divendres, 2 d’octubre del 2015

REGRESO AL PRESENTE DE LA BELLEZA DEL PASADO. II LA ESCULTURA MINOICA

En entradas posteriores, daremos debida cuenta, de nuestro periplo por las islas de Creta y Santorini, especialmente desde los puntos de vista del arte,





arquitectura, 







religión, 







mitologia, 







organización social, etc. 







En la presente entrada,  continuando con nuestra aproximación a los denominados "ídolos cicladicos" queremos seguir hablando preferentemente de la escultura de la época minóica, aspecto éste de los menos conocidos, de la ya de por sí, desconocida cultura minóica -tal y como la bautizara Sir Artur Evans, en honor al mítico rey Minos-.
Pero antes, como solemos hacer, permitasenos una breve contextualización histórica.

Cronología





Cómo puede observarse, la historia de la cultura minóica se remonta hasta la primera mitad del cuarto milenio a.C, a buen seguro bajo la poderosa influencia de las culturas circundantes, en particular la de las islas cícladas, en Cretase van forjando los aspectos que darían forma a una civilización sorprendente.

A principios del Bronce Medio, en torno al año 2000 a.C., hubo una serie de movimientos de pueblos indoeuropeos, responsables del desarrollo de nuevas culturas. En Troya y la Grecia continental los aqueos hacen su aparición y durante la primera mitad del II milenio irán formando el núcleo de la cultura micénica, de una forma anónima al principio. En Anatolia, otra rama indoeuropea dará lugar a la pujante civilización hitita, mientras ciertas ciudades de Levante, tales como Biblos o Ugarit, pasan por una época de apogeo, bajo el patrocinio del Egipto del Imperio Medio. 

En el Egeo, la talasocracia de los cicládicos ha dado paso a sus competidores del sur, los cretenses. 
El Bronce Medio egeo es la etapa de esplendor minoico, consecuencia de la buena organización social y administrativa en el interior y de un control suficiente del mar mediante una poderosa marina, de carácter comercial sobre todo. Es el período de los palacios el resultado de una transformación política interior, realizada de modo pacífico y ordenado, tal como se puede deducir a través del material arqueológico existente. 
Por todas estas razones, la trayectoria artística de Creta no hará más que avanzar en el camino trazado con anterioridad, aceptando toda clase de influjos de Oriente y Egipto y adaptándolos a su particularísima personalidad. En contraste con el arte oficial de Egipto o Mesopotamia, ciertamente mayestático y pleno de severidad, 




el arte minoico se reveló vitalista, curvilíneo, asomado por entero a la Naturaleza y con un refinado gusto, totalmente impregnado de la religiosidad profunda del pueblo cretense. 







La isla de Creta destaca por la diversidad de su medio geográfico. A todo lo largo, una cordillera divide la isla por su mitad, con tres macizos montañosos: al oeste las montañas Blancas con el pico Leuka (2.452 m), el monte Ida (2.456 m) y el Macizo de Psiloriti en el centro y los montes de Lasithi al este, con la cumbre Dikté (2.418 m). La consecuencia clara es la gradación escalonada de terrazas y valles desde el centro hacia el mar, de forma abrupta (la isla tiene tan sólo unos 45 kilómetros en su parte más ancha). La gradación geológica tiene también su trasunto en el clima y, por ende, en la fauna y la flora. En general -en aquellos tiempos-, la isla se divide en varios ambientes: valles y llanuras costeras de gran fertilidad; bosques de cipreses, encinas y pinos en las laderas; montículos y colinas cubiertas de matorral y pasto; tierra estéril de las montañas y altiplanicies, generalmente cubiertas de nieve en invierno y, por último, desfiladeros y torrenteras, de difícil acceso y sin utilidad para el ganado. Aquí y allá, abundantes picachos y cuevas salpican todo el paisaje cretense. 
En las zonas montañosas, la caza permitía obtener venados, jabalíes, el íbice cretense (una característica cabra de largos y retorcidos cuernos) y una amplia serie de volátiles. Del mar se obtenía todo tipo de productos, aunque los mejores caladeros eran poco visitados, por hallarse en la zona sur y suroeste, en el mar de Libia, donde la costa es muy abrupta y no permite la construcción de puertos. 
Dentro del medio físico griego, en general no muy bien dotado para la agricultura intensiva de alto rendimiento, Creta es, en cierta medida, una excepción. Desde el Neolítico, la llanura de Mesará y las franjas costeras del noreste y norte de la isla han proporcionado buenas cosechas, sobre todo de las especies que componen la denominada tríada mediterránea: trigo, vid y olivo. Además de ciertos frutales (manzanos, perales y almendros), la tierra proporciona otros productos, como miel, azafrán y algunas leguminosas (garbanzos y guisantes). 
La ganadería ha dejado sus huellas con huesos de cabras, cerdos, un bóvido de largos cuernos, además del ganado vacuno tradicional, y el asno. Las aves de corral no eran conocidas en la Edad de Bronce cretense. 
La navegación experimentó un gran impulso en la etapa minoica. Los largos barcos cicládicos eran movidos únicamente a fuerza de remos y en los barcos cretenses, profusamente representados en sellos y pinturas parietales, se incorpora la técnica de navegación a vela con un gran mástil central y una enorme vela rectangular, además de continuar con la utilización de los remos.







El dominio del mar ejercido por los minoicos es fundamental para comprender el desarrollo de su economía, su hábitat y la evolución artística. 

La sociedad minoica de la Edad de Bronce no estaba dividida en clases sociales tal y como nosotros las conocemos, aunque sí jerarquizada, probablemente una aristocrácia vinculada a la religión (?). Los diferentes estratos sociales vivieron en perfecta armonía, organizando una economía desde los grandes palacios, verdaderos templos y centros administrativos. La base del poder de estos palacios estaba en su capacidad de atesorar los excedentes de producción agrícola, organizar la actividad comercial y la defensa a través de la flota y producir objetos artesanales en sus talleres. Además, se constituyeron en los centros religiosos, controlando las actividades ceremoniales del culto. En definitiva, el palacio es una mezcla del taller con el trono, del almacén con el santuario y de la política con la ceremonia religiosa. El perfecto funcionamiento de este esquema social y económico se deduce del panorama artístico y arqueológico, en un reflejo carente de hechos guerreros o de estructuras de dominio por medio de la violencia. 



Los niveles de destrucción de los palacios corresponden a movimientos sísmicos, sin que haya ninguna huella de conflictos interiores de cualquier tipo. La ausencia de fortificaciones delata la efectividad de la flota, verdadera muralla de madera que protege la isla. 

En esta sociedad a la que autores como Marija Gimbutas definen como gylandria -étapa interpedia entre el matriarcado y el patriarcado-, se ha querido ver el origen del carácter del humanismo e individualismo, aportación griega al espíritu occidental, ya que la cultura minoica pervivió en un buen número de aspectos en el alma griega, a través incluso de las siguientes etapas de barbarie y destrucción, aunque la mayor parte de esta pervivencia consistió en los relatos mitológicos de la Grecia Clásica. En ellos se ve la reacción de sorpresa y admiración que les merece una época mítica, la Edad de Oro, con sus leyendas del rapto de Europa, del justo y sabio Minos, la pasión contra natura de Pasifae, la destreza e ingenio de Dédalo, de Minotauro y Teseo, del hilo de Ariadna... 

Hacia el 1700 a.C. tiene lugar, sin embargo, una grave crisis de la civilización minoica, producida sin que se sepan muy bien las causas. Se ha sugerido que un terremoto -ver el cuadro de la cronologia- pudo destruir los palacios, que son pronto reconstruidos y ampliados, asumiendo ahora funciones nuevas que se suman a las anteriores residenciales, administrativas, productivas y comerciales. Se construyen ahora grandes apartamentos, salones "del trono" y de culto, almacenes y grandes explanadas con una escalinata, considerado un precedente del teatro, en las que podían celebrarse ceremonias públicas.






El periodo que comprende los años 1700 a 1450 a.C. es el llamado de los palacios nuevos. Cnosos, Festo, Zákros, Malia o Tilissos siguen su evolución, surgiendo un nuevo tipo de residencia definida como agraria, una especie de villa. También en esta época se construye una carretera, el "Camino Real" de Cnosos. 
La expansión del mundo minoico llega a las Cícladas. En Théra, la actual Santorini, el yacimiento de Akrotiri conoce un gran desarrollo, que será bruscamente frenado hacia 1450 a.C., cuando el volcán de la isla explote y la sepulte bajo lava y cenizas. Los efectos de la erupción sobrepasaron con mucho los límites de la isla: terremotos, maremotos y cambios climáticos devastaron todo el Egeo meridional y debilitaron profundamente a Creta, que apenas puede oponerse a la penetración de los micenos. (Tomado de(C) Jacobo Storch de Gracia)

La escultura minóica
Con el inicio de la cultura minoica, la escultura de Creta abandonó la tradición cicládica, con su refinado esquematismo e imitada en un elevado número de ejemplares, y parece producirse un regreso a los modelos del final del Neolítico, mucho más naturalistas y acordes con la sensibilidad del escultor cretense. Una notable excepción es un remate de cetro en forma de hacha con el cuerpo de leopardo, decorado con espirales, hallado en el palacio de Malia






Las esculturas de este período están realizadas casi exclusivamente en barro, con representaciones de hombres y mujeres en actitud orante, aparecidos en grandes cantidades en los santuarios en cueva y campestres, tal como el de la cabaña oval de Jamaizi o los yacimientos de Piskokéfalo, Petsofa, Kumasa o Porti.

Junto a estas figurillas humanas existe un amplio número de estatuitas de animales (aves, asnos y, sobre todo, toros) modelados en diversas actitudes. Se trata de figuras pequeñas que no sobrepasan los 15 ó 20 cm de altura, hechas en terracota y algún que otro ejemplar en piedra. Los detalles apenas están esbozados; las actitudes poseen gran animación, que contrasta con el hieratismo de las escasas piezas de estatuaria egipcia halladas en Cnosós. Son siluetas simples, con estrechos talles y brazos cruzados sobre el pecho, que parecen deberse al auge de la inspiración popular. 






De esa simplicidad hacen gala los múltiples ejemplos de escenas rituales, a modo de maquetas, depositados como exvotos en los santuarios y tumbas. Del tholos de Kamelares destaca un modelo de habitación con columnas; dentro de ella, varios personajes hacen una ofrenda de vasijas de líquidos a unas divinidades de mayor estatura, sentadas en un banco corrido a lo largo de la pared del fondo. 







En otros casos, estos modelos de barro representan fachadas triples con columnas en relieve y remates en forma de cuernos de consagración. A pesar de su simplicidad estas escenas poseen un gran valor documental para reconstruir diferentes aspectos de la vida minoica; ellas contrarrestan nuestra incapacidad de leer la escritura Lineal A.

En la etapa de los Nuevos Palacios, la plástica minoica no cuenta tampoco con esculturas grandes; ello no significa que no posea ya un perfecto sentido del volumen y del movimiento. Entre sus piezas más conocidas y de las más antiguas de esta etapa, son las llamadas diosas de las serpientes, un término quizás inapropiado, pues no son estatuas de culto; con suma probabilidad representan a sacerdotisas o a la reina con las vestiduras y adornos de la diosa. Su material es cerámica vidriada o loza. La actitud de estas figuras es ciertamente estereotipada, aunque muy efectista debido a la calidad del trabajo y al detallismo de la ejecución. 





Estas figuras femeninas pertenecientes al Minoico Medio se encuentran en su mayoría en el santuario de Cnossos.
Son diosas de  la fertilidad o sacerdotisas y presentan una imagen esteriotipada: llevan el troso al descubierto, falda de volantes y serpientes enrolladas en sus brazos. 
El tocado puede tener distintas formas, de turbante o de tiara, o como en éste caso un león -símbolo del poder- con los brazos separados del cuerpo con lo que se consigue romper la rigidez de la postura y abrir un espacio interior.
Se advierte gran detallismo en el tratamiento de los ropajes pero los rostros mantienen una expresión hierática de tipo arcaico.

Las serpientes son formas bajo las que aparece la Diosa Madre; lo mismo los animales que rematan el tocado; el vestuario, compuesto de un polos o sombrero y el traje de volantes con su delantal y corpiño abierto, es el de rigor en las escenas cultuales minoicas. Todas ella aparecieron en la sala de ofrendas del santuario de Cnosós (the temple repositories de Evans), donde fueron depositadas con anterioridad a la destrucción parcial de hacia 1580. 

De mayor naturalismo y movimiento están dotadas las dos placas de loza halladas al lado de las estatuillas anteriores; en ellas, dos animales hembras, una vaca y una cabra cretense de largos cuernos, amamantan a su respectivas crías. Con las cabezas erguidas o vueltas hacia atrás, en un perfil de gran animación, constituyen cuadros de género dotados de rara exquisitez y sensibilidad. 










Otras figuras muy notables son unas estatuillas de marfil que representan acróbatas, talladas en piezas encajadas unas en otras y con cabellos que, en su día, eran hilos de oro. Una de estas figuras se conserva completa y muestra un sugestivo tratamiento de la anatomía del cuerpo en acción. Descrito en la bibliografía extranjera como "El saltador", representa a un personaje en el momento culminante del salto sobre el toro. 

Dentro de este estilo de apogeo, son muy numerosas las esculturas de bronce macizas, de pequeño tamaño y fundidas con la técnica de la cera perdida, dominada plenamente en este período. La representación mayoritaria es la de las figuras humanas orantes, cuyo gesto más común es el del aposkopein o bajada de la vista hacia el suelo, como señal de respeto ante la presencia de la divinidad, gesto que suele verse acompañado por la elevación de una mano a la cara. 







Algunas de estas figuras tienen un perfil muy contorsionado, mostrando un cuerpo esbelto y flexible. 

Entre las obras maestras de la escultura minoica hay que mencionar diversas cabezas de toro, hechas de piedra dura. La pieza reina es la conocida cabeza de esteatita negra procedente de Cnosós. 







Los ojos, de cristal de roca incrustada, muestran una extraordinaria viveza; las orejas están hechas en piezas independientes, como también lo eran los cuernos, forrados antaño con láminas de oro. Los detalles del pelaje están señalados por líneas incisas, sin pulir, en contraste con el fondo negro brillante. La región de los ollares está formada por una incrustación de concha de tridacna; el conjunto es una pieza de gran calidad, una de las mejores muestras de la categoría alcanzada por los artesanos minoicos. Esa pericia se puede ver, asimismo, en las vasijas de piedra dura, género de amplia tradición en el Egeo y del que se conocen muchos ejemplares de refinado diseño. Los relieves de algunos de ellos acreditan el vigor y la imaginación de que es capaz el arte de Creta. Tres vasos procedentes de Hagia Tríada son los mejores exponentes. En los tres aparecen personajes y objetos perfectamente reconocibles, en escenas de la vida cotidiana. 

En el Vaso del príncipe, cuatro personajes se hallan ante un joven de aspecto regio que empuña con energía un cetro, en lo que parece un gesto de mando. A pesar de seguir el sistema convencional de representar al hombre con la cabeza y las piernas de perfil y el torso de frente, estos relieves muestran un dinamismo bastante alejado de los relieves de otros pueblos contemporáneos, como puede ser el egipcio del Imperio Medio. El Vaso de los segadores










encierra el interés de una cuadrilla de trabajadores que vuelven del campo con sus herramientas de labor; y la novedad de presentarlos unos tras otros, en varios niveles de profundidad, en lo que debió ser uno de los primeros intentos de lograr una visión en perspectiva. En el Ritón de los pugilistas, también de esteatita, se superponen escenas de taurokathapsía, lucha y pugilato entre hombres con casco y entre efebos. El resultado es un verdadero estudio de movimiento con diferentes posturas del cuerpo y otros muchos detalles de interés para conocer el vestuario, las armas y la arquitectura.

Dos obras maestras de la escultura minoica.


La denominada Diosa de los Deportes





 Este exquisita obra de marfil y  de oro ha sido un icono de la colección del  Royal Ontario Museum desde que fue adquirido en 1931, pero también ha atraído una enorme controversia. El traje inusual, de chapa de oro, la identificó como una mujer toro-saltador. Llevaba el cinturón ancho y bragueta o "vaina de Libia 'usado por atletas en las pinturas murales, junto con un corsé que desnudó sus pechos, como era habitual.
Cuando ella fue comprada por el ROM, se creía que era un raro ejemplo de una mujer toro-saltador de la civilización minoica de la Edad de Bronce de Creta, y fechada alrededor del 1600 aC. Ella era un premio caro para el nuevo museo, muy admirado por los expertos, incluyendo a Sir Arthur Evans, que había descubierto los restos de Minoan civilización en el comienzo de la 20 ª siglo, y que la denominó "Diosa de los Deportes '. Sin embargo, en menos de una década, se plantearon preguntas en cuanto a su autenticidad. Sin conocer el lugar del hallazgo arqueológico, y sólo una historia  vaga antes de llegar al museo,  fue condenada por algunos estudiosos como una falsificación moderna, asociada con varias otras de piedra y marfil que aparecieron en el mercado del arte en las primeras décadas del 20 siglo. Otros estudiosos en cambio la han defendido por motivos técnicos, comparándola con fragmentos de marfil edad de bronce recuperados de excavaciones en Creta.
Durante muchos años las opiniones de los expertos la han ido sucesivamente castigando y  rehabilitando. Ella permaneció en exhibición, pero fue poco difundida. Por último, un artículo de 2001 en Arqueología revista por el Dr. K. Lapatin, especialista en antigüedades criselefantinas y Curador Associate en el Museo J. Paul Getty, llegó a la prensa canadiense y provocó una reevaluación de la obra. Por primera vez las dudas sobre su autenticidad se expresaron en la etiqueta de la galería, y el visitante del museo fue invitado a formar su propia opinión. 






En 2005, cuando la galería de la Edad de Bronce Egeo se volvió a abrir después de las renovaciones, no estaba incluida.
A lo largo de la larga historia y fluctuante fortuna de la diosa, ha habido poco trabajo de investigación real, y lo poco que se sabido de ella era que databa de la Edad del Bronce.  Pruebas científicas estándar del marfil aún no es una opción - sería imposible tomar una muestra para una prueba de carbono-14 que no hayan sido contaminados por los tratamientos más recientes de conservación sin destruir la figura. Pero el examen no destructivo de la figura y el estudio detenido de las técnicas de su fabricación puede decirnos más acerca de cómo y cuando ella se hizo.
Su mejor conocimiento va a mejorar nuestra comprensión de la cultura que la ha creado. Si viene de la Edad de Bronce de Creta,  revela la red de contactos comerciales que llevaron materias primas a Creta, y muestra la habilidad de los antiguos artesanos. Si ella se hizo a principios del 20 siglo, tiene una historia que contar acerca de la moda de los artefactos minoicos y modas de inspiración minoica impulsados por Sir Arthur Evans descubridor de Knossos, y su "invención" de la cultura minoica al comienzo del siglo. De hecho, ella encarna la forma en que las ideas de un solo experto, el propio Evans, pueden influir en el estudio y la comprensión de un período de la historia.
Posteriores descubrimientos, datables e identificables, muy semejantes en técnica y perfección constructiva, 








permiten suponer que la Diosa de los Deportes, fue efectivamente, una de las maravillas de la escultura minoica. 
Aunque no pueden descartarse otras muchas falsificaciones





Veamos un testimonio: "En Creta, en los primeros años de este siglo que estaba colaborando con Arthur Evans ... y un día llegó un mensaje de la policía de Candia [Heraklion moderna] pidiéndole que fuera a la comisaría, así que nos fuimos juntos - él, Duncan Mackenzie …y yo mismo…
Evans tuvo durante muchos años empleadas dos griegos para restaurar las antigüedades que había encontrado. Eran hombres extraordinariamente inteligentes – padre e hijo - y él los había entrenado, y que habían trabajado con el artista a quien Evans  empleó allí, y habían realizado maravillosas restauraciones para él. Entonces el anciano se enfermó y finalmente el médico le dijo que se iba a morir ....
"Correcto", dijo. "Traed a la policía." ... Insistió, y se envió a la policía ...
"Ahora puedo decirlo," dijo el hombre enfermo. "Voy a morir, así que estoy de acuerdo, pero en los años que he estado en asociación con George Antoniou, el mozo que trabaja conmigo para Evans, hemos estado forjando antigüedades ...él  vendió una estatuilla de oro y marfil, que se suponía iba a ser una de Creta al Museo Gobierno Candia, y eso es un delito penal. George es un sinvergüenza y odia al prójimo, he estado esperando este momento para declarar. Vayan directamente a su casa y ustedes encontrarán todas las falsificaciones y toda nuestra planta de fabricación allí ".
La policía fue, asaltaron, y encontraron exactamente lo que dijo, y se invitó a  Evans a ir y ver, y nunca vi una tan magnífica colección de falsificaciones como esos tipos habían reunido.





Había cosas en todas las etapas de fabricación. Por ejemplo, la gente había estado recientemente asombrada en conseguir lo que ellos llaman estatuillas criselefantinas de Creta; estatuillas de marfil ataviados con oro -  una en el museo de Boston y otra en Cambridge,  en el Museo de Creta en Candia. Estos hombres estaban decididos a hacer ese tipo de cosas, y habían conseguido de todo, desde colmillo de marfil claro y entonces la figura groseramente tallada, muy bien terminada, entonces la vistieron con oro. Y entonces todo se puso en ácido, que devoraba las partes blandas de la marfil dándole el efecto de haber estado enterrada durante siglos. Y yo no conocí a nadie que pudiera ver la diferencia!
Sir Leonard Woolley 'Como me parece recordar "(Londres, 1962) p. 21-23


Pero sin duda, hasta el momento, la escultura minoica más importante y qye ha vendido a revolucionar muchos de los conceptos que teníamos del arte de esa civilización, es el denominado Kouros de Palaikastro.






Esta estatuilla criselefantina de un joven es una obra maestra del arte minoico. Estaba hecha de al menos ocho piezas, que estaban inmovilizadas juntas usando clavijas de madera, ahora perdidas. El cuerpo, esculpido en diente de hipopótamo, está delicadamente trabajado para mostrar los detalles anatómicos de las manos, brazos y piernas. 







La Zoma minoica (taparrabos o kilt), sandalias y, posiblemente, una pulsera, fueron todos hechos de chapa de oro. La peluca se hizo probablemente de serpentinita, y los ojos de cristal de roca. 
La base de madera de la estatuilla, ahora perdida, estaba cubierta de 'azul egipcio "(una especie de pasta de vidrio) salpicada de discos de oro diminutos. Esta escultura probablemente durante la invasión micénica se estrelló deliberadamente durante el saqueo y el incendio de la ciudad santuario Palaikastro (Edificio 5) en el período Minoico I. 




Para su restauración, se recompuso a partir de cientos de pequeñas piezas, que fueron recuperadas durante tres campañas de excavación separadas.
Hecha en Creta, esta estatuilla muestra fuertes influencias egipcias en sus técnicas de fabricación, materiales y proporciones.
El principal responsable y restaurador del Kouros Mark Moaw, nos explica que había hecho su tesis sobre las técnicas de herrería metálica utilizados durante el Egeo edad de bronce. "Cuando llegué al Rocky Mountain College –donde sigue siendo profesor-, encontré una salida,". 
Dijo que un estudiante trajo un artículo a él en octubre 1988, sobre el descubrimiento de parte de un kouros, una estatua griega arcaica de un joven de pie, que fue encontrado en Palaikastro, Creta. 
A través de llamadas telefónicas y cartas, fue capaz de programar que sus estudiantes pudieran ir a visitar el sitio la de excavación en Creta mientras estaban de viaje de estudios por Grecia. 
La estatua fue hecha en parte del marfil –diente de hipopótamo-, en el que Moak tenía experiencia de  talla, y cuando el director de la excavación lo descubrió, le preguntó si le gustaría quedarse y trabajar en una réplica, dijo. 
Por lo tanto, el 01 de junio 1990 , dio un paso hacia las excavaciones británicas trabajar estudiar, dibujar y fotografiar los kouros, dijo. "Yo estudié la cosa y descubrí que estaba hecha de marfil de hipopótamo. 






Descubrí un montón de cosas sobre él. Fue una decisión muy importante para él y su esposa, Rhett. Era su intención que su familia no se convierta en una víctima, por lo que se aseguró de que eran capaces de participar tanto como fuera posible. Su esposa trabajó en el área de redacción de la excavación, mientras él trabajaba con la conservación de la estatua. Algunas de las piezas eran aproximadamente de la mitad del tamaño de un grano de arroz.  "Los fragmentos se fueron encontrando y me tocó a mí ponerlos juntos", dijo. 
El kouros había sido gravemente quemado y destrozado en muchos pedazos, dijo . En realidad, la parte superior del cuerpo, lo que le llamó la atención en el reportaje, fue descubierto en 1987. 




Las piernas fueron descubiertos en 1990. 






Dijo que se pensaba que el sitio había sido deliberadamente destruidos en los días antiguos tal vez por un nuevo régimen fue tomando el control. La estatua fue probablemente destruido como un acto de profanación. "Todo el lugar fue destruido en este momento. Fue un acto deliberado de destrucción "
Moak dijo que el equipo tenía un límite de tiempo sobre la base de la política de la zona, por lo que ni siquiera tomaría un descanso para comer mientras se trabaja en la conservación de la pieza. 
El sitio en sí, que se creía que era minoico, se estima que tuvo una población de 25.000 en los días antiguos, dijo. "Creemos que fue un palacio allí y espero que, en 2011, podemos volver a excavar ese sitio”. 
La civilización minoica fue redescubierta en 1900, dijo Moak. "No tenemos ningún escrito descifrable a partir del período minoico". Por lo tanto, dijo, debemos descifrar el arte y los artefactos de ese período de tiempo para tener una idea de lo que podría haber sido. 
El kouros que fue descubierto en la excavación Palaikastro medía cerca de 20 pulgadas de alto, lo que era bastante grande para los estándares minoicos. El y su equipo creen que la figura del dios retratado era una deidad importada de Egipto a la antigua Creta y lo hicieron más griego. 





"Creemos que nuestro hombre es una forma juvenil de Zeus. Creemos que Palaikastro podría ser Dikte, el lugar de nacimiento de Zeus”. Me siento como un jugador o un especulador ", dijo sacudiendo la cabeza. Él dijo que sólo podían hacer hipótesis sobre la identidad de la figura porque nada saben a ciencia cierta. Alrededor de siete toneladas de tierra se tamizaron para encontrar la pieza y poner juntos los fragmentos en su totalidad. Luego dibujó cada fragmento para documentar el proceso de poner juntos. "Usted quiere asegurarse de que todo está bien", dijo.Una vez que tuvo los fragmentos del kouros de nuevo juntos, él comenzó en el proceso de replicarlo. 
Dijo que utiliza herramientas que los minoicos habrían utilizado para permanecer fiel a las técnicas antiguas. Su réplica está hecha de madera de boj en vez de marfil, así como esteatita, cristal de roca y oro 24k. "Es posible que esto sea muy similar a lo que fué la original. 
Moak dijo que le tomó 1.625 horas y 15 minutos para crear el duplicado entre mayo de 1991 a octubre de 2008. "Esperamos que la réplica se mostrará junto a la original en el museo en Sitia,". 
Dijo que pasar tanto tiempo para crear la réplica ayuda a entender cómo se hizo y luego tal vez entender un poco sobre la cultura de las personas que participaron en el proceso original de creación. "Es una forma de conocer íntimamente, personalmente sobre el pasado. Usted está realmente volviendo sobre los pasos ". 
En su clase de historia del arte, Moak hace que sus estudiantes recreen un artefacto tan auténticamente como sea posible en lugar de escribir un trabajo final." Ellos acaban comprendiedolo a un nivel diferente. Un nivel mucho más profundo ".  
Él y el equipo publicaron un libro en el 2000 sobre el Kouros de  Palaikastro y un documental que se hizo en 2006. 





Moak cree firmemente que es importante tratar de entender la historia. "Porque no saber lo que se ha realizado en otros tiempos es ser siempre un niño. Si no se hace uso de los trabajos de los siglos pasados, el mundo deberá permanecer siempre en la infancia de los conocimientos ", citó el autor y político romano, Cicerón.
Debido a los materiales nobles utilizados en la fabricación de la estatua, incluyendo marfil de cuatro colmillos de hipopótamo y oro de 24 quilates, la obra fue, obviamente, la de una deidad importante en la civilización minoica, dijo Moak.
Inicialmente, la obra fue considerada como un joven, sin barba que podría ser Zeus, el rey de los dioses en la mitología griega nació en Creta. Aunque se han discutido varias teorías de su identidad, MacGillvray todavía cree que es una manifestación temprana de Zeus evolucionado desde el dios egipcio Osiris, que vemos en el cielo nocturno como Orión.
El siguiente misterio era cómo y por qué el artista se esforzó tanto para recrear con un detalle increíble la imagen hasta llegar a mostrar las venas, músculos, tendones, incluso las uñas en los puños cerrados a pesar de que no eran visibles desde el frente.
"No hay duda de que fue creado per un auténtico Miguel Ángel de la  edad de bronce", dijo Moak. "Hubo un modelo para esto? El artista, obviamente, miraba a alguien cuando él o ella lo esculpió. Nos encontramos con un o una artista que entiende a la perfección la anatomía humana."
Debido a que la mayor parte de la cara de la estatua había desaparecido, Moak tuvo que investigar lo que la cara pudo haber parecido para que pudiera volver a crearla. 





El uso de una serie de fotografías, incluyendo el propietario de un bar en Creta y un miembro del equipo que trabajaba en la excavación Moak talló un rostro de joven orgulloso que era una mezcla entre Egipto y Creta, al igual que la cultura minoica en sí . No se encontraron pedazos suficientes de la parte posterior de la cabeza de la estatua para determinar que se trataba de un hombre joven con un moño o tocado como el de un indio americano. 





Partes de los brazos de la estatua fueron recuperados y le mostró en una postura con los puños apretados y los codos en cada uno de sus lados.
Otro misterio: ¿Qué significa la pose? Un saludo de algún tipo, la postura de un guerrero? En realidad no hay forma de saberlo.
Moak enseña a tiempo completo en Rocky durante el año escolar, y en su puesto de observación del fuego en la región durante los meses de verano. Así que tuvo que apretar en el momento de trabajar en Kouros cada vez que podía.
"Cuando usted consigue algo como esto para volver a crear, es una lección de humildad, muy desalentadora, la experiencia", dijo Moak.
Al principio, él decidió hacer sus propias herramientas de tallado, la investigación y herramientas similares a las que pueden haber sido utilizados por el artista original. También quería crear la estatua con los mismos materiales que se utilizaron en la pieza original, pero no pudo porque hay limitaciones sobre el comercio de marfil, por ello eligió una antigua madera que estaba disponible en Creta en 1500 aC la de boj.
En su esfuerzo para hacer la réplica tan exacta como le fuera posible, incluso separa el torso largo, donde la estatua original fue probablemente armada a partir de dos colmillos de hipopótamo.
"Eso les permitió hacer la mayor escultura que pudieron conseguircon los materiales que tenían disponibles. Ellos querían maximizar el impacto con esta estatua."
Moak conjeturó que la estatua fue arrancado de su base en el altar y luego se estrelló contra una roca y las piernas fueron arrojados dentro de un edificio en llamas. Dijo que incluso encontró la roca que la estatua se estrelló contra.





"Este lugar fue destruido intencionalmente. Hubiera sido muy doloroso ver, ya que puso fin a un capítulo en su cultura", dijo Moak.
Ahora que su odisea de 20 años está llegando a su fin, Moak está buscando oportunidades para discutir su trabajo y mostrar su estatua. En enero, la réplica se exhibirá en la Escuela Groton en Connecticut. Él contribuyó con un capítulo para el libro "El Palakastro Kouros", y planea publicar más información sobre el proyecto, incluyendo sus diarios detallados. La estatua puede encontrar su hogar permanente en el Museo de Sitia en Creta próxima a la original.
"Ha sido un proyecto genial. No puedo creer que cayera en mis manos. Ha sido una cosa de amor-odio. En todos estos años de trabajo continuado, nunca ha salido de mi mente. A pesar de que tomó un largo tiempo, era algo que tenía que terminar ".
Recientemente -en el año 2015- la policía de aduanas griega detuvo a unos contrabandistas que pretendían sacar del país una estatuilla semejante, aunque en peor estado de conservación, el ahora denominado Kouros de Lasithi



Y no deberíamos olvidar que todo ello sucedía en la isla de Creta por lo menos 800 años antes de los primeros Kouros griegos


 y 1.100 años antes de que la escultura griega llegara a su esplendor en el período clásico 





Con la caída del mundo palacial minoico, el progresivo esquematismo que hemos apreciado en la pintura o en la cerámica afectó también a la escultura, cuyas formas se reducen a estatuas de orantes, diosas y animales cada vez más simples y abstractos, algunas de bronce y la mayoría de terracota pintada. De toda esta serie, perteneciente al Minoico Reciente III, las esculturas más señaladas son dos ídolos femeninos con las manos levantadas y el cuerpo acampanado, los pormenores anatómicos apenas en esbozo. 




Sobre la cabeza, estos ídolos de Gazi, en las cercanías de Iráklion, muestran diversos tipos de tocados: cuernos de la consagración y pájaros (diosa de las palomas), pistilos de amapolas, acuchillados de parte a parte, como en aquellas destinadas a la producción de opio (diosa de las adormideras). Ambas terracotas representan a la diosa de la fecundidad y de la salud; la segunda de ellas revela el conocimiento del opio por parte de los cretenses, dada la fidelidad con que aparecen las adormideras (Papaver somniferum) y los cortes que han recibido para la producción de esta droga. 

Como siempre espero que os sea útil e interesante.