“Alguno de estos templos – que rivalizan con el de
Salomon y parecen erigidos por algún antiguo Miguel Angel – podrían tener un
lugar de honor a lado de nuestros más bellos edificios. Es mayor que cualquiera
de nuestros legados de Grecia o Roma y presenta un triste contraste con el
estado de barbarie en el que se halla ahora sumergida la nación.” Henri Mouhot
Que poderoso atractivo tienen para mi mente las civilizaciones perdidas... Es cómo si me llamasen a descubrir un misterio que no puedo describir con palabras, algo que siempre se me escapa. Que está allí, escondido entre la espesa vegetación de selvas inescrutables. Cómo me pasó con Tikal, con Palenke, con Machu Pichu, és una llamada irresistible, Angkor, Angkor...
Los dioses, el destino o "lo que sea", me han llevado de nuevo a aspirar el aroma de ese algo indescifrable, de nuevo entre la fragancia de los inmensos árboles de otra selva tropical y el estentóreo y metálico chirrido de las chicharras.
Escondida entre la espesa vegetación que transforma toda obra humana en una ruina,
la portentosa civilización Khemer, elevó una de las más grandes maravillas construidas por la Humanidad, reconocida como patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1992.
En enero de 1860 el explorador y naturalista francés
Henri Mouhot,
autor de las palabras arriba citadas, alcanzaba por primera vez
Angkor, cuya mayor parte permanecía oculta y parcialmente abandonada desde
hacía siglos. Aunque no fue el primer “hombre blanco” en llegar a estas ruinas
(hay testimonios escritos de visitantes desde el siglo XVI) si que fue el
responsable del redescubrimiento al mundo occidental de los templos y la
cuasi-desconocida civilización Jemer. Su entonces popular libro Voyage
dans les royaumes de Siam, de Cambodge, de Laos,
publicado postumamente en
1868, así como diversos discursos y una serie de fotografías y dibujos que realizó en
1866, hicieron el resto.
Veamos algunas de éstas ilustraciones:
En la actualidad, más de un millón de turistas visitan cada año los restos de
la enigmática ciudad de Angkor,
en las densas y exuberantes selvas del norte de Camboya. Sin embargo, desde su
nacimiento en el siglo IX hasta su “redescubrimiento” más de mil años después
por el explorador francés Henri Mouhot, sus increíbles construcciones
habían permanecido ocultas a los ojos occidentales.
Mouhot es a menudo erróneamente acreditado con el
"descubrimiento" de Angkor, aunque Angkor nunca se perdió -
la ubicación y la existencia de toda la serie de sitios de Angkor fue siempre
conocidos por los jemeres y que habían sido visitados por varios occidentales
desde el siglo 16. Mouhot menciona en sus diarios que su contemporáneo, el
Padre Charles Emile Bouillevaux -
un misionero francés con sede en Battambang -
había informado de que él y otros exploradores occidentales y los misioneros
había visitado Angkor Wat y los otros Khmer templos,
por lo menos cinco años antes de Mouhot. Padre Bouillevaux publicó sus
cuentas en 1857: "Los viajes en Indochina 1848-1846, El Annam y
Camboya" . Anteriormente, un comerciante portugués Diogo do
Couto visitó Angkor y escribió sus cuentas al respecto en 1550, y el monje portugués Antonio da Magdalena también había
escrito sobre su visita a Angkor Wat en 1586.
Mouhot hizo sin embargo popularizar Angkor en
Occidente. Tal vez ninguno de los visitantes europeos anteriores como
escribió sugestivamente como Mouhot, que incluye bocetos interesantes y
detalladas. En sus publicada póstumamente "Los viajes en Tailandia,
Camboya y Laos" Mouhot comparó Angkor a las pirámides, ya que era popular
en el oeste en ese momento a atribuir el origen de toda la civilización a
Oriente Medio. Por ejemplo, describió las cabezas de Buda en las puertas
de entrada a Angkor Thom como "cuatro enormes
cabezas en el estilo egipcio",
y escribió de Angkor :
"En AngKor, hay ... ruinas de tanta grandeza ...
que, en la primera vista, uno se llena con una profunda admiración, y no puede
dejar de preguntarse qué ha sido de esta poderosa raza, tan civilizados, tan
iluminados, los autores de estas obras gigantescas? "
Estas citas pueden haber dado lugar a la creencia
popular de que Mouhot había encontrado las ruinas abandonadas de una
civilización perdida. La Royal Geographical Society y la Sociedad
Zoológica, ambos interesados en
el anuncio de los nuevos hallazgos, parecen haber alentado el rumor de que
Mouhot - que habían patrocinado a trazar las montañas y los ríos y catalogar
nuevas especies - había descubierto Angkor. Mouhot mismo erróneamente
afirmó que Angkor fue obra de una civilización anterior a la
Khmer. Porque, si bien la misma civilización que construyó Angkor estaba
viva y justo frente a sus ojos, él los considera en un "estado de
barbarie", y no podía creer que eran civilizados o lo suficientemente
inteligentes para haber construido aquellas maravillas.
Se supone que los autores de tanta grandeza
eran una raza desaparecida, y erróneamente fechado Angkor atrás sobre dos
milenios, la misma era que Roma. La verdadera historia
de Angkor Wat fue
posteriormente reconstruido en el libro La Aduana de Camboya escrita
por Temür Khan enviado por Zhou Daguan a
Camboya en 1295-1296 y
de la estilística y epigráfica material acumulado en la posterior limpieza y
trabajos de restauración a cabo en todo Angkor. Ahora
se sabe que las fechas de la morada de Angkor fueron de principios del noveno
hasta principios del siglo 15o.
Angkor es una región de Camboya
que alojó las sucesivas capitales del Imperio jemer (Khemer)
durante su época de esplendor.
El denominado Imperio Angkoriano dominó el
sureste asiático, desde el Mar de China
hasta el Golfo de Bengala, entre los siglos IX y XV de nuestra era. Sus
monumentos y templos se encuentran cerca de la actual Ciudad de Siem Riep, Provincia de Siem Riep, Camboya.
Sólo recientemente esta área ha sido recuperada de la selva, con la excepción de su templo más importante, el templo
de Angkor Wat, que aunque dedicado originalmente
al dios hindú Vishnú,
nunca llegó a abandonarse, siendo
mantenido desde hace siglos por monjes budistas. Varios
países han participado en las labores de reconstrucción de los templos, siendo
los principales responsables los arqueólogos de la Ecole Française d'Extreme
Orient (Escuela Francesa de Extremo Oriente), cuya labor se remonta a 1908.
La última guerra, la de los Khemer Rojos, dejó profundas huellas en el monumento, agujeros de bala, trozos de pared destrozados y sobretodo, campos minados, suerte que están anunciados y vallados, pero no dejan de asustar a los paseantes.
Angkor es una antigua palabra del sánscrito para referirse a ciudad; las palabras
thom y wat son del actual Idioma jemer para
"grande" y "pagoda" respectivamente. Así pues Angkor Thom
se puede entender como la Gran Ciudad y Angkor Wat como la Ciudad del Templo.
Historia
La zona de Angkor estuvo habitada por pequeños pueblos
desde el siglo I d. C., pero su época dorada se inicia en año 802 dC,
cuando el rey Jayavarman II somete las tribus
circundantes,
creando un único reino del que se declara Devaraja o rey-dios.
Para reforzar la imagen de su ascendencia divina, empieza a construir grandes
obras religiosas, iniciando una tradición que continuarán sus sucesores durante
siglos, produciendo multitud de templos hasta el abandono de la zona, a
mediados del siglo XV, y motivado por causas todavía no del todo esclarecidas.
El primer templo de la zona fue el Preah Ko,
de finales del siglo IX, edificado en honor al propio rey Jayavarman II. Poco después, por encargo del
rey Indravarman I se erige uno de los complejos más
grandes y representativos; el Bakong.
Este templo
estableció las características principales que definirían el estilo de la
arquitectura de Angkor, y que permanecerían sin grandes cambios hasta la llegada
de la religión budista.
Entre los años 889 y 915, el rey Yasovarman I
establece la capital en la ciudad de Yashodarapura (en sánscrito:
"ciudad sagrada"), y junto a ella se edificará siglos más tarde Angkor Wat, el templo más importante de Angkor,
erigido por Suryavarman II a principios del siglo XII
y convertido en icono de la cultura Camboyana.
El periodo de mayor esplendor de
Angkor se corresponde con el reinado de Jayavarman
VII, quien amplió las fronteras del imperio y mandó construir los
templos de Bayon,
Ta Prohm
y Preah Khan
entre los años 1181 y
1220 d. C. y ya bajo la religión budista. Parte de estos templos
fueron finalizados bajo el reinado de su sucesor, Indravarman
III y luego parcialmente destruidos tras la reconversión al
hinduismo del rey Jayavarman VIII a finales
de siglo XIII. El reinado de este monarca marcaría el final de la época de
esplendor de Angkor, que sufriría repetidas invasiones en los años siguientes:
los mongoles de Kublai Kan por el norte, en el año 1283, y
los siameses por el este en repetidas ocasiones,
acosaron al imperio Jemer. Con el rey Srindravarman
el estado retornó a la religión budista, esta vez de la rama Theravada,
que es la religión que ha permanecido en Camboya hasta la actualidad.
Tras la
finalización del reinado de Srindravarman, en 1327, Angkor entra en una etapa
de recesión, que culminará en el abandono de la capital hacia la actual Nom Pen en 1432.
Angkor será nuevamente habitada por un breve período:
en 1550 el rey Ang Chan se establece allí, aunque la
capital del imperio permanecerá en la ciudad de Lovek,
e incluso en 1576 la corte se llega a traslada a Angkor, pero finalmente, en
1594 el imperio es conquistado por los siameses, y Angkor definitivamente
abandonada.
En la zona de Angkor hay contabilizados un total de 910
monumentos.
Religión
La primitiva religión animista/politeísta Jemer fue progresivamente suplantada
por las religiones provenientes de la India, cuyos comerciantes
debían pasar varios meses en Camboya en espera de que finalizase la temporada
de lluvias para retornar a su país. El hinduismo
fue la religión dominante hasta el siglo XII, fecha en la que ya habían sido
erigidos la mayoría de los templos. La organización y construcción de los
templos tiene su origen simbólico en el Monte Meru,
considerado como el hogar de los dioses y el centro del universo hindú, por lo
que la mayoría de los templos de este período tratan de representar el ascenso
al monte, con escaleras muy pronunciadas que simbolizan el ascenso a la montaña
sagrada, mientras que los templos elevados y sus característicos remates evocan
la cima de la montaña.
A partir de la entrada del budismo
en el siglo XII, los templos se tornan más horizontales, y las imágenes de Buda
reemplazan la iconografía anterior. En Angkor se dan varios casos de templos de
origen hinduista que posteriormente fueron reformados como templos budistas.
Hasta la llegada del budismo, el dios más importante
del panteón jemer fue Shivá,
seguido de Vishnú.
Templos
Plano de ubicación de los principales templos.
El área se compone de varios sitios arqueológicos de
gran importancia:
Angkor Thom, Bayón, Terraza de
los Elefantes, Angkor Wat, Baksei Chamkrong, Banteay Kdei, Banteay Samré, Banteay Srei, Baphuon, Chau Say , Tevoda, Krol Ko, Neak Pean, Phimeanakas, Phnom Bakheng, Phnom Krom, Preah Khan, Preah Ko, Preah Rup, Spean Thma, Ta Prohm, Ta Som, Ta Keo, Thommanon, etc.
Angkor Thom
La gigantesca ciudad –es la mayor urbe preindustrial
del mundo, y llegó a tener una superficie de 3.000 kilómetros cuadrados– está
salpicada por más de mil templos, lo que la convierte en uno de los enclaves
sagrados de Asia.
Pese a la fascinante acumulación de edificios religiosos, entre el
patrimonio de la urbe camboyana destaca especialmente el llamado templo
de Angkor Wat.
Angkor Wat es el templo más grande y también el mejor conservado de los que integran el asentamiento de Angkor. Está considerado como la mayor estructura religiosa jamás construida, y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo.
Aquí podéis ver una reconstrucción idealizada en 3D
Ubicado 5,5 km al norte de la actual Siem Riep, en la provincia homónima de Camboya, Angkor Wat forma parte del complejo de templos construidos en la zona de Angkor. Esta construcción data del siglo XII, y fue erigida por orden del
rey Suryavarman II (1113-1150) en honor al dios hindú Vishnú. El llamativo
templo posee una planta rectangular, y está separado del terreno circundante
por un foso inundado. Para acceder a su interior hay que pasar un puente en su
lado oeste, que conduce a una calzada recta que lleva al visitante hasta la
puerta principal.
Básicamente, Angkor Wat está compuesto por tres terrazas,
cada una más pequeña que la anterior y situada a mayor altura.
En la parte
central, la más elevada, destacan cinco torres, una central más alta y otras
cuatro que la rodean.
Sin duda, la visión de este templo, enclavado en el
paisaje camboyano, resulta espectacular. Cómo lo es también la portentosa decoración de bajos relieves que cubren las galerías interiores, en las que se cuentan desde historias mitológicas, hasta acontecimientos militares, de la vida cotidiana
Sin embargo, sus secretos más
fascinantes, relacionados con la astronomía, no son visibles a simple vista. En
primer lugar, Angkor Wat es una evocación en la tierra del monte Meru, centro del
universo y residencia de las divinidades según la mitología hindú. Un
simbolismo cósmico que adquiere forma con las cinco torres del santuario, que
evocan los cinco picos de la montaña sagrada.
Paseando por sus casi infinitas estancias, pasadizos, torres, escaleras, la sorpresa y la belleza te asaltan en cualquier instante
Lo mismo sucede en los otros templos, no los visitamos todos, pues en tres días por mucho que te esfuerces, sólo puedes hacerte una idea general, de la que me gustaría compartir con vosotros algunas imágenes:
Bayon
Bentay srei
A unos 30 Kms. del recinto principal, se encuentra el pequeño templo de Bentay Srei (o fortaleza de las mujeres), se denomina así, no porque fuera la residencia de las mujeres de ninguno de los reyes constructores de Angkor, sino porque se supone que dada la calidad del trabajo aquí realizado, sólo pudo ser hecho por mujeres, en verdad Bentay Srei es una verdadera maravilla, os dejo algunas imágenes para que podáis disfrutarlas:
En la exuberante decoración, se explican determinados episodios de las grandes obras de la mitología Hindú, como el Ramayana, el Mahbarata, o los Vedas, no sabéis como he lamentado no recordar -o conocer - más profundamente esa literatura sagrada.
Ta Prohm
De éste templo, dado a conocer principalmente por la peli de Angelina Jolie, de la saga Tom Raider, tenía grandes espectativas, pues había en él, algo que me tenía intrigado desde hace muchos años y de la que afortunadamente no he podido "sacar el agua clara". Éste templo, fué dejado por los arqueólogos franceses en un estado semejante al que se encontraban todos los demás. Es decir, se limitaron a extraer parte de la vegetación que obstaculizaba la circulación entre las diversas estancias, pero se dejaron deliberadamente, algunos de los árboles que parasitaban las estructuras de piedra,
Quizás con éstas imágenes podáis haceros una idea de la magnitud de la tarea llevada a cabo por los arqueólogos en todo el recinto de Angkor. Tened en cuenta que éste templo solo es uno entre las decenas de ellos rescatados. Pero aquello que quería ver desde mucho tiempo atrás de visitar Angkor, era una de las decoraciones - entre otras miles- que rodean una de las puertas que da acceso al interior del templo
y que tiene de particular?, fijaros en la tercera figura comenzando desde abajo
y bien? que bicho es ese?
pues éste "bicho", entre monos, ciervos y otros muchos más, parece ser un estegosaurio, es decir uno de aquellos saurios que vivió millones de años antes de la aparición de los seres humanos, pero claro está! eso es imposible. Nuestro guía nos dijo que los Khemer eran muy sabios, que en sus libros - en muchos de los templos se encuentran una o varias bibliotecas- se hablaba de esos animales prehistóricos...
Existe una piedra de Ica, de las que se dice tienen cientos de miles de años de antiguedad, de las que os hablé en ésta entrada
que también muestra una imagen de un stegosaurio
parece demasiada casualidad, no?
El templo tiene muchísimas figuras en sus paredes: en todos sus salones, aparecen representaciones de los devatas, espíritus guardianes que cuidan el lugar. A su vez, las paredes tienen cientos de círculos con imágenes que representan a distintos animales, como el mono, lagartos, venados, entre tantos más. Lo extraño es una de las imágenes, que los investigadores no pueden identificar con algún animal que no sea un dinosaurio llamado estegosaurio. Si bien los dinosaurios no convivieron con los humanos, lo extraño es que el rey Suryavarman II, quien gobernaba cuando se construyó el templo, supiera de la existencia de estos animales. ¡Qué misterio!
Pero como no tengo ninguna explicación razonable para explicaros el significado de esa imagen en la decoración del templo de Ta Prohm, os dejaré en la incertidumbre para que vosotros, queridos lectores, busquéis aquella que más os satisfaga.
No quería finalizar ésta parte explicativa, sin referirme a que las paredes de todos los templos de Angkor están cubiertas de Apsaras, bailarinas celestiales - devatas- de pechos sin camisa y redondos. Son más de dos mil, todas diferentes. Cada cara tiene su propia belleza y su propia expresión, cada movimiento es diferente. La tela, que cubre como una cortina de luz del resto del cuerpo, los muslos y las piernas del molde. Están cubiertas con altas tiaras. Sus cuellos y los brazos están cubiertos de joyas. Las Apsaras simbolizan una vida sin preocupaciones, llena de belleza y serenidad. Parece que se están preparando para bailar. De acuerdo a una costumbre, se considera un deber religioso acariciar las estatuas de pasada.
Durante siglos, las manos que han tocado la piedra, les han dado su brillante pátina, aunque los guías insisten en que el brillo és el resultado de una capa de resina. A continuación os pongo las imágenes de algunas de mis preferidas:
Devatas
Apsaras
Existen además otras muchas imágenes, como
Naga
Devas y Asuras
Elefantes de tres cabezas
Representaciones de reyes como encarnaciones de Vishnu, en éste caso el Rey Leproso
Lingas
Yonis
Sacerdotes
En fin, la cantidad de imágenes que os podría poner haría de esta entrada algo imposible de mover.
Tan sólo me gustaría añadir, que en la mayoría de los casos, éstas imágenes en los templos sólo serían observadas por los dioses... y por los sacerdotes encargados del culto a los mismos, tanto trabajo para tan pocos!.
El enigma de Angkor y su conexión estelar.
A otro nivel, las sorpresas son aún mayores. En 1976,
varios científicos estadounidenses daban a conocer, a través de las páginas de
la publicación científica Science, unas conclusiones sorprendentes. Los
sacerdotes-astrónomos camboyanos emplearon en la construcción del recinto una
medida conocida como “codo camboyano”, cuya longitud equivale a 0,43545
metros. Tras examinar concienzudamente las dimensiones del templo, los
investigadores descubrieron que los arquitectos del templo habían codificado en
ellas mensajes de naturaleza calendárica, tal como sucede en casi todos los monumentos antiguos: desde Stonenge, hasta Chichen Itzá, Teotihuacan, etc. Así, si observamos los muros
exteriores del recinto descubrimos que tienen una longitud de doce veces 365,24
codos. Es decir, la duración exacta del año solar. Igualmente, los ejes
norte-sur y este-oeste del recinto interior donde se eleva la torre central arroja
una cifra casi idéntica: 365,37 codos, un número que vuelve a aludir al
ciclo solar anual.
Pero aún hay más. Si medimos la distancia existente
entre distintos puntos que aparecen en el recorrido del eje este-oeste del
edificio, encontramos varias cifras expresadas en codos: 1.728, 1.296, 864 y
432. Multiplicando por mil cada una de estas cifras, obtenemos exactamente la
duración en años de los distintos periodos de tiempo de la mitología
hindú: Krita Yuga, Treta Yuga,Dvapara Yuga y Kali Yuga.
Antes y despues de la limpieza
El estudio publicado por Science desvelaba
también la existencia de varias orientaciones astronómicas con ciertas partes
del templo. Los investigadores registraron hasta un total de veintidós
alineaciones, aunque destacan especialmente tres. En el equinoccio de
primavera, un observador situado al comienzo del puente que conduce a Angkor
Wat, observará con asombro que el Sol surge de madrugada justo sobre la torre
central del conjunto. Tres días después, el fenómeno se repite si variamos unos
metros nuestra posición. Curiosamente, la cultura temer celebraba el año nuevo
en el equinoccio de primavera, y por espacio de tres días.
En este misma entrada oeste encontramos otros
alineamientos destacados. El día del solsticio de verano, el Sol se eleva para
el observador justo sobre la colina sagrada de Phnom Bok, a unos 17
kilómetros de Angkor Wat. Por el contrario, en el solsticio de invierno, el
fenómeno se produce en dirección sudeste, y en este caso el Sol nace justo en
el cercano templo de Prasat Kuk Bangro.
El hecho de que en Angkor haya 72 templos no es ninguna
concidencia, tampoco es una coincidencia que la calzada de Angkor Wat se
encuentre exactamente tres cuartos de grado al Este, en términos de Precesión,
tres cuartos de grado son 54 años y encontramos éste número repetido por todo
Angkor.
Aquella inclinación avisaba a los constructores de
Angkor del equinoccio de primavera con tres días de antelación. Solamente en el
equinoccio, cuando el día y la noche tienen la misma duración, el sol se alinea
al amanecer con la torre principal.
Los constructores de Angkor utilizaban cifras
precesionales para conmemorar sus ideas más importantes.
La ubicación de los Templos de Angkor refleja la
ubicación de las Estrellas de la constelación de Draco, del mismo modo que las
Pirámides de Egipto lo hacen con la constelación de Orión.
El mismo aspecto en el cielo y en la tierra en el
momento preciso.
Si hacemos coincidir la ubicación de los templos con la
posición de la constelación, tenemos que retroceder en el tiempo hasta el año
10.500 AC. momento en el cual, casan a la perfección.
El Angkor que podemos observar hoy en día fue
construido hace menos de mil años, pero la disposición de los templos sobre el
terreno refleja la posición de la constelación de Draco en el 10.500 AC.
Esa misma fecha, 10.500 Ac. es la posición hacia la que mira la esfinge de Giza, cuando la constelación de Leo salía por el horizonte. Que sucedió en aquellos años?. Quizás nunca lo sepamos. Que misterio!.
Como siempre espero que os sea útil e interesante.
Esa misma fecha, 10.500 Ac. es la posición hacia la que mira la esfinge de Giza, cuando la constelación de Leo salía por el horizonte. Que sucedió en aquellos años?. Quizás nunca lo sepamos. Que misterio!.
Como siempre espero que os sea útil e interesante.
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