dimecres, 3 de juny del 2015

LA HERMANDAD DE SAN LUCAS. LOS NAZARENOS





El nombre "Nazarenos" fue adoptado por un grupo de pintores del Romanticismo alemán, nacidos en torno a 1785, lo cual los sitúa antes de los prerrafaelitas. 
A este estilo de principios del siglo XIX también se le conoce como Purismo nazareno. Es el grupo pictórico más coherente del romanticismo alemán; pretendían revivir la honradez y espiritualidad del arte cristiano medieval.

Historia


Las convulsiones históricas y sociales de principios del siglo XIX provocaron la añoranza por los tiempos pasados y la restauración del espíritu nacional. En esa restauración, los nazarenos alemanes fueron el movimiento pictórico que más alcance tuvo.
Los pintores alemanes Friedrich Overbeck y Franz Pforr, estudiantes en la Academia de Viena, al ser expulsados por su enfrentamiento con la dirección del neoclasicista Heinrich Friedrich Füger,






Füger:"Prometeo trae el fuego a la humanidad"


fundaron, el 10 de julio de 1809, la Lukasbund. Puede traducirse como “cofradía”, “gremio” o “hermandad” de San Lucas, santo patrono de los pintores. El nombre ya delata su inspiración medieval, y su pretensión de establecer las bases de la pintura sobre la religión y un buen trabajo artesanal; querían restaurar así “la verdad y la pureza” de la pintura prerrenacentista. Esta Hermandad de San Lucas fue la primera asociación artística moderna.
Rompieron con el neoclasicismo de la Academia y, en 1810, cuatro de los cofrades, Overbeck, Pforr, Ludwig Vogel y Johann Konrad Hottinger se trasladaron a Roma. Ocuparon el monasterio abandonado de San Isidoro, dispuestos a llevar una existencia de recogimiento prácticamente monacal, relacionándose profundamente con la naturaleza y los medios de vida artesanales. 





Maestro de las medias figuras: "Mujer tocando el virginal"

Los que entre ellos aún eran protestantes se convirtieron al catolicismo. A diferencia de los gremios medievales en los que se inspiran, su dedicación a la pintura nace de una decisión personal, claro rasgo romántico, de una actitud no exenta de un cierto amor propio y conciencia misionera.
La libre interpretación de los presupuestos estéticos idealistas dio pie a un panorama estilístico diversificado en torno a 1800, algo que no era extraño si tenemos en cuenta la compleja alteración de los modos estilísticos que trajeron consigo el pintoresquismo y otras poéticas derivadas de la Ilustración dieciochesca. Especialmente el principio de la autonomía artística, que es tan importante para la corriente de la abstracción formal, como para el subjetivismo que afecta a la pintura de paisaje lo mismo que a la de tema, promovió la multiplicidad fáctica de las manieras individuales y la libertad de estilo para la interpretación de los temas. El propio clasicismo hizo un esfuerzo didáctico por convertirse en programa de época, pero, si exceptuamos constelaciones muy limitadas de los dictados académicos preceptivos, fue, en sentido lato, una manifestación híbrida, con numerosos resabios de estilos históricos, a la vez que profundamente afectada por la crisis de la doctrina tradicional de los modos. Las jerarquías de los modos estilísticos se vieron alteradas sobre todo por la puesta en escena del nuevo paisajismo, el pintoresquismo y los sincretismos neomanieristas.
Alguna vez se ha dicho que la primera pintura romántica surge de la libertad de concepto que David concedía a sus discípulos. 




Jacques-Louis David: "Psiqué abandonada"

Esa libertad puede hacerse extensiva a la individualización del estilo de otros autores ajenos al círculo de David y fue instancia secular en la formación artística no académica.
La pintura nazarena se coloca en las antípodas de la moral ilustrada y revolucionaria, que instaba a la formación de las propias disposiciones individuales. Si el pintor-filósofo Runge 





Otto Runge: "El pequeño de la mañana"

se esforzó por acompañar el misticismo de su praxis artística con una amplia teoría estética personal, los nazarenos se propusieron el desarrollo de un programa estilístico homogéneo que sirviera de doctrina estética de grupo. Mientras que en el primer Romanticismo la labor artística está orientada hacia la creación de estilos personales y mitologías privadas, el historicismo nazareno se propuso la recuperación fiel del estilo de un pasado mitificado. El paisajismo romántico quiso equiparar su género a la pintura de tema, y en 1825 el historicista P. Cornelius dirá: "La pintura de paisaje no es más que un parásito en el tronco del gran árbol del arte". El nazarenismo recuperó la doctrina tradicional de los modos, fijó modelos estilísticos históricos y se refugió aprensivamente en la moral cristiana, tratando con ello de sobreponerse al sino de la libertad laica propio de la Europa revolucionaria. Comenzó siendo una manifestación artística extemporánea para convertirse después, con la Restauración, en signo de época.
Nazarenos es el nombre por el que la gente con humor conocía en Roma a ese grupo de artistas germanos que vivían en comunidad y que llevaban el pelo largo y con la raya en medio, peinado “alla nazarena”, que recordaba a Cristo.




Autoretrato de Carl Philipp Fhor



Se trataba de la Hermandad de San Lucas, fundada en 1809 en Viena por alumnos de la Academia que en ese mismo año se trasladaron a Roma, donde llevarán juntos un régimen de vida propio de santurrones. En 1810 se instalaron en el monasterio de San Isidoro.
Los fundadores fueron, entre otros, Johann Friedrich Overbeck (1789-1869)







 y Franz Pforr (1788-1812), 






pero pronto se les unirá un sinfín de pintores centroeuropeos, entre los que se encontraban Peter von Cornelius (1783-1867)






, Friedrich Olivier (1785-1841), Wilhelm Schadow (1788-1862), Julius Schnorr von Carolsfeld (1794-1853)






y C. Ph. Fohr (1795-1818). 







También el viejo J. A. Koch 







guardó relación con el grupo.
La actividad nazarena tiene muchos síntomas de extravagancia. En realidad era el descontento causado por la trivialidad de las enseñanzas académicas lo que impulsó a los fundadores a una suerte de militancia estética en favor de valores artísticos auténticos, de experiencias de extatismo artístico como las que, con absoluta ingenuidad, contaba Wackenroder que habían tenido los verdaderos artistas en su novela entusiasta de 1797 “Efusiones del corazón de un monje amante del arte”.
La Hermandad de San Lucas trató de asimilar a Rafael y a los primitivos italianos y alemanes a través de una lectura melindrosa del tipo del entendimiento artístico de Wackenroder y L. Tieck. Como las virtudes espirituales parecían un ingrediente imprescindible del auténtico artista primitivo, el ideario nazareno fue el de un arte confesional. Eran frecuentes las conversiones al catolicismo entre los miembros, pues aspiraban a ser visitados por la Musa al recibir la Comunión y quizá también a recibir algún encargo de la Iglesia.
No podemos pensar, sin embargo, que este nuevo pseudo arte beato, como lo denominara Goethe, pudiera tomar cuerpo tan rápidamente sin otros apoyos. No basta con encontrarle justificaciones en el hecho de que por entonces aún no se había descubierto el psicoanálisis.
El arte de los primitivos italianos y nórdicos era ya objeto de atención. Novalis y Chateaubriand habían preparado también una mítica romántica de la Edad Media, que exaltaba su condición de edad cristiana. El círculo romántico de Heidelberg, con Górres a la cabeza, recuperó paulatinamente desde comienzos de siglo la lírica popular y la literatura medieval alemanas. Los hermanos Boisserée, iniciadores de la historiografía del arte medieval, comenzaron ya sus colecciones y estudios de los primitivos alemanes en 1804.También nos hemos referido a los curiosos “barbus”, 




Jean Broc: "La muerte de Jacinto"


que, entre otras cosas, como otros discípulos de David, reverenciaban a Rafael y al Perugino. No hemos reparado, por el contrario, en otro grupo singular de frecuentadores del taller de David, que son Fleury Richard, Révoil,





Grobon, Granet y otros artistas menores que ya en la primera década del siglo inauguraron lo que se conoce como “style trouvadour”. Basándose en el tan extendido estilo lineal, estos autores que se las daban de aristócratas católicos aplicaron su escaso ingenio a la representación de temas históricos y caballerescos con atrezzi y ambientes medievales, especialmente góticos. Los trouvadours iniciaron el historicismo en Francia.
Con todo, existen fuentes más próximas para los nazarenos. Ya en 1805 el fundador Overbeck pudo contemplar en Lübeck los dibujos realizados por los hermanos J. y F. Riepenhausen






realizados según pinturas quattrocentistas. Los Riepenhausen procedían de Gotinga, como Friedrich Schlegel, que fue el gran publicista del primer Romanticismo en Alemania y luego uno de los artífices de la cultura restauracionista, sobre todo después de su conversión al catolicismo en 1808 en Viena. Schlegel escribió una serie de artículos entre 1803 y 1805 en su revista "Europa" en favor de una nueva valoración de los primitivos del XV.
Schlegel aconsejaba seguir por completo a los maestros primitivos, especialmente a los más primitivos, e imitar fielmente la perfección única y lo naïf el tiempo necesario, hasta que se convierta para el ojo y el espíritu en otra naturaleza. Si llegara a escogerse el estilo de la escuela primitiva alemana como modelo, entonces estarían ambos asuntos en cierto modo unidos, el camino seguro de la antigua verdad y lo jeroglífico.
Es como si Schlegel plasmara ya el insustancial programa que iban a cumplir los nazarenos. La pintura de los hermanos de San Lucas trató de confundirse, efectivamente, con el arte de los primitivos. Por su peligrosidad a efectos del purismo estilístico, relegaron por completo las tentaciones del naturalismo. Durero, Fra Angélico, Gozzoli, el propio Rafael, estaban entre sus modelos preferidos, aunque a veces no es fácil encontrar fuentes precisas para sus cuadros prototípicos.
Una imagen típica es el óleo un tanto ingresiano de F. Overbeck, 







Germania e Italia (1811-28), que presenta las dos figuras femeninas que encarnan las respectivas culturas nacionales y con sendos paisajes característicos. La rubia y la morena manifiestan con candor y beatitud su amistad, trajeadas y ambientadas en la época en la que la Reforma protestante aún no había dividido sus sentires.
Los nazarenos dejaron una obra que nos parece inmensa. En ella se hace evidente su voluntad rigurosa de aproximarse a las técnicas artísticas quattrocentistas, lo mismo que la insipidez de su capacidad expresiva. Algunos de ellos escondían, sin embargo, un estupendo talento de dibujantes, como Overbeck, Schnorr, Cornelius y Fohr. La mayor parte de los dibujos nazarenos son estudios, algún retrato y temas bíblicos, pero Cornelius también ilustró la primera parte del "Fausto" (1816) de Goethe






 y la "Canción de los Nibelungos" (1817). 







Este tipo de ilustraciones, junto a las de L. E. Grimm para la recopilación de von Arnim "Des Knaben Wunderhorn" (1808-1819)







 y a otras posteriores, popularizaron la imaginería neomedieval germánica. En esta visualización de fábulas que se hará tan típica fue más importante el modelo de Altdorfer






 que el del propio Durero. La importancia del nazarenismo comienza realmente con su expansión. 
Entre los encargos que recibió el grupo hay dos que le granjearon una enorme fama. Cornelius, Veit y otros se atrevieron a recuperar de alguna manera la pintura mural quattrocentista en la decoración de algunas salas de dos residencias privadas en Roma: en 1816-17 el Palacio de J. S. Bartholdy y en los años veinte el Casino del marqués Carlo Massimo.
En la Casa Bartholdy realizaron un ciclo con temas bíblicos en una de las salas,





y en el Casino Massimo 





dejaron tres salas con sendos ciclos dedicados a Dante, Ariosto y Tasso, homenaje a la épica de los ilustres. Estos trabajos fueron muy admirados por sus coetáneos.De ellos han quedado numerosos testimonios que dan fe de su insólito prestigio. Thorvaldsen, Canova e Ingres promovieron encargos para los nazarenos.
Ya en 1819 la Hermandad celebró una exposición en el Palacio Caffarelli que acreditó a estos artistas piadosos como el frente dominante de la pintura romana. En poco tiempo lograron, por así decir, colocar un nuevo filtro en la visión artística de Roma y de la tradición clasicista italiana. El ambiente romano parecía entonces tener los rasgos de un ingenuo pesebre navideño trazado con los estilismos propios de la remota y ahora estereotipada tradición de los primitivos. La gran expansión del purismo historicista se produjo en los años treinta. Los encantos de la pintura nazarena consiguieron subyugar a media Europa. 



Philipp Veit: Germania


Museos, iglesias, tribunales, y cualesquiera lugares urbanos propicios a la autorrepresentación burguesa se llenaron de las gloriosas composiciones historicistas. 
Los nazarenos fueron llamados a Munich, Francfort, Düsseldorf, Viena y otras ciudades con importantes encargos artísticos, y algunos de ellos se incorporaron a las Academias. Munich se convirtió en un destacadísimo centro del historicismo con los ciclos murales realizados por Schnorr y Cornelius. En 1826, Wilhelm von Sachadow, 







después de un breve profesorado en Berlín, fue nombrado director de la Academia de Düsseldorf que, con artistas como K. F. Lessing y K. J. Begas, se convertirá en uno de los grandes focos del historicismo.
El ideario nazareno, pese a sus premisas originarias, se adaptaba perfectamente a las estériles maneras académicas, y su gusto, con variantes, se impuso de hecho en los grandes centros artísticos oficiales. Además, la pintura y la arquitectura historicistas se desarrollaron a la par que la historiografía artística. En Italia se dejó notar su impronta en muchos artistas. Ya nos hemos referido al escultor Bartolini. El pintor Tommaso Minardi (1787-1861), 






muy próximo a Overbeck, ejerció la docencia en Perusa y en Roma y fue uno de los nazarenos italianos destacados que contó con más discípulos. A su misma generación pertenecían F. Saraceni, G. Tebaldi y G. A. Baruffaldi. El sincretismo historicista de raíz nazarena, muy bien acogido por el Vaticano revanchista de la Restauración, afectó profundamente al panorama artístico de Italia hasta la época de los macchiaioli o realistas toscanos. No olvidemos que existen derivados tardíos, como la obra de Francesco Hayez.  




Francesco Hayez: "El beso"

Antonio Bianchini fue el autor de un "Manifesto del Purismo" (1843) que sirvió de catecismo para esta corriente.  Considerado el manifiesto del purismo; en forma escrita, Bianchini reunió  un número de ideas que ya expresó en el segundo ( 1838 ) y tercer ( 1839 ) discursos leídos en la sociedad romana de aficionados y estudiantes de Bellas Artes. En realidad la pintura en el movimiento purista corresponde a la de los Nazarenos , florecido un par de décadas antes;  por lo tanto,  el Manifiesto de Bianchini, tuvo la aprobación de Minardi , de ' Overbeck y Tenerani , más que un " manifiesto " puede considerarse como la final exposición de un movimiento del pasado. Los modelos propuestos por Bianchini eran pintores de temas religiosos de los siglos  XIV y XV, con el propósito de que la pintura debía ayudar a orar y no distraiga de la oración
En España el nazarenismo no provocó grandes adhesiones, salvo en los idearios de P. Milá i Fontanals y en algunos artistas catalanes como Cl. Lorenzale




Claudio Lorenzale: "Origen de l'escut del comtat de Barcelona"


 y J. Espalter, o, más tardíamente, en un Manuel Domínguez (1840-1906). Pero en Inglaterra las consecuencias de esta moda son colosales. William Dyce (1806-1864)





quien llevaría el sentido de los nazarenos hasta Inglaterra, para conectar con la Hermandad de los Prerrafaelistas.
 y Charles Lock Eastlake (1793-1865), 






simpatizantes de la Hermandad, serían los iniciadores. La mitología patriótico-religiosa de los ciclos murales nazarenos de Munich fue la gran referencia a la hora realizar una decoración de similares intenciones en el nuevo edificio del Parlamento de Londres. Ellos serían los principales responsables de este trabajo, y promotores de un tipo de pintura que alcanza igualmente a Ford Madox Brown





y al movimiento prerrafaelita, emblema de la Inglaterra victoriana.
Entre los seguidores franceses del nazarenismo romano se encuentran discípulos de Ingres, como H. Flandrin, y otros que habían comenzado ya con el estilo trouvadour de Pierre Révoil, como Victor Orsel, seguido de Louis Janmot. La expansión del purismo nazareno en Francia cobró fuerza sobre todo en los años treinta, y fue un movimiento católico al que no escatimó simpatías la monarquía, ni la Iglesia, que le colmó de encargos. Su gran protector fue el conde de Montalembert, escritor, historiador e ideólogo de la Restauración y que era un simpatizante del historicismo alemán. Formó -se dijo- "una falange de artistas cristianos (...) opuestos a la escuela romántica", que debía ser la de los innovadores de entonces.
En la etapa inicial de esta asociación, el pintor que más influía era Pforr, imaginativo y apasionado, volcado en la rememoración de las escenas caballerescas medievales. A su muerte, el movimiento se vuelve más religioso bajo la influencia de Overbeck. El arte de los nazarenos se vuelve hacia una piedad sencilla. Producen una versión esquematizada del arte del primer Rafael.
A esta comunidad conventual se unieron artistas de Düsseldorf y Múnich: Wilhelm von Schadow, Peter von Cornelius (en 1811), Philipp Veit (1815) y Julius Schnorr von Carolsfeld (en 1818) y otros artistas alemanes. Conocieron al pintor austríaco de paisajes Joseph Antón Koch (1768–1839), 





que se convirtió en una especie de tutor oficioso del grupo.
La influencia de Peter von Cornelius se deja notar al encauzar su creatividad hacia un restauracionismo más secular. Bajo su influencia, el grupo se vuelca en la elaboración de frescos monumentales.






José interpretando el sueño del faraón, de Peter von Cornelius, fresco en la Casa Bartholdy de Roma, 1816-1817.

El más destacado es el que hicieron por encargo de Jacob Salomon Bartholdy, (1779-1825), cónsul general de Prusia en Roma. 





Les encargó la decoración de sus estancias alquiladas en el Palazzo Zuccari, hoy salones de recepción de la Biblioteca Hertziana. Resucitaron la técnica del fresco verdadero. Se realizaron entre 1816-1817, con el tema bíblico de la Historia de José. Pintado a la manera del Quattrocento. Esta obra proporcionó gran celebridad al grupo, en particular a Peter von Cornelius, que fue llamado a las academias de Düsseldorf y Múnich. La fuerza expresiva de los gestos y la fisonomía de sus figuras se correspondían plenamente con su monumental tamaño. Los frescos, arrancados en 1887, se encuentran actualmente en Berlín, en la Alte Nationalgalerie.
A esta obra le siguió el encargo, en 1817 efectuado por el marqués Carlo Massimo, para que decoraran su casa en el Laterano, el Casino Massimo, 





con temas de La Divina Comedia de Dante, del Orlando Furioso de Ariosto, de la Jerusalén liberada de Torcuato Tasso y de Petrarca. En las estancias dedicadas a Dante, Cornelius realizó el paraíso, mientras que Horny hizo las guirnaldas de frutas y flores. Al marcharse Cornelius a Múnich, el marqués, por consejo de Koch, confió el acabar el encargo a Philipp Veit, el cual no lo finaliza; entonces es el propio Koch quien asume el trabajo. En la sala de Tasso pinta Overbeck. A la muerte del marqués en 1827 los pintores marchan a Asís. En 1827 se unió al grupo Joseph von Führich, que residirá en Roma hasta 1829; él se encargó de terminar los frescos. En la habitación central la decoración, inspirada por Ariosto, se encomienda a Julius Schnorr von Carolsfeld, en Roma desde 1818, que la acaba él solo. Esta obra fue concluida en 1827.
Los frescos de la casa Bartholdy tuvieron gran eco en Alemania. Estos artistas representaban el idealismo y descubrían un lenguaje pictórico alemán. En efecto, se adoptó este estilo restauracionista como forma oficial del arte monumental nacional, especialmente en Múnich.
En 1819 los nazarenos organizaron una exposición colectiva con ocasión de la visita del emperador de Austria. Friedrich von Schlegel, consejero de Metternich, escribió una larga descripción de la exposición y, aunque el emperador no les prestó atención, el príncipe heredero de Baviera, futuro Luis I, los admiró profundamente y enseguida les invitó a ir a Múnich.
Para el año 1830, los pintores ya se habían separado, siguiendo cada uno su propio camino. La mayoría volvió a Alemania, donde desempeñaron cargos oficiales:

  • Peter von Cornelius en Múnich (donde Luis I de Baviera subió al trono en 1825). Cornelius alcanzó gran reputación en Alemania.
  • Wilhelm von Schadow a Düsseldorf en 1826.
  • Philippe Veit fue nombrado director del Museo Municipal de Arte de Fráncfort del Main, en 1830. En 1854 asume el puesto de director de la Galería Municipal de Maguncia.
  • Julius Schnorr von Carolsfeld, por su parte, recibió importantes encargos oficiales en Múnich, como la decoración de la Residenz de la ciudad. Desde 1827 enseña en la Academia de Múnich y, en 1846, es nombrado director de la Galería de Pinturas y de la Academia de Dresde.
  • Con la partida de Schnorr hacia Múnich y de Fuhrich hacia Praga, Overbeck quedó como único nazareno en Roma, hasta su muerte en 1869.
Este estilo tuvo gran influencia en otros pintores europeos, decayendo únicamente a partir de 1840, debido al influjo de la pintura del realismo.




Dante y Beatriz con Tomás de Aquino,Alberto Magno, Pedro Lombardo y Sigerio de Brabante, fresco en la Sala Dante del Casino Massimo en Roma, por Philipp Veit, 1817-1827.
Los nazarenos tuvieron como precedente inmediato al pintor romántico Philipp Otto Runge (1777 - 1810), del que ya vimos su obra "El pequeño de la mañana", por su oposición a las formas que impone el academicismo clasicista, por su temática y la espiritualidad que trasciende en su obra.
Los nazarenos rechazaban el neoclasicismo, el esteticismo y el realismo pictórico, el virtuosismo superficial del arte contemporáneo. Esta era su principal motivación. Confiaban en recuperar un arte que encarnara valores espirituales.




Maestro de las medias figuras: "Mujer tocando el laud"

Buscaron la inspiración en artistas de la Baja Edad Media y principios del Renacimiento: ante todo, Durero, pero también Fra Angélico, El Perugino y Rafael. También se aprecia en ellos cierta influencia del barroco clasicista. El estilo resultante es un frío eclecticismo. Este “eclecticismo pictórico” viene a ser semejante al “historicismo” de la arquitectura de la época.
Procuran recuperar técnicas antiguas. Destacadamente, el arte del fresco italiano propio de la Edad Media y el Renacimiento, que había caído en desuso. Con esta técnica decoraron casas, como la del cónsul de Prusia o el Palacio Massimi. Junto a esta técnica de grandes superficies, vuelven a las pequeñas tablas, en lugar de los amplios lienzos neoclásicos. Prepondera el dibujo depurado frente al color. Rechazan o limitan el recurso al claroscuro, los efectos de profundidad y volumen. Utilizan colores sencillos e intensos. La técnica resulta controlada e impersonal.







Es un arte medievalizante y patriótico, si bien impregnado de un misticismo y religiosidad cristianos. Deseaban expresar sus preocupaciones espirituales, sentimientos genuinos y puros propios del arte religioso medieval que consideraban más cercano a la auténtica naturaleza alemana, humilde y profunda. Es, por lo tanto, un movimiento pictórico inspirado en la fe católica. En realidad, eran herederos de la ola de sentimentalismo, medievalismo y beata religiosidad que invadía a Alemania.
Además de los temas religiosos, pintaron alegorías y temas de la Edad Media caballeresca. Su espíritu patriota les lleva a interpretar escenas de la historia alemana, tanto literaria como real.







La entrada de Rodolfo de Habsburgo en Basilea en 1273, de Franz Pforr, 1809-1819, en el Instituto Städel de Fráncfort del Main.



Pintores
Los pintores que se adscriben a esta corriente son:



Julius Schnorr von Carolsfeld (Leipzig, 1794- Dresde, 1872). Pinta temas religiosos y episodios de la historia medieval. En sus retratos aplica modelos medievales, como en el Retrato de Clara Bianca von Quandt (1820), probablemente su obra más conocida.








Wilhelm von Schadow (Berlín, 1788 - Düsseldorf, 1862). Se dedica a temas religiosos y a composiciones alegóricas como su Pietas y Vanitas de 1840. Probablemente su cuadro más conocido Los hermanos Schadow con el escultor Thorvaldsen (1815), en el que se autorretrata junto a los dos escultores, su hermano Rudolf Schadow y Bertel Thorvaldsen.

Philipp Veit (Berlín, 1793 - Maguncia, 1877). Se especializó en la pintura al fresco. Su obra más conocida es el ciclo de frescos que realiza para el Museo Municipal de Arte de Frácfort del Meno, uno de los conjuntos pictóricos más hermosos del romanticismo alemán tardío, compuesto por composiciones históricas y alegóricas.


Joseph von Führich

Johann Konrad Hottinger

Eduard Jakob von Steinle

Ludwig Vogel

De todos ellos hablaremos más detalladamente, un poco más adelante.

El influjo de los nazarenos hizo surgir el movimiento pictórico italiano llamado “purismo”, cuyo máximo representante fue Tommaso Minardi, italiano (1787-1871). 






Los nazarenos son claros precursores de la Hermandad prerrafaelita.
E influyeron en muchos otros artistas europeos:


Wilhelm von Kaulbach, alemán (1805-1874).








Jean-Hippolyte Flandrin, francés (1809-1864).






J. R. Herbert, inglés (1810-1890).





Nazarenismo catalán


Muchos artistas catalanes dispusieron de la posibilidad de recibir formación académica en Roma gracias a las ayudas ofrecidas por la Junta Particular de Comercio de Barcelona; otros sufragaron de manera privada esta formación. En el primer tercio del siglo XIX fueron atraídos por la doctrina del grupo y su lenguaje artistas como:
Josep Arrau
Joaquín Espalter y Rull
Pelegrí Clavé
Manuel Vilar
Francesc Cerdà
Pau Milà i Fontanals
Claudio Lorenzale





En la colección de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona se conserva un gran número de obras que realizaron estos artistas tanto en Roma como en Barcelona.

Hasta 1840, la corriente alemana de dicho movimiento logró atraer gran número de adeptos. La opinión de estos pintores era muy valorada, especialmente en los medios oficiales de Alemania. Se convirtieron en modelo para el resurgir católico internacional que floreció durante las décadas que siguieron a la caída de Napoleón.
El logro artístico de los nazarenos es difícil de valorar. Las pinturas resultan menos impresionantes que lo que les parecieron a sus contemporáneos; parecen, cuando menos, frías e impersonales. “Hoy en día, el restauracionismo de los nazarenos parece desprovisto de vida y pedantesco. Parece difícil aceptar la autoridad que ejercieron en su vida. Esta debe atribuirse a una fe incuestionable en su integridad e idealismo” (Enciclopedia Universal de la Pintura y la Escultura).
Sin embargo, el programa de los nazarenos, la adopción de una forma de expresión honesta en el arte y la inspiración de artistas anteriores a Rafael iba a ejercer una considerable influencia en Alemania e Inglaterra en el movimiento prerrafaelita. Al abandonar la academia y rechazar gran parte del legado artístico del arte occidental, los nazarenos pueden verse como pioneros de una tendencia de vanguardia en el arte que dominaría a finales del siglo XIX.


Repasemos la biografía de los principales maestros del movimiento.


Johann Friedrich Overbeck  (Lübeck, 3 de julio de 1789 – Roma, 12 de noviembre de 1869) fue un pintor romántico alemán, perteneciente al movimiento de los nazarenos. Overbeck y Peter von Cornelius son los dos pintores más destacados de este estilo.
Vida
Johann Friedrich Overbeck provenía de una familia de la alta burguesía de Lübeck. Sus antepasados habían sido pastores protestantes a lo largo de tres generaciones; su padre Christian Adolph Overbeck (1755-1821) era doctor en derecho, poeta, pietista místico y burgomaestre de Lübeck. Sus abuelos fueron Georg Christian Overbeck (1713-1786), abogado en Lübeck, y Eleonora Maria Jauch (1732-1797). A poca distancia de la casa familiar, en la Königstrasse, estaba el instituto de enseñanza media donde su tío, doctor en teología y prolífico escritor, era el director; allí el sobrino se convirtió en un erudito clásico y recibió una educación artística. Sus primeras lecciones de dibujo le fueron impartidas por Joseph Nicholas Peroux (1804-1806).



La Hermandad de San Lucas



Ingresó en la Academia de Bellas Artes de Viena en marzo de 1806, bajo la dirección de Heinrich Friedrich Füger (1751-1818), un pintor de cierto renombre, perteneciente a la escuela neoclásica del francés Jacques Louis David. Aunque el estudio en la Academia ampliaba sus conocimientos, todo lo demás le resultaba insoportable; Overbeck escribió a un amigo que el ambiente era vulgar, que todo pensamiento noble se suprimía allí, y que al perder toda fe en la humanidad, se tenía que volver hacia sí mismo. Estas palabras permiten comprender su actitud posterior hacia el arte. En su opinión, en Viena, lo mismo que en el resto de Europa, las fuentes puras del arte cristiano se habían corrompido desde hacía siglos, y él buscaba una fuente fresca. Desdeñando a sus contemporáneos, tomó como modelos a los pintores prerrafaelitas de Italia. Se interesó en la obra de los pintores alemanes de finales de la Edad Media, así como por los italianos del Quattrocento. En esto se apartaba radicalmente del gusto dominante en la Academia.
Junto a Franz Pforr, estudiante como él en la Academia de Viena, fundó el 10 de julio de 1809 la Lukasbund ('Hermandad de San Lucas'), inspirada en los gremios medievales. Pretendía establecer las bases de la pintura sobre la religión y un buen trabajo artesanal. Juraron permanecer siempre fieles a la verdad, combatir el academicismo y resucitar por todos los medios el arte. Overbeck diseñó el emblema que debía figurar en la parte trasera de todos los cuadros. Este emblema mostraba a San Lucas dentro de un arco con las letras HWPOVS (Hottinger, Wintergerst, Pforr, Overbeck, Vogel, Sutter), en los ángulos superiores una espada y una antorcha, en lo alto, en el centro, una W de Wahrheit ('verdad'). 






En la parte inferior, la inscripción: 10 Heu Mond 1809.
Overbeck, Franz Pforr, Ludwig Vogel y Johann Konrad Hottinger decidieron marchar a Roma, a donde llegaron el 10 de junio de 1810. Gracias al director de la Academia de Francia en Roma, pudieron alojarse en el monasterio abandonado de San Isidoro; allí vivieron una existencia de recogimiento prácticamente monacal. Su precepto era trabajo duro y honesto y una vida santa; despreciaron la Antigüedad pagana y el Renacimiento por considerarlos falsos; y pretendieron recuperar la simple naturaleza y el arte serio de Perugino, Pinturicchio y el joven Rafael Sanzio. Las características de este estilo eran nobleza de ideas, precisión e incluso dureza en el perfil, composición escolástica, con el añadido de luz, sombra y color. Overbeck era el mentor del movimiento, escribe un compañero: «Nadie que le vea o le oiga hablar puede poner en duda la pureza de sus intenciones, su profunda penetración y abundante conocimiento; es un tesoro de arte y poesía, y un hombre santo».







En septiembre de 1811 se les unió Peter von Cornelius. Al año siguiente, la muerte de su amigo Franz Pforr le sumió en una grave crisis espiritual. Buscó refugio en la religión y, en 1813, se convirtió al Catolicismo. Entonces, Overbeck tomó las riendas del movimiento, imprimiéndole un sentido más religioso. El arte de los nazarenos se volvió hacia una piedad sencilla. Produjeron una versión esquematizada del arte del primer Rafael.





En los años siguientes, el grupo se centró en la elaboración de frescos monumentales.





El tiempo libre que logró con esto lo dedicó enteramente a un tema que le resultaba muy atractivo, la Visión de San Francisco, un fresco en la pared exterior de la Capilla de la Porciúncula en la Basílica de Santa María de los Ángeles cerca de Asís; acabado en 1830
Para 1830, el resto de los pintores alemanes habían regresado a su país, aceptando diversos cargos. Con la partida de Schnorr hacia Múnich y de Führlich a Praga, Overbeck quedó como el único nazareno en Roma. Rechazó las diversas ofertas que le llegaron, tanto del rey de Baviera Luis I, como de instituciones de Düsseldorf y Fráncfort.






Overbeck conservó durante toda su vida el ideal conservador de sus primeros años, incluso cuando las pinturas religiosas de los nazarenos habían sido ya superadas por el postromanticismo y el realismo. Permaneció en Roma hasta el final de su vida, pintando principalmente óleos de carácter religioso.
En 1842 suscribió el manifiesto oficial del purismo italiano: Dell purismo nelle arti (Del purismo en las artes), redactado por Bianchini. Una visita particular que le hizo el papa Pío IX evidenciaba el aprecio que se le tenía en los círculos religiosos romanos.




Murió en Roma en 1869. Se encuentra enterrado en la iglesia de San Bernardo alle Terme, su tumba fue realizada por su yerno, el escultor romano Carl Hoffmann (1816-1872).


Obra




Overbeck es un pintor muy representativo de la ideología de la Hermandad de San Lucas. Se dedica principalmente a los cuadros religiosos, pues su intención era renovar el género. Todas sus obras están marcadas por el fervor religioso, estudio cuidadoso y una ejecución seca, severa, de colores poco intensos.
Junto con sus compañeros, recuperaron técnicas antiguas como los frescos, ya señalados, la pintura sobre tabla y abundantes esbozos y dibujos. De su obra cabe citar:





Retrato del pintor Franz Pforr (1810), Antigua Galería Nacional de Berlín, Berlín. Esta pintura encuadra a la manera gótica y describe el ideal nazareno de un pintor artesano. Al tiempo, expresa un complejo programa iconográfico. Se notan en la obra las diversas influencias del autor: tanto la pintura germánica sobre tabla de la Baja Edad Media como la italiana quattrocentista, tanto de un pintor como Alberto Durero como Rafael Sanzio.

En este cuadro, Overbeck retrata a su compañero Franz Pforr utilizando un estilo deliberadamente antiguo, típico de las obras de los nazarenos. La figura está enmarcada por un arco gótico en el que está tallado el emblema que habitualmente utilizaba Pforr: una cruz encima de una calavera. Las uvas del marco son una referencia a la pasión de Jesucristo y la mujer multitarea que hay al fondo, que está leyendo la Biblia y haciendo calceta al mismo tiempo, podría ser la esposa de Pforr la Virgen María (los lirios, símbolo de pureza, son uno de sus atributos habituales).
Entrada de Jesús en Jerusalén (1824), en la Iglesia de Santa María de Lübeck. Esta obra resultó destruida por un bombardeo aliado el Domingo de Ramos de 1942.
Agonía de Cristo en el Jardín (1835), en el gran hospital de Hamburgo.
Lo Sposalizio (1834-1836), Muzeum Narodowe, Poznań (Polonia)






Triunfo de la Religión en las Artes (1830 - 1840), en el Instituto Städel, Fráncfort del Meno; esbozo en Centro de Artes de Hamburgo.
Lamento de Cristo (1846), en la Iglesia de Santa María de Lübeck.
La incredulidad de Santo Tomás (1851), primero propiedad del Sr. Beresford Hope, Londres, ahora en la Colección Schäfer, Schweinfurt, Alemania.
Evangelios (1852), cuarenta dibujos.
Via Crucis (1857), catorce acuarelas.






La Asunción de la Virgen (1855-1857), en la Catedral de Colonia.

Cristo entregado a los Judíos (1858), témpera. Originariamente en un techo del Palacio del Quirinal, encargo del papa Pío IX, su simbolismo se entendió como un ataque directo al gobierno temporal de Italia. Más tarde la obra quedó cubierta por un motivo de Cupidos, y ahora cuelga en frente del Aula delle benedizione en el Vaticano.
Los Siete sacramentos (1861), siete cartones o esbozos para la catedral de Orvieto.
El bautizo (1862-64), Neue Pinakothek, Múnich.






Añadido el 4/6/2016



Frente a la  obra de Overbeck en la Neue Pinakothek de Munchen

Italia y Germania

Italia y Germania (Sulamita y María), 1811-1828, Neue Pinakothek, de Múnich.
Mención especial merece la que posiblemente sea su obra más conocida: Italia und Germania ('Italia y Germania'). De esta obra hay dos versiones; la más conocida es la que se conserva en la Neue Pinakothek de Múnich -es la segunda- . Se trata de un óleo datado en 1828, adquirido en 1832 por el rey Luis I de Baviera.
La pintura Italia y Germania, en origen, se concibió con el título de Sulamith und Maria ('Sulamita y María'), y pretendía ser un regalo para su amigo Franz Pforr. Ambos pintaron el mismo tema: las dos novias cristianas por excelencia: Sulamita, la esposa del Cantar de los Cantares, y María. Representaban las esposas imaginarias de ambos artistas. Franz Pforr pintó Sulamita y María(1811) en forma de díptico. Las dos figuras femeninas estaban separadas. La podremos observar al hablar de ese pintor. Este óleo se conserva en la Colección Georg Schäfer en Schweinfurt. En cambio, Overbeck las pintó juntas, cogiéndose las manos amistosamente.
Después de la muerte de Pforr en 1812, Overbeck abandonó la composición de la pintura, volviendo a ella años más tarde. Para entonces, la pintura se apartaba ya del sentido de regalo privado entre los dos jóvenes pintores, y Overbeck le dio un nuevo contenido. Ahora se trataba de una alegoría de las dos naciones: Italia y Alemania, el Sur y el Norte.
La composición tiene forma triangular, lo que recuerda a Rafael.
La pintura representa a dos chicas jóvenes, una rubia y otra morena. Están vueltas la una hacia la otra y se cogen las manos en señal de amistad. De esta manera, se subrayaban los ideales artísticos de los nazarenos, aunando el Quattrocento italiano con la Baja Edad Media germana. A la izquierda está la esposa ideal de Overbeck, Sulamita, una italiana de cabellos oscuros, con una corona de laurel en la cabeza y vestida a la moda del Renacimiento. A la derecha, María es la esposa ideal de Pforr, una alemana de trenzas rubias y una diadema de mirto, vestida al estilo medieval.
Al fondo, el amplio paisaje y el limpio cielo azul recuerdan a la pintura italiana del siglo XV. El paisaje, no obstante, es distinto a un lado y a otro del cuadro. Detrás de Sulamita, el paisaje es típicamente italiano, con una capilla en medio del campo; detrás de María, se ven las agujas góticas de una ciudad alemana amurallada.
De esta manera alegórica, pretendía Overbeck expresar la unión de sus dos fuentes de inspiración.
Además de pintor, Overbeck también realizó algunos grabados:






Junto a Peter von Cornelius, Overbeck es uno de los más importantes representantes del intento de renovación de la pintura alemana alentado por espíritu religioso en el siglo XIX. La obra de Overbeck y su papel como guía del grupo de los nazarenos se ha incrementado en las últimas décadas, en particular después de una serie de publicaciones y exposiciones celebradas en Fráncfort del Meno en 1977, Roma en 1981, Múnich en 1984 y Lübeck en 1989. Su obra es uno de los principales atractivos del Museo Behnhaus de Lübeck.
Además de su labor como pintor, Overbeck era un escritor infatigable: escribió poesías, ensayos y muchas cartas.
Distinciones
1831 Miembro honorario de la Academia de San Lucas en Roma
1836 Miembro de la Academia de Viena
1839 Medalla bávara de San Miguel
1844 Miembro de la Academia de Florencia
1845 Miembro de la Academia de Berlín
1863 Miembro de la Academia de Bellas Artes de Amberes.

Franz Pforr (Fráncfort del Meno, 5 de abril de 1788 – Albano Laziale, 16 de junio de 1812), fue un pintor romántico alemán, adscrito al movimiento de los nazarenos.


Vida


Franz Pforr era hijo de Johann Georg Pforr y Johanna Christiane Pforr, de soltera Tischbein. Su primer maestro fue su padre, pintor muy respetado en Fráncfort del Meno, especializado en caballos. A los doce años, Franz Pforr perdió a sus padres y, un año más tarde, a su único hermano. Su tío, J. H. Tischbein, propietario de una galería, le acogió en Kassel en 1801, se preocupó de su educación y consiguió que lo admitieran en la Academia de Bellas Artes de Viena.
En 1805 fue aceptado en la Academia de Viena, que era dirigida por el severo neoclasicista Heinrich Friedrich Füger. Como otros amigos y estudiantes, entre ellos Johann Friedrich Overbeck, Konrad Hottinger y Ludwig Vogel, estaba insatisfecho de la educación de la academia. Los estudiantes echaban en falta cierta profundidad de pensamiento más allá de la exterior forma clásica. Buscaron su propio camino y lo encontraron en relación con el pasado. "Verdaderamente, pensábamos que, cuanto más nos apartáramos de los principios de la academia, más nos acercábamos a la forma correcta de pintar, propia de los antiguos pintores. "
Finalmente, las diferencias con la academia les llevó a chocar con ésta. En 1809 fueron expulsados, pero los jóvenes artistas fundaron el 10 de julio de 1809, la Hermandad de san Lucas, primera asociación artística moderna, que pretendía basar la pintura sobre la religión y un buen trabajo artesanal.
En 1810, junto a Overbeck, Ludwig Vogel y Johann Konrad Hottinger se trasladó a Roma. Allí estudiarían a los primitivos italianos y recuperarían para su arte una espiritualidad perdida. Ocuparon el monasterio abandonado de San Isidoro, dispuestos a llevar una existencia de recogimiento prácticamente monacal, en profunda relación con la naturaleza y con medios de vida artesanales.
Allí crearon un estilo que más tarde sería conocido como arte nazareno y que influiría en la primera mitad del siglo XIX considerablemente como un importante movimiento dentro del arte romántico. Pforr fue el pintor que más influyó en esta etapa inicial del movimiento nazareno. Se volcó en la rememoración de las escenas caballerescas medievales.
Viajó a Nápoles y a la localidad de Albano, donde la tuberculosis termina con su vida a los 24 años, sin haber visto reconocido su arte.
Obra[editar]
En su corta vida, Franz Pforr pudo crear sólo un puñado de pinturas y cientos de dibujos. No obstante, es uno de los más importantes pintores del romanticismo alemán e influyó de manera decisiva en el movimiento nazareno. Muy influido por Alberto Durero, es imaginativo y apasionado.
Le interesan especialmente los temas históricos y medievales, de connotaciones patrióticas. Su estilo es un tanto artificioso, ingenuo, de colorido plano y con unas figuras tremendamente hieráticas. Dentro de esta línea patriótica están los cuadros que dedica a Rodolfo I de Habsburgo: 






Rodolfo de Habsburgo y el sacerdote (1809) y La entrada de Rodolfo de Habsburgo en Basilea en 1273 (1808-1810), ambos conservados en el Instituto Städel de Fráncfort del Meno. 









En 1923 se descubrió un San Jorge pintado por Pforr.






Su obra más conocida probablemente sea la pintura alegórica Sulamita y María (1811). Se considera arquetípica de los nazarenos, el romanticismo religioso alemán. Junto al tema religioso, incluye una plétora de alusiones a la vida de su amigo Overbeck, su propia vida y el amor conyugal.
Overbeck y Pforr decidieron pintar el mismo tema para intercambiarse los cuadros como regalo: las dos novias cristianas por excelencia, Sulamita, la esposa del Cantar de los Cantares y María. Representaban las esposas imaginarias de ambos artistas. Franz Pforr pintó Sulamith y María en forma de díptico, con las dos figuras femeninas separadas. Este óleo se conserva en la Colección Georg Schäfer en Schweinfurt. Este cuadro de amistad tiene su complemento en el pintado por Overbeck para Pforr: el no menos conocido Italia y Germania (1811-1828).


Georg Ludwig Vogel (Zúrich, 10 de julio de 1788 - 20 de agosto de 1879) fue un pintor romántico suizo, perteneciente al movimiento de los nazarenos.
Vogel dedicaba a la pintura su tiempo libre. Ingresó en la Academia de Viena en 1808, institución dirigida por Heinrich Friedrich Füger (1751-1818), un pintor de cierto renombre, perteneciente a la escuela neoclásica del francés Jacques Louis David.
No obstante, no encontró allí la satisfacción que deseaba y fue uno de los fundadores, el 10 de julio de 1809, de la Lukasbund, inspirada en los gremios medievales. Pretendían establecer las bases de la pintura sobre la religión y un buen trabajo artesanal. Juraron permanecer siempre fieles a la verdad, de combatir el academicismo y resucitar por todos los medios el arte.
Ludwig Vogel, Johann Friedrich Overbeck, Franz Pforr y Johann Konrad Hottinger decidieron marchar a Roma, a donde llegaron el 10 de junio de 1810. Gracias al director de la Academia de Francia en Roma, pudieron alojarse en el monasterio abandonado de San Isidoro; allí vivieron una existencia de recogimiento prácticamente monacal. Su precepto era trabajo duro y honesto y una vida santa; despreciaron la Antigüedad pagana y el renacimiento por considerarlos falsos; y pretendieron recuperar la simple naturaleza y el arte serio de Perugino,Pinturicchio, y el joven Rafael Sanzio. Las características de este estilo eran nobleza de ideas, precisión e incluso dureza en el perfil, composición escolástica, con el añadido de luz, sombra y color.




Estando en Roma, conoció a otros artistas, como el escultor danés Thorvaldsen, Koch (especie de tutor oficioso de los nazarenos) y Cornelius, que se les unió en 1811.
En Roma realizó su primera gran obra: El regreso de los suizos de la batalla de Morgarten.
Después de pasar un tiempo en Florencia, Vogel regresó a su país, donde trabajó hasta mediados de los años 1860 en una serie de representaciones de la vida popular e historia de Suiza. 








Una de sus obras más famosas es La unión suiza atacada por Gonzenbach en 1307.

Friedrich Wilhelm von Schadow (Berlín, 6 de septiembre de 1789 – Düsseldorf, 19 de marzo de 1862), es un pintor romántico alemán, perteneciente al movimiento de los nazarenos.

Vida

Segundo hijo del escultor neoclásico Johann Gottfried Schadow y su esposa Marianne Devidels. Su hermano mayor era el escultor realista Rudolf Schadow. Schadow recibió sus primeras lecciones artísticas de su padre. Ya en 1806, Schadow participó en una gran exposición académica con un retrato de Julie Zelter. Schadow representó a la hija de Carl Friedrich Zelter como santa Cecilia, en un estilo que sigue totalmente al de John Flaxman. Entre 1806 y 1807 sirvió como soldado voluntario en el ejército prusiano. Comenzó su formación pictórica en la Academia de las Artes de Prusia en 1808, donde se convirtió en alumno de Frederick Georg Weitsch y Karl Wilhelm Wach.


Hermandad de San Lucas

En 1810, después de haber acabado con éxito sus estudios en la Academia, viajó con su hermano Rudolf a Italia. Allí entró en contacto con el escultor danés Bertel Thorvaldsen. Pronto conoció al círculo artístico que rodeaba a Caroline von Humboldt. Impresionado por los nazarenos Peter von Cornelius, Johann Friedrich Overbeck, Philipp Veit y Karl Wilhelm Wach, se unió a este grupo, conocido como Hermandad de san Lucas, en 1813. Se convirtió en uno de sus líderes. Siguiendo el ejemplo de Overbeck y otros, abandonó su fe evangélica para convertirse al catolicismo (1814), pues sostenía que un artista debe creer y vivir las verdades que pretende pintar.





Durante su estancia en Roma pintó en su mayor parte cuadros religiosos monumentales en el estilo académico-clasicista. Además, realizó una de sus obras más conocidas, “Los hermanos Schadow con el escultor Thorvaldsen” (1815), en el que se autorretrata junto a los dos escultores ilustrando así la integración de las artes que pretendía el ideal estético de la Hermandad.
José en prisión.
Entre 1816 y 1818 Schadow se involucró, junto a Cornelius, Overbeck y Veit, en la decoración de la "villa Bartholdy". Jacob Salomon Bartholdy, (1779-1825), cónsul general de Prusia en Roma y tío del compositor Félix Mendelssohn se hizo amigo de estos jóvenes compatriotas, encargándoles que decoraran con frescos sus estancias en el Palazzo Zuccaro en el monte Pincio. Los artistas comprometidos a realizar las pinturas fueron Schadow, Cornelius, Overbeck y Veit; el tema elegido fue bíblico, la historia de José y sus hermanos. A Schadow le correspondió pintar "La túnica ensangrentada" y "José en prisión". Los frescos, arrancados en 1887, se encuentran actualmente en la Alte Nationalgalerie, Berlín.


Carrera posterior



En el verano de 1819, a petición de Karl Friedrich Schinkel Schadow regresó a Berlín. Iba acompañado por Karl Wilhelm Wach. Fue nombrado profesor en la Academia de las Artes de Prusia, donde enseñó hasta 1826. En 1820 se casó con Charlotte von Groschke, hija del médico de la corte Johann Gottlieb von Groschke. Tuvieron una hija, Sophie, más tarde esposa de Richard Hasenclever y un hijo, Johann Gottfried Rudolf, más tarde teniente general prusiano. En los años 1822 y 1825 Schadow dirigió en Berlín un gran taller con muchos alumnos.
A finales de 1825 dejó su trabajo y cerró el estudio, por cuanto le ofrecieron a principios de 1826 dirigir la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, como sucesor de Peter von Cornelius. El arte alto y sagrado que había madurado en Roma fue trasplantado así a Düsseldorf; reorganizó la Academia, que en pocos años obtuvo fama como centro de arte cristiano al que llegaban alumnos de todas partes. A partir de 1827 fueron llegando antiguos alumnos suyos, como Eduard Bendemann, Theodor Hildebrandt, Julius Hübner, Carl Frederick Lessing Carl Ferdinand Sohn y pronto apareció la llamada Escuela pictórica de Dusseldorf.
En calidad de director de la Academia, Schadow se involucró considerablemente en el estudio del arte, así como de la pertinente educación práctica. En 1829 ayudó a la fundación de la Sociedad de las Artes de Düsseldorf. Entre 1830 y 1831 y de nuevo entre 1839 y 1840, Schadow viajó a Roma. De estos viajes se trajo muchos dibujos e ideas que fueron la base de su creación posterior en el taller.
En 1837 Schadow seleccionó aquellos alumnos que consideraba mejor dotados para decorar la capilla de San Apolinar en el río Rin con frescos, que cuando estuvieron acabados fueron reconocidos como la manifestación más plena y pura de la escuela de Düsseldorf en su vertiente espiritual. La fama de Schadow radica menos en sus propias obras que en esta escuela que formó. Uno de sus famosos estudiantes, Heinrich Mucke continuó el énfasis en un arte litúrgico tanto en cuadros como en frescos.
Ese mismo año, Schadow fue distinguido por la Universidad de Bonn con el título de Dr. phil. h.c.. En 1843 o en 1845 fue elevado a la nobleza prusiana como "von Schadow-Godenhaus". El añadido "Godenhaus" proviene de la propiedad feudal Godenhaus y de acuerdo con el certificado del título oficialmente es el "caballero Schadow de Godenhaus ".
Entre 1850 y 1854 aparecieron las últimas obras de Schadow: un tríptico con la representación alegórica de "Cielo, Purgatorio e Infierno", inspirada en la "Divina Comedia" de Dante. Debido a problemas en la vista tuvo que pararse, y sólo después de una operación pudo acabar estas tres pinturas para el vestíbulo del tribunal de distrito de Dusseldorf.
En 1857, poco después de su sexagésimo noveno aniversario, Schadow sufrió un ataque al corazón del que no pudo recuperarse plenamente. Dos años más tarde dejó todos los cargos públicos y se dedicó a su vida privada. Para entonces, las nuevas tendencias naturalistas reaccionaban con violencia contra el estilo espiritual y sacerdotal que Schadow estableció en Düsseldorf.
A la edad de setenta y tres años, Schadow murió el 19 de marzo de 1862 en Düsseldorf. Esta ciudad lo recuerda con una calle y una plaza.
La Academia de Bellas Artes de Düsseldorf que Schadow dirigió, se hizo internacionalmente conocida y atrajo a pintores estadounidenses como George Caleb Bingham, Eastman Johnson, Worthington Whittredge, Richard Caton Woodville, William S. Haseltine, James M. Hart, y William Morris Hunt y el emigrado alemán Emmanuel Leutze.


Obra


Su producción se caracteriza por la elección de temas religiosos realizados con un estilo delicado y laborioso. Se ve influido por los maestros del Quattrocento, así como los primitivos alemanes y pintores flamencos de la Baja Edad Media. Frente al resto de los nazarenos, sus obras destacan por su respeto a la naturaleza y un distintivo colorido.
De su obra cabe citar:
Retrato de la reina Luisa (póstumo) y su marido Federico Guillermo III (1810)
Frescos en la "Casa Bartholdy" (1816-1818) junto a Cornelius, Overbeck y Veit: en 1818 pintó 






"José en la prisión" y "La entrega de la túnica ensangrentada a Jacob", Alte Nationalgalerie, Berlín.
Tres retratos de 1818, (quemados en 1931 o destruidos en 1945) de Caroline, Gabriele y Adelheid von Humboldt
Adoración de los Reyes (1824), iglesia de la fortaleza, Potsdam.
Cristo entre los fariseos (1827), catedral de Naumburg.
Los cuatro evangelistas, en la iglesia Werder de Berlín.
La Asunción de la Virgen, en la iglesia de San Pablo de Aquisgrán.
Cristo camino de Emaús (1835), Alte Nationalgalerie, Berlín






Las vírgenes sabias y las vírgenes necias (1838-1842), Städel Institute, Fráncfort del Meno. Esta es una de sus obras más conocidas: grande, estudiada, minuciosa, pero a la que le falta fuerza.






Pietas y Vanitas (1840-1842). Refleja otro rasgo de las composiciones pictóricas de los Nazarenos: la referencia directa a los modelos antagónicos y quattrocentistas.
Pintura mural en tres partes sobre Cielo, purgatorio e infierno (1850-1854), de la "Divina Comedia" de Dante.
Schadow probablemente fuera mejor téorico que práctico, destacando como pintor y formador de nuevas generaciones de artistas. Entre sus obras literarias, pueden citarse:
Meine Gedanken über eine folgerichtige Ausbildung des Malers (Mis pensamientos sobre la educación lógica del pintor), en Berliner Kunstblatt 1 (1828), S. 264-273
Su conferencia, Über den Einfluß des Christentums auf die bildende Kunst (Sobre la influencia del Cristianismo en las artes plásticas, Düsseldorf 1843
Los esbozos biográficos, Der moderne Vasari. Erinnerungen aus dem Künstlerleben (El moderno Vasari. Recuerdos de la vida de un artista), Berlín, 1854.

Peter von Cornelius (Düsseldorf, en Alemania 23 de septiembre de 1783 – Berlín, 6 de marzo de 1867), es un pintor romántico alemán, perteneciente al movimiento de losnazarenos. Cornelius y Johann Friedrich Overbeck son los dos pintores más destacados de este estilo.

Vida






La visión de Rabenstein, 1811.




Cornelius era hijo del pintor Aloys Cornelius y su esposa Anna Cosse. Comenzó su educación artística con su padre, inspector de la Galería o Academia de Bellas Artes de Düsseldorf. Su padre murió en 1799, y el joven Cornelius se vio abocado a un trabajo extenuador. En una carta al Conde Raczynski dice: "Nos correspondió a un hermano mayor y a mí velar por los intereses de una familia numerosa. Por esta época intentaron persuadir a mi madre para que me dedicara al negocio de orfebre antes que seguir pintando –en primer lugar, por el tiempo que tardaría en prepararme para pintar, y en segundo lugar, porque ya había muchos pintores. Mi querida madre, sin embargo, rechazó este consejo, y me sentí entonces dominado por un entusiasmo incontrolable, al que la confianza de mi madre proporcionó nueva fuerza, que fue apoyada por el continuo miedo a que me apartaran del estudio de ese arte que tanto amaba."






Estudió de 1795 a 1809 en la Academia de Dusseldorf, donde experimentó primero la influencia de la escuela de Jacques-Louis David y después la de los primitivos alemanes. Cornelius vivió en Fráncfort del Main desde 1809 hasta 1811.
Su primer trabajo importante fue la decoración del coro de la iglesia de San Quirino en Neuss (Renania del Norte-Westfalia). En Fráncfort comienza un ciclo de dibujos dedicado al “Fausto I” de Goethe que termina en 1816, con lo que abandonó su inicial clasicismo barroco y se volvió hacia formas neogóticas. Entre los pintores que han influido en su arte se citan a Ernst Ludwig Riepenhausen y Franz Pforr.


La Hermandad de San Lucas


En septiembre de 1811 decidió unirse a la Hermandad de San Lucas. Llegó a Roma el 14 de octubre de 1811. Allí trabó amistad con Overbeck, y pronto fue uno de los cofrades más prometedores de esta hermandad constituida para el estudio y el aprendizaje de la pintura y de la que formaban parte, entre otros, Schadow, Veit, Schnorr y Ludwig Vogel.
La influencia de Peter von Cornelius se dejó notar en el grupo, pues encauzó su creatividad hacia un restauracionismo más secular que el religioso de Overbeck. Bajo su influencia, el grupo se vuelca en la elaboración de frescos monumentales. En Roma, Cornelius participó, con otros miembros de su hermandad, en la decoración de la Casa Bartholdy y de la Villa Massimi. Al mismo tiempo, Cornelius realizó dibujos para ilustrar el Cantar de los Nibelungos.




Jacob Salomon Bartholdy, (1779-1825), cónsul general de Prusia en Roma y tío del compositor Félix Mendelssohn encargó a este grupo de pintores la decoración del Palazzo Zuccaro. Elaboraron los frescos sobre el temabíblico de José y sus hermanos. Los temas que correspondieron a Cornelius fueron José interpreta el sueño del faraón y José reconocido por sus hermanos.
Esta obra proporcionó gran celebridad al grupo en general, y a Peter von Cornelius en particular. La fuerza expresiva de los gestos y la fisonomía de su figuras se correspondían plenamente con su monumental tamaño.
Casa Massimo
En 1817 el marqués Carlo Massimo les encargó la decoración de su pabellón en el jardín, el Casino Massimo, en Letrán. Cornelius pintó al fresco el techo con el tema del Paraíso de Dante, y Horny añadió las guirnaldas de frutas y flores. No obstante, no intervino más en esta obra porque se marchó a Múnich.
Carrera posterior
La elaboración de los frescos de Casa Bartholdy le proporcionaron cierta reputación, que se vio confirmada con la exposición colectiva de 1819, organizada con motivo de la visita del emperador de Austria. Llamaron la atención del príncipe heredero Luis de Baviera, que llamó a Cornelius para que fuera a Múnich para dirigir las decoraciones de la Gliptoteca. Simultaneó durante un tiempo esta labor con el trabajo en la Academia de Düsseldorf (director de 1821 a 1825). Con el tiempo comprendió que no podía dedicarse a ambos cargos con la atención que requerían, por lo que acabó renunciando al cargo en la academia de Dusseldorf, trasladándose a Múnich con aquellos alumnos que quisieron seguirlo. A la muerte del director Langer, 1824-1825, se convirtió en director de la Academia de Múnich, cargo que ostentó hasta 1841.
Luis I de Baviera subió al trono en 1825. En Múnich realizó la que probablemente sea su obra maestra, las decoraciones al fresco para la Iglesia de San Luis (1830 - 1840 aproximadamente). Efectuó igualmente decoraciones para la Pinacoteca y la Gliptoteca, estas últimas, con temas de la mitología griega, inspirados en Hesíodo y Homero.
Cornelius alcanzó gran reputación en Alemania. Representaba la simplicidad del estilo y de los ideales de los Nazarenos, mezcla de una estética populista y un tanto patriótica. Ejerce una influencia profunda y es considerado como el representante de la pintura histórica idealista, caracterizada por tendencias que son, a la vez, cristianas y humanistas.
Después de haber tenido algunas diferencias con su cliente, Luis I, respecto a los frescos de la Iglesia de San Luis, Cornelius aprovechó la llamada de Federico Guillermo IV para marchar a Berlín (en torno al año 1840). 






Allí realizó una serie de esbozos sobre el Apocalipsis, para los frescos que se pretendían como decoración para el Campo Santo o mausoleo real, una sepultura de los Hohenzollern, que nunca se realizó. Sería su última obra.
En noviembre de 1841 Cornelius, aceptando una invitación, visitó Inglaterra, con motivo de los concursos de dibujos celebrados en Westminster Hall, para la decoración parcial del Palacio de Westminster.


Obra




Las vírgenes sabias y las vírgenes necias. Podéis comparar el mismo tema con Von Shadow.







El reconocimiento de José por sus hermanos (h.1816/17), Casa Bartholdy, Alte Nationalgalerie, Berlín.
Frescos Los dioses de Grecia (1820 - 1830), en la Gliptoteca de Múnich, perdidos; los esbozos sobre cartón se conservan en la Nationalgalerie de Berlín.









Frescos en la iglesia de San Luis en Múnich (Ludwigskirche, 1830-1840), en su mayor parte diseñados y ejecutados por Cornelius. Posiblemente constituyan la obra mural más importante de la Edad Contemporánea. El gran fresco dedicado al Juicio Final (1836-1840), sobre el altar mayor de esa iglesia, mide más de 18 metros de alto y casi 12 de ancho. Igualmente son de gran tamaño los frescos del Creador, la Natividad y la Crucifixión.
Medallones con los profetas del Antiguo Testamento (1850) en la Iglesia de San Nicolás de Potsdam
“Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis” (1841 - 1867), conservados en la Nationalgalerie de Berlín. En estos dibujos al estilo de Durero evidencia su verdadero talento dramático. En una época ya plenamente realista como 1859, se expusieron estos dibujos con gran éxito.
Monumento Adolf von Donndorf (1879) en Düsseldorf
Las vírgenes sabias y las vírgenes necias, h. 1813, óleo sobre lienzo







Escena de taberna, h. 1820, óleo sobre lienzo, Museo Slaskie, Wrocław

Los cuatro jinetes del Apocalipsis, 1845


Estilo



Es una figura destacada en el grupo romano de los nazarenos y uno de los más representativos del idealismo romántico alemán. A diferencia de otros miembros de la Hermandad, toma más como referencia el primer Renacimiento que la pintura gótica. En sus últimas obras se inspiró más en Rafael Sanzio. Su lema favorito era Deutschland über alles, lo que muestra la dirección y fuerza de su patriotismo.
Realizó obras monumentales que revivieron la técnica del fresco en Alemania. Se especializó en esta pintura mural. Como pintor al óleo, tenía poca habilidad técnica y limitado dominio del color. 







Su verdadero talento se mostraba más en el dibujo que en el color, que no dominaba en el sentido veneciano, flamenco o inglés del término. Siempre hay en su obra grandeza y nobleza de concepción. Si no destacaba en el manejo del pincel, podía concebir y diseñar un tema con propósito magistral.
Influyó mucho entre sus contemporáneos. Para comprender la influencia tan decisiva de este pintor en su país y por qué era tan admirado, hay que recordar que, a principios del siglo XIX, Alemania no tenía una escuela de arte nacional. En menos de medio siglo, la labor de los nazarenos en general y de Cornelius en particular, logró que el mundo artístico se fijara en Múnich. Entre los alumnos que recibieron su influencia directa están Karl Hermann,Kaulbach y Adam Eberle. Tuvo admiradores en Francia, tales como Ingres, Gérard y Delacroix. Sólo el predominio del realismo a partir de 1840 hizo decaer su influencia.
En sus frescos se encuentra el origen del arte “colosal” alemán de finales del siglo XIX. Cada edificio público de Múnich y otras ciudades alemanas decorado con frescos, se convierte, como en Italia, en una escuela pública de arte.


Distinciones


1842 Condecoración Pour le Mérite.
1844 Título Dr. phil. h.c. por la Universidad de Münster
1859 Nombrado “Maestro” por la Freie deutsche Hochstift.
1862 Hijo predilecto de Düsseldorf.



Philipp Veit (Berlín, 13 de febrero de 1793 – Maguncia, 18 de diciembre de 1877) es un pintor romántico alemán, perteneciente al movimiento de los nazarenos. A Veit se le atribuye haber sido el primero en revivir la técnica casi olvidada de la pintura al fresco.



Vida



Veit era hijo de Simon Veit y su esposa Dorothea, hija de Moses Mendelssohn, que después le dejó para casarse con Friedrich von Schlegel, el escritor que de esta manera fue padrastro de Veit. Con ellos, pasó parte de su juventud en París. Veit recibió su primera educación artística en Dresde (1809-1811), como alumno del pintor Friedrich Matthäi y donde conoce al pintor Joseph Antón Koch (1768–1839).
Durante las Guerras de liberación (1813–1815 ) napoleónicas, se hizo amigo del teniente, Friedrich de la Motte Fouqué. 






En 1814 se despidió del ejército, pintó un cuadro de la Princesa Wilhelm, completó el retrato de la Condesa Zichy y pintó un cuadro para la iglesia de San Jacobo en Heiligenstadt, cerca de Viena.


La Hermandad de San Lucas



En 1815 marchó a Roma; un año después ingresa en la Hermandad de los nazarenos, que influyeron grandemente en su arte. En Roma realizó un gran retablo con el tema de María, reina de los Cielos (en Trinità dei Monti en Roma) y el Triunfo de la Religión (en el Vaticano). Con estos artistas colaboró en la realización de dos series de frescos monumentales:




Casa Bartholdy



Jacob Salomon Bartholdy, (1779-1825), cónsul general de Prusia en Roma y tío del compositor Félix Mendelssohn les encargó la decoración del Palazzo Zuccaro. Elaboraron los frescossobre el tema bíblico de José y sus hermanos. Veit pintó en 1816-1817 las escenas de "José con la mujer de Putifar" y "Siete años de abundancia". Los frescos, quitados de la pared en 1887, se encuentran actualmente en la Alte Nationalgalerie de Berlín.






Luneta sobre los Siete años de Abundancia





José y la mujer de Putifar


Casa Massimo


En 1817 el marqués Carlo Massimo les encargó la decoración de su pabellón en el jardín, el Casino Massimo, en Letrán. A Peter von Cornelius le correspondían los temas sobre la "Divina Comedia" de Dante. Al partir este pintor hacia Múnich, el marqués, por consejo de Koch, confió la finalización de la obra a Philipp Veit. Este intervino en la decoración del Casino con composiciones dedicadas al poeta Dante. Pero tampoco acaba la obra, encargándose el propio Koch de finalizarla.
El Paraíso







El Paraíso (detalle): El cielo con la Luna, Dante y Beatriz ante Constanza y Piccarda.






Carrera posterior




En Fráncfort, en cuyo Instituto Städel se conservan sus obras más importantes, trabajó entre 1830 y 1843 como director de las colecciones de arte y profesor de pintura. Aquí creó una serie de pinturas religiosas muy divulgadas a través de grabados y litografías, como San Jorge (1833, retablo para la Iglesia de San Jorge en Bensheim), Simón en el Templo, Las dos Marías ante el Sepulcro, y el gran fresco El Cristianismo introduce las bellas artes en Alemania, 






con representaciones alegóricas a los lados de Italia y Alemania (1834-1836).  Su obra más conocida es el ciclo de frescos que realiza para el Museo Municipal de Arte de Fráncfort del Meno, tras ser nombrado director del mismo en 1830. Los frescos de Fráncfort son uno de los conjuntos pictóricos más hermosos del romanticismo alemán tardío, integrado por composiciones históricas y alegóricas como El Cristianismo introduce las bellas artes en Alemania (1833-1836). Es una obra de madurez. Fue transferido a lienzo en 1877.
En el centro se representa a la religión; a su derecha, san Bonifacio, el apóstol de Alemania, que predica la religión a un joven que lo escucha atentamente; un viejo bardo y una sacerdotisa se marchan, y acaba de cortarse el roble sagrado por mandato del apóstol. La religión se vuelve hacia un lado, manteniendo en la mano la palma, la promesa de paz. Con la mano derecha apunta a los Evangelios como fuente de verdad. La vida cristiana florece alrededor de ella, y en la parte izquierda se ven representaciones de la poesía cristiana, de la caballería medieval, de la música, y más lejos, en el fondo, las figuras simbólicas de otras artes, el monje muerto para el mundo, pero dedicado al estudio; finalmente, un edificio gótico y una ciudad civilizada. (Descripción según la “Enciclopedia Católica”).

Para la Sala del Emperador en el Römer de Fráncfort, pintó los retratos de los emperadores Carlomagno, 





Otón IV y Federico II Hohenstaufen.
En 1843 dejó la administración del instituto y trasladó su estudio a Sachsenhausen porque como católico severo, se sintió herido en sus convicciones religiosas por la compra, por parte de la institución, de la obra Jan Hus ante el Concilio de Constanza de Carl Frederick Lessing, que colocaron, a modo de contraste, enfrente de la obra maestra de Veit: El Cristianismo introduce las bellas artes en Alemania.







Desde 1853 hasta su muerte en 1877 tuvo el cargo de director de la Galería Municipal de Maguncia. Diseñó una serie de pinturas para el coro de la catedral. Hasta el final de su vida permaneció fiel a la dirección ascética de su juventud, que fue continuada por su alumno Eduard Jakob von Steinle.



Obras y estilo



Como sus compañeros nazarenos, era más un dibujante que un pintor, y aunque sus sentido del color era mayor que el de Overbeck o Cornelius, sus obras son generalmente dibujos coloreados, más que pinturas en el sentido moderno del término.
El Cristianismo introduce las bellas artes en Alemania
Asunción, en la catedral de Frankfurt del Meno.
Las dos Marías ante el Sepulcro, en la Galería Nacional de Berlín.
Germania (1848), obra de rasgos patrióticos, propio de los ideales nazarenos, una personificación nacional de Alemania, fue pintada para presidir la Asamblea Nacional de Fráncfort y trasladada después al Museo Nacional Germano de Núremberg.


Julius Schnorr von Carolsfeld (Leipzig, 26 de marzo de 1794 – Dresde, 24 de mayo de 1872), fue un pintor romántico alemán, perteneciente al movimiento de los nazarenos.

Vida


Sus primeras enseñanzas las recibió de su padre, Johann Veit Schnorr (1764-1841), que era pintor, grabador y dibujante. También lo fue su hermano mayor, Ludwig Ferdinand Schnorr von Carolsfeld (1789-1853).
En 1811, con diecisiete años, ingresa en la Academia de Bellas Artes de Viena. Entra a formar parte del círculo de Ferdinand Johann von Olivier. Se trata de un grupo de artistas próximos a los nazarenos (Johann Friedrich Overbeck y otros), que se habían rebelado contra el estilo convencional de la Academia y habían sido expulsados el año anterior.


Hermandad de san Lucas


En marzo de 1817 es aceptado en la "Lukasbund", la unión artística de este movimiento. En verano de ese año viaja a Salzburgo con los hermanos Ferdinand y Friedrich Olivier; esta tierra resultaría decisiva para el desarrollo de su talento como pintor de paisajes. En octubre marcha con el escritor Wilhelm Müller a Italia.
Después de visitar Venecia y Florencia, llega a Roma a principios del año 1818. Se unió a la comunidad de los nazarenos. Este grupo estudiaba y trabajaba el arte religioso, rechazando las tendencias modernas y regresando a principios y técnicas primitivas, como las recuperación del fresco y el arte monumental.
En 1817 el marqués Carlo Massimo encargó al grupo la decoración de su pabellón en el jardín, el Casino Massimo, en Letrán. Schnorr probó sus capacidades en esta técnica encargándose de ilustrar temas del “Orlando Furioso” de Ariosto, junto a Cornelius, Overbeck y Veit.






La batalla de los seis en la isla de Lipadusa (Sala Ariosto, Pechina de la bóveda).



El ejército de los francos bajo Carlomagno en la ciudad de París (Sala Ariosto).



Carrera posterior








Rut en el campo de Booz, 1828,National Gallery, Londres.

En 1825 se traslada a Múnich, para enseñar en la Academia. Allí entró al servicio del rey Luis I de Baviera. Trasplantó a Alemania el arte mural que había aprendido en Italia. Se mostró como un cualificado pintor y poeta en la corte de Baviera; organizó un grupo de ejecutantes entrenados. El rey Luis I le pide que decore la Residenz (Nuevo Palacio) de dicha ciudad con temas de la historia legendaria de Alemania, como el Cantar de los Nibelungos. Otros apartamentos los decoró con escenas de historias de Carlomagno, Federico Barbarroja y Rodolfo I de Habsburgo. Estas interminables composiciones son creativas, de correcta composición, dibujo magistral, pero de pensamiento exagerado y estilo extravagante.
En 1842 es distinguido con la medalla Pour le Mérite.
En 1846 fue nombrado director de la Galería de Pinturas y de la Academia de Dresde. De esta tercera parte de su vida es la realización de ilustraciones bíblicas. Para entonces ya había alcanzado cierto renombre, y le llegaron encargos de Gran Bretaña. Schnorr diseñó unas vidrieras, realizadas en la Real Fábrica de Múnich, para la catedral de Glasgow y la Catedral de San Pablo en Londres. Este cristal muniqués provocó controversias entre los que pensaban que les faltaba lustre y resultaban demasiado apagadas y quienes las aplaudían por el severo y excelente dibujo semejante al de los primeros pintores florentinos con el colorido propio de las vidrieras de la segunda mitad del siglo XVI.
Julius Schnorr está enterrado en Alter Annenfriedhof de Dresde, junto a su hijo, el tenor Ludwig Schnorr von Carolsfeld, el primer Tristán de la historia.



Obra


Retrato de Clara Bianca von Quandt con laúd, 1820, Alte Nationalgalerie, Berlín, que hemos visto anteriormente. En sus retratos aplica técnicas medievales, como en el Retrato de Clara Bianca von Quandt, en la que se refleja su colorido plano, contornos precisos y líneas de gran dureza. Profundizó en esta tendencia después de estar con los nazarenos en Roma. Su estilo se vuelve más sentimental y romántico. A su estilo acerado se une tras su paso por Roma un colorido pálido y vago en creaciones que recogen modelos quattrocentistas, como se comprueba en su cuadro “Las bodas de Caná” de 1819.





Las bodas de Caná, 1820,Kunsthalle de Hamburgo.
Julius Schnorr von Carolsfeld representa el estilo más puro de la estética nazarena.








Los temas que trata son religiosos y episodios de la historia medieval. Era protestante y, a diferencia de otros artistas nazarenos, no se convirtió al catolicismo; a pesar de ello, pintó y dibujó un Jesús íntimo, y a la Virgen María. 





Su pintura María con el Niño de 1820 que está en el Museo Wallraf-Richartz de Colonia, es una de las más famosas obras de su género del siglo XIX. Muchas de sus pinturas religiosas se han publicado luego a gran escala en reproducciones kitsch que se venden como imágenes devotas.
También sobresale su producción de dibujos de paisajes, diseños que, como gran parte de su obra, denotan la influencia que le ejerce Ferdinand Olivier. Es el más destacado paisajista de los nazarenos. Las autoridades consideran que sus representaciones de los montes Albanos y Sabinos de Italia son las mejores representaciones paisajistas del siglo XIX. 






Por un lado, tenía una gran fidelidad a la realidad que era importante para él –sus paisajes eran realistas hasta el detalle, y no heroicos o visionarios, como los de otros pintores románticos. Pero, por otro lado, tampoco practica el vedutismo: aún más importante que el realismo de la representación es en ellas una solemne sensibilidad que es caracterizada frecuentemente por la unión con un motivo religioso y que es típico del arte pictórico nazareno.
De sus obras, cabe citar:
El Castillo de Wetlass en la Baja Austria, 1815. Dibujo de paisaje que sobresale dentro de su producción.
Contienda de tres caballeros cristianos y tres paganos y San Roque dando limosna.
Las bodas de Caná (1819)
María con el Niño de 1820
Retrato de Clara Bianca von Quandt, 1820, Nationalgalerie, Berlín.
Sala Ariosto en Villa Massimo de Roma ( 1821 – 1827).
Rut en el campo de Booz, (1828)
La batalla de Jericó., de "La Biblia en imágenes", h. 1851-60.





A estos cuadros y frescos deben añadirse las 240 Estampas bíblicas que diseñó entre 1851 y 1860 ("Bibel in Bildern"). Estas "ilustraciones de la Biblia" marcaron la devoción bíblica en Alemania durante generaciones. Se publicaron y reeditaron en diversos países europeos hasta fecha tardía; todavía en la década de 1940 se imprimían biblias con ilustraciones tomadas de esta serie. El artista asumió un enfoque abierto y no sectario en su Biblia Pictórica, lo que le hizo que fuera apreciado internacionalmente tanto por protestantes como por católicos. Junto a Gustave Doré Schnorr es considerado el más importante ilustrador de la Biblia del siglo XIX. Con frecuencia, sus composiciones están llenas de personajes, y resultan confusas, faltándole armonía de líneas y simetría en las masas; por eso no resisten una comparación con la Biblia de Rafael. El estilo se aleja de la simplicidad y la severidad de los primeros tiempos, y se rendía a la florida redundancia del Renacimiento posterior. 







Pero a lo largo de la obra muestra su fértil inventiva, sus conocimientos académicos y su fácil ejecución; y el arte moderno no ha producido nada mejor que José interpretando el sueño del faraón, el Encuentro de Rebeca e Isaac y el Regreso del hijo pródigo. Los dibujos bíblicos y los esbozos para frescos formaron un preludio natural para su diseño de vidrieras.
Una rica colección de cuadros de Julius Schnorr von Carolsfeld, en particular muchos paisajes, así como un retrato suyo, elaborado por Friedrich Olivier, se encuentra en la Galería de Pinturas de los Nuevos Maestros, en Dresde.

Joseph von Führich (9 de febrero de 1800 - 13 de marzo de 1876), pintor Austriaco, nacido en Kratzau en Bohemia. También conocido como Josef Ritter von Führich.
Muy impresionado desde niño por las pinturas que adornaban las capillas laterales en su país natal, su primer intento de crear fue un esbozo de la Natividad para el festival de Navidad en casa de su padre. Vivió para ver el día en que, siendo celebrado como creador de imágenes bíblicas, sus temas sagrados se reprodujeron en numerosas iglesias de Austria, donde humildes campesinos admirarían su arte que revivía los modelos de épocas pasadas.





Führich ha sido descrito como un nazareno, artista religioso que contribuyó a restablecer el antiguo espíritu de Durero, representando numerosos temas de las escrituras. Sin la fuerza de Cornelius ni la gracia de Overbeck, pintaba con gran habilidad. Era considerable su maestría de distribución, forma, movimiento y expresión.
Esencialmente creativo como un dibujante de paisajes, no tenía gran sentido por el color; y sus pinturas monumentales no eran tan afortunadas como las pequeñas. Su fama se extendió más allá de Viena, y se hicieron muy conocidas sus ilustraciones de la obra de Tieck Genoveva, 






la Oración del Señor, el Triunfo de Cristo, el Camino a Belén, la Sucesión de Cristo según Tomás de Kempis, el Hijo Pródigo, y los versos de los Salmos. Su Hijo Pródigo, en particular, es notable por la manera en que personifica el mal.
Führich ingresó como alumno en la Academia de Praga en 1816. Toma su primera inspiración de Durero y del Fausto de Cornelius, el primer resultado es la serie deGenoveva. En 1826 marchó a Roma, añadiendo tres frescos a los ya ejecutados por Cornelius y Overbeck en Casa Massimi. 





Sus temas se tomaron de la vida de Tasso, y son prácticamente los únicos ejemplos suyos en esta clase de composición.
En 1831 acabó el "Triunfo de Cristo" hoy en el palacio Raczynski de Berlín. En 1834 fue nombrado custor y en 1841 profesor de composición en la Academia de Viena. 





Después completó las pinturas monumentales de la Iglesia de San Nepomuceno, y en 1854-1861 una vasta serie de pinturas murales que cubren el interior de la iglesia Lerchenfeld en Viena. En 1872 obtuvo una pensión y fue nombrado caballero de la orden de Francisco José; 1875 es la fecha en la que ilustró los Salmos.
Se publicó su autobiografía en 1875, y unas memorias escritas por su hijo Lucas en 1886.



Edward Jakob von Steinle , incluso Eduard von Steinle , (* 02 de julio 1810 en Viena ; † 19 de septiembre 1886 en Frankfurt am Main ) era un austríaco pintor de la 19na Century .

Vida 


Steinle era un estudiante de la Academia de Bellas Artes de Viena , después por Leopold Kupelwieser y se fue en 1828 a Roma , donde cerca Friedrich Overbeck y Veit Philipp unió y se quedó hasta 1834. Regresó a casa, vivía con algunas interrupciones, entre otros causados ​​por una estancia en Múnich para aprender la técnica del fresco con Peter von Cornelius , en Frankfurt am Main, donde fue en 1850 el primer profesor de la Instituto Städel .
En 1838 dirigió en la Capilla de Bethmann-Hollwegschen Castillo Rheineck sus primeros frescos de. Luego empezó en el coro de la catedral en Colonia fresco que representa coros de ángeles en un fondo de oro. En 1844 pintó para la Kaisersaal en Fráncfort del Meno, el Juicio de Salomón . 1857 comenzó la pintura de la Agidienkirche en Münster . De 1860 a 1863 ocupó él los cuatro grandes, el desarrollo cultural de los signos Renania termina frescos en la escalera de la antigua Museo Wallraf-Richartz en Colonia.





Entonces pintó 1865-1866 el coro siete nichos del Marienkirche en Aquisgrán sde. Tras la finalización de la decoración de la principesca de Loewenstein-Wertheim Capilla de Kleinheubach con frescos y le adornos en 1875 la decoración del coro en la catedral de Estrasburgo transferido, y 1880 que recibió de Frankfurt Dombauverein la orden, el interior de la Catedral Imperial imaginan plenamente lo que amplia un diseño, junto con el arquitecto y artista vidrio Alexander Linnemann erigido.
Steinle también ha creado un gran número de pinturas de caballete en su mayoría religiosos, pero también retratos y romántico Genrebilder retenida ( El Vigilante





 y El Jugador del violín en la Galería Schack a Munich); Además, una gran cantidad de dibujos y acuarelas , algunas de contenido religioso, en parte por Shakespeare sellos y otros. Estas acuarelas suelen tener un tren romántico, que desde el principio a través del tráfico con Clemens Brentano había asumido los sellos también le han ofrecido varios motivos.
Sus obras más importantes de este género son: cuentos de hadas del Rin 






y los varios Wehmüller por Brentano, la Confesión de San Pedro de Roma , escena de "Noche de Reyes" de Shakespeare (en la Galería Nacional de Berlín), Blanca Nieves y Rosa Roja y el Parzival-Cyklus , todos acuarelas.




William Dyce (Aberdeen, Escocia, 19 de septiembre de 1806— Streatham, Surrey, 14 de febrero de 1864) fue un pintor escocés del siglo XIX.



Biografía



Nacido en Aberdeen, estudió en el Marischal College de esta ciudad, obteniendo una formación intelectual no muy frecuente en un artista. Con posterioridad, entró en la Escuela de Bellas Artes de Edimburgo, pasando después a la Royal Academy de Londres en 1824, para estudiar pintura. Luego viajó a Roma por vez primera en 1825. Mientras estaba allí, estudió las obras de Tiziano y de Poussin; precisamente este último le inspira el primer cuadro que presenta en la Royal Academy: Baco raptado por las ninfas.
Volvió a Roma en 1827, y esta vez se quedó un año y medio, y durante este período parece que conoció al pintor nazareno alemán Friedrich Overbeck, haciéndose amigo de él; también conoció a Cornelius y Schnorr von Carolsfeld. Residió principalmente en Roma.






Después de estos viajes, se estableció durante un tiempo (1830-1837) en Edimburgo. Se mantuvo primero pintando retratos, pero pronto se dedicó a otros temas artísticos, especialmente los religiosos, que eran sus preferidos.
En febrero de 1837 fue nombrado maestro de la escuela de dibujo del Board of Manufactures, en Edimburgo. De ese mismo año data su folleto sobre la enseñanza de las Bellas Artes: «The Best Means of Ameliorating the Arts and Manufactures of Scotland in point of Taste». Se trasladó entonces a Londres, convirtiéndose en profesor en la Escuela de Dibujo de (School of Design), recién fundada en Somerset House. La Escuela le encargó que visitara escuelas públicas de arte en Francia, Prusia y Baviera, informando después sobre sus métodos de enseñanza. En 1840 se imprimió su informe, que llevó a una remodelación del establecimiento. Ese año se convirtió en director de la escuela, pero dimitió tres años después.
En este momento de su carrera, quizás por su relación con los nazarenos, se le consideró un experto en la pintura al fresco, a la que dedicó sus esfuerzos como pintor. Gozó de la protección del príncipe Alberto. Decoró un pabellón de los jardines del palacio de Buckingham. Posteriormente, fue seleccionado para adornar las paredes del Palacio de Westminster (1844), en sustitución de William Etty. 






Regresó a Italia en 1845-7, para observar las técnicas al fresco empleadas allí en la preparación para la obra de Westminster. Quedó particularmente impresionado por los frescos de Pinturicchio en la Biblioteca Piccolomini de Siena, así como por las obras de Perugino. Fueron estas decoraciones al fresco las obras que le dieron más prestigio.
En 1848 fue admitido como miembro permanente de la Royal Academy, donde expuso con regularidad. Era una persona profundamente religiosa, ejemplo de anglo-católico, lo que influyó en su amistad con el grupo de los nazarenos, pues en su obra refleja un misticismo análogo al de los artistas alemanes. Consideraba que debían unirse, en la sociedad, el liderazgo laico y el religioso.
Dyce se casó en enero de 1850 con Jane Brand. Tuvo dos hijos y dos hijas. Falleció en Streatham el 14 de febrero de 1864.


Estilo






La bahía de Pegwell en Kent. Recuerdo del 5 de octubre de 1858, h. 1859-60, óleo sobre lienzo, 63 × 89 cm, Tate Gallery,Londres.
Dyce realizó principalmente lienzos al óleo y frescos. Sus temas suelen ser religiosos, extraídos del Antiguo Testamento. En los años treinta hizo ante todo retratos. Posteriormente, se dedicó más a los paisajes. Reflejó lugares concretos que pretende describir meticulosamente, de manera científica y realista.
En su juventud cultivó un estilo cercano al duro y seco de los nazarenos, cuyo misticismo se nota en su observación de la realidad y del mundo natural. Posteriormente fue evolucionando y, en su madurez, se aproximó a los ideales estéticos de los prerrafaelitas. Se aprecia en particular la influencia de Millais y William Holman Hunt en sus paisajes.
No obstante, los talentos de Dyce fueron variados, y también se distinguió en la realización de cartones para vidrieras y como músico. En efecto, fue un buen organista y fundador de una sociedad (Motett Society) para el renacimiento de la música antigua. Publicó una edición del Libro de Oración Común (1843-1844), con una disertación sobre el canto gregoriano, y su adaptación al idioma inglés.
Rey Arturo[editar]
Dentro de los frescos que realizó, están los de la Sala de Togas de la Reina, en el recientemente acabado Palacio de Westminster. Eligió ilustrar las distintas virtudes cristianas en la leyenda, y tuvo algunas dificultades a la hora de adaptar el amor cortés de los cuentos de Mallory a la moral victoriana. La leyenda artúrica se hizo popular más tarde en la época victoriana, pero cuando Dyce recibió el encargo de decorar la estancia en 1847, aún era un tema poco conocido. La leyenda pronto se convirtió en un gran problema para Dyce, al convertirse en la infidelidad de la reina, que causa la caída del reino. Después de experimentar inicialmente con una secuencia narrativa en la que el cuento se desarrollaría en los paneles de la habitación, Dyce abandonó esto en favor de un enfoque alegórico. Tal como lo acabó, los frescos de Dyce representan escenas de la leyenda artúrica que se pretende que ejemplifiquen las virtudes inscritas bajo ellos. Las acciones de las figuras en los frescos parecen, al espectador moderno, transmitir cualidades cuyo estatus como virtudes es incierto, y la conexión entre los episodios de la leyenda artúrica y las virtudes que representan es a veces difícil de discernir. Las virtudes representadas son la compasión, la hospitalidad, la generosidad, la religión, y la cortesía. Dos frescos proyectados, el Valor y la Fidelidad, nunca se ejecutaron.


Obras


La mayor colección de obras de Dyce, que incluye cuadros y dibujos preparatorios, se encuentra en la Galería de Arte de Aberdeen, en Escocia.
Baco raptado por las ninfas (Bacchus nursed by the Nymphs of Nysa), expuesto en la Royal Academy en 1827, Galería de Arte, Aberdeen.








Virgen con niño (Virgin and Child) o The Madonna and Child, 1828 y 1846






Las hijas de Jetró defendidas por Moisés (The Daughters of Jethro defended by Moses), 1829
Puck, 1829
La Edad de Oro (The Golden Age), 1830
Hércules niño estrangulando a las serpientes (The Infant Hercules strangling the Serpents), 1830, National Gallery, Edimburgo









Cristo muerto (A Dead Christ), 1835, retablo
The Descent of Venus, 1836, según la obra Triumph of Love de Ben Jonson
El juicio de Salomón (The Judgment of Solomon), 1836, cartón para tapiz, National Gallery de Edimburgo








Francesca da Rimini, 1837, National Gallery de Edimburgo
Dunstan separating Edwy and Elgiva, 1839






Jonás lanzando la flecha de la liberación (Joash shooting the Arrow of Deliverance), 1844






Encuentro de Jacob y Raquel (The Meeting of Jacob and Rachel), expuesto en 1845, Kunsthalle de Hamburgo
El rey Lear y el bufón en la tormenta (King Lear and the Fool in the Storm), 1851
Christabel, 1855







Primer ensayo de Tiziano (Titian Preparing to make his First Essay in Colouring), 1856 – 1857, Galería de Arte, Aberdeen






The Good Shepherd, 1859
La bahía de Pegwell en Kent. Recuerdo del 5 de octubre de 1858 (Pegwell Bay - a Recollection of October 5th 1858), h. 1859-1860, Tate, Londres.







St John bringing Home his Adopted Mother, 1860









George Herbert at Bemerton, 1861










Getsemaní


                                 



La samaritana
Por lo que se refiere a los frescos, realizó pintura decorativa en varios lugares:
«Consecration of Archbishop Parker», pintado en el palacio de Lambeth.
Casas del Parlamento: «Baptism of Ethelbert» (1846); sala de togas, comenzada en 1848, sobre temas de la leyenda del rey Arturo.
Frescos de temas sagrados en la iglesia de Todos los Santos, calle Margaret, Londres.
«Comus»," en la casa de veraneo del Palacio de Buckingham.







«Neptune and Britannia», en el Castillo de Osborne.






Dyce ejecutó algunos excelentes cartones para vidrieras, destacando uno para la catedral de Ely y otra para Alnwick; el dibujo de Pablo rechazado por los judíos, actualmente en South Kensington, pertenece a la segunda.








En ésta última obra, puede verse ya la influencia que Dyce tendría sobre la Hermandad de los Prerafaelitas ingleses, continuadores de los nazarenos.


En algún momento de sus vidas, éstos fueron los pintores que se adscribieron al purismo nazareno:
  • Carl Joseph Begas
  • Karl von Blaas
  • Franz Ludwig Catel
  • Peter von Cornelius
  • Ernst Deger
  • Konrad Eberhard
  • Johann Jakob Fink
  • Joseph Anton Fischer
  • Gebhard Flatz
  • Carl Philipp Fohr
  • Joseph Führich
  • Heinrich Maria Heß
  • Konrad Hottinger
  • Franz Ittenbach
  • Wilhelm von Kaulbach
  • Joseph Anton Koch
  • Leopold Kupelwieser
  • Andreas Müller
  • Karl Müller
  • Ferdinand von Olivier
  • Friedrich von Olivier
  • Johann Friedrich Overbeck
  • Johann David Passavant
  • Franz Pforr
  • Johann Anton Ramboux
  • Theodor Rehbenitz
  • Wilhelm von Schadow
  • Johann Scheffer von Leonhartshof
  • Josef Schlotthauer
  • Julius Schnorr von Carolsfeld
  • Ludwig Schnorr von Carolsfeld
  • Johann von Schraudolph
  • Claudius Schraudolph
  • Eduard von Steinle
  • Josef Sutter
  • Philipp Veit
  • Ludwig Vogel
  • Josef Wintergerst


Podéis ver una presentación con algunas obras de ésta hermandad aquí:

http://www.slideshare.net/terraxaman/la-hermandad-de-los-nazarenos

Como siempre, espero que os haya sido útil e interesante.