa l'experiència, però no és el que defineix la qualitat d'aquesta energia ni les accions que la mateixa comporta.
Des d'un punt de vista energètic l'amor és una força d'unió. L'energia contrària és l'energia de separació. Quan un vibra amb l'energia d'amor se sent unit a alguna cosa o a algú. El tipus d'accions que es deriven d'aquesta energia i que contribueixen a incrementar-la són valorar, reconèixer, admirar, apreciar i agrair a alguna cosa o a algú. De manera que quan realitzem alguna d'aquestes accions estem incrementant l'energia de l'amor en relació amb nosaltres mateixos, amb els altres i o amb el mitjà.
El principi diu que quan estimem som feliços. De manera que si volem ser feliços amb alguna cosa és necessari que la estimem. Com l'amor és una acció i una energia, no depenem de cap sentiment per a acréixer l'amor en la nostra vida: el que es requereix és que realitzem i practiquem les accions que condueixen a ell, que són, com ja hem dit: la valoració, el reconeixement, l'admiració, l'apreciació i l'agraïment. Per a aquesta forma de veure la realitat, si existeix infelicitat a les nostres vides es que encara no hem millorat en l'essencial, no hem après a utilitzar el nostre poder, a viure en el present.
L'acció mental contrària a l'amor és la crítica. Cada vegada que critiquem a alguna cosa o a algú (incloent a nosaltres mateixos) vibrem en una energia contrària a l'amor. De manera que cada vegada que critiquem generem infelicitat.
Generalment la idea és que si critiquem millorem alguna cosa, però l'efecte és l'oposat al buscat perquè, com hem dit, el que generem és infelicitat i separació. L'energia de separació s'experimenta emocionalment com por. La por és l'emoció que sentim quan vibrem amb aquesta energia, quan ens sentim sols i separats. Si tenim por la solució no és combatre'l, sinó generar més poder i amor.
Quan estem plens de poder i amor, la por no té lloc, desapareix. Com hem vist en referència al principi anterior, el nostre poder s'incrementa quan estem enfocats en el present i com també hem vist en relació a aquest principi, el nostre amor augmenta quan realitzem les accions que ens duen a vibrar amb l'energia d'unió.
6.Tot el poder ve del nostre interior.
Tot en la naturalesa té poder. El poder és energia dirigida a un propòsit. De manera que tot té propòsit. Cada aspecte del tot, cada ésser en la naturalesa té el seu propi propòsit. Els éssers humans, igual que tot en l'univers, tenen poder. Aquest poder s'expressa en els diferents aspectes o plans de l'ésser com poder físic, emocional, mental i espiritual. Habitualment parlem de tenir més o menys poder. Des d'aquesta perspectiva el que en realitat tenim és una major o menor connexió amb les fonts d'energia, una major o menor fluïdesa de l'energia en el nostre sistema, i una major o menor capacitat de dirigir intencionalment aquesta energia cap a una meta.
La connexió amb fonts d'energia pot ser entesa bàsicament de tres maneres diferents, depenent de les creences que es tinguin referent a això: connexió amb fonts internes, amb fonts externes o amb ambdues. Des del nostre punt de vista nosaltres no som la font única, ni última d'energia i poder, perquè tot té poder en l'Univers. Com hem dit, podem generar el nostre propi poder i podem també connectar-nos amb fonts de poder que estan més enllà de nosaltres, per a fer acréixer el nostre propi poder. Com l'Univers és infinit, el poder de l'Univers és també infinit. Com més estiguem connectats amb l'Univers major serà el nostre poder.
Però de nosaltres depèn aquesta connexió. Tenir poder implica tenir responsabilitat i decisió, de manera que nosaltres hem de decidir (conscient o inconscientment) quant, com i de quina manera establim aquestes connexions amb el nostre propi poder individual i amb altres poders més enllà de nosaltres, com ara el poder d'altres éssers, de la naturalesa, i del Cosmos. És per això que com més amor tenim, més poder tenim, perquè estem més units i més connectats amb més fonts de poder.
Quan els distints poders estan connectats i en harmonia es beneficien mútuament, s'influeixen favorablement i d'aquesta manera es compleixen els propòsits de totes les parts en relació, al mateix temps que el propòsit del Tot. Per això no hi ha major poder que el poder de l'amor.
7.L'efectivitat és la mesura de la veritat.
Aquests principis constitueixen una proposta eminentment pràctica. No pretenen proposar veritats ni mètodes absoluts. Cal tenir molt present que fins i tot aquests set principis són relatius. Són en la nostre opinió, idees o eines efectives per a aconseguir felicitat i benestar en la nostra vida, però existeixen i es poden proposar d’altres idees igualment vàlides o efectives.
Aquest principi sosté per tant que tot és relatiu en termes de veritats i mètodes. Però estableix categòricament que són els resultats obtinguts en la nostre vida com a resultat de la seva aplicació, l’únic paràmetre adequat per a mesurar el seu grau de veritat.
Afirma que només podem saber si alguna cosa és veritable o no pels efectes que produeix. Això implica que el que és veritat per a uns pugui no ser-ho per a uns altres, que alló que per a alguns funciona, no funcioni per a uns altres. També proposa una forma de dirigir l'atenció en la vida: proposa que busquem l'efectivitat i que a través d'ella trobem la veritat.
Aquest principi també ens diu que sempre hi ha moltes maneres diferents de fer les coses, d'arribar als resultats desitjats, perquè en ell està subjacent la idea que pot haver moltes formes efectives d'aconseguir alguna cosa.
Existeix encara una altra idea, menys evident, però implícita en aquest principi, si se’l considera a la llum del conjunt dels 7 principis i és que els mitjans determinen les fins. Mitjans harmònics produeixen efectes harmònics i mitjans inharmònics produeixen efectes disarmònics. Des d'aquest punt de vista hi ha efectivitat només quan el resultat és harmònic i com hem vist, només hi ha harmonia quan hi ha amor.
COMENTARIS.
De tant en tant se'm pregunta pel costat ètic de Huna perquè a primera vista els Principis semblen ser amorals. Això és, algunes persones s'inquieten perquè en ells no sembla haver cap pauta clara de conducta, cap deuria o tindria.
No obstant això, com és propi del "coneixement ocult," l'ètica està implícita en els Principis. Si els segueixes lògicament, no pots evitar ser ètic. Examinem-los un a un sota aquesta llum.
Si acceptes que el món és el que penses que és, conscient i subconscientment, llavors només té sentit treballar per a canviar les teves creences per a millor, en ordre de tenir una vida millor. Després de tot, en realitat estem parlant de la teva experiència subjectiva del món i no d'un món objectiu imaginat. T'agradi o no, la realitat subjectiva és tot el que tindràs. Una fascinant implicanció d'això és que la teva mateixa experiència subjectiva et dirà, clarament, si ho estàs fent bé en el camp del pensament. La vida serà bona al grau que el teu pensar sigui bo. No pots amagar-te de les teves creences.
Si no hi ha límits, aleshores l'univers és infinit. A alguns científics els agrada especular sobre universos múltiples i fins i tot infinits múltiples, però estan simplement jugant amb les paraules. "Univers" significa tota la cosa, i "infinit" vol dir, bé, infinit. La idea d'un univers infinit implica que tot està a tot arreu i en tot moment, el que implica que cada part d'ell és infinita. I això implica que tu ho ets, també. El que finalment implica que t’estàs sempre trobant a tu mateix, d'una forma o una altra. De manera que té sentit ser amable amb el teu veí, perquè el teu veí ets tu.
Dir que l'energia flueix on va l'atenció implica que l'efecte de sostenir l'atenció, conscient o subconscient, és el de donar poder a fi d'atenció. Roman en la malaltia i la malaltia augmentarà en la teva vida; habita en la felicitat i seràs més feliç; enfoca en la manca i la manca serà més evident; enfoca en l'abundància i l'abundància abundarà. Per descomptat, si el teu focus és mixt, obtindràs resultats mixts. No es necessita molta sagacitat per a deduir quins són els beneficis de parar esment a la teva atenció.
Si ara és realment el moment de poder, aleshores cada moment és una oportunitat per a canviar la teva vida per a millor, que és el que tot el món està tractant de fer de totes maneres. En qualsevol moment, deslligat de consideracions sobre passat o del futur, el canvi pot ocórrer instantàniament. La cosa més interessant en relació a això és que quan la ment o el cos tenen aquesta oportunitat, automàticament es mouen cap a la pau i la felicitat, com si l'ètica ja estigués construïda en ells.
Si defineixes l'amor com la conducta de ser feliç amb alguna cosa o amb algú, llavors si vols ser feliç, hi ha alguna cosa pràctic per a fer: augmentar el teu amor. Els savis antics que van desenvolupar aquestes idees van notar el fet curiós que la felicitat augmenta a l'augmentar la felicitat, el que vol dir que has de continuar estenent-la al teu voltant perquè continuï existint. Aquest tipus de felicitat no implica un tipus de felicitat frívola, descurada o positiva. La paraula “aloha" amor, de la qual el principi deriva, també inclou els conceptes de misericòrdia, compassió, gràcia, caritat, i totes les altres coses bones que vénen sota el nom d'amor (no inclou cap de les coses dolentes). Mentre practiques l'amor, augmentes l'amor i la felicitat en tots els involucrats.
Si tot el poder ve del nostre interior, una idea que es desprèn lògicament del segon principi, llavors tot té la mateixa font de poder. La diferència radica en la manera i l'habilitat amb les quals se la utilitza. No obstant això, hi ha un aspecte del poder que és freqüentment passat per alt. El poder és l'habilitat d'usar poder per a donar poder. El poder hidroelèctric ve del poder de l'aigua que cau, aquest poder dóna poder a màquines que generen electricitat. El poder polític ve del poder d'una societat que dóna poder a uns individus per a donar ordres o legislar. El poder no té un únic començament o final o font. Constantment està canviant de focus. A mesura que més gent prengui consciència del seu poder per a donar poder, més gent li donarà a això naturalment una consideració més curosa.
Si l'efectivitat és utilitzada com mesura de la veritat, cosa que és usual en la nostra vida diària en algunes àrees però no en unes altres, aleshores la retroalimentació que ens brinda la nostra experiència ens guiarà fàcilment cap a un comportament més efectiu. Aquesta idea està basada en una paraula hawaiana, "pono," un concepte que es refereix a la bondat, la rectitud, o l'adequació.
Tal com es va usar en la cultura antiga significa el major bé per al major nombre, no sobre la base de definicions donades per regles arbitràries, sinó prenent en consideració l'experiència real d'èxit, prosperitat, salut i felicitat. En aquest sentit, aleshores, la veritat de les teves accions serà demostrada pels seus resultats, tal com ells són experimentats per tots els involucrats.
En la història de l'ètica, segons l'Enciclopèdia de Funk i Wagnalls, "existeixen tres criteris principals de conducta, cadascun dels quals ha estat proposat com el major bé: felicitat o plaer; deure, virtut, o obligació; i perfecció, el desenvolupament més complet i harmoniós del potencial humà".
L'ètica Huna inclou als tres.
GUIA D’ILUMINACIÓ PER A GANDULS.
Versió lliure i resumida del llibre de Taddeus Golas.
Tots sabem sense cap mena de dubte que aquest món s'està tornant totalment boig a passos engegantits. Ens acontentem amb la nostra miserable sort perquè qui més qui menys, ens semblem al vell de la metàfora que s'alegrava perquè veia recollir a uns altres el que ell llençava. Però si ens sinceréssim, encara que només fos amb nosaltres mateixos i per un instant, hauríem de confessar que no ens sentim satisfets, ni feliços.
Viure, s'ha convertit per a gairebé tots, en una absurda rutina, en la qual tractem desesperadament de no enfonsar-nos, un poc més, en la misèria, o en el descoratjament d'una vida a la qual no trobem el menor sentit. I allí, en el fons de la nostra ànima, s’acotxa el monstre de la buidor que ens aterra molt més que la gelada solitud que nit si, nit també, converteix en fred cristall al nostre cor.
Tots aspirarem a ser feliços. Volem sentir-nos plens, estimats, però no sabem que més fer per a aconseguir-lo. Tota una vida d'abnegació, de lluita i de sacrifici, no han aconseguit fer més càlids els nostres malsons. Molts ni tan sols s’ho han plantejat mai. Sempre ha estat així...
De pares a fills, la desesperança es transmet amb major precisió i exactitud que la majoria dels virus o malalties hereditàries.
Els més, busquen la felicitat en les coses que com tots sabem només condueixen a res. Alguns, estan disposats a recórrer els més abruptes, perillosos i intricats, camins per a arribar-la a obtenir, tot i sabent que a la felicitat és gairebé tan difícil d'arribar-hi com que un camell passi per l'ull d'una agulla.
Molts pocs, persones extraordinàries, s'apropen prou a la meta com perquè el conjunt de la humanitat segueixi somiant que això és possible, desitjable. Com tu, com jo, com tants d’altres, gairebé tots…
Sabem que no tots els camins condueixen a Roma…i que no es troba necessàriament la felicitat en aquesta vida… No obstant, aquelles persones extraordinàries asseguren que hi ha un camí segur cap a la felicitat, fins i tot, les més visionàries d’entre elles, s'atreveixen a afirmar que si saps com buscar-la, la pots trobar gairebé en qualsevol lloc.
Però el primer que deus saber és que la causa de tanta infelicitat, de tot el dolor i el mal que hi ha en el món és la ignorància que ens impedeix reconèixer-nos i reconèixer la nostra identitat amb tot el que ens envolta. Sobre aquesta ignorància s'aixequen la injustícia, la desigualtat, la violència, l'odi, les guerres i la incessant i desastrosa destrucció de la Naturalesa.
Buscar la felicitat sense saber això, és tan impossible com volar per l'aire, o respirar sota l'aigua. Impossible, sense el recurs d'uns mínims coneixements teòric - pràctics que ens permetin transcendir les limitacions pròpies de l'animal humà que som.
En la cúspide del Temple del Saber, els grecs, com molts abans i altres molts després, van col·locar allò de “Coneix-te a tu mateix”, i la resta de les tradicions de la humanitat van afegir a l'uníson: “I coneixeràs als déus i a l'univers”.
Hauràs de començar a acceptar que el camí cap a la felicitat passa primer per la Saviesa de tu mateix i la primera lletra, l'A, és com sempre un interrogant: ¿Qui sóc jo?. ¿Qui som?... – Uf!, ja estem! quina ximpleria! ¿Tot aquest rotllo metafísic consisteix primer de tot en saber qui sóc jo?. Doncs qui haig a ser: ¡Jo!
Un afable ancià, en el seu ashram, en la sagrada muntanya de Arunachala, prop de Madràs en el Sud de la Índia, sostenia no fa molts anys que amb només fer-te aquesta pregunta constantment, s'aconseguiria la Saviesa, la Il·luminació o sigui, la Felicitat Absoluta...
Doncs sí, d'això tracta la Il·luminació, de vèncer la ignorància i descobrir que fins ara estaves somiant, que la teva autèntica naturalesa no pateix, no ha patit, ni patirà mai cap limitació.
Se suposa que som persones molt ocupades. Aquest S. XXI, ens té a tots “flipant” pel posseir, pel tenir o pel poder; només ens preocupem de les coses que ens presenten els sentits, sovint massa atabalats per a interpretar adequadament la realitat, de fet vivim a l'escorça de la realitat, escapant-se'ns la visió del conjunt d'éssers interconnectats els uns amb els altres, però també amb totes les altres coses, que en realitat som.
Per exemple, si em fa mal el cos vaig al metge de capçalera; si em deprimeixo, o em poso neurastènic, vaig al psiquiatra o al psicoanalista – si és que tinc la pasta, el temps i les suficients ganes de malgastar-los -, o senzillament, m’endollo a la tele a fer teràpia de grup amb milions de persones. Tenim cura de prevenir les malalties i de protegir-nos de les inclemències del temps, però sovint ens succeeix com a aquell llenyataire que estava tallant llenya en el bosc i no sabia si tallava llenya per a poder menjar o si, menjava per a poder seguir tallant llenya.
Però ens hem preocupat alguna vegada del nostre esperit, la nostra ànima?.
Alguns, en un moment de la nostra vida, hem sentit la crida de l'esperit, una crida sense veu, ni paraules, ni imatges que no es dirigeix al nostre cervell, a la nostre ment, sinó a la totalitat del nostre SER. Quan la sentim ens posseeix totalment; guardem d'aquests moments un record indeleble. Sovintegen en la infància; escassegen en la joventut i ho fan amb menor freqüència encara en l'edat madura; tot i que afortunadament floreixen amb l'amor, en contades ocasions arrelen en el sexe; descobrim el seu rastre en la contemplació de la Naturalesa verge, en la volta celeste, en la Bellesa i en les virtuts d'alguns homes realment excepcionals.
No, en general, no tenim gens de cura del nostre esperit, entre d’altres coses perquè fins avui, tots els camins de perfeccionament que hem conegut ens exigien enormes esforços físics, o dels altres: privacions “dels plaers de la carn”, o de qualsevol altre tipus.
Jo mateix he de confessar que sóc massa gandul i prou privat de la més mínima voluntat, com per a reconèixer-me incapaç de la més mínima autodisciplina com per a seguir cap camí que exigeixi el més mínim sacrifici. La Llei del Mínim Esforç ha estat el meu Credo!. Bé!, doncs si les coses estan així: Apaga i anem-nos! ¡Parin el món que aquí em baixo jo!. No em preocuparé ni d'apagar la llum, ni de deixar restes en la nevera, ni de tapar el tub de la pasta de dents, que després de la meva mort anirà a parar a la galleda de les escombraries, per a podrir-se com jo, a causa dels efectes de la química del desordre. No penso tornar mai de la vida!.
Però aleshores, què som? Què carai hem vingut a fer aquí? És que no es pot aturar aquest “tiovivo” còsmic, que amenaça amb donar voltes i més voltes sense sentit per tota l'eternitat, o almenys fins el final dels temps?.
De vegades sento en el meu cor un desig irresistible de desaparèixer…
De vegades sento en el meu cor una alegria immensa per estar viu…per compartir la calor del sol, l'olor del gessamí, per estar sobre aquesta càlida Gaia que ens embolcalla en els seus entranyables braços, per aquests ulls, o per aquella pell, per l'amor i la fraternitat, per la bogeria, per l'experiència profunda de SER UN AMB TOT EL QUE M'ENVOLTA, com quan de petit jugava al terrat a “bales”…
Sé avui que existeix la possibilitat – fins i tot per a mi! – d'arribar a la felicitat! ¡Quina classe d'Univers – Déu seria aquest, si només a unes poques persones els estigués permès ser feliços i a totes les altres no!
Jo que sóc una persona petita, sense importància alguna, no ho permetria amb cap dels meus fills, familiars o amics, ni tan sols amb els coneguts; i si molt m'apures fins i tot no ho permetria amb els desconeguts o enemics. Aleshores, com ho anava a permetre Ell? Que ha estat anomenat el Bon Pastor, el Magnànim, el Just, el Bondadós, Ell que és més que res Amor...
En veritat, no deuríem oblidar que tots som éssers iguals. L'Univers és la relació que existeix entre cadascun de nosaltres. Diuen els savis que l'univers està fet d'un sol tipus d'entitat que no és exclusivament matèria, ni energia, ni pensament, però que és al mateix temps, totes aquestes coses i moltes altres més. Aquest únic tipus d'entitat, “el que sigui”, no ha pogut ser definit, potser perquè encara no ho hem descobert. Amb tota probabilitat perquè malgrat d'estar constantment al davant dels nostres ulls, el nostre gairebé il·limitat cervell, no és prou ràpid, ni ampli, com per a abastar-lo, per a comprendre'l.
El més difícil de creure i que deuríem acceptar sense reserves mentals si de debò volem arribar a ser feliços, és que: “cada ésser està viu i determina el curs de la seva existència”. Els coneixements científics actuals, no ens deixen oposar la més petita objecció a la primera part de la frase anterior; les hipòtesis relativistes, amb les seves seqüeles de la física del caos, de la mecànica quàntica, els coneixements biològics, l'esperança i creença en Gaia, la tradició hermètica, filosòfica, religiosa i esotèrica, s'han anat encarregant al seu degut temps de confirmar-lo, malament que els senti a alguns, ancorats encara en els coneixements newtonians. Ara bé, la segona part de la frase ens costa molt més de creure. La nostra ment racional, troba a l'instant un sens fi d'arguments per a oposar-se a ella. Tal vegada sigui impossible tractar de demostrar que efectivament en l'Univers tots són éssers iguals, tots vius, tots consciència que determinen al seu albir el curs de la seva existència.
Segurament, no ens quedarà més remei que donar una petita volta. Vegem, la funció bàsica de cada ésser és expandir-se i contreure's. Cadascun de nosaltres, pot aparèixer com espai, energia o massa, depenent del grau d'expansió o concentració, elegit i del tipus de vibracions que cadascun de nosaltres emet alternativament en passar per les fases d'expansió i de contracció. Cada ésser controla les seves pròpies vibracions. Un ser totalment expandit és espai permeable, podem estar en “el mateix espai” amb un o diversos éssers expandits. Totes les entitats de l'Univers, tenen la possibilitat de transformar-se en un sol espai, com en l'instant immediatament anterior al Big Bang, o en el que seguirà al Big Crunch –posem pel cas -, al final dels temps.
Experimentem l'expansió, com una forma d'adonar-nos, de comprendre un interrogant, de prendre consciència d'alguna cosa que estava oculta, de retorn a la casa, de recuperar quelcom perdut fa molt de temps, o com sigui que vulguem anomenar-lo. Quan ens sentim plens, feliços, quan coneixem, ens expandim, la nostra consciència s'acreix i desenvolupa. Quan estem completament expandits, som un amb la vida, la consciència total, som la Unitat de totes les coses. En aquest nivell d'experiència, no presentem resistència alguna, estem totalment oberts, es trenca el vel de la ignorància que ens impedeix reconèixer-nos com allò que veritablement som: Un. El món, l'exterior, allò altre, deixa de ser alguna cosa que ens amenaça, hostil, per a fondre's amb l'interior, fent-se una i la mateixa cosa – “el que sigui” – en un èxtasi de pau, bellesa, amor, felicitat, diví. Recorda, estem intentant argumentar que cada ésser té la possibilitat il·limitada d'elegir el seu nivell sentiment.
L'espai és un nivell d'experiència que qualsevol pot arribar a aconseguir. Estar en un espai determina fixar els límits i formular les definicions. Tots els éssers vius, en el nivell més alt d'expansió, són la Ment Única universal, Déu o “el que sigui”, han de tenir aquesta possibilitat, perquè han estat creats de la seva pròpia substància i a imatge i semblança seva, o sigui, com si diguéssim un duplicat fractal de Déu, com dos, mil o tres-cents mil milions de déus, la qual cosa no deixa de ser un absurd, doncs resulta evident que només hi ha un Absolut, Ell, “el que sigui”… Per consegüent, jo no m'atreviria a negar la possibilitat de vibrar al nivell que desitgi a la Ment Universal i em disposaria en cos i ànima perquè això succeís en mi.
Però anem al cas contrari. Quan un ésser està totalment contret, és una massa; és a dir, un ésser incapaç d'estar en el mateix espai amb altres éssers. Això s'experimenta com por, dolor, inconsciència, ignorància, odi o maldat. En l'extrem, se sent la sensació de ser un dement, de lluitar amb tot i contra tots, de resistir-se, de ser absolutament incapaç d'elegir el contingut de la pròpia consciència. Per descomptat, aquests són els pensaments i sentiments propis de trobar-se en aquest específic i determinat nivell de vibració, de consciència i encara que ens dol reconèixer-lo, la majoria ens trobem en aquest nivell més sovint del que desitjaríem. L'important és no oblidar que es pot sortir d'allí en qualsevol moment, amb sol expandir-se, amb sol abandonar tota resistència cap al que es pensa, veu o sent.
Un ésser és energia, quan alterna l'expansió i la contracció. En el punt d'equilibri, l'expressió més harmònica, tindríem un ésser lògic, no subjectiu, mancat d'ego i evident. L'energia, com la matèria i l'espai, és el que molts éssers vius estem produint i l'Univers sencer, no és altra cosa que una harmonia infinita d'éssers vibrants, en una extremadament complicada gamma de proporcions d'expansió, contracció, modulacions de freqüències i en cadascun dels compassos d'aquesta simfonia, es produeix o té lloc, una particular perspectiva, un conjunt diferenciat d'idees i sentiments, una percepció o nivell de consciència diferents. Sempre estem tenint les percepcions, les experiències més adequades al nostre nivell de vibració.
No hauríem d’oblidar que l'Univers sencer està format per éssers iguals a nosaltres; cada partícula de cada àtom és un ésser viu; cada molècula, cada cèl·lula, una tribu d'éssers. Un organisme qualsevol, des del mes senzill, al més complex, una autèntica federació de tribus; i que l'energia és la vibració sincrònica de molts de nosaltres; i que l'espai, ho constitueixen una quantitat infinita de germanes i germans dansant en èxtasi.
En realitat, avui ja sabem que no existeix cap frontera entre matèria viva i matèria morta, doncs ambdues es componen d'entitats vives. La seva química, o la seva biologia, no són més que un aspecte de ser. Tots som iguals. Tenim el mateix rang possible de conductes i vivències, doncs som lliures de fer qualsevol cosa que vulguem, dintre, ¡és clar!, de la deguda submissió a les lleis que regulen les nostres relacions com éssers humans i iguals.
I l'Amor ha de ser la Primera Llei.
L'Amor pot ser definit com l'acció d'estar en el mateix espai amb altres éssers, el que vol dir que l'Amor és real, tan real com nosaltres mateixos. L'amor és alguna cosa que fem amb tot el nostre ésser. Hem arribat exactament al lloc on estem, com a resultat de les nostres pròpies decisions d'expandir-nos a l'Amor o d'evitar-lo.
El tipus de cervell, el cos que tenim, la família, el treball, la societat, el temps històric, tot això ho vas determinar tu, només tu. Ningú et va fer res. Ningú et va forçar a res. Només la teva disposició a l'Amor, la teva decisió d'expandir-te o contreure't, t'han conduït allà on et trobes. Existeix una justícia completa en el que cadascun de nosaltres experimenta a cada segon del dia, encara que aparentment no ens ho sembli, i tot ens sembli terriblement injust.
L'expansió en l'Amor, és alguna cosa que podem fer en qualsevol moment i això és precisament, tot i la única cosa que devem fer: lliurar tota la nostra atenció tolerant i amorosa, a absolutament tot…L'Amor és l'única condició que ha de ser modificada. Qualsevol cosa que facis, encara que no et sembli bona o convenient, qualsevol cosa que pensis; estima't a tu mateix per fer-la, per pensar-la. No et serà possible elevar-te per sobre del teu actual nivell de vibració, fins que no siguis capaç d'estimar la teva situació i has de començar ara mateix.
Pensa-ho bé!, no hi ha res dolent en tu. No hi ha res dolent en la teva actual situació, senzillament aquesta és una de les infinites experiències que pots viure; però tingues per segur que el que tu ets, jo puc ser-ho. El que jo sóc, tu també pots ser-ho. El que sigui que hàgim fet en el passat per a apartar-nos de la consciència de la Ment Universal, Déu o “el que sigui” també ho estem fent ara. Aquest “el que sigui” sempre estarà en el nostre interior, és alguna cosa que no podem comprendre, però no devem resistir-nos, sinó transcendir-lo. No devem témer. Podem confiar en el fluir de l'Univers.
La realitat de l'Amor, és alguna cosa que fas per tu mateix, no importa que ho creguis o no, que siguis conscient o no. Jutja els resultats per tu mateix. Només la teva raó i la teva experiència podran convèncer-te. Més enllà de tot raonament, es troba el misteri insondable de l'Amor.
En el silenci del teu propi cor saps que tots els éssers som iguals que en veritat, ningú necessita l'ajuda de ningú; però de totes maneres, insisteixes a actuar de la forma més compassiva…T'envoltes d'un munt d'imperatius morals i et culpes, massa sovint, de ser la causa de tants mals… Molt poques són les persones capaces de transgredir les normes morals deliberada i contínuament…, el veritable mal és molt més escàs i difícil de trobar que la bondat. Tots sentim una callada reprimenda quan ens passem de la ratlla, del límit que ens hem assenyalat.
El problema important, el misteri més profund no és: com puc aconseguir la felicitat?, el que veritablement hauríem de preguntar-nos és: com sent un ésser lliure i que s’autodetermina, he arribat a tancar-me en aquest cos, per a jugar en aquest pla o nivell material?. I, com he aconseguit que jo mateix i els qui m'envolten acceptin aquest joc? O més encara: Com ho he fet perquè arribi a ser tan compulsiu i dolorós?. Qui sap… pot ser que tots estiguem jugant a el “fem que creiem que…” i ningú sembla voler pertorbar les regles del joc.
Però si mirem atentament el món que ens envolta, la realitat física, o a nosaltres mateixos, en veritat es molt més horripilant que la més horrorosa pel·lícula de terror i desgraciadament, tots som conscients, de com ens agraden les pel·lícules de terror. A més, avui tenim el coneixement que l'espai – temps, aquest “continuum” que definim com Univers, tal com ho veiem des de la nostra peculiar perspectiva, és una il·lusió, és a dir, només parcialment veritable.
Si encara que només fos per uns instants, consideréssim que l'Univers està compost per milions d'éssers vius i igualment conscients, aleshores deuríem acceptar fàcilment que la nostra perspectiva només és real en una ínfima part, pràcticament infinitesimal. En conseqüència, hauríem de ser capaços d'estimar-lo, de gaudir-lo. Amb això aconseguiríem ascendir en la freqüència vibratòria, ens tornaríem més espai, en lloc de desesperar-nos i enfonsar-nos més i més, en la densa matèria.
Tot el que ocorre en l'univers, pot ser viscut en qualsevol dels nivells de consciència. Som totalment lliures d'elegir el nivell de vibració que desitgem, des del més eufòric al més tenebrós. Per a això, no cal canviar res, excepte la nostra atenció i el nostre amor, el nostre nivell d'expansió.
No hi ha res, absolutament res en l'Univers que degui ser corregit. No hem de fer referent a això. Existeix consciència pertot arreu i podem confiar que cada ésser viu decideixi per si mateix. Independentment del que puguem creure, l'Amor mai perd el control. Les lleis que regulen les nostres relacions, són tan exactes i honestes com les de la física. Tots sabem, en major o menor mesura que estem obtenint exactament allò que mereixem.
L'harmonia universal és infinita, única i divina. Quin creus que és el teu lloc en ella?. No siguis massa dur amb tu mateix. Una mica d'Amor dóna per a molt.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada