En las ya numerosas páginas de estos mis/vuertros blogs, hemos dedicado muchas páginas a diversos artistas de diferentes tiempos, estilos, nacionalidades, en general nos hemos ceñido a la pintura y a la escultura, que junto a la música, la literatura, la arquitectura, constituyen lo que tradicionalmente se consideran "artes mayores".
Hoy nuestra intención es dedicar esta entrada a un inmenso artista que por lo que veremos estaría muy cerca de lo que podríamos denominar un "artista integral", pues en sus obras incorpora dibujo, pintura, escultura y otra infinidad de los que se han denominado "artes menores" -que no merecen en absoluto ese calificativo-, o como dicen en inglés, más adecuadamente "fine arts", pues: forja, orfebreria, joyeria, arte del vidrio, esmaltado y un sinfín de maravillosas técnicas y procedimientos fueron por él utilizados en sus procedimientos creativos.
Me estoy refiriendo a René Lalique, quien por los años de 1890 se había convertido en el joyero más célebre de Francia, Lalique decidió cambiar de registro y, a partir de 1912, comenzó a trabajar el vidrio, disciplina en la que pronto volvió a destacar sirviéndose de los mismos elementos que le consagraron durante su etapa anterior: innovación, naturaleza y feminidad.
Las formas orgánicas, onduladas, serpentinas, inspiradas en el mundo natural terrestre y marino, fueron una de sus fuentes de inspiración constantes.
"El otro gran
tema en la obra de Lalique es el cuerpo de la mujer, su voluptuosidad y sus
curvas", formas que obedecían al estándar de belleza de entonces y con las
que adornó multitud de piezas,
En el universo del
artista "el cuerpo femenino se confunde con imágenes de ninfas, hadas,
sirenas o sílfides", explotó el tema de la feminidad, sobre
todo, durante su etapa como vidriero",
que coincidió con la explosión en
Europa del Art Déco.
A mediados del s. XIX, una Europa en plena transformación como consecuencia de la revolución industrial, fué sacudida por numerosas convulsiones sociales -las luchas del movimiento obrero por su emancipación-, pero no menos convulsas fueron las nuevas teorías científicas que se produjeron en las últimas décadas de ese mismo siglo, con las teorías de la Evolución de Darwin y del Psicoanálisis de Freud, entre otras.El terreno de la cultura y del arte no estuvieron al margen de todas éstas auténticas revoluciones y cambios de paradigma. El Romanticismo había abierto definitivamente la puerta a lo subjetivo, al individuo libre, a la libre expresión de los sentimientos personales; como sucediera con el quatroccento italiano, ahora el ser humano volvía a situarse en el centro del Universo.
Una de las consecuencias de todos esos cambios y muchos más a los que por razones de espacio y de tiempo no me voy a referir aquí, fué el que los objetos mas cotidianos de la vida humana se transformaron en preciosos objetos de arte: lámparas, sillas, jarras, platos, mesas, armarios, chimeneas, pero también peines, pasadores para el cabello, cajas para casi cualquier cosa, feascos para perfume... Todo, absolutamente todo, podía convertirse en una maravillosa obra de Arte, portadora de gran Belleza.
Si, como decíamos en el título de la entrada, hasta lo más intrascendente, podía volverse trascendental.
Veamos un poco en detalle como se fueron produciendo los cambios que llevaron a ese resultado.
Un poco de historia:
El Movimiento Arts&Crafts
Aunque los estudiantes de arte, arquitectura y diseño victoriano se atreven a debatir confiadamente las fuentes, la importancia y la influencia del movimiento Arts and Crafts (literalmente, «Artes y Oficios»), rara vez llegan a ponerse de acuerdo sobre qué era o quién pertenecía exactamente a este movimiento. Todo el mundo parece coincidir en que A. W. Pugin, John Ruskin y William Morris
tuvieron una gran influencia, dotándolo con las siguientes ideas:
tuvieron una gran influencia, dotándolo con las siguientes ideas:
-No se puede hacer una distinción válida entre arte puro y artes aplicadas o decorativas.
-El artesano debe tener el mismo placer imaginativo y la misma libertad que los pintores, escultores, y arquitectos.
-La Revolución Industrial fue responsable tanto de corromper el gusto popular así como de destruir en gran medida las técnicas artesanales tradicionales.
-El diseño de mediados del siglo XIX fue, en general, deplorable, así pues los artistas, escultores, diseñadores, artesanos, teóricos e incluso el mismo público tuvieron que trabajar juntos para poner remedio a esta situación.
-Los objetos correctamente diseñados debían transmitir la verdad de los materiales lo qué Ruskin llamó la «Lámpara de la Verdad» ("Lamp of Truth"). En la práctica esto significaba, por ejemplo, que los muebles debían utilizar madera sólida en lugar de chapas, y todos los objetos, desde pequeños piezas de joyería hasta edificios enteros, debían explorar las capacidades intrínsecas de los materiales de los cuales estaban hechos.
-El oficio de artesano debía ser apreciado.
-También coinciden todos en que el Movimiento Arts and Crafts dio lugar a la idea de Artesanía Artística ("Fine Craft") del los siglos XX y XXI, donde el artista-artesano produce muebles, vidrio, cerámica, joyería, textiles, prendas de vestir y otros tipos de artes aplicadas que los museos, galerías y coleccionistas consideran como una parte más de las bellas artes, o al menos de su misma calidad estética. De hecho, ahora que museos, galerías comerciales y compradores de obras de arte se han entremezclado abandonando la idea de las habilidades individuales del artista como criterio de excelencia exclusivo, la Artesanía Artística ha satisfecho la necesidad de aquellos que aprecian el trabajo minucioso y delicado.
La palabra «arte» originalmente significaba «artesanía» o «habilidad", y la palabra «artística» — o «bella» (de Bellas Artes) — aparece ligada conjuntamente con la anterior como medio de elevarlo como un arte liberal análogo a la poesía. Actualmente las cosas han vuelto al punto de partida; o casi.
La palabra «arte» originalmente significaba «artesanía» o «habilidad", y la palabra «artística» — o «bella» (de Bellas Artes) — aparece ligada conjuntamente con la anterior como medio de elevarlo como un arte liberal análogo a la poesía. Actualmente las cosas han vuelto al punto de partida; o casi.
Los estudiosos del movimiento también están de acuerdo en que el movimiento se inspiró en una amplia gama de objetos culturales histórica o geográficamente dispares y de ideales que van desde Pugin y el medievalismo de Ruskin a los objetos de cerámica y laca de Japón. Hasta aquí, existe consenso.
Las dificultades surgen cuando se trata de decidir con precisión qué diseñadores y qué objetos deben ser considerados genuinos de Arts and Crafts. Un problema importante aparece en el hecho de que, como Clive Wainright señala en «El arquitecto y las artes decorativas", el ideal del artífice-artesano como un inspirado artista independiente, idea que forma parte de nuestra cultura contemporánea, anteriormente no encontró acogida porque arquitectos, tales como William Burges, E. W. Godwin, Charles Rennie Mackintosh, F. W. Troup, y Frank Lloyd Wright,
y diseñadores importantes, como C. F. A. Voysey y William Morris, diseñaron proyectos que serían producidos por terceros: ellos eran artistas-diseñadores y arquitectos-diseñadores, en vez de artistas-artesanos. En segundo lugar, los diseñadores, incluso algunos estrechamente asociados con el movimiento, diseñaron materiales para la producción mecánica, cuando no de masas. En tercer lugar, los autores no siempre están de acuerdo si los artistas u objetos específicos pertenecen a las Arts and Crafts o al Japonismo o al Movimiento de Estética, en parte porque algunos de los artistas-diseñadores cambiaron y evolucionaron en el transcurso de sus carreras profesionales. Una última dificultad en la delimitación de lo que el término de Arts and Crafts debería significar surge del hecho de que, a menudo, artistas que parecían tener poco en común con este enfoque, trabajaban en proyectos de artistas que sí eran adeptos.
Las dificultades surgen cuando se trata de decidir con precisión qué diseñadores y qué objetos deben ser considerados genuinos de Arts and Crafts. Un problema importante aparece en el hecho de que, como Clive Wainright señala en «El arquitecto y las artes decorativas", el ideal del artífice-artesano como un inspirado artista independiente, idea que forma parte de nuestra cultura contemporánea, anteriormente no encontró acogida porque arquitectos, tales como William Burges, E. W. Godwin, Charles Rennie Mackintosh, F. W. Troup, y Frank Lloyd Wright,
y diseñadores importantes, como C. F. A. Voysey y William Morris, diseñaron proyectos que serían producidos por terceros: ellos eran artistas-diseñadores y arquitectos-diseñadores, en vez de artistas-artesanos. En segundo lugar, los diseñadores, incluso algunos estrechamente asociados con el movimiento, diseñaron materiales para la producción mecánica, cuando no de masas. En tercer lugar, los autores no siempre están de acuerdo si los artistas u objetos específicos pertenecen a las Arts and Crafts o al Japonismo o al Movimiento de Estética, en parte porque algunos de los artistas-diseñadores cambiaron y evolucionaron en el transcurso de sus carreras profesionales. Una última dificultad en la delimitación de lo que el término de Arts and Crafts debería significar surge del hecho de que, a menudo, artistas que parecían tener poco en común con este enfoque, trabajaban en proyectos de artistas que sí eran adeptos.
Sin embargo, algunos puntos sí parecen estar claros. En las últimas décadas del siglo XIX, el arte de la mueblería, que había comenzado con el renacimiento medieval promovido gracias a la obra de Pugin y la de Morris, se convirtió en algo mucho más ligero cuando el estilo japonés deviene su mayor fuente de inspiración, en vez de serlo la Europa medievalista. Además, aunque la figura del artista-diseñador-artesano realmente nunca existió en otras áreas como vidrios, textiles, papeles pintados o metalistería, Arthur and Georgie Gaskin,
así como Nelson y Edith Dawson, demostraron que sí se hizo en joyería. En mobiliario se desarrolló más despacio. Pero en definitiva a finales de siglo resulta difícil decidir si se le debe atribuir una obra al movimiento estético Art Noveau, o si el prematuro Art Deco de Mackintosh es parte del Movimiento Arts and Crafts, o bien si se trata de algo que se desarrolló hacia nuevas direcciones.
así como Nelson y Edith Dawson, demostraron que sí se hizo en joyería. En mobiliario se desarrolló más despacio. Pero en definitiva a finales de siglo resulta difícil decidir si se le debe atribuir una obra al movimiento estético Art Noveau, o si el prematuro Art Deco de Mackintosh es parte del Movimiento Arts and Crafts, o bien si se trata de algo que se desarrolló hacia nuevas direcciones.
El Art Nouveau o Modernismo
Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo xix y principios del xx, durante el periodo denominado fin de siècle y belle époque. En distintos países recibió diversas denominaciones: Art Nouveau –en Bélgica y Francia–, Jugendstil –en Alemania y países nórdicos–, Sezession –en Austria–, Modern Style –en los países anglosajones–, Nieuwe Kunst –en Países Bajos– y Liberty o Floreale –en Italia–, Modernisme en Catalunya.
Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o el eclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el hierro y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de mediados del siglo xix.
En gran medida estas aspiraciones se basaron en las ideas estéticas de John Ruskin y William Morris, que proponían democratizar la belleza o socializar el arte, en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tuvieran valor estético y fueran accesibles a toda la población, aunque sin utilizar las nuevas técnicas de producción masiva que impedían el desarrollo del buen hacer artesanal. El modernismo no sólo se dio en las artes mayores (pintura, escultura y arquitectura), sino también las artes menores, aplicadas o decorativas, en las artes gráficas y en el diseño de mobiliario, rejería, joyería, cristalería, cerámica y azulejería, lámparas y todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana, incluido el mobiliario urbano, que pasó a tener gran importancia (kioscos, estaciones de metro, farolas, bancos, papeleras, urinarios ). Muchos artistas identificados con el modernismo son artistas «integrales». Especialmente, en el caso de los arquitectos, no sólo proyectaban edificios, sino que intervenían en el diseño de la decoración, el mobiliario, y todo tipo de complementos y enseres de uso diario que habían de contener.
El modernismo no fue unánimemente recibido: una amplia corriente de opinión identificaba sus formas con el concepto de degeneración (una desintegración orgánica que corresponde a la desintegración social).
Las características que en general permiten reconocer al modernismo son:
-Inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
-Uso de la línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración.
-Tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente su representación estrictamente realista.
-Uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas (drapeado).
-Actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando hasta el erotismo en algunos casos.
-Libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas.
-Aplicación envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente mencionadas en contraposición con las características habituales del elemento a decorar. El elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el elemento que decora.
La derivación de estas características del modernismo o Art nouveau en la década de 1920 dio origen al denominado Art déco, con el que a veces se identifica, aunque tiene características marcadamente diferentes.
La utilización habitual de los términos modernism (en inglés) o modernisme (en francés) no se refiere a este movimiento artístico, sino genéricamente a las vanguardias o al arte moderno, dentro de lo polisémico de ambos conceptos.
Cronología y evolución
Se ha calificado como pre-modernista la decoración mural del castillo francés de Roquetaillade,
restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en la década de 1850. Aunque su propósito era producir una recreación neogótica, lo que se obtuvo fueron unos frescos con un estilo germinal modernista de movimientos orgánicos, colores y formas de una gracia innovadora.
restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en la década de 1850. Aunque su propósito era producir una recreación neogótica, lo que se obtuvo fueron unos frescos con un estilo germinal modernista de movimientos orgánicos, colores y formas de una gracia innovadora.
A lo largo de la segunda mitad del siglo xix se fue intensificando la tendencia, visible en movimientos innovadores británicos como los Arts and Crafts de William Morris o la Hermandad Prerrafaelita, de la que hablamos en la entrada:
http://terradesomnis.blogspot.com.es/2008/11/la-hermandad-prerafaelista.html
Los patronesdel diseño de la arquitectura victoriana derivaron hacia formas flotantes libres, especialmente en el hierro forjado que se deja a la vista, se exhibe con profusión y se aprovecha más allá de su función arquitectónica; o en el uso de grandes piezas de cristal de forma irregular (vitraux). Algo similar ocurría en los diseños textiles florales.
http://terradesomnis.blogspot.com.es/2008/11/la-hermandad-prerafaelista.html
Los patronesdel diseño de la arquitectura victoriana derivaron hacia formas flotantes libres, especialmente en el hierro forjado que se deja a la vista, se exhibe con profusión y se aprovecha más allá de su función arquitectónica; o en el uso de grandes piezas de cristal de forma irregular (vitraux). Algo similar ocurría en los diseños textiles florales.
El primer diseño identificado inequívocamente con el nuevo estilo es la cubierta de un libro de 1883 dedicado a las iglesias de Christopher Wren,
del diseñador y arquitecto Arthur Mackmurdo.
del diseñador y arquitecto Arthur Mackmurdo.
En 1888 Charles R. Ashbee fundó la Guild and School of Handicraft de Whitechapel en Toynbee Hall (este de Londres), dedicada a la decoración integral de interiores (forja, joyería, esmalte y mobiliario). Tras cerrar en 1897 la Kelmscott Press de William Morris, Ashbee aprovechó la experiencia de muchos de sus trabajadores para ampliar su actividad al sector de la imprenta (Essex House Press). La Guild se trasladó en 1902 a Chipping Camden (Gloucestershire), donde decae hasta su cierre en 1908.
La libertad vindicada en la década de 1890 por los grupos de artistas denominados «secesión» aparecidos sucesivamente en varias ciudades europeas (París - el Salon du Champs de Mars de 1890, escindido de la Société des Artistes Français-, Múnich -la Münchner Secession, escindida de la Münchner Künstlergenossenschaft, 1892-, Viena -la Wiener Secession escindida de la Vereinigung Bildender Künstler Österreich en 1897-, Berlín -la Berliner Secession escindida de la Große Berliner Kunstausstellung, 1898) dio sustento ideológico y visibilidad pública al movimiento.
Entre 1892 y 1893 Victor Horta construye la Casa Tassel.
Su taller de Bruselas se convierte en un centro difusor de la nueva estética en arquitectura y diseño.
Su taller de Bruselas se convierte en un centro difusor de la nueva estética en arquitectura y diseño.
El 1 de enero de 1895 un cartel publicitario difundido por las calles de París representó la aceptación popular del art nouveau en las artes plásticas: era de Alfons Mucha y representaba a la actriz Sarah Bernhardt en Gismonda.
En 1896 comenzó a publicarse en Múnich la revista Jugend («juventud»), que dio nombre al estilo en Alemania (Jugendstil).
En 1897 se inauguró el nuevo edificio de Charles Rennie Mackintosh para la Glasgow School of Art.
Un grupo de artistas de esa ciudad, liderados por Mackintosh e identificados con el movimiento modernista, se conocerá como Escuela de Glasgow.
Un grupo de artistas de esa ciudad, liderados por Mackintosh e identificados con el movimiento modernista, se conocerá como Escuela de Glasgow.
Entre 1897 y 1903 funcionó en Barcelona el local Els Quatre Gats,
punto de encuentro del modernismo catalán (allí expuso por primera vez Picasso, en febrero y julio de 1900).
punto de encuentro del modernismo catalán (allí expuso por primera vez Picasso, en febrero y julio de 1900).
La Exposición Universal de París (1900) significó un hito destacado. Fueron especialmente impactantes las instalaciones coordinadas (en diseño y color) de obras de arte junto a muebles y tapices, expuestas por iniciativa de la Maison de l'Art Nouveau («Casa del Arte Nuevo»), una galería de arte abierta cinco años antes (1895) en París por el marchante alemán Samuel Bing. Al igual que ésta, otras casas comerciales, como la londinense Liberty & Co. (Arthur Lasenby Liberty) y la neoyorquina Tiffany's (Louis Comfort Tiffany), se identificaron tan estrechamente con la nueva estética que sus nombres se utilizaron también como denominaciones de la misma.
El modernismo alcanzó su apogeo en la Prima Esposizione Internazionale d'Arte Decorativa Moderna («Primera Exposición Internacional del Arte Decorativo Moderno») de 1902 en Turín,
donde expusieron diseñadores de todos los países europeos.
donde expusieron diseñadores de todos los países europeos.
Hacia la época de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la naturaleza altamente decorativa del diseño modernista ya había comenzado a ser abandonada en favor de trazos más simples y rectilíneos, más en armonía con la estética plana y el menor coste de los diseños industriales. Hacia los años veinte esa tendencia se concretaría en una nueva etiqueta denominativa: el Art Decó.
El modernismo en las artes gráficas
El modernismo se extendió de manera muy profusa en las artes gráficas, tanto en la ilustración de libros y revistas (incluyendo la encuadernación, las cubiertas y los ex-libris)
como en el cartelismo (carteles, pósters o affiches publicitarios) y todo tipo de soportes: postales, paneles decorativos, papel pintado, estampados textiles, etc.; así como en el diseño de tipos de imprenta.
como en el cartelismo (carteles, pósters o affiches publicitarios) y todo tipo de soportes: postales, paneles decorativos, papel pintado, estampados textiles, etc.; así como en el diseño de tipos de imprenta.
Muy influyente e imitado fue el checo Alfons Mucha. La aceptación de sus diseños, hechos con exquisita delicadeza y que incluían en su gran mayoría la figura femenina como motivo central le ganó trabajos a nivel internacional, produciendo también la clave ganadora de un estilo artístico comercial a imitar por los ilustradores de la época.
Pese a su corta vida, Aubrey Beardsley
destacó como uno de los más originales exponentes del modernismo gráfico, con ilustraciones en blanco y negro de un estilo personalísimo a la vez que controvertido, por lo irreverente de sus temas.
destacó como uno de los más originales exponentes del modernismo gráfico, con ilustraciones en blanco y negro de un estilo personalísimo a la vez que controvertido, por lo irreverente de sus temas.
Otros diseñadores muy importantes fueron Charles Rennie Mackintosh (con el movimiento de Arts and Crafts), T. Privat-Livemont, Koloman Moser o Franz von Stuck.
Joyería, cristalería, cerámica, mobiliario y forja modernistas
El arte de la joyería se vio revitalizado por el modernismo, teniendo a la naturaleza como la principal fuente de inspiración. Complementaron esta renovación los nuevos niveles de virtuosismo alcanzados en el esmaltado y los nuevos materiales como ópalos y otras piedras semipreciosas. El interés generalizado en el arte japonés y el entusiasmo especializado en las habilidades de metalistería, fomentaron nuevas aproximaciones y temas de ornamentación. En los dos siglos previos, el énfasis en la joyería fina se había centrado en las gemas, particularmente en los diamantes por lo que la preocupación principal de joyero consistía en proveer un marco adecuado para su lucimiento. Con el modernismo surgió un nuevo tipo de joyería, motivada y encausada hacia el diseño artístico antes que en el mero despliegue de las gemas.
Los joyeros de París y Bruselas fueron los que principalmente definieron el modernismo en la joyería y es en esas ciudades donde el estilo ganó el mejor renombre. Los críticos franceses contemporáneos eran unánimes al reconocer que la joyería estaba atravesando una transformación radical y que el diseñador, joyero y vidriero René Lalique estaba en su centro. Lalique (del que hablaremos detenidamente más adelante) glorificó a la naturaleza en la joyería, extendiendo su repertorio para incluir aspectos nuevos no tan convencionales –como libélulas y hierbas- inspirados en sus encuentros con el arte japonés.
Los joyeros estaban deseosos de establecer este nuevo estilo como una tradición distinguida y para ello buscaron inspiración en el renacimiento para sus joyas de oro esmaltado y esculpido, aceptando además el estatus del joyero como artista más que como artesano. En la mayoría de los trabajos esmaltados las gemas cedieron su primacía. A los diamantes se les daba un papel subsidiario en combinación con materiales menos familiares como el vidrio moldeado, el marfil y cuerno animal.
Pintura modernista
En contraposición tanto al academicismo como al impresionismo, se abandonan los temas cotidianos por los contenidos simbólicos y conceptuales (un movimiento simultáneo, postimpresionista, se denomina simbolismo), entre los que destaca la mujer, con un tratamiento erótico que llega hasta la perversión (un movimiento simultáneo, muy relacionado, se denomina decadentismo -Félicien Rops, Gustave Moreau, Odilon Redon-). Técnicamente se insiste en la pureza de la línea (lo que le da un carácter bidimensional) y la expresividad del dibujo (se ha considerado precedente del expresionismo posterior), ambas cosas ya presentes en autores postimpresionistas, especialmente en Toulouse-Lautrec.
Las formas orgánicas, especialmente vegetales curvilíneos y espirales (flores, hojas, tallos retorcidos), que rellenan todo el espacio (horror vacui, a veces llegando a la teselación) ya presentes en movimientos ingleses anteriores (prerrafaelismo y arts and crafts), se convierten en un leit motiv paralelo a las formas decorativas de las artes gráficas, con las que están estrechamente identificadas, así como con el cartelismo y la reproducción litográfica. Los formatos preferidos son los alargados y apaisados.
Las formas orgánicas, especialmente vegetales curvilíneos y espirales (flores, hojas, tallos retorcidos), que rellenan todo el espacio (horror vacui, a veces llegando a la teselación) ya presentes en movimientos ingleses anteriores (prerrafaelismo y arts and crafts), se convierten en un leit motiv paralelo a las formas decorativas de las artes gráficas, con las que están estrechamente identificadas, así como con el cartelismo y la reproducción litográfica. Los formatos preferidos son los alargados y apaisados.
Escultura modernista
La escultura modernista o art nouveau tuvo como tema central la figura femenina en distintas actitudes.
Más allá de la sucesión cronológica entre art nouveau y art decó (antes y después de 1920) no hay una nítida separación estilística entre los desarrollos escultóricos identificables con ambas etiquetas. En ambos se utilizaron una gran variedad de materiales: el mármol para los monumentos de envergadura y el bronce, el marfil, los metales preciosos (muy a menudo la combinación crisoelefantina de marfil y oro), la cerámica y el vidrio para las obras de pequeño tamaño, muy relacionadas con la orfebrería.
Modernismo, «mediterraneísmo» y «noucentisme»
A pesar de su oposición al modernismo, contra el que pretende explícitamente ser una reacción en un sentido «humanista» y «clasicista», tampoco es muy evidente en las formas la diferenciación entre la escultura «modernista» y la noucentista o «mediterraneísta», que surge en la primera década del siglo xx y se define estéticamente en relación con Aristide Maillol (su obra La Mediterranée, de 1905)
y el movimiento estético en torno al crítico Eugenio D'Ors (Josep Clarà, Manolo Hugué, Enric Casanovas, Julio González, Pablo Gargallo, Cristino Mallo, etc.), muchos de cuyos componentes evolucionaron hacia las vanguardias. El mediterrenaísmo o novecentismo también tiene una vertiente pictórica (el propio Maillol, José María Sert, Joaquín Sunyer, Joaquín Torres García).
y el movimiento estético en torno al crítico Eugenio D'Ors (Josep Clarà, Manolo Hugué, Enric Casanovas, Julio González, Pablo Gargallo, Cristino Mallo, etc.), muchos de cuyos componentes evolucionaron hacia las vanguardias. El mediterrenaísmo o novecentismo también tiene una vertiente pictórica (el propio Maillol, José María Sert, Joaquín Sunyer, Joaquín Torres García).
Arquitectura
El modernismo es un arte burgués, muy caro, que intenta integrar en la arquitectura todo el arte y todas las artes. Es una corriente esencialmente decorativa, aunque posee soluciones arquitectónicas originales. Se desarrolla entre los siglos xix y xx.
Este movimiento utiliza las soluciones que la revolución del hierro y del cristal aportan a la arquitectura, aunque se sirve de la industria para la decoración de interiores y las forjas de las rejerías, etc..
Sus formas son blandas y redondeadas, aunque no es esto lo único característico del modernismo sino la profusión de motivos decorativos. La influencia del modernismo arquitectónico se deja sentir aún en la arquitectura actual.
Sus formas son blandas y redondeadas, aunque no es esto lo único característico del modernismo sino la profusión de motivos decorativos. La influencia del modernismo arquitectónico se deja sentir aún en la arquitectura actual.
El modernismo arquitectónico nace en Bélgica (donde se le dará el nombre de art nouveau) con la obra de Goh Ver Wayans y Victor Horta. La ondulación de los tejados y fachadas, la aplicación de materiales como el hierro forjado, los motivos de vegetación natural y el cuidado diseño de la decoración y de cada elemento arquitectónico y de mobiliario del interior son características de sus obras: de Van de Velde es la casa Bloemenwerf;
y de Horta la casa Solvay (especialmente su característico interior de diseño muy recargado, con lámparas, papel pintado, vidrieras, etc.), la casa Tassel, la Casa del Pueblo y la Casa van Eetvelde, todo ello en Bruselas, así como el Gran Bazar de Fráncfort.
y de Horta la casa Solvay (especialmente su característico interior de diseño muy recargado, con lámparas, papel pintado, vidrieras, etc.), la casa Tassel, la Casa del Pueblo y la Casa van Eetvelde, todo ello en Bruselas, así como el Gran Bazar de Fráncfort.
El movimiento vienés denominado Sezession (1897) tuvo como arquitectos a Otto Wagner y Josef María Olbrich; y el paralelo movimiento de Múnich (1892) a Franz von Stuck.
En Inglaterra pueden considerarse dentro del modernismo arquitectónico a William Morris y a Charles Rennie Mackintosh. El estilo de Morris no cae en los excesos decorativos, es el más sobrio del movimiento, ya que se centra más en la implantación de la villa en la naturaleza (influencia del pintoresquismo inglés del siglo previo) y la valoración del espacio interior funcional. Sobre todo diseña muebles y pequeños utensilios cotidianos, y se le sitúa dentro del género en consonancia del arquitecto fránces Charles Voysey. Los planteamientos de Mackintosh son originales y aportan nuevas soluciones a sus problemas arquitectónicos. Son características las formas prismáticas y octogonales. Es el arquitecto modernista más sobrio en los exteriores, lo que le vale ser un precursor del racionalismo arquitectónico.
En España, la arquitectura modernista, muy poco presente en Madrid, sí tuvo desarrollo en otras zonas (Cartagena y La Unión, Alcoy, Valencia, Ávila, Zamora, Zaragoza, el Bajo Aragón, Ceuta, Melilla, algunas de las casas de indianos de la zona cantábrica, Canarias) o en Mallorca: El Gran Hotel, Can Forteza-Rey, Almacenes el Águila, Forn Fondo, Can Casasayas o Can Corbella. Pero fue en Barcelona donde el modernismo tuvo mayor importancia. Los arquitectos modernistas catalanes (Rogent y Amat, Domenech y Montaner,
Puig y Cadafalch, Enric Sagnier, Rubió y Bellver, Jujol y Gibert, Valeri y Pupurull, Muncunill y Parellada, Víctor Beltrí) desarrollaron un lenguaje propio, del que partió Antonio Gaudí para desarrollar su particular universo artístico, muy personal.
Puig y Cadafalch, Enric Sagnier, Rubió y Bellver, Jujol y Gibert, Valeri y Pupurull, Muncunill y Parellada, Víctor Beltrí) desarrollaron un lenguaje propio, del que partió Antonio Gaudí para desarrollar su particular universo artístico, muy personal.
Riga es la ciudad europea con mayor cantidad de edificios art nouveau, a consecuencia del crecimiento de urbano que se produjo a partir del derribo de las murallas, y la formación que un grupo de arquitectos (Rudolf Heinrich Zirkwitz, Friedrich Scheffel, Heinrich Scheel, Janis Alksnis y Konstantin Peksens) recibió en el Aula de Arquitectura que se creó (1869) en el Instituto Politécnico de Riga.
En Sudamérica, el modernismo no tuvo demasiado desarrollo debido a su elevado costo de construcción, a la calidad artesanal de sus ornamentos y al gusto conservador de las clases altas. En la Argentina existen algunos casos notables de la influencia del modernismo en todas sus corrientes, gracias a la inmigración de arquitectos de diversos países europeos, especialmente en la ciudad de Buenos Aires.
El art déco
Fue un movimiento de diseño popular a partir de 1920 hasta 1939 (cuya influencia se extiende hasta la década de 1950 en algunos países) que influyó las artes decorativas tales como arquitectura, diseño interior, y diseño gráfico e industrial, también a las artes visuales tales como la moda, pintura, grabado, escultura y cinematografía.
Después de la Exposición Universal de 1900 de París, varios artistas franceses (Hector Guimard, Eugène Grasset, Raoul Lachenal, Paul Follot, Maurice Dufrene y Emile Decour) formaron un colectivo formal dedicado a las artes decorativas de vanguardia. En 1925 organizaron la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes (Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas) en París,
y se llamaron a sí mismos los modernos; en realidad, el término art déco se acuñó en la retrospectiva titulada «Les Années », llevada a cabo en París en el Musée des Arts Décoratifs (Museo de Artes Decorativas) del 3 de marzo al 16 de mayo de 1966; el término es por lo tanto un apócope de la palabra francesa décoratif.
y se llamaron a sí mismos los modernos; en realidad, el término art déco se acuñó en la retrospectiva titulada «Les Années », llevada a cabo en París en el Musée des Arts Décoratifs (Museo de Artes Decorativas) del 3 de marzo al 16 de mayo de 1966; el término es por lo tanto un apócope de la palabra francesa décoratif.
Morfología y tecnología
Este movimiento es, en un sentido, una amalgama de muchos estilos y movimientos diversos de principios del siglo XX y, a diferencia del art nouveau, se inspira en las Primeras Vanguardias. Las influencias provienen del constructivismo, cubismo, futurismo, del propio art nouveau, del que evoluciona, y también del estilo racionalista de la escuela Bauhaus. Los progresivos descubrimientos arqueológicos en el Antiguo Egipto marcaron asimismo su impronta en ciertas líneas duras y la solidez de las formas del art déco, afín a la monumentalidad y elementos de fuerte presencia en sus composiciones.
Como estilo de la edad de la máquina, utilizó las innovaciones de los tiempos para sus formas: las líneas aerodinámicas, producto de la aviación moderna, iluminación eléctrica, la radio, el revestimiento marino y los rascacielos. Estas influencias del diseño se expresaron en formas fraccionadas, cristalinas, con presencia de bloques cubistas o rectángulos y el uso de la simetría. El color se nutrió de las experiencias del fovismo; trapezoides, facetamientos, zigzags y una importante geometrización de las formas son comunes al art déco.
Correspondiendo a sus influencias maquinistas, el art déco se caracteriza también por los materiales que prefiere y utiliza, tales como aluminio, acero inoxidable, laca, madera embutida, piel de tiburón (shagreen) y piel de cebra. El uso de tipografía en negrilla, sans-serif o palo seco, el facetado y la línea recta o quebrada o greca (opuesto a las curvas sinuosas y naturalistas del art nouveau), los patrones del galón (chevrón) y el adorno en forma de sunburst son típicos del art déco. Ciertos patrones de ornamento se han visto en aplicaciones bien disímiles: desde el diseño de zapatos para señoras hasta las parrillas de radiadores, el diseño de interiores para teatros y rascacielos como el Edificio Chrysler.
El estilo art deco no estuvo limitado a la arquitectura; el transatlántico SS Normandie, cuyo viaje inaugural tuvo lugar en 1935, fue diseñado incorporando muchos diseños art deco, incluyendo un salón comedor cuyo techo y decoración estaba realizada con vidrio de Lalique. Otros buques con influencia art déco en su decoración fueron el Île de France, el Queen Mary y el Nieuw Amsterdam.
Sociología
El art déco alcanzó su apogeo en los años 1920. Aunque muchos movimientos del diseño tienen raíces o intenciones políticas o filosóficas, el art déco era casi puramente decorativo, por lo que se considera un estilo burgués. A pesar del eclecticismo de sus influencias formales y estilísticas, el art déco es sólido y posee una clara identidad propia. No se trata de un historicismo ni de un anacronismo; es fiel a su época y deja entrever la noción futurista de la Revolución industrial. Su significación gira en torno al progreso, el ordenamiento, la ciudad y lo urbano, la maquinaria. Elegante, funcional y modernista, el art déco fue un avance frente al art nouveau, esta vez exitoso en la generación de un nuevo repertorio de formas acordes con la problemática e imaginería de su tiempo.
El art déco era un estilo opulento, y su exageración se atribuye a una reacción contra la austeridad forzada producto de la Primera Guerra Mundial. De manera simultánea a una creciente depresión económica y al fantasma del acercamiento de la Segunda Guerra, había un deseo intenso por el escapismo. La gente gozó de los placeres de la vida y del art déco durante la era del jazz.
Decadencia
El movimiento art déco mostrado en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas (1925) realizada en la explanada de los Inválidos de París causó tal impresión a los visitantes, que se reprodujo con lujo de detalles en Nueva York, Bruselas, Tokio, Sao Paulo, Casablanca, Saigon, Phnom Phen, Chicago, Belgrado, entre otras muchas ciudades.
En Nueva York el Rockefeller Center y el edificio de la Chrysler son apenas dos muestras, en Rio de Janeiro el Cristo de Corcovado, y tras ellos las ciudades mencionadas se transformaron rápidamente. En México la ciudad de Cuernavaca, la colonia Condesa de la Ciudad de México, y otros barrios periféricos mencionados por Malcolm Lowry en Bajo el Volcán siguen el ejemplo, en Colombia la ciudad de Manizales incendiada en 1925 se reconstruyó con la pericia de los arquitectos del momento importados por la clase emergente cafetera y una tras otra todas las ciudades del mundo se regeneraron con su rincón art déco, moderno, provocador, futurista.
El movimiento fue perdiendo patrocinio en las metrópolis europeas y norteamericanas mucho después de haber alcanzado una introducción masiva, al punto de ser empleado para representar falsas pretensiones de lujo. Finalmente, el estilo caería en decadencia, dadas las austeridades impuestas por la Segunda Guerra Mundial.
Un resurgimiento del interés por el art déco vino desde exploraciones del diseño gráfico en los años 1980. Su asociación con el film noir en cinematografía y el encanto del glamour de los años 1930 propició un nuevo uso de este tipo de expresión a finales de la década de 1980 en piezas publicitarias para joyería y el mundo de la moda y en la decoración de hoteles como el Hotel Fairmont y el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
Cine
La estética art déco influyó en las artes cinematográficas de principios del siglo XX. Un ejemplo de ello es el filme Metrópolis, de 1927, de Fritz Lang, la cual cuenta con deslumbrantes escenografías inspiradas en la llamada Escuela de Chicago de arquitectura para las tomas de la ciudad, además de los decorados de la ciudad subterránea, el robot (personaje en la película que es una metáfora de la mecanización de la humanidad) es considerado como una de las imágenes más reconocibles del art déco.
Vayamos a la segunda parte de éstaentrada, donde veremos la obra y biografía de Rene Lalique, protagonista de éstas entradas.
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